- Siento haber tardado tanto..- volvió a repetir acariciando mi mejilla.
- Ya te he oido, no pasa nada - sonreí. - ¿Ya están todos despiertos? - realicé la pregunta y ví como dejaba sobre la mesa lo que debía de ser el desayuno en mi amplia habitación. Cogió un jarrón y depositó en el unas preciosas doce rosas rojas de las cuales una de ellas me la cedió, y no podía evitar sonreír cómo una estúpida, bueno, para que engañarnos, ¿había algo que fingir? cada día, cada vez me mataba más.
- Una flor, para otra flor - dijo cogiéndome de la mano.
- Ohhhhhh, muchas gracias Harry, enserio, no deberías de haberte molestado..- le abracé, me llevó hasta sus labios y los unió con los míos.
- ¿Te vienes a desayunar conmigo o qué? - arqueó una de sus cejas.
- Ahora mismo, sí me cede el honor. - de tal señorial que estaba pareciendo no puede evitar soltar una carcajada.
Cogí un vaso de zumo de naranja, dos tostadas con mermelada y unas pocas galletas, tenía más que suficiente.
- Todavía siguen durmiendo, o por lo menos cuándo yo salí estaban en sus habitaciones. - dijo respondiendo a la pregunta que le había realizado antes.
- Lo más seguro. - dejé ahí la frase pero cómo bien dicen, una mirada vale más que mil palabras, y la mía debía de ser un verdadero poema en ese preciso momento.
- Nosotros tampoco nos hemos quedado atrás... - soltó de repente.
- Pero.. ¡serás pervertido!
- Habló.
- Ahám, pues vale, sí, ahora te quedas castigado sin besos. - pusé cara de enfadada, aunque por dentro no podía, pero quería seguir con este juego para ver lo que pasaba después.
- No, no, ¡no Sonia porfavor! no puedes, hacerme esto. - decía haciendo pucheros, y yo ya no me podía resistir más.
- Sí que puedo. No. - dije perdiendo todo el control que llevaba sobre mi misma.- No puedo hacerlo, joder que me pones demasiado. Le agarré de la cintura, cogí el cuello de su camisa, lo atraje lo suficiente hacía a mí, lo besé y se me fue el rollo.
- Vamos a volver a parar al mismo sitio, y acabamos de desayunar. - dije mirando las aguas verdecinas de sus ojos.
- No importa. - seguía.
- Harry, enserio tenemos... tengo que preguntarte una cosa. - me senté sobre la cama. ¿Iba a contárselo? pero.. ¿contarle el que? ¿que tengo alusiones con que estoy embarazada? no, no sería capaz. Lo malo es que siempre que me subestimo acabo haciendo todo lo que digo.
- Dime.. - parecía preocupado. - ¿He hecho algo mal? ¿Qué ha pasado? - veía como se iba derrumbando.
- No, no es eso cariño. - sonreí, un poco forzadamente.
- ¿Qué es entonces? dimelo, sabes que puedes contar para lo que sea conmigo. - acarició mi mejilla, pero yo seguía en mi mundo, en mi puto mundo.
- ¿Ayer pasó algo raro?
- Em.. ¿cómo que sí paso algo raro? - preguntó extrañado.
- Que si fue... si fue todo bien. - joder, no me salían las palabras, y tampoco sabía como dar en el clavo.
- Sí, Sonia nos lo pasamos muy bien, ya lo sabes... ¿pero a que te refieres?
- A, a si se fue algo de las manos, si sucedió algo que no debiese suceder..
- ¡Dios! - gritó.
- Harry, no, no estoy segura. Pero, pero no lo sé, llevo todo el día pensando en ello, me noto tan extraña...
- Nunca me apartaré de tu lado, tenga lo que tenga que pasar. - me abrazó fuertemente, y en ese momento, aprecié que lo nuestro superaba a la ficción, pero me gustaba, me gustaba estar enamorada de algo que había sido prácticamente toda mi vida imposible, y que ahora, sea totalmente mío. No todas tenemos esa suerte.
Varios años después:
- Ringggggggggg, ringggggggggg, ringgggggggggg- me despertó un insoportable sonido de teléfono fijo. Tenía muy pocas ganas de cogerlo, últimamente no contestaba mucho a las llamadas y iba un poco de bajón.
Era un cálido domingo veinticuatro de mayo. El maldito teléfono seguía insistiendo en que fuera a recogerlo y con ello a responder a aquella llamada, pero por mucho que quisiera, pase.
Me levanté y me asomé por la ventana. Era lo primero que hacía cada día nada más levantarme, de echo, llevaba haciendo esto más o menos unos cuatro años. Sí, buf, cómo pasa el tiempo. Desde los cuatro años que llevamos juntos Harry y yo, y que nuestra unión, respecto a las circustancias se va haciendo más fuerte.
Estaba apunto de cumplir mis dieciocho años. Ya me quedaba muy poquito para hacerme mayor de edad, exactamente, nada más y nada menos que cinco intensos días, a los que no quería ni sentir.
Me senté en la mesa de escritorio después de lavarme la cara y saqué mis apuntes. ¿Apuntes? ami también me dan asco. Estoy acabando ya el curso, y esta semana es la peor de todas, la peor de todo el curso, y encima esta incluida en la fecha de mi cumpleaños, y lo que más me dolía, es que iba a pasarlo más sola que la una, por eso mismo, llevo varios meses deprimida, sin ganas de levantarme, pero al menos voy bien en los estudios.
Añoraba mis catorce años. Ays, mis catorce años. Llevaba desde entonces deseando cumplir los dieciocho, y creo que lo único que he hecho ha sido desaprovechar los quince, dieciséis y diecisiete años de mi vida, sobretodo, los diecisiete.
En todos estos años, habían pasado millones de cosas, tantas que yo creo que muchas las he olvidado, incluso.
One direction, mis chicos, se hicieron famosos por toda América, lo que les hizó también famosos en Europa y ya hemos podido disfrutar de numerables conciertos tanto en España cómo en las demás regiones europeas.
Echaba muchísimo de menos a mi pequeño. Bueno, a mi pequeño tan grande. Sólo hacía unos meses de que había cumplido sus veintiun años. Prácticamente desde entonces, no pude verle, y cada día me resultaba más difícil levantarme por las mañanas, y a razón de ello también llevo muchos días sin responder a las llamadas de fijo, ahora que ya me habia independizado. Sólo respondía a las de móvil, y si creía que era importante.
El 1 de febrero, fue de los últimos días enteros que pasé a su lado, y de eso ya hacía más de cuatro meses. Lo más iluso que recuerdo es su forma de soplar las veintiun velitas y cómo le cantabamos el cumpleaños feliz. Cómo me iba a llorar detrás de una colina porque sabía que se iban de gira durante mucho tiempo, y justamente a Harry no se lo habían dicho para que disfrutará, lo que me habría gustado haber podido estar más con él. Recuerdo como entre de nuevo, mis amigas y ya de hecho familiares cogiendo un trozo de tarta y haciéndome diversos gestos a los que yo respondía diciéndo que estaba bien, si, bien jodida.
Una semana, una semana antes me lo comunicaron. Justamente. Louis y Liam se pasaron por mi casa, un día que tenía la tarde libre. Dijeron que tenían algo muy importante que decirme, la verdad, no sabía si era algo bueno o malo, pero me pilló bastante por sorpresa.
- ¿Y.. cuándo acabará el tour? - intentaba contener mis lágrimas, luchaba contra ellas, los tours de normal duraban cómo dos meses, o por lo menos, actualmente.
- Sonia..¿enserio quieres saberlo? - me preguntó Louis, que seguía manteniendo la misma buena amistad conmigo.
- Sí, enserio, chicos decidmelo, cuanto antes me haga a la idea, será mejor.
- Sonia...
- ¡Suéltalo Liam! - dije dejando recorrer mis lágrimas, mientras Louis me abrazaba.
- Durará hasta mediados de Junio, y será por América.
Me quedé varios minutos de flashback, en shock y empecé a gritar.
- ¡No! ¡no! no podéis, ¡no podéis iros tanto tiempo! no podéis quitármelo, no.. - decía abrazando fuertemente a Louis y llorando cómo una magdalena mientras Liam acariciaba mi cabello.
- Sonia, en cuánto menos te lo esperes, ya estaremos de vuelta. - me sonrió y me beso en la mejilla. Me hizó sentir bien por unos minutos. De todas las chicas yo era la más sensible, y supongo que se esperarían de antemano algo así, pero creo que era perfectamente comprensible. Lloraba, pensaba en lo que justamente seguía pensando ahora, en que no iba a poder vivir, que estaría muy lejos, no podría abrazarlo, besarlo, tendría conciertos, entrevistas, giras y más giras, y yo mientras tanto, tendría que estar estudiando.
- Prometenos una cosa. - me dijeron de forma inquietante.
- Sí... - dije secando mis lágrimas con el puño de mi chaqueta gris perla.
- No se lo dirás a Harry.
Eso me impacto todavía más. ¿Cómo no iba a hacerlo? no lo sé ni siquiera a día de hoy, solo sé que hicé lo mejor para los dos, por lo menos, el fue feliz durante ese tiempo..
Cuándo quedaron 2 horas del 8 de febrero de 2015, 2 horas para marcharse y empezar la gira por América, se lo contaron a Harry, y realmente creo que hubiera sido mejor decirselo desde el principio.
- Pero.. ¿porqué no me habéis dicho nada? podría haber disfrutado el tiempo máximo a su lado, ¡podría haberlo hecho! y yo, yo ahora no puedo dejarla, ¡no puedo separarme de ella! - llantos y llantos salían gritando literalmente y yo le abrazaba fuertemente, aunque estaba más destrozaba que él.
- Hay, seremos, seremos fuertes, nada nos separará, nada.. porque yo te amo y te seguiré esperando..- decía llorando a su mismo compás.-
- Prométeme que no, que no me dejarás por, no me reemplazarás.
- Harry, ¡amor! no sería capaz de hacerte eso, llevamos más de tres años juntos, y cada vez te quiero, te amo más. ¿Me verías capaz?
- No, pero solo sé, que no voy a poder vivir sin tí.
Pasaron los minutos, y yo y las chicas los acompañamos al aeropuerto.
- Te llamaré casi todos los días, te mandaré mensajes todas las noches para desearte dulces sueños y te enviaré de esas rosas rojas que tanto te gustan. Prometo, prometo verte pronto. - Me beso por varios segundos y se tuvieron que ir ya hacía a dentro.
- Nunca olvides que te quiero. - y el avión comenzó a despegar. Las chicas se despedían por la ventana, y cómo pude con mi rostro lloroso, elevé la mano hacía el frente y me despedí yo también.
Harry colocó la mano en su ventanilla, formó un corazón, pudé apreciar en esos cinco segundos escasos, una H y una S en su interior, y en el margen superior, un "Forever". Me desmayé. Me derrumbé al suelo, recuerdo como mis amigas llamaban a una ambulacia, y que decían que me había dado un bajon de tensión.
- Te pondrás bien - dijó una médica.
- No lo creo. - respondí. Tenía a aquellas personas en ese momento tan importantes a mi alrededor, a mis pequeñas enviandome señales positivas, pero la diferencia es que ellas se podían permitir ir de tour con ellos y yo me he tenido que quedar en casa por los estudios.
En esos veinte minutos que tuve de colapso, lloraba tras todos los recuerdos, abrazaba a los peluches que Harry me regaló, y entonces recorde mi paranoia del primer cumpleaños de Louis, ojalá todas esas pequeñas tonterias fueran las que se me presenciarán ahora, ojalá llevará un hijo suyo dentro, para poder tener algo suyo dentro, pero, espera. Ese último día pasarón muchas cosas, no, dios mío.
miércoles, 29 de febrero de 2012
martes, 28 de febrero de 2012
Capítulo 75
Y todo iba muy rápido. Tal vez demasiado. No lo sé. No quería saberlo. ¿Y si lo hacía mal? ¿Y si no era suficiente? ¿Y si la cagaba por cualquier estúpided? ¿Y si no era esto reconfortante? varias dudas rondaban por mi dichosa cabeza, pero les hice un lado y decidí que ya basta. Deje las paranoias y me centré disfrutar. Cada uno de sus besos, cada roce de sus labios rodeaba cada parte de mi cuerpo y atraía a mí el placer. Extrañas sensaciones iban y venían pero no eran disgustantes. Acerqué mis labios a los suyos y los bese una y otra vez, sin control y sin ataduras. Ya había vuelto a tener al control de mi parte. Aunque en sí la temperatura de la sensación térmica fuera en realidad de unos dos grados bajo cero, podía sentir que lo único que sentía era calor, un calor que aumentaba con cada una de sus miradas, sus besos y sus formas de jugar con mi lengua de manera cómicamente sensual. Nuestros cuerpos estaban entrelazados uno con el otro.
- Narra Liam -
Todo acabó ocurriendo en una milésima de segundo. No imagine que llegaríamos hasta tal punto, pero eso no significaba que no quisiera seguir adelante con ello. Estaba más para aquí que para allá, los efectos del alcohol se veían reflejados en mí y empezaban lentamente a surgir su efecto. La solté sobre la cama, me tiró a su lado y de un modo o otro acabó soltándome el cinturón y desde ahí a dejarme desnudo mientras hacía lo mismo con ella. Dos, tres, seis segundos fueron los que nos hicieron falta para vernos en esa situación, tapados bajo un cálido edredón por la causa del frío, aunque sería momentánea. Me puse la protección, quería que fuera algo inolvidable, loco y joder, con ella, pero no por ello quería traer algo en camino, además, me bastaba con verla feliz, besarle lentamente y hacerla mía.
Parecía que no hubiese noche, que esta fuese nuestra última vez juntos, pero podía gozar de saber que eso era totalmente erróneo.
Sujetaba mi cuello mientras nuestras lenguas jugaban y cada vez subía y subía más la temperatura considerablemente. El frío anterior no era apreciable y lo único que podía sentir era salir fuego de mi cuerpo cada vez que mi mano tenía contacto con su cuerpo, cuándo nuestros labios se unían y cuándo ya no había más mundo que nosotros dos. Nuestros cuerpos estaban unidos.
Nunca, nunca en la vida me había sentido mejor con una persona. Era, era ella mi alma gemela, y de lo único que estaba arrepentido, era de no haberla conocido antes, pero, al menos me reconfortaba, que podía saber perfectamente que cada uno de sus besos tenía el mismo significado, y que la amo muchísimo.
Ya, tras varias horas, lo único que podía verse eran nuestros rostros, el amanecer en nuestra ventana y cómo no podíamos evitar cerrar sin quererlo nuestros párpados y echar una larga cabezadita. Se acomodó sobre mi pecho, y sin falta de contar ovejitas, se durmió, besé su cabeza y seguí ejemplo. Pasé mi mano por última vez por las ondas de sus rizos oscuros y la abracé. Espero que al despertar, nada de esto lo haya olvidado, porque merece estar en mi álbum de recuerdos, y este, todos con ella, eran los más importantes por excelencia.
- Narra Sonia -
Volví a despertarme tras muchísimo tiempo, o al menos a si fue lo que me pareció. Pegue un suspiro, bostecé y dejé las sábanas y el edredón a un lado. Giré hacía el otro lado y estaba sola en la habitación. Después de dar por hecho que solo estaba yo entre esas cuatro paredes, me pusé una bata que después dejé hacer un poco a un lado y me coloqué frente a un amplio espejo.
"Sonia, no vas a ser tan tonta de hacer eso" y cómo buena idiota que soy, lo hice. Coloqué una de mis manos sobre mi vientre y empecé a realizar formas circulares sobre él.
Ahora es cuándo decía, "Hola bebecito Styles, ¿que tal se está ahí abajo?" ¿No? enserio, me estaba empezando a preocupar a mi misma, y seriamente. La expresión de mi cara cambio precipitadamente y me fui a lavar la cara, ponerme algo cómodo y averiguar dónde esta mi novio al que tanto estaba echando de menos. Además quería preguntarle si ayer algo se fue demasiado de las manos. Mierda, siempre voy al mismo puto tema. ¡Que no estoy embarazada! que lo sé, o no, ¡no lo sé! - coloqué mis manos sobre la cabeza y le soplé a mi flequillo a modo de suspiro.
Termine de vestirme, quité los restos del maquillaje anterior y apliqué un poco de otro de nuevo.
Iba a salir del cuarto de baño, tenía el pelo un poco mojado, yo creo que del mismo estrés que me estaba produciendo, y también de la ayuda de un poco de agua que me acaba de añadir.
Unas suaves manos taparon mis ojos, la sangre se subió a mis mejillas y sonreí.
- Siento haber tardado tanto... - volteé a su lado y le callé con un beso. Iba a pasar las navidades a su lado. Aun quedaba mucho por delante, quedaba una larga vida a su lado.
- Narra Liam -
Todo acabó ocurriendo en una milésima de segundo. No imagine que llegaríamos hasta tal punto, pero eso no significaba que no quisiera seguir adelante con ello. Estaba más para aquí que para allá, los efectos del alcohol se veían reflejados en mí y empezaban lentamente a surgir su efecto. La solté sobre la cama, me tiró a su lado y de un modo o otro acabó soltándome el cinturón y desde ahí a dejarme desnudo mientras hacía lo mismo con ella. Dos, tres, seis segundos fueron los que nos hicieron falta para vernos en esa situación, tapados bajo un cálido edredón por la causa del frío, aunque sería momentánea. Me puse la protección, quería que fuera algo inolvidable, loco y joder, con ella, pero no por ello quería traer algo en camino, además, me bastaba con verla feliz, besarle lentamente y hacerla mía.
Parecía que no hubiese noche, que esta fuese nuestra última vez juntos, pero podía gozar de saber que eso era totalmente erróneo.
Sujetaba mi cuello mientras nuestras lenguas jugaban y cada vez subía y subía más la temperatura considerablemente. El frío anterior no era apreciable y lo único que podía sentir era salir fuego de mi cuerpo cada vez que mi mano tenía contacto con su cuerpo, cuándo nuestros labios se unían y cuándo ya no había más mundo que nosotros dos. Nuestros cuerpos estaban unidos.
Nunca, nunca en la vida me había sentido mejor con una persona. Era, era ella mi alma gemela, y de lo único que estaba arrepentido, era de no haberla conocido antes, pero, al menos me reconfortaba, que podía saber perfectamente que cada uno de sus besos tenía el mismo significado, y que la amo muchísimo.
Ya, tras varias horas, lo único que podía verse eran nuestros rostros, el amanecer en nuestra ventana y cómo no podíamos evitar cerrar sin quererlo nuestros párpados y echar una larga cabezadita. Se acomodó sobre mi pecho, y sin falta de contar ovejitas, se durmió, besé su cabeza y seguí ejemplo. Pasé mi mano por última vez por las ondas de sus rizos oscuros y la abracé. Espero que al despertar, nada de esto lo haya olvidado, porque merece estar en mi álbum de recuerdos, y este, todos con ella, eran los más importantes por excelencia.
- Narra Sonia -
Volví a despertarme tras muchísimo tiempo, o al menos a si fue lo que me pareció. Pegue un suspiro, bostecé y dejé las sábanas y el edredón a un lado. Giré hacía el otro lado y estaba sola en la habitación. Después de dar por hecho que solo estaba yo entre esas cuatro paredes, me pusé una bata que después dejé hacer un poco a un lado y me coloqué frente a un amplio espejo.
"Sonia, no vas a ser tan tonta de hacer eso" y cómo buena idiota que soy, lo hice. Coloqué una de mis manos sobre mi vientre y empecé a realizar formas circulares sobre él.
Ahora es cuándo decía, "Hola bebecito Styles, ¿que tal se está ahí abajo?" ¿No? enserio, me estaba empezando a preocupar a mi misma, y seriamente. La expresión de mi cara cambio precipitadamente y me fui a lavar la cara, ponerme algo cómodo y averiguar dónde esta mi novio al que tanto estaba echando de menos. Además quería preguntarle si ayer algo se fue demasiado de las manos. Mierda, siempre voy al mismo puto tema. ¡Que no estoy embarazada! que lo sé, o no, ¡no lo sé! - coloqué mis manos sobre la cabeza y le soplé a mi flequillo a modo de suspiro.
Termine de vestirme, quité los restos del maquillaje anterior y apliqué un poco de otro de nuevo.
Iba a salir del cuarto de baño, tenía el pelo un poco mojado, yo creo que del mismo estrés que me estaba produciendo, y también de la ayuda de un poco de agua que me acaba de añadir.
Unas suaves manos taparon mis ojos, la sangre se subió a mis mejillas y sonreí.
- Siento haber tardado tanto... - volteé a su lado y le callé con un beso. Iba a pasar las navidades a su lado. Aun quedaba mucho por delante, quedaba una larga vida a su lado.
jueves, 23 de febrero de 2012
Capítulo 74
Un dolor increíblemente impresionante se avecinaba en mi cabeza. Diferentes paranoias y versiones de aquella noche rondaban sobre mi cabeza. Un malestar general resolvía mi problema, el de porque coño me sentía así. Deslicé mi brazo izquierdo hacía arriba para observar la hora que era en mi reloj de muñeca, y me resultaba bastante pesado. Al girarme al otro lado, aparte de que colisioné con Harry tenía muchos mareos, y sobretodo abundaba de sed, pero no quería agua, quería no sé, algo más fuerte. ¿Estaba embarazada? no, coño. ¿Cómo voy a estar embarazada? bueno, por poder puedo, han pasado varias cosas... muchísimas cosas ¿perdí tanto el control? ¿Tanto me deje llevar? pero, ¿tan pronto notaría los mareos? ay dios. No soy gilipollas, se nota mi falta de neuronas, y si eso, no quiero ser una mamá quinceañera, me niego. Vale, definitivamente la resaca estaba adueñada de mi cuerpo, y estaba dando sus consecuencias.
Cerré y volví a abrir mis ojos sucesivas veces mientras una delatadora e insoportable luz entraba por la ventana principal de mi habitación. Pegué un pequeño bostezo y volví a mirar la hora. Las seis y media de la mañana. Tenía mucho sueño. De esas cuatro horas que habían pasado desde que "me acoste" unas dos estuve entretenida y una media hora intentando conciliar el sueño sobre su regazo, pero me era superior solo la tentación de su aroma. Tenía dos tentaciones; él y su aroma y el chocolate. La segunda la teníamos en común.
Tenía frío y todavía me acurruqué más. Varias sensaciones melodeaban por mi cabeza y sonreía. Sometí una de mis manos sobre sus intensos rizos mientras la otra se sostenía sobre su cuerpo. Su belleza exterior me abrumaba, aunque la interior también era de lo más perfecta. Bueno, perfecta yo creo que se le quedaba bastante, demasiado corto. Acariciaba su mejilla y rocé mis labios con los suyos, dejando volver la tentación a mi ser, pero no dándole riendas a todo, no me encontraba demasiado bien y quería estar más ¿relajada? creo que me era suficiente con verle en sus brazos y darle sentido a todo.
Recuerdos de la otra noche volvían a mí, solté una fuerte carcajada y pensé que no podía ser posible eso de "estar embarazada" al no ser que en alguna parte pasará algo raro y adiós a todo. En fin, que es una estúpided que piense en esto, yo solo quiero ser feliz con Harry, dentro de unos años tal vez me lo replanteé porque para mí esto es algo serio, y sé que para él también.
Suspiré precipitadamente y me dije "Deja de pensar en tonterías, mañana será otro día" y deje sumir mis pensamientos en otro mundo mientras la cosa más bonita de este mundo me estaba acompañando.
- Narra Ainara -
Estaba muy cansada. Dejé caer los tacones sobre el gélido suelo y me precipité sobre la cama. Ya era de día, mierda. Ni yo,ni mi maquillaje y ni siquiera mi forma de ser estaban dónde debían. No sé para que iba a echarme a la cama siendo que en nada tendría que levantarme, pero siendo que todos se levantaran tarde, no creo que noten mi ausencia, bueno la nuestra.
Cuándo se suponía que la fiesta ya no tenía sentido, que todo el mundo estaba alocado y que nosotros éramos los únicos con sentido común, abandonamos el lugar y nos fuimos a pasear. La noche estrellada se posaba sobre nosotros mientras las calles estaban solitarias y se podía apreciar la tranquilidad. Una leve brisa rozó delicadamente mi cara y volví a recordar que era invierno, tenía el sentido un poco desviado, y también decía algunas tonterías, pero a Liam le encantaba, y eso, a mi también.
Susurraba cosas en mi oído y yo le besaba el cuello. Mi respiración se agitaba y la velocidad de mis latidos aumentaba. Los minutos pasaban, los besos los inundaban y con ellos extrañas sensaciones. Creo, que pocas veces me he enamorado de verdad, pero si sé que me han hecho mucho daño, y me han llegado a destrozar. Con él todo era diferente. Solamente su compañía me hacía sentirme diferente, llegarme a querer tal y como soy. Tal vez pueda parecer una chica rebelde, intolerante, irresponsable y con poco sentido común, pero en el fondo, soy una persona frágil a la que le es necesario que la quieran y muestren su apoyo. Tenía miedo a equivocarme, a ir demasiado rápido, a estropearlo todo, a enamorarme de algo equivocado, porque en mi corta vida es lo que más he hecho y no aprendo de ello. Unas buenas vibraciones me saben demostrar que esto no es así, que porfín algo ira bien y que seremos felices y comeremos perdices, tal vez. Por eso, y cada una de las cosas, disfruto cada segundo que nuestros labios se juntan y nuestras lenguas juegan precipitadamente, y me hace sentir tan bien.
Parecía cómo si no hubiera noche, y mientras mis pies no podían transmitir más dolor, volvimos a casa y ahora aquí estamos. Estuvimos mucho tiempo fuera, haciendo de las nuestras y transmitiendonos todo lo que sentimos.
Ahora nos tocaba volver a disfrutar, porque todos ya lo habían hecho. Más les vale que no entren a molestar, y si no, que les fuckeen a todos.
Se sentó a mi lado mientras yo le desabrochaba la camisa, besaba mis labios y un maldito ruido nos interrumpia. Una llamada telefónica, que fue a otro lugar cuándo tiré mi móvil a tomar viento. Esta es la hora, es el momento y nada ni nadie lo va a estropear, para mí todo esto es demasiado especial. Quiero que volvamos a experimentar esa sensación, que nuestro corazón se mueva al mismo compás.
Cerré y volví a abrir mis ojos sucesivas veces mientras una delatadora e insoportable luz entraba por la ventana principal de mi habitación. Pegué un pequeño bostezo y volví a mirar la hora. Las seis y media de la mañana. Tenía mucho sueño. De esas cuatro horas que habían pasado desde que "me acoste" unas dos estuve entretenida y una media hora intentando conciliar el sueño sobre su regazo, pero me era superior solo la tentación de su aroma. Tenía dos tentaciones; él y su aroma y el chocolate. La segunda la teníamos en común.
Tenía frío y todavía me acurruqué más. Varias sensaciones melodeaban por mi cabeza y sonreía. Sometí una de mis manos sobre sus intensos rizos mientras la otra se sostenía sobre su cuerpo. Su belleza exterior me abrumaba, aunque la interior también era de lo más perfecta. Bueno, perfecta yo creo que se le quedaba bastante, demasiado corto. Acariciaba su mejilla y rocé mis labios con los suyos, dejando volver la tentación a mi ser, pero no dándole riendas a todo, no me encontraba demasiado bien y quería estar más ¿relajada? creo que me era suficiente con verle en sus brazos y darle sentido a todo.
Recuerdos de la otra noche volvían a mí, solté una fuerte carcajada y pensé que no podía ser posible eso de "estar embarazada" al no ser que en alguna parte pasará algo raro y adiós a todo. En fin, que es una estúpided que piense en esto, yo solo quiero ser feliz con Harry, dentro de unos años tal vez me lo replanteé porque para mí esto es algo serio, y sé que para él también.
Suspiré precipitadamente y me dije "Deja de pensar en tonterías, mañana será otro día" y deje sumir mis pensamientos en otro mundo mientras la cosa más bonita de este mundo me estaba acompañando.
- Narra Ainara -
Estaba muy cansada. Dejé caer los tacones sobre el gélido suelo y me precipité sobre la cama. Ya era de día, mierda. Ni yo,ni mi maquillaje y ni siquiera mi forma de ser estaban dónde debían. No sé para que iba a echarme a la cama siendo que en nada tendría que levantarme, pero siendo que todos se levantaran tarde, no creo que noten mi ausencia, bueno la nuestra.
Cuándo se suponía que la fiesta ya no tenía sentido, que todo el mundo estaba alocado y que nosotros éramos los únicos con sentido común, abandonamos el lugar y nos fuimos a pasear. La noche estrellada se posaba sobre nosotros mientras las calles estaban solitarias y se podía apreciar la tranquilidad. Una leve brisa rozó delicadamente mi cara y volví a recordar que era invierno, tenía el sentido un poco desviado, y también decía algunas tonterías, pero a Liam le encantaba, y eso, a mi también.
Susurraba cosas en mi oído y yo le besaba el cuello. Mi respiración se agitaba y la velocidad de mis latidos aumentaba. Los minutos pasaban, los besos los inundaban y con ellos extrañas sensaciones. Creo, que pocas veces me he enamorado de verdad, pero si sé que me han hecho mucho daño, y me han llegado a destrozar. Con él todo era diferente. Solamente su compañía me hacía sentirme diferente, llegarme a querer tal y como soy. Tal vez pueda parecer una chica rebelde, intolerante, irresponsable y con poco sentido común, pero en el fondo, soy una persona frágil a la que le es necesario que la quieran y muestren su apoyo. Tenía miedo a equivocarme, a ir demasiado rápido, a estropearlo todo, a enamorarme de algo equivocado, porque en mi corta vida es lo que más he hecho y no aprendo de ello. Unas buenas vibraciones me saben demostrar que esto no es así, que porfín algo ira bien y que seremos felices y comeremos perdices, tal vez. Por eso, y cada una de las cosas, disfruto cada segundo que nuestros labios se juntan y nuestras lenguas juegan precipitadamente, y me hace sentir tan bien.
Parecía cómo si no hubiera noche, y mientras mis pies no podían transmitir más dolor, volvimos a casa y ahora aquí estamos. Estuvimos mucho tiempo fuera, haciendo de las nuestras y transmitiendonos todo lo que sentimos.
Ahora nos tocaba volver a disfrutar, porque todos ya lo habían hecho. Más les vale que no entren a molestar, y si no, que les fuckeen a todos.
Se sentó a mi lado mientras yo le desabrochaba la camisa, besaba mis labios y un maldito ruido nos interrumpia. Una llamada telefónica, que fue a otro lugar cuándo tiré mi móvil a tomar viento. Esta es la hora, es el momento y nada ni nadie lo va a estropear, para mí todo esto es demasiado especial. Quiero que volvamos a experimentar esa sensación, que nuestro corazón se mueva al mismo compás.
lunes, 20 de febrero de 2012
Capítulo 73
Aquí la gente ni se movía. Estaban los cinco cómo pasmarotes en la puerta, y nos abrazaron desde aquella distancia, y porque nosotras nos acercamos. Parecían estatuas. ¿Hola? ¿Serán de piedra? oh dios - pensé.
- Bueno ya pasaréis.. - dije haciéndoles la mención de entrar. Cada uno se fue "a sus puestos" con su pareja, a lo que Harry me levantó por los aires, cogiéndome de la cintura y noté un leve cosquilleo en mis mejillas.
- Estás preciosa. No puedo, ¡esto no es justo! - me dijo en el oído, prácticamente susurrando de una forma dulce y devolviéndome al suelo y yo con esa maldita sonrisa estúpida que ponemos las enamoradas, y con calor, mucho calor.
- No me digas esas cosas tonto ¡Que me sonrojo! - dije mientras elevaba sus manos hacía mi rostro y notaba cómo mis mejillas eran cada vez más rojizas. Me besó.
- Sonia... ¿tu crees que si nos vamos se darán cuenta? - dijo acercándose cada vez más a mí y mordiéndose el labio inferior. Agarré el cuello de su camisa color azul eléctrico acercándolo de nuevo hacía a mí volviéndolo a besar. Aparte nuestros labios y fijé nuestras miradas, y casi sin vocalizar, solo gesticulando dije:
- No, Harry, no. Es el cumpleaños de Louis. - y lo dejé en su posición normal.
- Pero... - me estrechó hacía él. Le cogí de su mentón y lo fijé en mi rostro.
- No, ¡Harold! no me lo pongas más difícil, enserio.
- No se enterarán, ya verás.. - dijo cogiendo mi mano y subiéndome hacía la segunda planta.
- ¡No podemos! el no te haría lo que tu quieres hacerle..
- ¿Estar con la chica más guapa del mundo? sí, creo que me abandonaría, a mí y a su zanahoria parlante. - sonrío cómo un niño.
- Bobo, no digas más tonterías, que la noche acaba de empezar. - sonreí. - Vayamos, que se van a mosquear..
- Cómo si no lo hubiesen hecho ya de por sí. - dijo mientras entrelazó nuestras manos.
- Cállate que nos van a oír y quiero que no se den cuenta de que no hemos estado. - pusé mi dedo sobre sus labios sellándolos.
- Nos habrán echado de menos.
- ¡Calla! - subí un poco el tono de voz, y entramos de cuclillas por debajo de la mesa, parecía que teníamos seis años.
Estaban todos dispersos por la sala, algunos globos explotados de algún que otro torpe, los regalos todavía sin abrir en una mesa aparte, a lo que salimos por las espaldas de Louis y le gritamos un:
- ¡Sorpreesaaaaa! - casi se cae del susto.
- ¿Dónde os habías metido? - preguntó.
- Estábamos haciendo cosas de mayores. - respondió Harry y le fulminé con la mirada.
- ¿Qué tipo de cosas?
- Tito... no puedo decirtelo, es para mayores de dieciocho... - dijo haciendo pucheros y no puede dejar de reírme. Mi risa se contagió por toda la sala y nos dejo reunidos a todos. Acabamos sentados en la mesa mientras Louis habría los regalos y observabamos como se le caía alguna lagrimilla y abrazaba a la multitud, bueno, a nosotros. Mi regalo le gusto mucho, ¿estaba llorando? estoy segura de que si me hubiera regalado algo parecido yo tampoco podría haber aguantado las lágrimas. Era un vídeo, en el que salían un montón de nuestros momentos, desde que yo tenía unos seis años y el unos diez y ahora en la actualidad. Le había añadido un texto contando nuestras anécdotas, momentos divertidos y sobretodo, que era el mejor amigo que una persona podía tener. Me abrazó fuertemente y muchos aplausos se oían de fondo. Me aparté, besé su mejilla y tiré de sus oreja veinte veces. Quedaba un último regalo, oh dios, el que más miedo me daba. A saber que le ha regalado esta... ¿un consolador? no eso no. ¿un kit para jugar a médicos? si soy una malpensada total, pero está muy capacitada y tiene una mente superior, sobrehumana. Se pusó cómo una eufórica y Louis desprendió una primera nota del regalo en el que iba pegado:
- "Espero que te guste muchooooooo, seguro que te será muy útil y lo estrenarás esta noche, muahahaha, te quiero ;) We love Carroooooooooooots! Tamara.-
Observo la nota y puso una cara un tanto peculiar y empezó a reírse de forma extraña. Aparte mi vista, no quería verlo, pero todos se reían y fui incapaz.
- Jajajajajaja. - reían todos y Louis se quedo un poco en un mundo paralelo tras ver aquello mientras lo sostenía sobre sus manos, y Tamara cómo una loca le gritaba y iba:
- ¿¡A qué te ha gustado, eh carrots!? ¿a que sí? - le decía mientras cogía su cara descuidadamente y le dió fuertemente un beso en la mejilla que casi llega a parar otra dirección.
Dios mío, no iba mal encaminada no, ¿a dónde va con una caja de condones y un lubricante? dios dios dios, luego que soy malpensada. Eso supongo que le habría pegado más a Alba, pero ella era una chica también muy extrovertida pero para esas cosas cómo... ¿más seria? de todas formas me pareció muy romántico la idea de regalarle un viaje a París para los dos solos, a la ciudad del amor.
Recogimos los envoltorios y pusimos la música. Dejaba sordo a todo el personal, y tenía miedo de que viniese la policía y nos pillará en ese tipo de botellón. Desde licores sencillos hasta el vozdka iban pasando por mi casa. A mi luego que me ayuden a recoger... - pensé.
Poca gente iba normalilla. Lidia estaba medio tranca en el sofá y Niall la sostenía que iba tres cuartos de lo mismo. Ainara bailaba con Liam y parecían muy despiertos, por así decirlo, eran los únicos que llevaban bien el ritmo de la música. Alba estaba en algún lugar con Louis, van y nos abandonan a la primera de cambio, tal vez tendría que haberle hecho caso a Harry. Zayn iba por ahí fanfarroneando de su arte para bailar y Tamara.. Tamara... no lo queráis saber.
- Soniaaaaa - me decía con una voz de borracha impresionante y llendose de lado a lado, la veía estampada contra alguna pared. - Vente a bailar rejatttoooooon. - me dijó.
- ¿Quéeeeeeee? - dije casi sin oirla por el alto vólumen de la música.
- Que bailes conmigo rejattooooooooooooon. - decía apoyandome hacía su cuerpo. - ¿Esta se ha fumado algo, no? - pensé.
- Sí, Tamara, "rejatton" dale.
- Put your hands uppp! - cantaba y movía la cabeza de lado a lado mientras alzaba las manos. Repetía sus movimientos y esto si que era una fiesta.
No se bailar una mierda, pero bueno, me guiaba por ella. De repente casi se estrompa contra el suelo porque Harry me quitó de sus brazos. La verdad estaba un poco mareada, no estoy acostumbrada a beber, porque no me gusta, pero puedo hacer una pequeña excepción para un día cómo este.. ¿a quién quiero engañar? quiero perder miles de neuronas y volverme gilipollas.
- Tu zorrilla que vas y me abandonas. ¿Qué haces eh? mira con quién te ajuntas eh - dijo atrayendome hacía él.
- Orgíaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. - gritó Tamara desde el otro lado.
- Mátala, porfavor. ¿La has visto? - dije poniendo cara de loca.
- Yo quiero tener una orgía pero contigo.
- Cerdo.
- Pero me deseas.
- Sí. - me besó y me mordió levemente el labio.
Ibamos hacía la habitación, y ví cómo Tamara iba de lado a lado. Prometo, prometo no volver a hacer una fiesta con alcohol, me niego. - pensé.
- Esto va a ser inolvidable. - me dijo Harry.
- Creo que el alcohol de entrometerá por mis venas y mañana solo quedará resaca.
- Hágamos todas las tonterias ahora que no nos podemos arrepentir.
- Haz lo que quieras conmigo. - y me tiré sobre la cama.
Ya eran las dos de la madrugada, y esto solo acababa de empezar.
- Bueno ya pasaréis.. - dije haciéndoles la mención de entrar. Cada uno se fue "a sus puestos" con su pareja, a lo que Harry me levantó por los aires, cogiéndome de la cintura y noté un leve cosquilleo en mis mejillas.
- Estás preciosa. No puedo, ¡esto no es justo! - me dijo en el oído, prácticamente susurrando de una forma dulce y devolviéndome al suelo y yo con esa maldita sonrisa estúpida que ponemos las enamoradas, y con calor, mucho calor.
- No me digas esas cosas tonto ¡Que me sonrojo! - dije mientras elevaba sus manos hacía mi rostro y notaba cómo mis mejillas eran cada vez más rojizas. Me besó.
- Sonia... ¿tu crees que si nos vamos se darán cuenta? - dijo acercándose cada vez más a mí y mordiéndose el labio inferior. Agarré el cuello de su camisa color azul eléctrico acercándolo de nuevo hacía a mí volviéndolo a besar. Aparte nuestros labios y fijé nuestras miradas, y casi sin vocalizar, solo gesticulando dije:
- No, Harry, no. Es el cumpleaños de Louis. - y lo dejé en su posición normal.
- Pero... - me estrechó hacía él. Le cogí de su mentón y lo fijé en mi rostro.
- No, ¡Harold! no me lo pongas más difícil, enserio.
- No se enterarán, ya verás.. - dijo cogiendo mi mano y subiéndome hacía la segunda planta.
- ¡No podemos! el no te haría lo que tu quieres hacerle..
- ¿Estar con la chica más guapa del mundo? sí, creo que me abandonaría, a mí y a su zanahoria parlante. - sonrío cómo un niño.
- Bobo, no digas más tonterías, que la noche acaba de empezar. - sonreí. - Vayamos, que se van a mosquear..
- Cómo si no lo hubiesen hecho ya de por sí. - dijo mientras entrelazó nuestras manos.
- Cállate que nos van a oír y quiero que no se den cuenta de que no hemos estado. - pusé mi dedo sobre sus labios sellándolos.
- Nos habrán echado de menos.
- ¡Calla! - subí un poco el tono de voz, y entramos de cuclillas por debajo de la mesa, parecía que teníamos seis años.
Estaban todos dispersos por la sala, algunos globos explotados de algún que otro torpe, los regalos todavía sin abrir en una mesa aparte, a lo que salimos por las espaldas de Louis y le gritamos un:
- ¡Sorpreesaaaaa! - casi se cae del susto.
- ¿Dónde os habías metido? - preguntó.
- Estábamos haciendo cosas de mayores. - respondió Harry y le fulminé con la mirada.
- ¿Qué tipo de cosas?
- Tito... no puedo decirtelo, es para mayores de dieciocho... - dijo haciendo pucheros y no puede dejar de reírme. Mi risa se contagió por toda la sala y nos dejo reunidos a todos. Acabamos sentados en la mesa mientras Louis habría los regalos y observabamos como se le caía alguna lagrimilla y abrazaba a la multitud, bueno, a nosotros. Mi regalo le gusto mucho, ¿estaba llorando? estoy segura de que si me hubiera regalado algo parecido yo tampoco podría haber aguantado las lágrimas. Era un vídeo, en el que salían un montón de nuestros momentos, desde que yo tenía unos seis años y el unos diez y ahora en la actualidad. Le había añadido un texto contando nuestras anécdotas, momentos divertidos y sobretodo, que era el mejor amigo que una persona podía tener. Me abrazó fuertemente y muchos aplausos se oían de fondo. Me aparté, besé su mejilla y tiré de sus oreja veinte veces. Quedaba un último regalo, oh dios, el que más miedo me daba. A saber que le ha regalado esta... ¿un consolador? no eso no. ¿un kit para jugar a médicos? si soy una malpensada total, pero está muy capacitada y tiene una mente superior, sobrehumana. Se pusó cómo una eufórica y Louis desprendió una primera nota del regalo en el que iba pegado:
- "Espero que te guste muchooooooo, seguro que te será muy útil y lo estrenarás esta noche, muahahaha, te quiero ;) We love Carroooooooooooots! Tamara.-
Observo la nota y puso una cara un tanto peculiar y empezó a reírse de forma extraña. Aparte mi vista, no quería verlo, pero todos se reían y fui incapaz.
- Jajajajajaja. - reían todos y Louis se quedo un poco en un mundo paralelo tras ver aquello mientras lo sostenía sobre sus manos, y Tamara cómo una loca le gritaba y iba:
- ¿¡A qué te ha gustado, eh carrots!? ¿a que sí? - le decía mientras cogía su cara descuidadamente y le dió fuertemente un beso en la mejilla que casi llega a parar otra dirección.
Dios mío, no iba mal encaminada no, ¿a dónde va con una caja de condones y un lubricante? dios dios dios, luego que soy malpensada. Eso supongo que le habría pegado más a Alba, pero ella era una chica también muy extrovertida pero para esas cosas cómo... ¿más seria? de todas formas me pareció muy romántico la idea de regalarle un viaje a París para los dos solos, a la ciudad del amor.
Recogimos los envoltorios y pusimos la música. Dejaba sordo a todo el personal, y tenía miedo de que viniese la policía y nos pillará en ese tipo de botellón. Desde licores sencillos hasta el vozdka iban pasando por mi casa. A mi luego que me ayuden a recoger... - pensé.
Poca gente iba normalilla. Lidia estaba medio tranca en el sofá y Niall la sostenía que iba tres cuartos de lo mismo. Ainara bailaba con Liam y parecían muy despiertos, por así decirlo, eran los únicos que llevaban bien el ritmo de la música. Alba estaba en algún lugar con Louis, van y nos abandonan a la primera de cambio, tal vez tendría que haberle hecho caso a Harry. Zayn iba por ahí fanfarroneando de su arte para bailar y Tamara.. Tamara... no lo queráis saber.
- Soniaaaaa - me decía con una voz de borracha impresionante y llendose de lado a lado, la veía estampada contra alguna pared. - Vente a bailar rejatttoooooon. - me dijó.
- ¿Quéeeeeeee? - dije casi sin oirla por el alto vólumen de la música.
- Que bailes conmigo rejattooooooooooooon. - decía apoyandome hacía su cuerpo. - ¿Esta se ha fumado algo, no? - pensé.
- Sí, Tamara, "rejatton" dale.
- Put your hands uppp! - cantaba y movía la cabeza de lado a lado mientras alzaba las manos. Repetía sus movimientos y esto si que era una fiesta.
No se bailar una mierda, pero bueno, me guiaba por ella. De repente casi se estrompa contra el suelo porque Harry me quitó de sus brazos. La verdad estaba un poco mareada, no estoy acostumbrada a beber, porque no me gusta, pero puedo hacer una pequeña excepción para un día cómo este.. ¿a quién quiero engañar? quiero perder miles de neuronas y volverme gilipollas.
- Tu zorrilla que vas y me abandonas. ¿Qué haces eh? mira con quién te ajuntas eh - dijo atrayendome hacía él.
- Orgíaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. - gritó Tamara desde el otro lado.
- Mátala, porfavor. ¿La has visto? - dije poniendo cara de loca.
- Yo quiero tener una orgía pero contigo.
- Cerdo.
- Pero me deseas.
- Sí. - me besó y me mordió levemente el labio.
Ibamos hacía la habitación, y ví cómo Tamara iba de lado a lado. Prometo, prometo no volver a hacer una fiesta con alcohol, me niego. - pensé.
- Esto va a ser inolvidable. - me dijo Harry.
- Creo que el alcohol de entrometerá por mis venas y mañana solo quedará resaca.
- Hágamos todas las tonterias ahora que no nos podemos arrepentir.
- Haz lo que quieras conmigo. - y me tiré sobre la cama.
Ya eran las dos de la madrugada, y esto solo acababa de empezar.
viernes, 17 de febrero de 2012
Capítulo 72
No, no podía despegarme de ese abrazo. Oía un montón de voces, pero para mí estábamos sólo nosotros dos en nuestro mundo, su respiración junto a la mía. No estábamos más juntos porque no se podía. Mis manos rodeaban su cuello y acariciaban sus rizos suavemente, mientras él mantenía sus manos sobre mi cintura. Era cómo si el tiempo se parase justamente ahí. Sonreía cómo una estúpida. Me sentía cómo la primera vez que sení el roce de sus labios sobre los míos, esa bonita sensación. Acerqué nuestras caras, hasta que chocaron nuestras narices y la distancia de nuestros labios era similar a un milímetro. Su mirada me estaba matando. Sus ojos verdes estaban sobre los míos. El aire movía sus rizos y estos colisionaban sobre mi frente y se desprendía su olor en mí. Estaba concentrada en no sé el que. El cielo azul, los pájaros piando, las hojas de los árboles cayendo, el viento suspirando... y nosotros dos ahí, sólo veía eso. El murmullo permanecía y para nosotros no existía. Junté nuestros labios y se produjo un cálido beso. Un cálido besos de esos que necesitas cada mañana cuándo te levantas y ves el sol sobre tu ventana. De esos que van acompañados de un "buenos días cariño" y de los de "te quiero más que a mi vida". Los besos eran cada vez más consecutivos, sucesivos y rápidos pero a la vez largos. Sus manos frías sostenían mi cara y con ello la unión de nuestros labios. La sangre se subía a nuestras mejillas y teníamos los mofletes de color rojizo. Sonreía picaramente y yo solté una pequeña carcajada. Volvió a besarme y cada uno de sus besos me decía que era él, el amor de mi vida. La verdad, no sé a que se venía, ahora de repente todo esto a mi mente. Creo que en cualquier momento puedo pensar lo muchísimo que lo quiero, y que no quería perderlo. Tal vez fuera el miedo a un accidente, la maldita foto, o simplemente de que tenía muchas ganas, muchas ganas de él, muchas ganas de Harry.
- Narra Harry -
Salimos rápidamente del coche después de lo ocurrido. Sabíamos que no había pasado nada, que no hubo ni un rasguño. Una presión tenía en mi pecho en todo momento, y era lo de que si le pasaba algo. Pensé en una milésima de segundo todos los momentos que pasé con ella. Recordé cómo fue nuestro primer beso. Cómo sus lágrimas recorrían su cara y decía que me quería más que a nada. Cómo no dejaba de sollozar y me abrazaba fuerte. El miedo que tenía de hacerlo mal, pero que aun así junto nuestros labios. El sol golpeando nuestros cuerpos apoyados en el banco. El sonido de la fuente al salir el agua. La tensión que se podía respirar en el ambiente, sus ojos llorosos, una sonrisa de felicidad que se podía ver a kilómetros, las ganas de saltar y gritar y sobretodo, de no apartarse de mi vera, y cada una de esas pequeñas pero grandes cosas que me pasaron ese día me hicieron recordar de que tenía lo más grande, lo que me hacía sonreír, la que me daba esos abrazos, la que me besaba sin un porque, la que se ponía mi ropa para salir, la que cogía una sudadera mía para poder tener mi olor permanente en el suyo, por esas cosas, que hacían que la queriera tanto. Todo eso, y mucho más recorrió mi mente. Presencié lo mejor y también los peores momentos. Recuerdo cómo gritaba, cómo caía al suelo, cómo quería suicidarse, auto lesionarse o cualquier cosa que le hiciera ver que no quería existir. Cómo fui tan sumamente gilipollas de hacer aquello. Cómo dejé que el alcohol viajará por mis venas y confundiese a mi corazón. Cómo deseaba no haber venido, no estar allí, no haber nacido. Sentí también las mismas puñaladas que sentí cuándo asimile la vez que ocurrió todo aquello. Las veces que pedí perdón por mi error y no pudo escucharme. El portazo que pegó cuándo salió. La discusión que tuve con Louis. Recorde todo. Volví a recordar de que no sé cómo puede queriéndome, estar conmigo, regalarme cada mañana una de sus mejores sonrisas, y besarme como solo ella sabe. Y es que solo ella sabe quererme, sabe comprenderme y hacerme sentir el mejor hombre de este mundo pase lo que pase. Porque ella me quiere, me ama y aceptaría cualquier disculpa ante cualquier hecho. Esa sensación que producía sobre mi estómago.
En ese flashback de última hora, recuerdo cómo me despertó con un rocé de sus labios y una poderosa luz estaba sobre mi rostro. Las cinco o seis máquinas conectadas a mí. La declaración que hacía sobre todo lo que me quería. Cómo grito cuándo vió que desperte, y la ilusión se le metía hacia su cuerpo. Cómo estaba sosteniendo todo el rato mi mano y no la soltó en momento alguno. Cómo me las ví y deseé para decirle un "te quiero" y lo dolorido que estaba tras la pelea con Louis. Eso también me hizó recordar que existen los amigos de verdad, y que nada puede separarlos, y que era cómo el hermano que dios no me ha dado.
Parece mentira que en tan poco tiempo se pueda ver tanto, sí lo sé. Pero eso ocurré cuándo ves que necesitas a tu vida, y esta en otro lado. Porque la quiero, todos los días del año, y las navidades no son más para demostrarlo. Una pequeña lágrima recorrió mi rostro y me la quité rápidamente. Ese abrazo era interminable y tenía unas ganas inimaginables de besarla, pero tenía miedo de que no fuera el momento adecuado. Nuestros labios estaban cada vez más cerca, mi respiración era agitada y mi corazón bombeaba cada vez más sangre. Se unieron, y no podía dejar de sonreír. Una y otra vez, cada vez más rápido la besaba y parecía no haber nadie a pesar de que sabíamos perfectamente de que estaban allí todos.
Una voz nos llamo y volvió a llamarnos y hizo que nos diésemos la vuelta a pesar de no quererlo. Esa voz era malhumorada y no quería escucharla, quería quedarme ahí en ese momento, aunque a los demás les molestará, eso es lo que quería hacer aunque a los demás les molestara. Cada vez había más distancia desde nuestros labios y nuestras manos quedaron entrelazadas. Podía observar cómo la gente pasaba y cómo ellos seguían ahí. La voz volvió y esta vez se acerco a nosotros, ella y varias.
- Eh, vosotros dos, ya dejaréis de daros besitos y vendréis ¿o qué? - dijo Zayn acercándose y llevándose con él la niebla que había llegado de pronto.
- ¡No seáis tan pegajosos! - dijo Louis acercándose a nuestra vera también. - Intenté ignorar un poco ese comentario.
- A tí lo que te pasa es que te da rabia que no te haga esas cosas - le dije graciosamente.
- Ya Harold, ¡esta noche castigado sin zanahorias! - Sonia se rió precipitadamente.
- ¡Deja a mi chico! - dijo ella, dios amaba su voz, bueno su todo. Volví a besarla.
- Venga, vayamos que hoy no llegamos. - dijo Liam a nuestras espaldas y fuimos llendo. Louis se fue con los demás y yo me quede con Zayn, Liam y Harry, las demás iban más adelantadas, supongo.
Ya estábamos llegando.
- Narra Sonia -
Los chicos vinieron y todo se acabo, adios a la escena romántica, tenía tantas ganas. Fuimos caminando y cuándo Louis nos abandonó comencé a hablarles de lo que tenía pensado.
- Chicos, había pensado en celebrar esta noche el cumpleaños de Lou. - susurré.
- Tu dirás, ya nos habían dicho que tenías algo entre manos - respondió Liam.
- Había pensado que os podríais llevar a Lou a algún sitio, mientras las chicas y yo compramos los regalos y decoramos un poco mi casa, por cierto, Tamara me da miedo, muchísimo miedo. Afirma que va a regalarle algo muy útil a Louis y cuándo dice eso, en fin.
- Vale, yo me encargo de llevarme a Louis, me inventaré alguna excusa - dijo Harry sonriéndome.
- Nosotros os acompañaremos - dijo Zayn refiriéndose a Louis y Harry.
- Perfecto, ¿a sobre que hora os vais? necesitamos cómo cuatro o cinco horas.
- Ahora en cuánto lleguemos y dejemos las maletas, inventamos algo, comeremos fuera, no queda remedio. - respondió Liam.
- ¿Vamos a estar sin veros toda la tarde? no porfavor - supliqué
- Todo no puede ser pequeña.. - me dijó Harry y me besó por milésima vez.
Llegamos a mi casa y entonces me encontré con mis amigas, o familiares como queramos llamarlo. Les expliqué todo lo explicable y accedimos a dejar las maletas. Ellos se dedicaron a distraerle un poco y a improvisar una buena excusa para sacarlo de mi casa y tenerlo casi todo el día fuera. Se fueron, y estábamos en una especie de reunión de chicas.
- ¿Ya habéis comprado los regalos? - pregunté.
- ¡Sí! yo lo tengo preparado desde hace tiempo, sé que le encantará - dijo Alba emocionada.
- Yo sí, ya lo sabes, ya verás que cara pone, jajaja - rió Tamara, a saber que le había regalado.
- Yo le he comprado una zanahoria gigante con una dedicatoria de amistad - afirmó Ainara
- Por mi parte, yo he organizado una especie de librito con todas nuestras fotos en estas vacaciones que nos hemos tomado y lo he decorado un poco - decía Lidia tímida.
- ¡Que buena idea! estoy segura de que eso le encantará. Será mejor que vallamos preparando lo de la fiesta, por la tarde todavía tendremos que salir y compranos los vestidos.
- Llevas razón, pongamonos manos a la obra.
Estuvimos poniendo los típicos globos, la pancarta de "Felicidades Carrot", el confetí distribuido por toda la casa, los matasuegras por ahí y después fuimos a comer a un restaurante de la ciudad, cuándo ya teniamos todo practicamente acabado.
Comimos muy rápido. Después de salir y pagar del restaurante italiano nos fuimos a comprar las bebidas. Había alcohol, muchísimo alcohol, supongo que para olvidar todas las barbaridades que haremos esta noche. Dejamos las bebidas en casa, y ya eran las seis. Se había pasado el tiempo volando.
Cogimos bastante dinero y nos fuimos a mirar vestidos para la ocasión. Después de estar por varias tiendas, decidiendo modelitos y zapatos, decidimos lo siguiente:
Tamara se compró un vestido negro que iba atado al cuello, bastante ajustado, dejando resaltar su figura, que combinó junto a unos tacones de aguja del mismo color.
Lidia optó por un vestido del mismo tipo, con un color verde pistacho bastante animado, pero este sin tirantes y con bastante escote, también con unos tacones, pero de color clarito.
Alba se compró un vestido morado oscuro, era cortito, y le favorecía mucho a la cara, aunque realmente daba igual porque le iba a durar poco.
Ainara se compró un vestido negro ajustado, diferente al de Tamara, muy corto, con unas plataformas color plata.
Y por último, pague yo lo mío. Un vestido rojo pasión, con algún volante al final, no muy corto, sin tirantes y muy voluminoso, también con unos tacones, me daban vértigo sólo de verlos.
Estábamos ya saliendo cuándo me llamó Harry. Ya eran las ocho de la noche y todavía teníamos que arreglarnos y sacar la cena y los aperitivos. Me informó de que se estaba mosqueando un poco y que quería volver a casa, lo retendrán el mayor tiempo posible y que a eso de las diez y media se pasarán por aquí, que tengamos todo preparado y con las luces apagadas y sobretodo, remarcó que nos pusieramos guapas, como si no lo fuesemos a hacer.
Todo el tiempo paso como en un abrir y cerrar de ojos y ya estábamos preparadas. Cada una se maquilló a su gusto y termino de vestirse. Apagamos las luces y ya solo quedaba esperar. Entonces lo emocionante llego cuando Louis entró y encendió la luz y le recibimos con un gran "SORPRESA" Y "¡MUCHAS FELICIDADES LOUUUU" mientras a todos se les caía la baba.
- ¿Queréis un babero? - preguntamos riéndonos. Louis nos dió un gran abrazo y empezamos a darle los regalos, la fiesta acababa de empezar.
¡Hola! Ultimamente estoy demorando sobre dos días en subir, tengo varios exámenes, mi tiempo escasea y por eso he hecho este tan largo y hasta el domingo no subiré el próximo. Espero que os guste y feliz fin de semana, os quiero. Sonia-
- Narra Harry -
Salimos rápidamente del coche después de lo ocurrido. Sabíamos que no había pasado nada, que no hubo ni un rasguño. Una presión tenía en mi pecho en todo momento, y era lo de que si le pasaba algo. Pensé en una milésima de segundo todos los momentos que pasé con ella. Recordé cómo fue nuestro primer beso. Cómo sus lágrimas recorrían su cara y decía que me quería más que a nada. Cómo no dejaba de sollozar y me abrazaba fuerte. El miedo que tenía de hacerlo mal, pero que aun así junto nuestros labios. El sol golpeando nuestros cuerpos apoyados en el banco. El sonido de la fuente al salir el agua. La tensión que se podía respirar en el ambiente, sus ojos llorosos, una sonrisa de felicidad que se podía ver a kilómetros, las ganas de saltar y gritar y sobretodo, de no apartarse de mi vera, y cada una de esas pequeñas pero grandes cosas que me pasaron ese día me hicieron recordar de que tenía lo más grande, lo que me hacía sonreír, la que me daba esos abrazos, la que me besaba sin un porque, la que se ponía mi ropa para salir, la que cogía una sudadera mía para poder tener mi olor permanente en el suyo, por esas cosas, que hacían que la queriera tanto. Todo eso, y mucho más recorrió mi mente. Presencié lo mejor y también los peores momentos. Recuerdo cómo gritaba, cómo caía al suelo, cómo quería suicidarse, auto lesionarse o cualquier cosa que le hiciera ver que no quería existir. Cómo fui tan sumamente gilipollas de hacer aquello. Cómo dejé que el alcohol viajará por mis venas y confundiese a mi corazón. Cómo deseaba no haber venido, no estar allí, no haber nacido. Sentí también las mismas puñaladas que sentí cuándo asimile la vez que ocurrió todo aquello. Las veces que pedí perdón por mi error y no pudo escucharme. El portazo que pegó cuándo salió. La discusión que tuve con Louis. Recorde todo. Volví a recordar de que no sé cómo puede queriéndome, estar conmigo, regalarme cada mañana una de sus mejores sonrisas, y besarme como solo ella sabe. Y es que solo ella sabe quererme, sabe comprenderme y hacerme sentir el mejor hombre de este mundo pase lo que pase. Porque ella me quiere, me ama y aceptaría cualquier disculpa ante cualquier hecho. Esa sensación que producía sobre mi estómago.
En ese flashback de última hora, recuerdo cómo me despertó con un rocé de sus labios y una poderosa luz estaba sobre mi rostro. Las cinco o seis máquinas conectadas a mí. La declaración que hacía sobre todo lo que me quería. Cómo grito cuándo vió que desperte, y la ilusión se le metía hacia su cuerpo. Cómo estaba sosteniendo todo el rato mi mano y no la soltó en momento alguno. Cómo me las ví y deseé para decirle un "te quiero" y lo dolorido que estaba tras la pelea con Louis. Eso también me hizó recordar que existen los amigos de verdad, y que nada puede separarlos, y que era cómo el hermano que dios no me ha dado.
Parece mentira que en tan poco tiempo se pueda ver tanto, sí lo sé. Pero eso ocurré cuándo ves que necesitas a tu vida, y esta en otro lado. Porque la quiero, todos los días del año, y las navidades no son más para demostrarlo. Una pequeña lágrima recorrió mi rostro y me la quité rápidamente. Ese abrazo era interminable y tenía unas ganas inimaginables de besarla, pero tenía miedo de que no fuera el momento adecuado. Nuestros labios estaban cada vez más cerca, mi respiración era agitada y mi corazón bombeaba cada vez más sangre. Se unieron, y no podía dejar de sonreír. Una y otra vez, cada vez más rápido la besaba y parecía no haber nadie a pesar de que sabíamos perfectamente de que estaban allí todos.
Una voz nos llamo y volvió a llamarnos y hizo que nos diésemos la vuelta a pesar de no quererlo. Esa voz era malhumorada y no quería escucharla, quería quedarme ahí en ese momento, aunque a los demás les molestará, eso es lo que quería hacer aunque a los demás les molestara. Cada vez había más distancia desde nuestros labios y nuestras manos quedaron entrelazadas. Podía observar cómo la gente pasaba y cómo ellos seguían ahí. La voz volvió y esta vez se acerco a nosotros, ella y varias.
- Eh, vosotros dos, ya dejaréis de daros besitos y vendréis ¿o qué? - dijo Zayn acercándose y llevándose con él la niebla que había llegado de pronto.
- ¡No seáis tan pegajosos! - dijo Louis acercándose a nuestra vera también. - Intenté ignorar un poco ese comentario.
- A tí lo que te pasa es que te da rabia que no te haga esas cosas - le dije graciosamente.
- Ya Harold, ¡esta noche castigado sin zanahorias! - Sonia se rió precipitadamente.
- ¡Deja a mi chico! - dijo ella, dios amaba su voz, bueno su todo. Volví a besarla.
- Venga, vayamos que hoy no llegamos. - dijo Liam a nuestras espaldas y fuimos llendo. Louis se fue con los demás y yo me quede con Zayn, Liam y Harry, las demás iban más adelantadas, supongo.
Ya estábamos llegando.
- Narra Sonia -
Los chicos vinieron y todo se acabo, adios a la escena romántica, tenía tantas ganas. Fuimos caminando y cuándo Louis nos abandonó comencé a hablarles de lo que tenía pensado.
- Chicos, había pensado en celebrar esta noche el cumpleaños de Lou. - susurré.
- Tu dirás, ya nos habían dicho que tenías algo entre manos - respondió Liam.
- Había pensado que os podríais llevar a Lou a algún sitio, mientras las chicas y yo compramos los regalos y decoramos un poco mi casa, por cierto, Tamara me da miedo, muchísimo miedo. Afirma que va a regalarle algo muy útil a Louis y cuándo dice eso, en fin.
- Vale, yo me encargo de llevarme a Louis, me inventaré alguna excusa - dijo Harry sonriéndome.
- Nosotros os acompañaremos - dijo Zayn refiriéndose a Louis y Harry.
- Perfecto, ¿a sobre que hora os vais? necesitamos cómo cuatro o cinco horas.
- Ahora en cuánto lleguemos y dejemos las maletas, inventamos algo, comeremos fuera, no queda remedio. - respondió Liam.
- ¿Vamos a estar sin veros toda la tarde? no porfavor - supliqué
- Todo no puede ser pequeña.. - me dijó Harry y me besó por milésima vez.
Llegamos a mi casa y entonces me encontré con mis amigas, o familiares como queramos llamarlo. Les expliqué todo lo explicable y accedimos a dejar las maletas. Ellos se dedicaron a distraerle un poco y a improvisar una buena excusa para sacarlo de mi casa y tenerlo casi todo el día fuera. Se fueron, y estábamos en una especie de reunión de chicas.
- ¿Ya habéis comprado los regalos? - pregunté.
- ¡Sí! yo lo tengo preparado desde hace tiempo, sé que le encantará - dijo Alba emocionada.
- Yo sí, ya lo sabes, ya verás que cara pone, jajaja - rió Tamara, a saber que le había regalado.
- Yo le he comprado una zanahoria gigante con una dedicatoria de amistad - afirmó Ainara
- Por mi parte, yo he organizado una especie de librito con todas nuestras fotos en estas vacaciones que nos hemos tomado y lo he decorado un poco - decía Lidia tímida.
- ¡Que buena idea! estoy segura de que eso le encantará. Será mejor que vallamos preparando lo de la fiesta, por la tarde todavía tendremos que salir y compranos los vestidos.
- Llevas razón, pongamonos manos a la obra.
Estuvimos poniendo los típicos globos, la pancarta de "Felicidades Carrot", el confetí distribuido por toda la casa, los matasuegras por ahí y después fuimos a comer a un restaurante de la ciudad, cuándo ya teniamos todo practicamente acabado.
Comimos muy rápido. Después de salir y pagar del restaurante italiano nos fuimos a comprar las bebidas. Había alcohol, muchísimo alcohol, supongo que para olvidar todas las barbaridades que haremos esta noche. Dejamos las bebidas en casa, y ya eran las seis. Se había pasado el tiempo volando.
Cogimos bastante dinero y nos fuimos a mirar vestidos para la ocasión. Después de estar por varias tiendas, decidiendo modelitos y zapatos, decidimos lo siguiente:
Tamara se compró un vestido negro que iba atado al cuello, bastante ajustado, dejando resaltar su figura, que combinó junto a unos tacones de aguja del mismo color.
Lidia optó por un vestido del mismo tipo, con un color verde pistacho bastante animado, pero este sin tirantes y con bastante escote, también con unos tacones, pero de color clarito.
Alba se compró un vestido morado oscuro, era cortito, y le favorecía mucho a la cara, aunque realmente daba igual porque le iba a durar poco.
Ainara se compró un vestido negro ajustado, diferente al de Tamara, muy corto, con unas plataformas color plata.
Y por último, pague yo lo mío. Un vestido rojo pasión, con algún volante al final, no muy corto, sin tirantes y muy voluminoso, también con unos tacones, me daban vértigo sólo de verlos.
Estábamos ya saliendo cuándo me llamó Harry. Ya eran las ocho de la noche y todavía teníamos que arreglarnos y sacar la cena y los aperitivos. Me informó de que se estaba mosqueando un poco y que quería volver a casa, lo retendrán el mayor tiempo posible y que a eso de las diez y media se pasarán por aquí, que tengamos todo preparado y con las luces apagadas y sobretodo, remarcó que nos pusieramos guapas, como si no lo fuesemos a hacer.
Todo el tiempo paso como en un abrir y cerrar de ojos y ya estábamos preparadas. Cada una se maquilló a su gusto y termino de vestirse. Apagamos las luces y ya solo quedaba esperar. Entonces lo emocionante llego cuando Louis entró y encendió la luz y le recibimos con un gran "SORPRESA" Y "¡MUCHAS FELICIDADES LOUUUU" mientras a todos se les caía la baba.
- ¿Queréis un babero? - preguntamos riéndonos. Louis nos dió un gran abrazo y empezamos a darle los regalos, la fiesta acababa de empezar.
¡Hola! Ultimamente estoy demorando sobre dos días en subir, tengo varios exámenes, mi tiempo escasea y por eso he hecho este tan largo y hasta el domingo no subiré el próximo. Espero que os guste y feliz fin de semana, os quiero. Sonia-
miércoles, 15 de febrero de 2012
Capítulo 71
Ya habíamos llegado. Ya estábamos dentro de Zaragoza. A pesar del frío que hacía por ser invierno, bajé la ventanilla y dejé que el viento rozase mi cara y con ello se fuera todo el calor permanente del coche.
- ¡Chicaaaaaaaaaaaa! baja la ventanilla, que hace un frío que pela. - dijo Lidia, dándose calor con sus brazos, mientras las demás se limitaban a mirarme con caras largas para que lo hiciera.
- Sois unas rancias, acabo de bajar la ventanilla y mira cómo os ponéis, ¡no os vais a despeinar! arg, que presumidas sois, dios. - dije graciosamente.
- Tú más. - sonrieron malvadamente.
Todavía seguía enfadada con aquel montaje, parecía tan real.... todavía no comprendo cómo no salió despedida esa Blackberry.
Era una foto de Harry y.... Caroline, dios que nombre más horroroso. Me costaba hasta pronunciarlo. No era una simple foto, no, que va, estaban besándose en una de las calles de Londres.
No sé si serían celos, rabia o las dos cosas a la vez, pero creo que a ninguna nos gusta ver fotos de nuestro chico con otra tía, que encima es su ex al tema. Casi las mato, o por lo menos, la blackberry de una de ellas.
- ¿Estas enfadada? - me preguntó Ainara cogiéndome del hombro.
- No que va, sólo que sois un poco.. así. - hicé una sonrisa bastante forzada.
- ¡Si no ha sido para tanto! - protestó.
- Esto no quedará así - ya pensaré algo, pero esto por mis narices que no queda así.
Quedaban cómo veinte minutos para llegar a mi casa, y con ello el punto en el que habíamos quedado con los chicos. Los llevabamos a unos metros por delante de nosotras, y a parecer se lo estaban pasando bastante bien, aunque veía que ellos sí que iban a llegar sanos y salvos, porque nosotras con Tamara, a decir verdad, no sé yo.
Ainara, y Alba estaban hablando por twitter con algunas Directioners y también hablando entre ellas, mientras seguían a la gente que podían. Lidia hablaba conmigo por la aplicación de 'Whatsapp' a pesar de que estabamos cómo a diez centímetros de distancia. Supongo que todas estábamos hablando con los chicos a través de los mensajes directos o privados en las diferentes redes sociales, menos Tamara y Louis que estaban al volante en los diferentes coches.
Apagué el móvil y me despedí de Harry, en unos minutos los vería de nuevo. Me hundí en las canciones de mi iPod, el viaje se me estaba haciendo demasiado largo, pero ya estábamos cerca. Mientras se reproducía "Hangover"de Taio Cruz pensé en la fiesta que le teníamos que preparar a Louis para su cumpleaños. Aun no le había dicho nada a las chicas en sí, solo se lo comenté, pero hoy tenía que ser el gran día porque haremos una gran fiesta en mi casa, y va a ser alucinante, o eso espero. Ya veintitrés de diciembre, cómo pasa el tiempo, y Louis ya cumple sus dos décadas. Celebramos hoy su cumpleaños, ya que lo haremos en las vísperas de esta noche y mañana ya es un día más familiar, y por lo tanto estaremos con nuestras familias, aunque nosotros no seamos una familia carnal pero si sentimental.
Acababa ya la canción, iba a seleccionar la próxima, hasta que noté como Tamara se iba haciendo S y las otras desde atrás hacían 'la ola'. Exaltada, pegué un grito y también acabe asustando a las demás, pero a la que casi le da algo es a mí, y no, no es gracioso.
Cada vez rondaba más por mi cabeza eso de que tuviera efectos del alcohol en su sangre, ya que ayer se puso las botas, y bien puestas, además.
- Weeeeeeee, weeeeeeee. - gritaban las locas del barrio desde atrás, abalanceando los brazos de arriba a abajo, como si estuvieran alabando a alguien. No, enserio, esto cada vez es más preocupante. ¿Aquí la única normal soy yo? demasiadas responsabilidades me traigo encima.
- ¿Queréis pararos ya? ay dios mio, me veo contra un árbol.
- Jajajaja - empezaron a reír- llegaremos sanas y salvas. - dijo una vocecilla de pito.
- ¿Salvas? si con eso te quieres referir a más muertas que vivas, sí.
Tamara cada vez prestaba menos atención a lo que era la carretera y cada vez me estaba matando más con ello, esto si que es una muerte dolorosa. ¿Cuándo coño vamos a llegar? a esta mujer no le dan el carnet de conducir ni a base de soborno.
- ¡TAMARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! - Grité.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - escuché desde atrás.
Casi, casi, casi, por 2 centímetros, nos estampamos contra un árbol. Si ya lo decía yo. Dios, que miedo.
- ¿Qué coño haceees? ¡Joder tía! - dijo Ainara, que se ajusto mejor el cinturon, ya que se veía lo que venía encima.
- Yo... yo prefiero ir andando, si eso nos vemos luego.. - decía Lidia abriendo la puerta.
- No no no, tu te quedas, si morimos, moriremos todas, además, ¿Cómo vas a ir andando siendo que estamso en mitad de la carretera? al no ser que te quites ropa y te pongas a hacer cosas raras para que te cogan de autostop... - pensé en voz alta, de manera cómica.
- ¡Tamara, por tu vida! ¡coño, mira hacia adelante y llevanos a casa! - le grité, mientras hacía oídos sordos y se reía.
- No hace ni puta gracia. - dijimos todas.
- ¡Aiba! pero si porfin se ponen todas de acuerdo en algo. - no pudimos dejar de reír.
Los chicos disminueron la velocidad al ver lo ocurrido. Veía cómo Louis se subía las manos a la cabeza y pensaba 'Ay dios mio, que me quedo sin coche' . Harry no dudo en ningún momento en preguntarme si estaba bien a través de los mensajes, a lo que le respondía que sólo había sido un susto y que tenía unas ganas impresionantes de abrazarle, cómo si fuera un osito de peluche.
Los teníamos a nuestra altura, bajaron un poco la ventanilla y nos preguntaron que que había pasado.
- Nadaaaaa, nadaaaaaaa, luego hablamos en mi casa - respondí.
Cada uno fuímos por nuestro lado y finalmente llegamos. Fui corriendo a abrazar a Harry y las chicas a los demás. ¿Se puede echar tanto de menos a una persona en una hora y media?
Louis riñó un poco a Tamara pero todo quedo con una amplia sonrisa, cómo no.
Ahora lo único que faltaba, era planearlo todo para esta gran noche.
- ¡Chicaaaaaaaaaaaa! baja la ventanilla, que hace un frío que pela. - dijo Lidia, dándose calor con sus brazos, mientras las demás se limitaban a mirarme con caras largas para que lo hiciera.
- Sois unas rancias, acabo de bajar la ventanilla y mira cómo os ponéis, ¡no os vais a despeinar! arg, que presumidas sois, dios. - dije graciosamente.
- Tú más. - sonrieron malvadamente.
Todavía seguía enfadada con aquel montaje, parecía tan real.... todavía no comprendo cómo no salió despedida esa Blackberry.
Era una foto de Harry y.... Caroline, dios que nombre más horroroso. Me costaba hasta pronunciarlo. No era una simple foto, no, que va, estaban besándose en una de las calles de Londres.
No sé si serían celos, rabia o las dos cosas a la vez, pero creo que a ninguna nos gusta ver fotos de nuestro chico con otra tía, que encima es su ex al tema. Casi las mato, o por lo menos, la blackberry de una de ellas.
- ¿Estas enfadada? - me preguntó Ainara cogiéndome del hombro.
- No que va, sólo que sois un poco.. así. - hicé una sonrisa bastante forzada.
- ¡Si no ha sido para tanto! - protestó.
- Esto no quedará así - ya pensaré algo, pero esto por mis narices que no queda así.
Quedaban cómo veinte minutos para llegar a mi casa, y con ello el punto en el que habíamos quedado con los chicos. Los llevabamos a unos metros por delante de nosotras, y a parecer se lo estaban pasando bastante bien, aunque veía que ellos sí que iban a llegar sanos y salvos, porque nosotras con Tamara, a decir verdad, no sé yo.
Ainara, y Alba estaban hablando por twitter con algunas Directioners y también hablando entre ellas, mientras seguían a la gente que podían. Lidia hablaba conmigo por la aplicación de 'Whatsapp' a pesar de que estabamos cómo a diez centímetros de distancia. Supongo que todas estábamos hablando con los chicos a través de los mensajes directos o privados en las diferentes redes sociales, menos Tamara y Louis que estaban al volante en los diferentes coches.
Apagué el móvil y me despedí de Harry, en unos minutos los vería de nuevo. Me hundí en las canciones de mi iPod, el viaje se me estaba haciendo demasiado largo, pero ya estábamos cerca. Mientras se reproducía "Hangover"de Taio Cruz pensé en la fiesta que le teníamos que preparar a Louis para su cumpleaños. Aun no le había dicho nada a las chicas en sí, solo se lo comenté, pero hoy tenía que ser el gran día porque haremos una gran fiesta en mi casa, y va a ser alucinante, o eso espero. Ya veintitrés de diciembre, cómo pasa el tiempo, y Louis ya cumple sus dos décadas. Celebramos hoy su cumpleaños, ya que lo haremos en las vísperas de esta noche y mañana ya es un día más familiar, y por lo tanto estaremos con nuestras familias, aunque nosotros no seamos una familia carnal pero si sentimental.
Acababa ya la canción, iba a seleccionar la próxima, hasta que noté como Tamara se iba haciendo S y las otras desde atrás hacían 'la ola'. Exaltada, pegué un grito y también acabe asustando a las demás, pero a la que casi le da algo es a mí, y no, no es gracioso.
Cada vez rondaba más por mi cabeza eso de que tuviera efectos del alcohol en su sangre, ya que ayer se puso las botas, y bien puestas, además.
- Weeeeeeee, weeeeeeee. - gritaban las locas del barrio desde atrás, abalanceando los brazos de arriba a abajo, como si estuvieran alabando a alguien. No, enserio, esto cada vez es más preocupante. ¿Aquí la única normal soy yo? demasiadas responsabilidades me traigo encima.
- ¿Queréis pararos ya? ay dios mio, me veo contra un árbol.
- Jajajaja - empezaron a reír- llegaremos sanas y salvas. - dijo una vocecilla de pito.
- ¿Salvas? si con eso te quieres referir a más muertas que vivas, sí.
Tamara cada vez prestaba menos atención a lo que era la carretera y cada vez me estaba matando más con ello, esto si que es una muerte dolorosa. ¿Cuándo coño vamos a llegar? a esta mujer no le dan el carnet de conducir ni a base de soborno.
- ¡TAMARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! - Grité.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh - escuché desde atrás.
Casi, casi, casi, por 2 centímetros, nos estampamos contra un árbol. Si ya lo decía yo. Dios, que miedo.
- ¿Qué coño haceees? ¡Joder tía! - dijo Ainara, que se ajusto mejor el cinturon, ya que se veía lo que venía encima.
- Yo... yo prefiero ir andando, si eso nos vemos luego.. - decía Lidia abriendo la puerta.
- No no no, tu te quedas, si morimos, moriremos todas, además, ¿Cómo vas a ir andando siendo que estamso en mitad de la carretera? al no ser que te quites ropa y te pongas a hacer cosas raras para que te cogan de autostop... - pensé en voz alta, de manera cómica.
- ¡Tamara, por tu vida! ¡coño, mira hacia adelante y llevanos a casa! - le grité, mientras hacía oídos sordos y se reía.
- No hace ni puta gracia. - dijimos todas.
- ¡Aiba! pero si porfin se ponen todas de acuerdo en algo. - no pudimos dejar de reír.
Los chicos disminueron la velocidad al ver lo ocurrido. Veía cómo Louis se subía las manos a la cabeza y pensaba 'Ay dios mio, que me quedo sin coche' . Harry no dudo en ningún momento en preguntarme si estaba bien a través de los mensajes, a lo que le respondía que sólo había sido un susto y que tenía unas ganas impresionantes de abrazarle, cómo si fuera un osito de peluche.
Los teníamos a nuestra altura, bajaron un poco la ventanilla y nos preguntaron que que había pasado.
- Nadaaaaa, nadaaaaaaa, luego hablamos en mi casa - respondí.
Cada uno fuímos por nuestro lado y finalmente llegamos. Fui corriendo a abrazar a Harry y las chicas a los demás. ¿Se puede echar tanto de menos a una persona en una hora y media?
Louis riñó un poco a Tamara pero todo quedo con una amplia sonrisa, cómo no.
Ahora lo único que faltaba, era planearlo todo para esta gran noche.
domingo, 12 de febrero de 2012
Capítulo 70
Ibamos sacando las maletas, cada uno como podíamos, llevamos equipaje cómo para dos años, tal vez exageraba pero ibamos muy cargados. Yo seguía mi camino, llevaba mis dos maletas, cada una más grande que la otra y no podía ni con mi alma, parecía que nos íbamos dos semanas a la playa, sólo nos faltaban los cubos para hacer los castillitos, pero la diferencia era que estábamos en invierno y en la montaña, justamente lo contrario. Una fresca brisa se me metió en el cuerpo a lo que dí un escalofrío. Iba a meterme ya en el coche, estaban decidiendo quién conduciría y lo de los asientos y todo eso, cuándo apareció la alma perdida.
- ¡Ey! ¿Dónde te habías metido? - dijo Alba parando en seco. - Hace tiempo que no sé ni me da señales de vida mi hermana, fantástico, genial. ¿Y si te pierdes? - frunció el ceño.
- Yo que tu no haría eso si no quieres que te salgan arrugas dentro de unos años - dijó Tamara desde su espalda, a lo que no pudimos contener ninguno de nosotros la risa.
- Asuntos personales.. - dijó Ana.
- ¿Cómo que asuntos personales? ah vale, osea, que te me pierdes por las montañitas y les digo a papa y mama "nada, Ana que se aburría y se ha quedado mirando el paisaje" ¿no? anda tira que me tienes contenta. - decía Alba enfadada, Louis estaba alucinando, y veía como sostenía una zanahoría para metersela en la boca y que dejará de sacar palabras por su boca.
Louis la cogió por el hombro y dijó:
- Será mejor que nos vayamos ya, ya estamos todos y si no además llegaremos demasiado tarde.
- Eh, eso quería deciros.... yo me quedo.
- ¡¿Quéeeeeeeeeeeee!? - dijimos todos.
- Pues eso, que me quedo. - decía de brazos cruzados
- ¿PERDONA? - dijo Alba, me aparté un poco no me fuese a caer una.
- Yo me quedo aquí, ems, es.. es una larga historia sí.
- No puedes quedarte aquí y lo sabes - decía Alba
- ¿Qué pretendes hacer aquí? - prengunté no mentiendome mucho en la conversación.
Había un poco de tensión, y por ahí aparecía Max.
-¡Ah, y vosotros dos ya dejaréis de meteros mano! - decía Zayn mirando a Liam
- Ala venga, echar más leña al fuego y nos quedamos a vivir aquí con esta discusión.. - decía
- Yo paso de opinar, solo se tiran a los ojos mutuamente.. - me dijo en bajito Harry.
Nosotros dos nos fuímos al coche para estar así, mejor no estar.
- ¿Qué les pasa ahora estos? que desesperación. ¿Se viene, no se viene? - le pregunté a Harry mientras nos sentabamos en el coche y dejabamos a la muchedumbre lejos de nosotros.
- Creo que al final se queda, se irá a vivir con Max.
Estaba bebiendo agua la cual fue a parar a la luna del coche.
- ¿Qué? lo siento ahora lo limpio - decía cogiendo un trapo-. ¿A la tía esta que mosca le ha picado? hostia..
- No sé, ha estado todo este tiempo con Max y no sé si deben de estar saliendo, la verdad. Creo que Liam no sabe nada del asunto.
- En fin, que haga lo que quiera, ami ese tipo no me da buena espina.
- En realidad es majo, pero, hay que saberlo pillar también.
- Es que cómo tu no hay nadie. - sonreí.
- Ya lo sé - decía acercándose a mí.
- Harry, no. Aquí no. Van a venir joder.
- Que sí. ¿Porqué no?
- Que no.
- Que sí. A lo que me beso y vino todo dios. ¿Faltaba alguien más por venir? menuda estampida.
- Ala venga va, aquí todo el mundo dándose el lote.... - decía Zayn, metiendo baza otra vez
- Tu chico perfecto cállate que no nos has dejado dormir en toda la noche con tu maldita reconciliación - le soltó Harry y ya no supo que decir.
- Ala chicos no os enfadéis que ya os veo enganchándoos de los pelos - dijo Ainara que era la única que tenía un poco de razón, porfin algo de sentido común dios.
- Pero, ¿al final viene o no? - pregunté mientras nos acomodabamos en los asientos y Louis y Liam metían algunas maletas restantes en el coche.
- ¿Mi hermana? que va. Que haga lo que le de la gana con su nuevo 'amor', yo me voy con vosotros, ella verá lo que hace y cómo - decía Alba abrochandose el cinturón y todavía un poco enfadada, supongo que a lo largo del trayecto se le irá pasando.
- ¿Enserio la vamos a dejar aquí? - pregunté
- No la vamos a dejar aquí, se va a quedar con mi hermano, creo que tienen algo... - decía Liam.
- Ams, okey. - dije cortando el tema.
- Nosotros nos pondremos aquí y vosotras allá. - decía Liam distribuyendo los sitios.
- Nos vemos luego, adios. - decía mientras nos dividiamos entre los dos coches.
Los chicos se fueron en uno y nosotras en otro. Tamara era la que conducía y encima no tenía carnet. No sé porque le dejaron las llaves y encima lo más fuerte de todo es que me veía estampada contra la vitrina de un concesionario o algo, y oir miles de alarmas dispararse.
- Somos tan idiotas que nos ponemos juntas y les dejamos irse a ellos solos - dije haciendo pucheros.
- Si no los vamos a hechar de menos, muahaha - echó una risa maléfica Tamara mirándonos hacía atrás, excepto a mí que iba a su lado en el asiento de delante.
- ¡Tamara! que no dejes de mirar joder. - decía echándole la bronca, no si ya veía yo que nos ibamos a estampar o acabar en un barranco.
Los chicos ya nos habían adelantado a lo que estábamos detrás suyos. Seguro que se lo estaban pasando mejor que nosotras, segurísimo.
Tamara seguía haciendo el burro a lo que tenía miedo a que nos estampase contra algo o directamente a que llegaramos sin ningún rasguño al punto en el que habíamos quedado, es que también, a quién se le ocurre dejarle conducir, ah sí al loco de Louis. Bueno, de todas formas es su coche, así que si le hace algo, que se atienda a las consecuencias.
Yo estaba distraida con la aplicación 'Whatsapp' mandandóle mensajes a Harry, por lo visto estaba en las mismas que yo, hasta que deje mi móvil y empecé a escuchar risas y risas, carcajadas a diestro y siniestro.
- ¿De qué coño os reís? - decía con una cara de cromo impresionante. Es muy bonito que la gente, tus mejores amigas se esten descojonando y no sepas de qué, es cómo pensar que se están riendo de tí o de que tienes monos en la cara, vamos una experiencia inigualable.
- Jajajajaja - se oía desde atrás.
- ¿¡Qué coño os pasa!? - entonces me enseñaron un maldito montaje y una blackberry voló por una de las ventanillas del coche, bueno, casí porque soy muy torpe y no acerté. ¿Cómo se les ocurré enseñarme eso? arg.
Mientras seguía con mi orgullo dentro, al momento llegamos y ya podíamos respirar nuestros aires, y sentir una sensación térmica más agradable, ya estábamos de nuevo en casa.
- ¡Ey! ¿Dónde te habías metido? - dijo Alba parando en seco. - Hace tiempo que no sé ni me da señales de vida mi hermana, fantástico, genial. ¿Y si te pierdes? - frunció el ceño.
- Yo que tu no haría eso si no quieres que te salgan arrugas dentro de unos años - dijó Tamara desde su espalda, a lo que no pudimos contener ninguno de nosotros la risa.
- Asuntos personales.. - dijó Ana.
- ¿Cómo que asuntos personales? ah vale, osea, que te me pierdes por las montañitas y les digo a papa y mama "nada, Ana que se aburría y se ha quedado mirando el paisaje" ¿no? anda tira que me tienes contenta. - decía Alba enfadada, Louis estaba alucinando, y veía como sostenía una zanahoría para metersela en la boca y que dejará de sacar palabras por su boca.
Louis la cogió por el hombro y dijó:
- Será mejor que nos vayamos ya, ya estamos todos y si no además llegaremos demasiado tarde.
- Eh, eso quería deciros.... yo me quedo.
- ¡¿Quéeeeeeeeeeeee!? - dijimos todos.
- Pues eso, que me quedo. - decía de brazos cruzados
- ¿PERDONA? - dijo Alba, me aparté un poco no me fuese a caer una.
- Yo me quedo aquí, ems, es.. es una larga historia sí.
- No puedes quedarte aquí y lo sabes - decía Alba
- ¿Qué pretendes hacer aquí? - prengunté no mentiendome mucho en la conversación.
Había un poco de tensión, y por ahí aparecía Max.
-¡Ah, y vosotros dos ya dejaréis de meteros mano! - decía Zayn mirando a Liam
- Ala venga, echar más leña al fuego y nos quedamos a vivir aquí con esta discusión.. - decía
- Yo paso de opinar, solo se tiran a los ojos mutuamente.. - me dijo en bajito Harry.
Nosotros dos nos fuímos al coche para estar así, mejor no estar.
- ¿Qué les pasa ahora estos? que desesperación. ¿Se viene, no se viene? - le pregunté a Harry mientras nos sentabamos en el coche y dejabamos a la muchedumbre lejos de nosotros.
- Creo que al final se queda, se irá a vivir con Max.
Estaba bebiendo agua la cual fue a parar a la luna del coche.
- ¿Qué? lo siento ahora lo limpio - decía cogiendo un trapo-. ¿A la tía esta que mosca le ha picado? hostia..
- No sé, ha estado todo este tiempo con Max y no sé si deben de estar saliendo, la verdad. Creo que Liam no sabe nada del asunto.
- En fin, que haga lo que quiera, ami ese tipo no me da buena espina.
- En realidad es majo, pero, hay que saberlo pillar también.
- Es que cómo tu no hay nadie. - sonreí.
- Ya lo sé - decía acercándose a mí.
- Harry, no. Aquí no. Van a venir joder.
- Que sí. ¿Porqué no?
- Que no.
- Que sí. A lo que me beso y vino todo dios. ¿Faltaba alguien más por venir? menuda estampida.
- Ala venga va, aquí todo el mundo dándose el lote.... - decía Zayn, metiendo baza otra vez
- Tu chico perfecto cállate que no nos has dejado dormir en toda la noche con tu maldita reconciliación - le soltó Harry y ya no supo que decir.
- Ala chicos no os enfadéis que ya os veo enganchándoos de los pelos - dijo Ainara que era la única que tenía un poco de razón, porfin algo de sentido común dios.
- Pero, ¿al final viene o no? - pregunté mientras nos acomodabamos en los asientos y Louis y Liam metían algunas maletas restantes en el coche.
- ¿Mi hermana? que va. Que haga lo que le de la gana con su nuevo 'amor', yo me voy con vosotros, ella verá lo que hace y cómo - decía Alba abrochandose el cinturón y todavía un poco enfadada, supongo que a lo largo del trayecto se le irá pasando.
- ¿Enserio la vamos a dejar aquí? - pregunté
- No la vamos a dejar aquí, se va a quedar con mi hermano, creo que tienen algo... - decía Liam.
- Ams, okey. - dije cortando el tema.
- Nosotros nos pondremos aquí y vosotras allá. - decía Liam distribuyendo los sitios.
- Nos vemos luego, adios. - decía mientras nos dividiamos entre los dos coches.
Los chicos se fueron en uno y nosotras en otro. Tamara era la que conducía y encima no tenía carnet. No sé porque le dejaron las llaves y encima lo más fuerte de todo es que me veía estampada contra la vitrina de un concesionario o algo, y oir miles de alarmas dispararse.
- Somos tan idiotas que nos ponemos juntas y les dejamos irse a ellos solos - dije haciendo pucheros.
- Si no los vamos a hechar de menos, muahaha - echó una risa maléfica Tamara mirándonos hacía atrás, excepto a mí que iba a su lado en el asiento de delante.
- ¡Tamara! que no dejes de mirar joder. - decía echándole la bronca, no si ya veía yo que nos ibamos a estampar o acabar en un barranco.
Los chicos ya nos habían adelantado a lo que estábamos detrás suyos. Seguro que se lo estaban pasando mejor que nosotras, segurísimo.
Tamara seguía haciendo el burro a lo que tenía miedo a que nos estampase contra algo o directamente a que llegaramos sin ningún rasguño al punto en el que habíamos quedado, es que también, a quién se le ocurre dejarle conducir, ah sí al loco de Louis. Bueno, de todas formas es su coche, así que si le hace algo, que se atienda a las consecuencias.
Yo estaba distraida con la aplicación 'Whatsapp' mandandóle mensajes a Harry, por lo visto estaba en las mismas que yo, hasta que deje mi móvil y empecé a escuchar risas y risas, carcajadas a diestro y siniestro.
- ¿De qué coño os reís? - decía con una cara de cromo impresionante. Es muy bonito que la gente, tus mejores amigas se esten descojonando y no sepas de qué, es cómo pensar que se están riendo de tí o de que tienes monos en la cara, vamos una experiencia inigualable.
- Jajajajaja - se oía desde atrás.
- ¿¡Qué coño os pasa!? - entonces me enseñaron un maldito montaje y una blackberry voló por una de las ventanillas del coche, bueno, casí porque soy muy torpe y no acerté. ¿Cómo se les ocurré enseñarme eso? arg.
Mientras seguía con mi orgullo dentro, al momento llegamos y ya podíamos respirar nuestros aires, y sentir una sensación térmica más agradable, ya estábamos de nuevo en casa.
viernes, 10 de febrero de 2012
Capítulo 69
Entonces cuándo la luna caía y sólo el cielo estaba iluminado por las estrellas... Estaban afuera. Primero se sentó Zayn, y después ella. No podía seguir viéndolos, si me descubriesen, me matarían, así que sólo miré un poco y me fuí, tengo mejores cosas que hacer que fastidiar un momento en el que no debería estar.
Cerré la puerta sigilosamente y pensé "Sonia, será mejor que te vayas, si no quieres cagarla, cómo de costumbre" y me subí para arriba, a terminar bien el día, mañana madrugaremos para llegar pronto y coger de nuevo la rutina, ya estamos a 22 de diciembre y tenemos la nochebuena a cuestas.
- Narra Tamara-
Salimos afuera y sentía cómo los nervios alcanzaban cada una de mis extremidades de mi cuerpo. Estaba con un cigarro en su mano izquierda. ¿Qué hacía fumando? odio que fume, no tiene que dejarlo. Se sentó y me hizo una señal para que me pusiera a su lado. Tenía una cara de tristeza y decepción, y a mí , simplemente se me rompía el corazón pedazo por pedazo.
¿Qué pasaba? Joder, cada segundo era más matador, doloroso, y sólo veía cómo salía el humo de su boca y tenía ganas de besarlo.
Pasaban minutos incómodos, el silencio era entrometido y una voz calmó el ambiente.
- ¿Porqué?
- ¿Porqué?
- ¿Porqué me haces esto? ¿Porqué no me lo has dicho... ? - decía Zayn, mirando todavía hacía el suelo.
Sabía ya todo. Joder, que coño ¿quién lo ha hecho? sólo, sólo necesitaba un poco de tiempo para poderselo decir yo misma, pero no...
- Yo... yo no hicé nada, iba-iba a contartelo, pe-pero... - tartamudeaba, y sostenía mi cabeza con mis brazos sobre mis rodillas inmóviles.
- Creía que las parejas se contaban todo...
- Pe-pero, si yo, ¡Zayn! - no sabía ni siquiera que decir, me faltaban las palabras y me sobraban los sentimientos, quería morirme.
- ¡No te vayas! - decía agarrándole del brazo sin dejarle de mirar, pero tenía la vista cara al horizonte.
- ¿Qué quieres que te haga? ¿Que te aplauda? ¿prefieres un pin? - decía intentándose hacer el fuerte y dió la última calada al cigarrillo y lo tiró al suelo.
- ¡Quiero que me escuches! ¡Eh Zayn! - me estaba desesperando.
- Sabes que te quiero, y no confías en mí - eso me dolío, le quería muchísimo.
- Se lo conté a los chicos para que me dieran tiempo. Y además, esto no va a llegar a nada más, yo no quiero nada con él, NADA ¿Sabes? - lo fuí acercando a mí- yo SÓLO te quiero a tí, no se porqué me haces pasar por esto... - decía y corría una pequeña lágrima por mi rostro y la apartó con su dedo, delicadamente.
- Sabes, no me puedo resistir a tí.
- ¿Eso es un me perdonas?
- Soy incapaz de decirte que no. - pusó una mirada sexy y me salieron los colores- sé que no querías hacerme daño, que intentabas arreglar todo esto..- le callé con un beso.
- Te quiero.
- Y yo. - me besó.
Entonces salimos de ahí. Habían sido unos minutos, sólo unos minutos que parecían horas y horas de dolor y sufrimiento, pero ahora sólo había felicidad.
Subimos a la habitación, todo fue muy rápido. No se oían voces en el pasillo, así que se suponía que ya estaban todos acostados, un gran alivio. Bajamos la persiana para que a la mañana siguiente no entrará luz al amanecer, a pesar de que nos marcharemos temprano.
Ni yo misma me acuerdo, todo paso tan rápido. Las prendas volaron y las sensaciones se esparcieron a nuestro alrededor. Sólo recuerdo que esa fue la mejor noche de mi vida, y que experimente con los cinco e incluso seis sentidos. Mi típica frase tenía razón, lo mejor de las reconciliaciones son el polvo de después.
Un ruido desagradable de despertador hizo que me levantará y tirara el objeto a cascala. Entonces ví dormir a algo increíblemente sexy, todavía no me lo creía.
- Narra Sonia-
Pi pi pi pi. Oí como sonaba nuestro despertador y seguía en la misma posición, sin moverme lo más mínimo, sobre Harry y con frío, mucho frío, por lo que me abracé a él fuertemente. Estaba helada, normal, ¿estaba desnuda? sí, estaba en proceso de congelado.
- Puto despertador de los cojones, se lo voy a poner a la pared de peineta. - grité y me acurruqué de nuevo sobre su pecho.
- Hola princesa. Amo tus formas de despertar, son, tan......
- ¿Dulces y agradables? - sonreí
- Sí, podría decirse. - besó la comisura de mis labios, los rozó y los dejó con ganas de más a lo que no me pudé parar y seguirlo.
- Soy muy desagradable por la mañana, no me gusta que me despierten, pero no todos los días despierto con el tío más sexy del mundo.
- Jajaja, habló.
- Cállate, que yo soy fea.
- Para mí eres perfecta.
- Y tú para todas eres la perfección. - río.
- Pero soy solo tuyo.
- Lo sé, y yo soy tuya.
Seguimos con esa discusión hasta que fueron las seis y media, muy perezosos acabamos levantandonos y bajamos al salón, cada uno tenía cada vez la cara más larga..
- Hey guys! - grité
- Ams... hola - dijeron. ¿Te has levantado británica? - rió Niall.
- Ah gracias, ¿Te crees que no se inglés? - le desafié
- Ah, no sé...
- Of course that I know it! You are so stupid babe. - sonreí. Lo siento, mi pronunciación es penosa, así que no pienso seguir, ya que vosotros ya sabeis hablar español.
- What? I don't understand you! - me gritó Niall.
- Carrot! What do you mean? (que quieres decir) - dijó ahora Louis.
- ¡Harry! - diles algo
- Something - soltó este.
- Ala que os zurzan ya. Me fuí a recoger un poco todo aquello y despues me abrazaron todos por la espalda.
- ¡We love you! - y me besaron la mejilla.
- Yo también os quiero chicos.
Me recogí el pelo, ordené un poco todo y cogí mi maleta, al lado de Harry mientras con mi otra mano agarraba la suya, era tan feliz.
Entonces entró Ana por la puerta y dijo que tenía que decirnos algo muy importante, pero nosotros nos ibamos ya, era tarde, y queríamos darle una sorpresa a mi familia. ¿Dónde se había metido? ya eran las siete.
Cerré la puerta sigilosamente y pensé "Sonia, será mejor que te vayas, si no quieres cagarla, cómo de costumbre" y me subí para arriba, a terminar bien el día, mañana madrugaremos para llegar pronto y coger de nuevo la rutina, ya estamos a 22 de diciembre y tenemos la nochebuena a cuestas.
- Narra Tamara-
Salimos afuera y sentía cómo los nervios alcanzaban cada una de mis extremidades de mi cuerpo. Estaba con un cigarro en su mano izquierda. ¿Qué hacía fumando? odio que fume, no tiene que dejarlo. Se sentó y me hizo una señal para que me pusiera a su lado. Tenía una cara de tristeza y decepción, y a mí , simplemente se me rompía el corazón pedazo por pedazo.
¿Qué pasaba? Joder, cada segundo era más matador, doloroso, y sólo veía cómo salía el humo de su boca y tenía ganas de besarlo.
Pasaban minutos incómodos, el silencio era entrometido y una voz calmó el ambiente.
- ¿Porqué?
- ¿Porqué?
- ¿Porqué me haces esto? ¿Porqué no me lo has dicho... ? - decía Zayn, mirando todavía hacía el suelo.
Sabía ya todo. Joder, que coño ¿quién lo ha hecho? sólo, sólo necesitaba un poco de tiempo para poderselo decir yo misma, pero no...
- Yo... yo no hicé nada, iba-iba a contartelo, pe-pero... - tartamudeaba, y sostenía mi cabeza con mis brazos sobre mis rodillas inmóviles.
- Creía que las parejas se contaban todo...
- Pe-pero, si yo, ¡Zayn! - no sabía ni siquiera que decir, me faltaban las palabras y me sobraban los sentimientos, quería morirme.
- ¡No te vayas! - decía agarrándole del brazo sin dejarle de mirar, pero tenía la vista cara al horizonte.
- ¿Qué quieres que te haga? ¿Que te aplauda? ¿prefieres un pin? - decía intentándose hacer el fuerte y dió la última calada al cigarrillo y lo tiró al suelo.
- ¡Quiero que me escuches! ¡Eh Zayn! - me estaba desesperando.
- Sabes que te quiero, y no confías en mí - eso me dolío, le quería muchísimo.
- Se lo conté a los chicos para que me dieran tiempo. Y además, esto no va a llegar a nada más, yo no quiero nada con él, NADA ¿Sabes? - lo fuí acercando a mí- yo SÓLO te quiero a tí, no se porqué me haces pasar por esto... - decía y corría una pequeña lágrima por mi rostro y la apartó con su dedo, delicadamente.
- Sabes, no me puedo resistir a tí.
- ¿Eso es un me perdonas?
- Soy incapaz de decirte que no. - pusó una mirada sexy y me salieron los colores- sé que no querías hacerme daño, que intentabas arreglar todo esto..- le callé con un beso.
- Te quiero.
- Y yo. - me besó.
Entonces salimos de ahí. Habían sido unos minutos, sólo unos minutos que parecían horas y horas de dolor y sufrimiento, pero ahora sólo había felicidad.
Subimos a la habitación, todo fue muy rápido. No se oían voces en el pasillo, así que se suponía que ya estaban todos acostados, un gran alivio. Bajamos la persiana para que a la mañana siguiente no entrará luz al amanecer, a pesar de que nos marcharemos temprano.
Ni yo misma me acuerdo, todo paso tan rápido. Las prendas volaron y las sensaciones se esparcieron a nuestro alrededor. Sólo recuerdo que esa fue la mejor noche de mi vida, y que experimente con los cinco e incluso seis sentidos. Mi típica frase tenía razón, lo mejor de las reconciliaciones son el polvo de después.
Un ruido desagradable de despertador hizo que me levantará y tirara el objeto a cascala. Entonces ví dormir a algo increíblemente sexy, todavía no me lo creía.
- Narra Sonia-
Pi pi pi pi. Oí como sonaba nuestro despertador y seguía en la misma posición, sin moverme lo más mínimo, sobre Harry y con frío, mucho frío, por lo que me abracé a él fuertemente. Estaba helada, normal, ¿estaba desnuda? sí, estaba en proceso de congelado.
- Puto despertador de los cojones, se lo voy a poner a la pared de peineta. - grité y me acurruqué de nuevo sobre su pecho.
- Hola princesa. Amo tus formas de despertar, son, tan......
- ¿Dulces y agradables? - sonreí
- Sí, podría decirse. - besó la comisura de mis labios, los rozó y los dejó con ganas de más a lo que no me pudé parar y seguirlo.
- Soy muy desagradable por la mañana, no me gusta que me despierten, pero no todos los días despierto con el tío más sexy del mundo.
- Jajaja, habló.
- Cállate, que yo soy fea.
- Para mí eres perfecta.
- Y tú para todas eres la perfección. - río.
- Pero soy solo tuyo.
- Lo sé, y yo soy tuya.
Seguimos con esa discusión hasta que fueron las seis y media, muy perezosos acabamos levantandonos y bajamos al salón, cada uno tenía cada vez la cara más larga..
- Hey guys! - grité
- Ams... hola - dijeron. ¿Te has levantado británica? - rió Niall.
- Ah gracias, ¿Te crees que no se inglés? - le desafié
- Ah, no sé...
- Of course that I know it! You are so stupid babe. - sonreí. Lo siento, mi pronunciación es penosa, así que no pienso seguir, ya que vosotros ya sabeis hablar español.
- What? I don't understand you! - me gritó Niall.
- Carrot! What do you mean? (que quieres decir) - dijó ahora Louis.
- ¡Harry! - diles algo
- Something - soltó este.
- Ala que os zurzan ya. Me fuí a recoger un poco todo aquello y despues me abrazaron todos por la espalda.
- ¡We love you! - y me besaron la mejilla.
- Yo también os quiero chicos.
Me recogí el pelo, ordené un poco todo y cogí mi maleta, al lado de Harry mientras con mi otra mano agarraba la suya, era tan feliz.
Entonces entró Ana por la puerta y dijo que tenía que decirnos algo muy importante, pero nosotros nos ibamos ya, era tarde, y queríamos darle una sorpresa a mi familia. ¿Dónde se había metido? ya eran las siete.
miércoles, 8 de febrero de 2012
Capítulo 69
Entonces, cuándo la luna caía y sólo el cielo estaba iluminado por las estrellas...
Estaban afuera. Primero se sentó Zayn, y después ella. No podía seguir viéndolos, si me descubriesen, me matarían, así que sólo miré un poco y me fuí, tengo mejores cosas que hacer que fastidiar un momento en el que no debería de estar.
Cerré la puerta sigilosamente y pensé "Sonia, será mejor que te vayas, si no quieres cagarla, cómo de costumbre" y me subí para arriba, a terminar bien el día, mañana madrugaremos para llegar pronto y coger de nuevo la rutina, ya estamos a 22 de diciembre, y tenemos la nochebuena a cuestas.
- Narra Tamara -
Salimos afuera y sentía cómo los nervios alcanzaban cada una de las extremidades de mi cuerpo. Estaba con un cigarro en su mano izquierda. ¿Qué hace fumando? odio que fume, no, tiene que dejarlo. Se sentó y me hizó una señal para que me pusiera a su lado. Tenía una cara entre tristeza y decepción y a mí, simplemente se me rompía el corazón pedazo por pedazo.
¿Qué pasaba? joder, cada segundo era más matador, doloroso, y sólo veía cómo salía el humo de su boca y tenía ganas de besarlo.
Pasaban minutos incómodos, el silencio era entrometido y una voz calmó el ambiente.
- ¿Porqué?
- ¿Porqué?
- ¿Porqué me haces esto? ¿Porqué no me lo has dicho?.. - decía Zayn
Sabía ya todo. Joder, que coño,¿quién lo ha hecho? sólo, sólo necesitaba un poco de tiempo para poderselo decir yo misma, pero no...
- Yo.. yo no hicé nada.. iba-iba a contártelo, pe-pero... - tartamudeaba, y sostenía mi cabeza con mis brazos sobre mis rodillas inmóvilizadas.
- Creía que las parejas se contaban todo...
- Pe-pero, sí yo, ¡Zayn! - no sabía ni siquiera que decir, me faltaban las palabras y me sobraban los sentimientos, quería morirme.
- ¡No te vayas! - decía agarrándole de brazo sin dejarle de mirar, pero tenía la vista cara el horizonte.
- ¿Qué quieres que te haga? ¿Que te aplauda? ¿prefieres un pin? - decía intentandose hacer el fuerte y dió la última calada al cigarro y lo tiro al suelo.
- ¡Quiero que me escuches! Eh, ¡Zayn! - me estaba desesperando.
- Sabes que te quiero, y no confías en mí.
- Se lo conte a los chicos para que me dieran tiempo. Y además, esto no va a llegar a nada más, yo no quiero nada con él, NADA ¿Sabes? - lo fuí acercando a mí - yo SÓLO te quiero a tí, no sé porqué me haces pasar por esto.
- Sabes, no me puedo resistir a tí.
- ¿Eso es un me perdonas?
- Soy incapaz de decirte que no. - pusó una mirada sexy y me salieron los colores. Sé. que no querías hacerme daño, que intentabas arreglar todo esto..- pero le callé con un beso.
- Te quiero.
- Y yo. - me besó.
Entonces, salimos de ahí. Habían sido unos minutos, sólo unos minutos que parecían horas y horas de dolor y sufrimiento.
Subimos a la habitación, no se oían voces en el pasillo, así que se supone que ya estaban todos acostados. Bajamos la persiana rápidamente para que el día siguiente al amanecer no entrará luz, a pesar de que nos marcharemos temprano.
Ya lo decía yo, lo mejor de las reconciliaciones es el polvo de después, típica frase mía. Esa noche no iba a dormir.
¡Hola! hoy no he tenido más tiempo para escribir, y mañana editaré este capítulo y lo haré más largo, lo siento ;$ un besito(:
Estaban afuera. Primero se sentó Zayn, y después ella. No podía seguir viéndolos, si me descubriesen, me matarían, así que sólo miré un poco y me fuí, tengo mejores cosas que hacer que fastidiar un momento en el que no debería de estar.
Cerré la puerta sigilosamente y pensé "Sonia, será mejor que te vayas, si no quieres cagarla, cómo de costumbre" y me subí para arriba, a terminar bien el día, mañana madrugaremos para llegar pronto y coger de nuevo la rutina, ya estamos a 22 de diciembre, y tenemos la nochebuena a cuestas.
- Narra Tamara -
Salimos afuera y sentía cómo los nervios alcanzaban cada una de las extremidades de mi cuerpo. Estaba con un cigarro en su mano izquierda. ¿Qué hace fumando? odio que fume, no, tiene que dejarlo. Se sentó y me hizó una señal para que me pusiera a su lado. Tenía una cara entre tristeza y decepción y a mí, simplemente se me rompía el corazón pedazo por pedazo.
¿Qué pasaba? joder, cada segundo era más matador, doloroso, y sólo veía cómo salía el humo de su boca y tenía ganas de besarlo.
Pasaban minutos incómodos, el silencio era entrometido y una voz calmó el ambiente.
- ¿Porqué?
- ¿Porqué?
- ¿Porqué me haces esto? ¿Porqué no me lo has dicho?.. - decía Zayn
Sabía ya todo. Joder, que coño,¿quién lo ha hecho? sólo, sólo necesitaba un poco de tiempo para poderselo decir yo misma, pero no...
- Yo.. yo no hicé nada.. iba-iba a contártelo, pe-pero... - tartamudeaba, y sostenía mi cabeza con mis brazos sobre mis rodillas inmóvilizadas.
- Creía que las parejas se contaban todo...
- Pe-pero, sí yo, ¡Zayn! - no sabía ni siquiera que decir, me faltaban las palabras y me sobraban los sentimientos, quería morirme.
- ¡No te vayas! - decía agarrándole de brazo sin dejarle de mirar, pero tenía la vista cara el horizonte.
- ¿Qué quieres que te haga? ¿Que te aplauda? ¿prefieres un pin? - decía intentandose hacer el fuerte y dió la última calada al cigarro y lo tiro al suelo.
- ¡Quiero que me escuches! Eh, ¡Zayn! - me estaba desesperando.
- Sabes que te quiero, y no confías en mí.
- Se lo conte a los chicos para que me dieran tiempo. Y además, esto no va a llegar a nada más, yo no quiero nada con él, NADA ¿Sabes? - lo fuí acercando a mí - yo SÓLO te quiero a tí, no sé porqué me haces pasar por esto.
- Sabes, no me puedo resistir a tí.
- ¿Eso es un me perdonas?
- Soy incapaz de decirte que no. - pusó una mirada sexy y me salieron los colores. Sé. que no querías hacerme daño, que intentabas arreglar todo esto..- pero le callé con un beso.
- Te quiero.
- Y yo. - me besó.
Entonces, salimos de ahí. Habían sido unos minutos, sólo unos minutos que parecían horas y horas de dolor y sufrimiento.
Subimos a la habitación, no se oían voces en el pasillo, así que se supone que ya estaban todos acostados. Bajamos la persiana rápidamente para que el día siguiente al amanecer no entrará luz, a pesar de que nos marcharemos temprano.
Ya lo decía yo, lo mejor de las reconciliaciones es el polvo de después, típica frase mía. Esa noche no iba a dormir.
¡Hola! hoy no he tenido más tiempo para escribir, y mañana editaré este capítulo y lo haré más largo, lo siento ;$ un besito(:
lunes, 6 de febrero de 2012
Capítulo 68
- Narra Sonia -
La noche caía. El paisaje estaba iluminado por la nieve blanquecina a la luz de la luna. Esta iba a ser nuestra última noche de vacaciones en los Pirineos. Habían sido siete días muy moviditos, divertidos, y una experiencia para no olvidar.
Estaba sentada en el sofá, cansada ya de tanto tema, reposando mi cabeza sobre un cojín color rosado, mientras observaba un partido de fútbol, con lo aburridos que son, ¿enserio estaba viendo fútbol? no, no me reconocía, llevo mucho tiempo así.
Harry se había ido a la cocina, supongo que a preparar algo para cenar. Se despidió de mi con un beso y me dijo "estaré en la cocina" y rendida le asentí. Echada sobre el cojín, cada vez cerrando más los párpados y sin observar cómo aquella pelota recorría cada lado del campo, una envestida de gente entró por la puerta y me hizó reaccionar de tal modo que me senté precipitadamente de nuevo sobre el sofá, cómo una drogada, aunque con las pintas que debía de llevar, cualquier cosa.
Cómo si una reacción a mil por hora hubiese hecho efecto sobre mi sangre y esta fuera más líquida llegando más rápidamente a mi corazón, noté cómo alguien me abrazaba precipitadamente y me decía alocadatotalmente;
- ¡Soniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! tenemos que hablar, deja de pensar ya en el señor rulitos y ven conmigo que tengo que contarte una cosa. - decía quedándose poco a poco sin aire.
- Aha...aham sí sí. ¿Qué? ¿rulitos? ah, sí ese es mi chico - sonreí cómo una estúpida, ¿estaba drogada de verdad? da igual, él me hacía sentirme a sí. - todavía me costaba reaccionar un poco, pero en nada me despejé y ya no tenía nubes en mi mente.
Liam estaba por ahí, lo localicé y lo ví con Ainara, me entraron unas ganas precipitadas de ir a abrazar y a besar a Harry locamente. ¿Tenía envidía? ¿A qué? si nosotros estamos mejor que ninguna pareja. En fin, lo hicé. Dejé a Tamara en el sofá y está me intentó agarrar pero lo único que consiguió fue quitarme la chaquetan y dejarme con una camiseta negra ceñida de tirantes, a lo que tuve frío y aun abracé más fuerte a Harry.
Corrí por la cocina cómo si nunca lo hubiera visto, cómo una fan, que digo, como una directioner, que es lo que soy, y siempre seré, orgullosa de ello, loca, grité su nombre, me desplacé y me tiré sobre él y ví una sonrisa iluminado su rostro.
Me besó, bueno, eso lo hicé yo, pero se podía notar cómo él también quería hacerlo, no sé a que venía esa adrenalina, esas ganas de romperlo todo, de volver a subir arriba, juro, prometo que no se quién soy, soy una Sonia extrovertida, divertida, loca, pervertida ¿qué hay de la otra Sonia? me temo que ha desaparecido, hace ya unos meses, esos maravillosos tres meses a su lado, junto a su pulsera, su 15-9-11, Harry y Sonia para siempre, sus cosas bonitas, ¡vasta! parezco bipolar, voy a acabar llorando, lo sé, tengo a lo más bonito de este mundo, y no, lo siento, no lo comparto, no esta disponible, y nunca lo estará.
- ¿Qué pasa? - me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, abrazándome cómo nunca lo había hecho.
- Tengo la necesidad de abrazarte así de repente, bueno, cada segundo de mi vida necesito un abrazo, un beso tuyo..
- ¿Sabes que eso no se pide no? - me besó tiernamente y notaba las miradas asesinas de Tamara, ah joder, le había dicho que hablaría con ella, que cabeza.
Cada vez esto se ponía más interesante, había más velocidad en los besos, pero no podía hacerle eso.
- La cocina no es buen lugar. - dice quitando nuestros labios.
- Si lo es.
- No tonto - sonreí
- Tu quieres.
- ¡No soy una cualquiera! - protesté intentando parecer enfadada, pero no podía.
- No, tu eres especial, eres única cómo ninguna.
- Bésame. - le dije.
Me beso y me fuí.
- Lo siento - dije dejando ese beso sin acabar. - Tengo que irme
- ¿Qué tienes que? de eso nada. - dijo acercándome de nuevo a él.
- Tengo que ir a hablar con Tamara, si no se enfadará conmigo.
- Tamara esto, tamara lo otro. Si no fueras mi novia pensaría que tienes algo con ella. - parecía celoso
- Jajajaja - reí sin parecer brusca. - Es que no nos vemos mucho, y necesito estar el mayor tiempo posible con ella.
- Ah, y yo, ¿qué me peten? - protestó pero se rió
- No, eso no. Anda, cállate, que estas tonto. Te quiero - le callé con el dedo anular.
Me fuí a hablar con Tamara y tenía una cara de perro impresionante, ¿tan importante era?
- ¡MUY BIEN EH! me gritó. Tu amiga preocupada de la vida, con unos líos impresionantes y tu vas a tirarte a Harry, otra vez, sí ya veo..
¿Hola? ahora la que se estaba enfadando era yo.
- ¿Sonia? parece que te halla abducido un fantasma. Tía que era de broma.
- YA. Osea, que follándome a Harry ¿no? por lo menos el me comprende. Me "echas de menos" y ¿ahora me vienes así? Tamara, enfin, que eres..
- ¡De lo que no hay! - gritó ella y me abrazo
- No lo sé, pero bipolar sí, y bastante.
- ¿Me quieres?
- Sí, como a una hermana, ya lo sabes tontis, pero, a veces me sueltas cada una.
- Sorry - dijo poniéndome cara de cachorrito
- Bueno, tu dirás, que voy teniendo hambre sabes.
- Max esta loco, casi me pide una cita.
- ¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee? What the fuck? - grité
- Sí.
- Cuenta tía, cuenta. - dije cómo si fuera un culebrón.
- Pues eso, que me ha tirado los tejos.
- ¿Ese tío esta tonto?
- Tonto no lo sé, pero gilipollas sí y un rato.
- Anormal.
- Subnormal.
- Not normal everywhere - termine.
- Ni se te ocurra contarle algo a Zayn. - me dijo preocupada.
- No pensaba hacerlo, buf, no me gustaría verlo así, además, creo que no es que tenga mucha paciencia.
- NADA, absolutamente nada de paciencia.
- Le veo envisitendole, cómo si estuviera en una plaza de toros - empecé a reír, tanto que me dolía el estómago.
- No es gracioso - me clavó una mirada asesina
- Si piensas en toros y hombres desangrandose sí - dije intentando ponerme seria, pero es que me mataba la idea como nada.
- Bueno, ¿y que hago? ¡joder!
- Pero, ¿quién lo sabe? tampoco se tendrá que enterar Liam.
- Eso está claro. Pues, Lou, Ainara, tu y yo, claro. Supongo que Ainara se lo habrá dicho a los demás, pero dije que tuviese discrección.
- Confió en ella. Chica, déjalo, ya se le olvidará - sonreí
- Necesito un abrazo, no, no quiero que Zayn se enfade. - la abracé.
- No lo vas a perder por esa tontería.
- Gracias.
- ¿Gracias? enfin. Creo que será hora de que vayamos llendo, son ya las nueve, pronto cenaremos, y mis tripas van crujiendo.
- Sí tienes razón, aaaaarg. - imitó el ruido de mis tripas e intento reír, y lo consiguió. Me gustaba verla feliz.
Íbamos hacía el salón y estaban Lidia y Ainara con los brazos cruzados, unas caras extrañas, hicieron un movimiento raro y pudimos observar como el resto estaba sentado en la mesa ya, preparados para cenar.
- ¿Ala que? os estamos llamando desde hace años. - decían con el ceño fruncido.
- Ya veniamos es que... - decía.
- Si que si, que se enfría todo - decía Ainara recordandome a mi madre y me empecé a reír y me clavó una mirada asesina que se quedó sobre la mía.
Me senté al lado de Harry y nos empezamos a manchar con la comida, todo volaba.
- ¡Niños! parense ya. - decía Louis.
- Y los niños pobres pasando hambre.. - decía filósoficamente.
- Cállate que has sido tu la que has empezado - me rechistó Ainara
- Eh, con mi niña menos humos eh. - me defendió Harry.
- Pero bueno tu, ¿que le dices a mi Ainara eh? - empezó el otro, y me empecé a reír con las caras que ponían de toros desamansaos.
- Haya paz. - dijo Lidia mientras se abrazaba a Niall. Se notaba que habían arreglado las cosas, ella estaba sobre sus piernas, y él le daba pequeños besos
Liam se fue con Ainara y yo cogí a Harry de la mano, éramos como niños pequeños sin criterio alguno.
Fuí a dejar un vaso de agua a la cocina y estaba Liam hablandole a Ainara.
- ¿Sabes que te quiero? - decía mirándole con aquel brillo tan especial, pero tenía ganas de meter cizaña.
- Ya lo sé. - sonreí forzadamente y me reí profundamente.
- A tí también, pero no me refiero a ese amor.
- ¡Que pocholadica! - dije y me fui, quería dejarlos, no sé porque sabía que surgiría algo más, y no quería tentar a la suerte, entonces me acordé de Ana y fui a buscarla. No la había visto ni a ella ni a Max, ¿Será ella su próxima víctima?
. Mientras tanto, Tamara iba y venía con Zayn pero se veía que no sabía manejar demasiado bien la situación. Entonces, cuándo la luna caía y sólo el cielo estaba iluminado por las estrellas...
La noche caía. El paisaje estaba iluminado por la nieve blanquecina a la luz de la luna. Esta iba a ser nuestra última noche de vacaciones en los Pirineos. Habían sido siete días muy moviditos, divertidos, y una experiencia para no olvidar.
Estaba sentada en el sofá, cansada ya de tanto tema, reposando mi cabeza sobre un cojín color rosado, mientras observaba un partido de fútbol, con lo aburridos que son, ¿enserio estaba viendo fútbol? no, no me reconocía, llevo mucho tiempo así.
Harry se había ido a la cocina, supongo que a preparar algo para cenar. Se despidió de mi con un beso y me dijo "estaré en la cocina" y rendida le asentí. Echada sobre el cojín, cada vez cerrando más los párpados y sin observar cómo aquella pelota recorría cada lado del campo, una envestida de gente entró por la puerta y me hizó reaccionar de tal modo que me senté precipitadamente de nuevo sobre el sofá, cómo una drogada, aunque con las pintas que debía de llevar, cualquier cosa.
Cómo si una reacción a mil por hora hubiese hecho efecto sobre mi sangre y esta fuera más líquida llegando más rápidamente a mi corazón, noté cómo alguien me abrazaba precipitadamente y me decía alocadatotalmente;
- ¡Soniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! tenemos que hablar, deja de pensar ya en el señor rulitos y ven conmigo que tengo que contarte una cosa. - decía quedándose poco a poco sin aire.
- Aha...aham sí sí. ¿Qué? ¿rulitos? ah, sí ese es mi chico - sonreí cómo una estúpida, ¿estaba drogada de verdad? da igual, él me hacía sentirme a sí. - todavía me costaba reaccionar un poco, pero en nada me despejé y ya no tenía nubes en mi mente.
Liam estaba por ahí, lo localicé y lo ví con Ainara, me entraron unas ganas precipitadas de ir a abrazar y a besar a Harry locamente. ¿Tenía envidía? ¿A qué? si nosotros estamos mejor que ninguna pareja. En fin, lo hicé. Dejé a Tamara en el sofá y está me intentó agarrar pero lo único que consiguió fue quitarme la chaquetan y dejarme con una camiseta negra ceñida de tirantes, a lo que tuve frío y aun abracé más fuerte a Harry.
Corrí por la cocina cómo si nunca lo hubiera visto, cómo una fan, que digo, como una directioner, que es lo que soy, y siempre seré, orgullosa de ello, loca, grité su nombre, me desplacé y me tiré sobre él y ví una sonrisa iluminado su rostro.
Me besó, bueno, eso lo hicé yo, pero se podía notar cómo él también quería hacerlo, no sé a que venía esa adrenalina, esas ganas de romperlo todo, de volver a subir arriba, juro, prometo que no se quién soy, soy una Sonia extrovertida, divertida, loca, pervertida ¿qué hay de la otra Sonia? me temo que ha desaparecido, hace ya unos meses, esos maravillosos tres meses a su lado, junto a su pulsera, su 15-9-11, Harry y Sonia para siempre, sus cosas bonitas, ¡vasta! parezco bipolar, voy a acabar llorando, lo sé, tengo a lo más bonito de este mundo, y no, lo siento, no lo comparto, no esta disponible, y nunca lo estará.
- ¿Qué pasa? - me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, abrazándome cómo nunca lo había hecho.
- Tengo la necesidad de abrazarte así de repente, bueno, cada segundo de mi vida necesito un abrazo, un beso tuyo..
- ¿Sabes que eso no se pide no? - me besó tiernamente y notaba las miradas asesinas de Tamara, ah joder, le había dicho que hablaría con ella, que cabeza.
Cada vez esto se ponía más interesante, había más velocidad en los besos, pero no podía hacerle eso.
- La cocina no es buen lugar. - dice quitando nuestros labios.
- Si lo es.
- No tonto - sonreí
- Tu quieres.
- ¡No soy una cualquiera! - protesté intentando parecer enfadada, pero no podía.
- No, tu eres especial, eres única cómo ninguna.
- Bésame. - le dije.
Me beso y me fuí.
- Lo siento - dije dejando ese beso sin acabar. - Tengo que irme
- ¿Qué tienes que? de eso nada. - dijo acercándome de nuevo a él.
- Tengo que ir a hablar con Tamara, si no se enfadará conmigo.
- Tamara esto, tamara lo otro. Si no fueras mi novia pensaría que tienes algo con ella. - parecía celoso
- Jajajaja - reí sin parecer brusca. - Es que no nos vemos mucho, y necesito estar el mayor tiempo posible con ella.
- Ah, y yo, ¿qué me peten? - protestó pero se rió
- No, eso no. Anda, cállate, que estas tonto. Te quiero - le callé con el dedo anular.
Me fuí a hablar con Tamara y tenía una cara de perro impresionante, ¿tan importante era?
- ¡MUY BIEN EH! me gritó. Tu amiga preocupada de la vida, con unos líos impresionantes y tu vas a tirarte a Harry, otra vez, sí ya veo..
¿Hola? ahora la que se estaba enfadando era yo.
- ¿Sonia? parece que te halla abducido un fantasma. Tía que era de broma.
- YA. Osea, que follándome a Harry ¿no? por lo menos el me comprende. Me "echas de menos" y ¿ahora me vienes así? Tamara, enfin, que eres..
- ¡De lo que no hay! - gritó ella y me abrazo
- No lo sé, pero bipolar sí, y bastante.
- ¿Me quieres?
- Sí, como a una hermana, ya lo sabes tontis, pero, a veces me sueltas cada una.
- Sorry - dijo poniéndome cara de cachorrito
- Bueno, tu dirás, que voy teniendo hambre sabes.
- Max esta loco, casi me pide una cita.
- ¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee? What the fuck? - grité
- Sí.
- Cuenta tía, cuenta. - dije cómo si fuera un culebrón.
- Pues eso, que me ha tirado los tejos.
- ¿Ese tío esta tonto?
- Tonto no lo sé, pero gilipollas sí y un rato.
- Anormal.
- Subnormal.
- Not normal everywhere - termine.
- Ni se te ocurra contarle algo a Zayn. - me dijo preocupada.
- No pensaba hacerlo, buf, no me gustaría verlo así, además, creo que no es que tenga mucha paciencia.
- NADA, absolutamente nada de paciencia.
- Le veo envisitendole, cómo si estuviera en una plaza de toros - empecé a reír, tanto que me dolía el estómago.
- No es gracioso - me clavó una mirada asesina
- Si piensas en toros y hombres desangrandose sí - dije intentando ponerme seria, pero es que me mataba la idea como nada.
- Bueno, ¿y que hago? ¡joder!
- Pero, ¿quién lo sabe? tampoco se tendrá que enterar Liam.
- Eso está claro. Pues, Lou, Ainara, tu y yo, claro. Supongo que Ainara se lo habrá dicho a los demás, pero dije que tuviese discrección.
- Confió en ella. Chica, déjalo, ya se le olvidará - sonreí
- Necesito un abrazo, no, no quiero que Zayn se enfade. - la abracé.
- No lo vas a perder por esa tontería.
- Gracias.
- ¿Gracias? enfin. Creo que será hora de que vayamos llendo, son ya las nueve, pronto cenaremos, y mis tripas van crujiendo.
- Sí tienes razón, aaaaarg. - imitó el ruido de mis tripas e intento reír, y lo consiguió. Me gustaba verla feliz.
Íbamos hacía el salón y estaban Lidia y Ainara con los brazos cruzados, unas caras extrañas, hicieron un movimiento raro y pudimos observar como el resto estaba sentado en la mesa ya, preparados para cenar.
- ¿Ala que? os estamos llamando desde hace años. - decían con el ceño fruncido.
- Ya veniamos es que... - decía.
- Si que si, que se enfría todo - decía Ainara recordandome a mi madre y me empecé a reír y me clavó una mirada asesina que se quedó sobre la mía.
Me senté al lado de Harry y nos empezamos a manchar con la comida, todo volaba.
- ¡Niños! parense ya. - decía Louis.
- Y los niños pobres pasando hambre.. - decía filósoficamente.
- Cállate que has sido tu la que has empezado - me rechistó Ainara
- Eh, con mi niña menos humos eh. - me defendió Harry.
- Pero bueno tu, ¿que le dices a mi Ainara eh? - empezó el otro, y me empecé a reír con las caras que ponían de toros desamansaos.
- Haya paz. - dijo Lidia mientras se abrazaba a Niall. Se notaba que habían arreglado las cosas, ella estaba sobre sus piernas, y él le daba pequeños besos
Liam se fue con Ainara y yo cogí a Harry de la mano, éramos como niños pequeños sin criterio alguno.
Fuí a dejar un vaso de agua a la cocina y estaba Liam hablandole a Ainara.
- ¿Sabes que te quiero? - decía mirándole con aquel brillo tan especial, pero tenía ganas de meter cizaña.
- Ya lo sé. - sonreí forzadamente y me reí profundamente.
- A tí también, pero no me refiero a ese amor.
- ¡Que pocholadica! - dije y me fui, quería dejarlos, no sé porque sabía que surgiría algo más, y no quería tentar a la suerte, entonces me acordé de Ana y fui a buscarla. No la había visto ni a ella ni a Max, ¿Será ella su próxima víctima?
. Mientras tanto, Tamara iba y venía con Zayn pero se veía que no sabía manejar demasiado bien la situación. Entonces, cuándo la luna caía y sólo el cielo estaba iluminado por las estrellas...
viernes, 3 de febrero de 2012
Capítulo 67
Entonces, cuándo quería echarlo, se acercó más a mí, escuché unos pasos cerca de la puerta, él agarró mis brazos, yo no quería, pero me besó, pero eso, no era lo peor de todo...
La puerta crujía cada vez más, un rostro lloroso se asomaba a través de ella, un sentimiento de culpabilidad se entrometió en mi cuerpo.
Aparté mis labios lo más rápido posible de los suyos, no quería juntarlos, de hecho, me aparté pero él los acercó. Seguía manteniendo esa misma fuerza, y a los pocos segundos conseguí desprenderme de ellos, y ví cómo Niall tenía su furia metida, y quería tirarme por una ventana, ¿soy tonta? sí, y mucho.
- ¡Te dije que te apartarás! ¡que no quiero nada contigo! te odioooooo. - decía intentando levantarme, irme, irme lejos, yo que sé a dónde, lo único que quería era suicidarme.
- No te irás. - me cogió y me besó de nuevo maliciosamente, a lo que le respondí con una bofetada. Niall, no aguantó más la presión, se acercó a él y se inició una pelea. Entonces, cómo si bipolaridad fuese lo que padeciese, salté una risotada al recordar lo irónico que fue Harry cuándo nos dijo que era campeón de boxeo, siendo que, estaba más que apoderado por mi chico. Ains, mi Nialler que fuerte está.
- ¡Soltaros! ¡Soltaros! - grité pero lo único que hacían era pegarse, dar vueltas una y otra vez por la habitación y no conseguía separarlos. Cada vez me iba sintiendo peor, no quería que acabaramos mal, sólo quería ser feliz a su lado, y que Max se fuera lejos, muy lejos. Salí corriendo a llamar a la gente, no quería que eso acabara tan mal, por una tontería, por una obsesión, por mi culpa.
Gracias a dios, encontré a Louis y a Liam, y vinieron corriendo tras de mí. Consiguieron separarlos, y lo único que escuché a partir de ahí, fue una frase de Liam.
- Me has defraudado. ¿Te peleas con tu propia familia? no mereces tener el mismo apellido que yo. - decía indignado. De camino, le fuí contando toda la historia, lo de que me beso, que eramos algo, y que ahora me hacía la vida imposible, pero sabía que por una parte estaba más de su lado que del mío, son hermanos, tienen la misma sangre.
Sonia no estaba, estaba haciendo de las suyas, y no se había enterado de nada, ya se lo contaré después, aunque pensaba contar con su apoyo. Tamara y Zayn estaban en el salon, hablando de sus cosas, y nosotros estábamos en la tercera planta, por lo que no se debieron de enterar.
Liam se fue enfurecido a hablar todo aquello con su hermano, la verdad, es que me resultó sorprendente que sacará la cara por mí y me ayudará a separarlos, que majos son todos.
Alba vino en busca de Lou, a lo que apareciamos él y yo sosteniendo a Niall que estaba un poco mareado, estaba perdiendo mucha sangre de la nariz, a lo que vino rápidamente a ayudarnos y a preguntar que había ocurrido. Puso cara de sorpresa y nos ayudó a curarle.
- Que bestia. - decía mientras le ayudábamos con las gasas. ¿Ese tío es gilipollas no?
- Nunca me ha traído buena espina. ¿Aun no le ha quedado claro toda la maldita historia? - decía Lou.
- Buf, a mí, es lo peor que me ha pasado en la vida. Yo no quería, enserio.. - decía mirando a Niall.
- Bueno, esto ya esta, yo que tu me dejaría sostenido el algodón, os dejamos solos. - decía Alba y detrás suyo cerraba la puerta Louis y me vocalizó un 'suerte'.
Era mi momento, el de decirle todo, debería de haberselo contado desde el principio, pero, tampoco había tenido tiempo...
- Niall, yo... no fue lo que parece. - decía mientras caían varias lágrimas por mi rostro.
- Ya sé que no quisiste, estaba delante.
- Joder, que lo siento, tendría que haberte contado antes todo.
- ¿Contarme el que? sabes perfectamente que confío en tí. - decía abrazándome
- Es mi ex, Max es mi ex. Tuvimos algo, más que algo, hace tres años, pero se fue, me dejó, lo pasé muy mal, conseguí olvidarlo, y ahora, ha vuelto de nuevo, pero no, yo ya no lo quiero, sólo me ha hecho sufrir. Y, es que, yo ya tengo una persona por la que sonreír, es que, yo sólo te quiero a tí - dije abrazándole más fuerte, cómo si esta fuera una despedida.
- ¿Te he dicho alguna vez que te quiero? - decía mirándome a los ojos.
- ¿Eso es un sí?
- No me iba a enfadar con la persona que más quiero por un psicópata. - No daba a basto a llorar, pero lloraba de alegría, y entonces, me besó y para nosotros, el único mundo que existía, era el nuestro.
- Narra Tamara -
Deje a Zayn porque oí unos ruídos, y él estaba durmiendo, no conozco a hombre más dormilón que él, pero me encantaba verle dormir, y más si era conmigo.
Subí hacía arriba porque pensé que venía de ahí, entonces ví a Lidia con una cara muy ilusionada y la sonreí, por lo visto, debió de arreglar todo, me dijo que teníamos que hablar, que cosas tiene esta chica.
Iba hacía el baño y el idiota de Max me tiró los tejos. ¿Qué pasa? ¿quiere jugar a dos bandas? pues conmigo que no cuente, que le tengo un poquito bastante de asco con todo lo que le ha hecho a una de mis mejores amigas.
- Luego hablamos guapa - arqueó una de sus cejas y lo ignoré, seguí mirando a ver si encontraba algo extraño por aquellos ruidos, pero nada.
No tenía el ni fé, quedará con su abuela, porque conmigo, cómo que le darán calabazas, además, tengo novio.
Me quedé un poco atontada con todo esto de que se fijará en mí, pero somos muchas chicas, además, que paso de él. Decidí ir a contarselo a Sonia, pero no la encontré, entonces fui a hablar con Louis, era como mi mejor amigo, y en poco tiempo le había cogido mucho cariño, y también a las zanahorias.
- ¡Tamara! - me gritó por el pasillo.
- ¡Carrot! - grité sorprendida. Tengo que contarte una cosa, odio a este Max.
- Tu dirás. - dijo ya alcanzándome.
Empecé a contárselo y se quedo todavía más perplejo que yo.
Tenemos que encontrar a Sonia, a ella sabe más sobre estas cosas.
- Tal vez no sea muy bueno en esto, pero yo que tú pasaría de él, sólo quiere hacer daño a las personas, no se parece en nada a Liam.
- Sí, tienes razón, será mejor que haga eso. - Entonces le dí un abrazo y nos fuímos con los demás, a ver si encontrábamos a la otra zanahoria loca del grupo.
Ibamos hacía abajo y nos encontramos con Ainara, nos dijo que Sonia estaba con Harry, como si no supiéramos ya. Le contamos todo, le dijimos que no le dijera nada a Liam, y guardo nuestro secreto. Fuimos a dar un paseo todos y nos iba contando cosas, nunca imagine que sería así, y tampoco a Sonia hablando con ella, en fin, cosas más alucinantes se han visto.
- Pero.. ¿porque lo hiciste? sé que no debería preguntar esto, pero se supone que ya es historia.
- Estábamos borrachos, no me acuerdo..
- Ya, he pasado por eso. ¿Sabes el daño que le hiciste? ¿Qué les hiciste?
- Ya he pedido perdón por todo esto, todos cometemos errores, además, las cosas van sobre ruedas, no estes sacando la mugre del pasado..
- Sí tienes razón, sólo quería saberlo..
No quisó decírmelo, esta guarrilla pelirroja tenía algo ocultó, pero de todas formas, el pasado pasado está y se deja querer, y además, esta con nuestro Liam, y son felices. ¿Se puede pedir algo más?
Volvímos a casa y ví a Sonia sentada en el sofá, no dude en ir corriendo a contarle todo lo que había sucedido por la tarde. Liam recibió a Ainara con una amplia sonrisa, esta se la devolvió, se apartaron de nosotros y se empezaron a besar. Se susurraban cosas, se oían risas, no sé porque, se veía a millas que eran felices. Era ya casi de noches.
La puerta crujía cada vez más, un rostro lloroso se asomaba a través de ella, un sentimiento de culpabilidad se entrometió en mi cuerpo.
Aparté mis labios lo más rápido posible de los suyos, no quería juntarlos, de hecho, me aparté pero él los acercó. Seguía manteniendo esa misma fuerza, y a los pocos segundos conseguí desprenderme de ellos, y ví cómo Niall tenía su furia metida, y quería tirarme por una ventana, ¿soy tonta? sí, y mucho.
- ¡Te dije que te apartarás! ¡que no quiero nada contigo! te odioooooo. - decía intentando levantarme, irme, irme lejos, yo que sé a dónde, lo único que quería era suicidarme.
- No te irás. - me cogió y me besó de nuevo maliciosamente, a lo que le respondí con una bofetada. Niall, no aguantó más la presión, se acercó a él y se inició una pelea. Entonces, cómo si bipolaridad fuese lo que padeciese, salté una risotada al recordar lo irónico que fue Harry cuándo nos dijo que era campeón de boxeo, siendo que, estaba más que apoderado por mi chico. Ains, mi Nialler que fuerte está.
- ¡Soltaros! ¡Soltaros! - grité pero lo único que hacían era pegarse, dar vueltas una y otra vez por la habitación y no conseguía separarlos. Cada vez me iba sintiendo peor, no quería que acabaramos mal, sólo quería ser feliz a su lado, y que Max se fuera lejos, muy lejos. Salí corriendo a llamar a la gente, no quería que eso acabara tan mal, por una tontería, por una obsesión, por mi culpa.
Gracias a dios, encontré a Louis y a Liam, y vinieron corriendo tras de mí. Consiguieron separarlos, y lo único que escuché a partir de ahí, fue una frase de Liam.
- Me has defraudado. ¿Te peleas con tu propia familia? no mereces tener el mismo apellido que yo. - decía indignado. De camino, le fuí contando toda la historia, lo de que me beso, que eramos algo, y que ahora me hacía la vida imposible, pero sabía que por una parte estaba más de su lado que del mío, son hermanos, tienen la misma sangre.
Sonia no estaba, estaba haciendo de las suyas, y no se había enterado de nada, ya se lo contaré después, aunque pensaba contar con su apoyo. Tamara y Zayn estaban en el salon, hablando de sus cosas, y nosotros estábamos en la tercera planta, por lo que no se debieron de enterar.
Liam se fue enfurecido a hablar todo aquello con su hermano, la verdad, es que me resultó sorprendente que sacará la cara por mí y me ayudará a separarlos, que majos son todos.
Alba vino en busca de Lou, a lo que apareciamos él y yo sosteniendo a Niall que estaba un poco mareado, estaba perdiendo mucha sangre de la nariz, a lo que vino rápidamente a ayudarnos y a preguntar que había ocurrido. Puso cara de sorpresa y nos ayudó a curarle.
- Que bestia. - decía mientras le ayudábamos con las gasas. ¿Ese tío es gilipollas no?
- Nunca me ha traído buena espina. ¿Aun no le ha quedado claro toda la maldita historia? - decía Lou.
- Buf, a mí, es lo peor que me ha pasado en la vida. Yo no quería, enserio.. - decía mirando a Niall.
- Bueno, esto ya esta, yo que tu me dejaría sostenido el algodón, os dejamos solos. - decía Alba y detrás suyo cerraba la puerta Louis y me vocalizó un 'suerte'.
Era mi momento, el de decirle todo, debería de haberselo contado desde el principio, pero, tampoco había tenido tiempo...
- Niall, yo... no fue lo que parece. - decía mientras caían varias lágrimas por mi rostro.
- Ya sé que no quisiste, estaba delante.
- Joder, que lo siento, tendría que haberte contado antes todo.
- ¿Contarme el que? sabes perfectamente que confío en tí. - decía abrazándome
- Es mi ex, Max es mi ex. Tuvimos algo, más que algo, hace tres años, pero se fue, me dejó, lo pasé muy mal, conseguí olvidarlo, y ahora, ha vuelto de nuevo, pero no, yo ya no lo quiero, sólo me ha hecho sufrir. Y, es que, yo ya tengo una persona por la que sonreír, es que, yo sólo te quiero a tí - dije abrazándole más fuerte, cómo si esta fuera una despedida.
- ¿Te he dicho alguna vez que te quiero? - decía mirándome a los ojos.
- ¿Eso es un sí?
- No me iba a enfadar con la persona que más quiero por un psicópata. - No daba a basto a llorar, pero lloraba de alegría, y entonces, me besó y para nosotros, el único mundo que existía, era el nuestro.
- Narra Tamara -
Deje a Zayn porque oí unos ruídos, y él estaba durmiendo, no conozco a hombre más dormilón que él, pero me encantaba verle dormir, y más si era conmigo.
Subí hacía arriba porque pensé que venía de ahí, entonces ví a Lidia con una cara muy ilusionada y la sonreí, por lo visto, debió de arreglar todo, me dijo que teníamos que hablar, que cosas tiene esta chica.
Iba hacía el baño y el idiota de Max me tiró los tejos. ¿Qué pasa? ¿quiere jugar a dos bandas? pues conmigo que no cuente, que le tengo un poquito bastante de asco con todo lo que le ha hecho a una de mis mejores amigas.
- Luego hablamos guapa - arqueó una de sus cejas y lo ignoré, seguí mirando a ver si encontraba algo extraño por aquellos ruidos, pero nada.
No tenía el ni fé, quedará con su abuela, porque conmigo, cómo que le darán calabazas, además, tengo novio.
Me quedé un poco atontada con todo esto de que se fijará en mí, pero somos muchas chicas, además, que paso de él. Decidí ir a contarselo a Sonia, pero no la encontré, entonces fui a hablar con Louis, era como mi mejor amigo, y en poco tiempo le había cogido mucho cariño, y también a las zanahorias.
- ¡Tamara! - me gritó por el pasillo.
- ¡Carrot! - grité sorprendida. Tengo que contarte una cosa, odio a este Max.
- Tu dirás. - dijo ya alcanzándome.
Empecé a contárselo y se quedo todavía más perplejo que yo.
Tenemos que encontrar a Sonia, a ella sabe más sobre estas cosas.
- Tal vez no sea muy bueno en esto, pero yo que tú pasaría de él, sólo quiere hacer daño a las personas, no se parece en nada a Liam.
- Sí, tienes razón, será mejor que haga eso. - Entonces le dí un abrazo y nos fuímos con los demás, a ver si encontrábamos a la otra zanahoria loca del grupo.
Ibamos hacía abajo y nos encontramos con Ainara, nos dijo que Sonia estaba con Harry, como si no supiéramos ya. Le contamos todo, le dijimos que no le dijera nada a Liam, y guardo nuestro secreto. Fuimos a dar un paseo todos y nos iba contando cosas, nunca imagine que sería así, y tampoco a Sonia hablando con ella, en fin, cosas más alucinantes se han visto.
- Pero.. ¿porque lo hiciste? sé que no debería preguntar esto, pero se supone que ya es historia.
- Estábamos borrachos, no me acuerdo..
- Ya, he pasado por eso. ¿Sabes el daño que le hiciste? ¿Qué les hiciste?
- Ya he pedido perdón por todo esto, todos cometemos errores, además, las cosas van sobre ruedas, no estes sacando la mugre del pasado..
- Sí tienes razón, sólo quería saberlo..
No quisó decírmelo, esta guarrilla pelirroja tenía algo ocultó, pero de todas formas, el pasado pasado está y se deja querer, y además, esta con nuestro Liam, y son felices. ¿Se puede pedir algo más?
Volvímos a casa y ví a Sonia sentada en el sofá, no dude en ir corriendo a contarle todo lo que había sucedido por la tarde. Liam recibió a Ainara con una amplia sonrisa, esta se la devolvió, se apartaron de nosotros y se empezaron a besar. Se susurraban cosas, se oían risas, no sé porque, se veía a millas que eran felices. Era ya casi de noches.
jueves, 2 de febrero de 2012
Capítulo 66
Algo se sentó a mi lado y pensé que era Max. Giré mi mirada al otro lado, y después volví a la posición normal, no era ningún alienigena, así que supongo que no tenía que tenerle miedo. Volteé hacía su lado y expulsé todo el aire que había recogido, no no era él.
- Amm, Hola - dije intentando no parecer nerviosa.
- Ni que no me hubieras visto nunca chica, soy Ana, siempre lo he sido.
- Que va, no me pasa nada, como si todavía no me conocieses - intenté disimular.
Se produjo un corto e incómodo silencio que era inaguantable. Decidí preguntar que que era lo que hacía.
- Bueno.. ¿y qué haces aquí? estoy cansada de mirar a las paredes y las ventanas - dije mientras me mordía las uñas.
- Em.. tydtrtes. ¡Que no aguanto más!
Ya sabía a lo que se refería, además se le notaba el nerviosismo en la voz. Venga, ya lo que me faltaba, tener que pensar en dos cosas a la vez, en fin, para eso estamos las amigas, supongo.
- ¿Qué pasa? - dije haciéndome la interesada.
- No puedo seguir así, soy incapaz de mirar a mi alrededor, sólo veo Max, Max, Max y Max.
- Se fijará en tí, ya lo verás - sonreí
- Sí, jajaja - soltó una risita irónica.
- Que sí, mirame, yo decía eso hace unos meses, y estoy con Harry. ¿algo más imposible que eso? - intenté consolarla.
- Bueno, lo tomaré como un cumplido - sonrió.
La dejé en el sofá y me fuí a ver que tiempo hacía. Sí, frío. De ese frío que se te mete en los huesos, y encima, ese viento que te golpea la cara salvajemente y encima te deja como si no te hubieras peinado en tres años.
Se oían risotadas de fondo, me asomé por un gran ventana y ví cómo se partían de risa Tamara y Lou. Eran tal para cuál, la verdad, es que si se hubieran conocido antes, ahora serían inseparables, pero va a hacer falta poco tiempo para que eso suceda, son muy semejantes en todo, ¿hay personas más locas que ellos? uno sueña con zanahorias y la otra con conquistar un mundo. ¿Esto es Mario Bros? ah no, que es Mario Party, es mi vida y doy gracias por tenerla y que así sea, cómo de dibujos animados y tan excesivamente cómica y cruel.
Un escalofrío recorrío mi cuerpo, si, debía de ir volviendo para adentro, si no quería coger una neumonía o algo parecido. Ajusté más mis guantes a mis manos, iba a ir adentro y me cogieron por la cintura.
- ¿Qué haces aquí solita? - me dijo una voz seductora en el oído, una voz que para nada podría olvidar, que rondaba en mi cabeza cada segundo de mi vida, y era tan importante para mí; la suya.
- Esperar a un príncipe que me lleve a palacio. ¿No conocerá usted a uno?
- La verdad, no. Pero, yo estaba buscando a mi princesa, ¿la ha visto? - dijo siguiéndome el royo.
- Sabes, creo que lo he encontrado - sonreí.
- Sí, yo también la he encontrado, la estoy viendo, y ahora voy a hacer esto - me besó.
- ¿Sabes qué?
- ¿Qué? - dijo acercándose cada vez más a mí.
- Que te quiero - le callé con un beso.
Me cogió de la mano y nos fuimos corriendo hacía adentro.
- ¿A dónde vas tan rápido? - pregunté con una amplia sonrisa.
- Ya lo sabes, no preguntes obviedades - me sonrió mientras corriamos hacía la habitación.
Menudo día. Be happiness. - pensé.
- Narra Lidia-
Todos seguían igual, y los soniditos permanecían de fondo, y yo aquí comiéndome la cabeza, intentado arreglar todo esto, ¿porqué? ¿porqué a mí? con lo bien que estaba con Niall.
Después de tanto tiempo, conseguí, conseguí algo imposible, olvídarlo. Antes, mi cabeza, mi cerebro sólo reproducía una misma palabra sucesivas veces " Max, Max, Max, Max" y por mucho que yo quisiera sacarlo de mi cabeza, mi corazón me decía que no, lo tenía muy engañado.
Me dejó tirada, se fue, le importó lo que es nada que yo me quedará aquí y el se fuera a vivir fuera, a crear una nueva vida. Pues, si es nueva, ¿la creas de cero no? total, los demás no te importamos.
Meses, meses fueron los que me pegue llorándole a la almohada, suplicando su vuelta, una llamada telefónica, un abrazo, un beso, cualquier cosa que fuera suya, ¿para que? para que todo fuera igual, una pérdida, una estúpida pérdida de tiempo. Ese ha sido uno de los mayores errores de mi vida. Ahora, cuándo todo vuelve a la normalidad, cuándo he podido volver a salir a la calle sin sentir cosas extrañas, sonreír sin que fuera de forma forzada, dejar de tener los ojos hinchados, y mirar para adelante pase lo que pase, me aparece en casa, y además, casualmente cuándo estamos todos, de vacaciones, que bonito.
Algo esta jugando conmigo, y, ya vasta, este jueguecito de los cojones es cansino como el solo, y no quiero sufrir más. ¿No tiene significado la palabra felicidad en mí? pues no me parece bien, me niego.
Desde que ví a Niall sentí esa cálida y fantástica sensación en el estómago, me enamoré rápidamente de él cómo de nadie lo había hecho. Estábamos muy juntos. Nuestros labios se rozaron, sentimos una explosión de pasión y ahí surgió todo. Tal vez sea una chica fácil, no sé, pero yo no salgo así como así con alguien, si lo hago es porque lo quiero de verdad. Y nadie, nadie sabe lo que es que tu ídolo te traiga el desayuno a la cama, te dé un beso y te diga "buenos días princesa", muy pocas personas tenemos esa gran suerte. Pero, a mí siempre me pasa lo mismo,cuándo tengo a lo que más quiero en mi regazo, me lo quitan de las manos, y no. No va a volver a suceder, si tengo que tirar a Max por la ventana, darle un sartenazo, o echarlo del bungalow, lo haré, porque es lo que se merece, y yo, sólo quiero a una persona, porque haré lo que sienta mi corazón, porque le quiero a él; Niall James Horan.
Estaba sentada en mi cama, perdida en mis pensamientos, conectada a las ondas sonoras de la canción "One thing" pensando en todo esto, y en lo que deseaba perder de vista a Max, porque ahora, lo único que le tenía, y le iba cogiendo cada vez más es asco. Mucho asco.
' So get up, get up, get up of my head'
Ya lo decía la canción, no tenía porque volver.
Entonces, cuándo acababa la canción, tocaba mis rizos, y pensaba en la fantástica sonrisa de Niall, entro el Rey de Roma.
- Tenemos que hablar - dijo.
- ¿Qué? no te oigo - dije subiendo el vólumen de mis cascos, y el estribillo de One thing se repetía por última vez. - ¿¡No lo estas oyendo!? ¡que te vayas! ¡Vete!
Entonces, cuándo quería echarlo, se acerco más a mí, escuché unos pasos cerca de la puerta, él agarró mis brazos, yo no quería, pero me besó, pero eso, no era lo peor de todo...
- Comentad, please.
- Amm, Hola - dije intentando no parecer nerviosa.
- Ni que no me hubieras visto nunca chica, soy Ana, siempre lo he sido.
- Que va, no me pasa nada, como si todavía no me conocieses - intenté disimular.
Se produjo un corto e incómodo silencio que era inaguantable. Decidí preguntar que que era lo que hacía.
- Bueno.. ¿y qué haces aquí? estoy cansada de mirar a las paredes y las ventanas - dije mientras me mordía las uñas.
- Em.. tydtrtes. ¡Que no aguanto más!
Ya sabía a lo que se refería, además se le notaba el nerviosismo en la voz. Venga, ya lo que me faltaba, tener que pensar en dos cosas a la vez, en fin, para eso estamos las amigas, supongo.
- ¿Qué pasa? - dije haciéndome la interesada.
- No puedo seguir así, soy incapaz de mirar a mi alrededor, sólo veo Max, Max, Max y Max.
- Se fijará en tí, ya lo verás - sonreí
- Sí, jajaja - soltó una risita irónica.
- Que sí, mirame, yo decía eso hace unos meses, y estoy con Harry. ¿algo más imposible que eso? - intenté consolarla.
- Bueno, lo tomaré como un cumplido - sonrió.
La dejé en el sofá y me fuí a ver que tiempo hacía. Sí, frío. De ese frío que se te mete en los huesos, y encima, ese viento que te golpea la cara salvajemente y encima te deja como si no te hubieras peinado en tres años.
Se oían risotadas de fondo, me asomé por un gran ventana y ví cómo se partían de risa Tamara y Lou. Eran tal para cuál, la verdad, es que si se hubieran conocido antes, ahora serían inseparables, pero va a hacer falta poco tiempo para que eso suceda, son muy semejantes en todo, ¿hay personas más locas que ellos? uno sueña con zanahorias y la otra con conquistar un mundo. ¿Esto es Mario Bros? ah no, que es Mario Party, es mi vida y doy gracias por tenerla y que así sea, cómo de dibujos animados y tan excesivamente cómica y cruel.
Un escalofrío recorrío mi cuerpo, si, debía de ir volviendo para adentro, si no quería coger una neumonía o algo parecido. Ajusté más mis guantes a mis manos, iba a ir adentro y me cogieron por la cintura.
- ¿Qué haces aquí solita? - me dijo una voz seductora en el oído, una voz que para nada podría olvidar, que rondaba en mi cabeza cada segundo de mi vida, y era tan importante para mí; la suya.
- Esperar a un príncipe que me lleve a palacio. ¿No conocerá usted a uno?
- La verdad, no. Pero, yo estaba buscando a mi princesa, ¿la ha visto? - dijo siguiéndome el royo.
- Sabes, creo que lo he encontrado - sonreí.
- Sí, yo también la he encontrado, la estoy viendo, y ahora voy a hacer esto - me besó.
- ¿Sabes qué?
- ¿Qué? - dijo acercándose cada vez más a mí.
- Que te quiero - le callé con un beso.
Me cogió de la mano y nos fuimos corriendo hacía adentro.
- ¿A dónde vas tan rápido? - pregunté con una amplia sonrisa.
- Ya lo sabes, no preguntes obviedades - me sonrió mientras corriamos hacía la habitación.
Menudo día. Be happiness. - pensé.
- Narra Lidia-
Todos seguían igual, y los soniditos permanecían de fondo, y yo aquí comiéndome la cabeza, intentado arreglar todo esto, ¿porqué? ¿porqué a mí? con lo bien que estaba con Niall.
Después de tanto tiempo, conseguí, conseguí algo imposible, olvídarlo. Antes, mi cabeza, mi cerebro sólo reproducía una misma palabra sucesivas veces " Max, Max, Max, Max" y por mucho que yo quisiera sacarlo de mi cabeza, mi corazón me decía que no, lo tenía muy engañado.
Me dejó tirada, se fue, le importó lo que es nada que yo me quedará aquí y el se fuera a vivir fuera, a crear una nueva vida. Pues, si es nueva, ¿la creas de cero no? total, los demás no te importamos.
Meses, meses fueron los que me pegue llorándole a la almohada, suplicando su vuelta, una llamada telefónica, un abrazo, un beso, cualquier cosa que fuera suya, ¿para que? para que todo fuera igual, una pérdida, una estúpida pérdida de tiempo. Ese ha sido uno de los mayores errores de mi vida. Ahora, cuándo todo vuelve a la normalidad, cuándo he podido volver a salir a la calle sin sentir cosas extrañas, sonreír sin que fuera de forma forzada, dejar de tener los ojos hinchados, y mirar para adelante pase lo que pase, me aparece en casa, y además, casualmente cuándo estamos todos, de vacaciones, que bonito.
Algo esta jugando conmigo, y, ya vasta, este jueguecito de los cojones es cansino como el solo, y no quiero sufrir más. ¿No tiene significado la palabra felicidad en mí? pues no me parece bien, me niego.
Desde que ví a Niall sentí esa cálida y fantástica sensación en el estómago, me enamoré rápidamente de él cómo de nadie lo había hecho. Estábamos muy juntos. Nuestros labios se rozaron, sentimos una explosión de pasión y ahí surgió todo. Tal vez sea una chica fácil, no sé, pero yo no salgo así como así con alguien, si lo hago es porque lo quiero de verdad. Y nadie, nadie sabe lo que es que tu ídolo te traiga el desayuno a la cama, te dé un beso y te diga "buenos días princesa", muy pocas personas tenemos esa gran suerte. Pero, a mí siempre me pasa lo mismo,cuándo tengo a lo que más quiero en mi regazo, me lo quitan de las manos, y no. No va a volver a suceder, si tengo que tirar a Max por la ventana, darle un sartenazo, o echarlo del bungalow, lo haré, porque es lo que se merece, y yo, sólo quiero a una persona, porque haré lo que sienta mi corazón, porque le quiero a él; Niall James Horan.
Estaba sentada en mi cama, perdida en mis pensamientos, conectada a las ondas sonoras de la canción "One thing" pensando en todo esto, y en lo que deseaba perder de vista a Max, porque ahora, lo único que le tenía, y le iba cogiendo cada vez más es asco. Mucho asco.
' So get up, get up, get up of my head'
Ya lo decía la canción, no tenía porque volver.
Entonces, cuándo acababa la canción, tocaba mis rizos, y pensaba en la fantástica sonrisa de Niall, entro el Rey de Roma.
- Tenemos que hablar - dijo.
- ¿Qué? no te oigo - dije subiendo el vólumen de mis cascos, y el estribillo de One thing se repetía por última vez. - ¿¡No lo estas oyendo!? ¡que te vayas! ¡Vete!
Entonces, cuándo quería echarlo, se acerco más a mí, escuché unos pasos cerca de la puerta, él agarró mis brazos, yo no quería, pero me besó, pero eso, no era lo peor de todo...
- Comentad, please.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Capítulo 65
Acabamos todos en la mesa y acabamos sentados con nuestras respectivas parejas y en la parte central Max, mientras Lidia intentaba quitarle el ojo de encima, todo el rato se sentía observada por su presencia y se juntó más con Niall. Se podía sentir un poco de tensión. De pronto bajó Tamara y detrás de ella Zayn, la verdad es que no me acordaba de que no la había visto casi en todo el día. Zayn los presentó y se sentaron en los dos últimos sitios restantes y yo le hicé una mirada a Tamara de cómo " que, ya has estado de tema, ¿no?" aquí la gente no pierde oportunidad de nada de nada.
Nos terminamos todo rápido y ayudamos a recoger la mesa, a lo que le regalé una sonrisa a Harry de camino y una vez dejé lo que llevaba en las manos, me crucé con Lou y le dijé que teníamos que hablar. Quería contarle todo esto, no, no quería que una de mis mejores amigas lo pasara mal por culpa de un incrédulo e hipócrita de persona, y tampoco que mi pequeño Niall sufriese por este estúpido.
Lidia intentaba actuar lo mejor posible, pero no le salía todo tan bien. Niall salió de la cocina y la abrazó por la cintura y le susurró al oído
- ¿Te pasa algo cariño? - decía sujetándola.
- No.. sólo que creo que he comido demasiado.
- Tómate algo si eso - le sonrió.
- No, creo que ya estoy mejor - hizo una pequeña sonrisa forzada.
- Te veo arriba - le besó la mejilla y Niall se subió. Llevaba dos películas, otra vez tarde románticona.
Liam y Ainara se fueron 'a dormir' si es que iban a conciliar el sueño, eran demasiado activos. Louis estaba con Alba en el jardín nevado, en el cuál se podía apreciar cómo la nieve caía deslizadamente desde la cumbre y empinada montaña.
El paradero de Zayn era desconocido, y Tamara aparecío por mis espaldas y me dió un susto.
- ¡Bu! - gritó desde el otro lado, haciéndome chillar y ponerseme los pelos de gallina. Soy miedosa.
- ¡Ahhhhhh! joder que eres tú, ¿no puedes aparecer de otra forma? - dije calentándome con el movimiento de mis brazos.
- Quería hablar contigo, y ahora aquí en el salón no hay nadie.
- Lo sé, se deja ver que esta solitario y tu vas y me apareces de esta forma, tontis - le hice una sonrisa forzada.
- ¿No te das cuenta de cómo actúan Lidia y Niall? están muy extraños, más que nada ella. No la había visto nunca así.
- Es una larga historia.. la única que la sabe soy yo y Harry, porque se la he contado, la he estado viviendo.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Tan malo es? - dijó abalaceándome de un lado a otro esperando respuesta, impaciente.
- Son ex.
- Ahám. Todo lo deja más claro. ¿Lo quiere? dios, Niall lo pasará fatal, y hacen una pareja tan bonita... - decía perdiéndose en sus comentarios.
- No, no es eso. Exactamente lo contrario.
- Max, ¿Max los quiere separar? dime que no, es una orden - me dijó con cara de asesina
- Eso he oído. Luchará y hará lo que sea para que le vuelva a querer y salga victorioso.
- Pero, ¡no! no podemos dejar que haga lo que el quiera.
- No lo quiere, ella quiere estar con Niall, cuándo mejor estaban van y aparecen.
Se oían unos pasos a nuestro alrededor y cambiamos de tema y la conversación fue más densa. Unos mocasines marrones chocaron con mis deportivas desgastadas y una voz se acerco por detrás de mí y dijó
- ¿De qué habláis? - era Louis
- Lou, tenemos que hablar - le dije. Bueno, exactamente estamos hablando de lo que quería decirte, así que sumáte a la conversación, todo esto es tan complicado..
- Contádme, soy todo oídos. - dijo y se sentó con nosotras en el sofá color beige. Tamara asintió con la cabeza que podía continuar.
- ¡Oh dios! - dijo llevándose la mano a la boca, poniendo expresión de sorpresa y con cara cómica, después dejo su gesto más serio. ¿Qué podemos hacer?
- No lo sé... es que.. ¿por qué coño tiene que venir? arg. - resoplé.
- Liam no debe enterarse de todo esto.. - dijo Tamara.
- No, para nada porfavor, le decepcionariamos, añora mucho a su hermano y lo ve cada siglos. - añadió Louis.
- He pensado, que de algún modo podríamos reunir a Lidia con Niall en algún lugar cercano de aquí y dejar a Liam visitando el pueblo con su hermano o algo parecido, entonces hablariamos de todo esto e intentaríamos sacar algo en bruto y encontrarle una solución por pequeña que sea.
- Sí, tienes razón. Pensaré algo mientras duerma con la almohada, adiós me voy a echar una cabezadita, luego me avisáis si habéis quedado en algo más - decía mi amiga mientras alejaba sus pasos de nosotros.
- Voy a hablar con los chicos, les contaré todo esto y luego te digo si hemos dicho algún lugar determinado en el que reunirnos mañana, hasta luego pequeña - dijo besando mi mejilla y abandonando la casa, estaba sola en el sofá y alguien se acerco a mi lado y se sentó. Mi cuerpo fue recorrido por un escalofrío, pero menos mal que no era él.
¡Hola chicas! ¿Qué tal? Quería avisaros de que he decidido que esta historia será más larga porque no le veo fin, y por lo tanto tendrá más de 70 capítulos cómo dije anteriormente. ¿Curiosidad? la verdad es que aun no tengo un final decidido, pero prometo que no será muy dramático si finalmente opto por esa opción, aunque no estoy todavía muy segura de ello.
Estoy super contenta de que hoy se nos haga mayor nuestro Harry, de que ya cumpla dieciocho añazos y que haya sido TT. Y además se ha confirmado que One Direction visitará España este año o el que viene, seguramente este, asi que, ¿algo más por lo que sonreír? un beso, xx
Nos terminamos todo rápido y ayudamos a recoger la mesa, a lo que le regalé una sonrisa a Harry de camino y una vez dejé lo que llevaba en las manos, me crucé con Lou y le dijé que teníamos que hablar. Quería contarle todo esto, no, no quería que una de mis mejores amigas lo pasara mal por culpa de un incrédulo e hipócrita de persona, y tampoco que mi pequeño Niall sufriese por este estúpido.
Lidia intentaba actuar lo mejor posible, pero no le salía todo tan bien. Niall salió de la cocina y la abrazó por la cintura y le susurró al oído
- ¿Te pasa algo cariño? - decía sujetándola.
- No.. sólo que creo que he comido demasiado.
- Tómate algo si eso - le sonrió.
- No, creo que ya estoy mejor - hizo una pequeña sonrisa forzada.
- Te veo arriba - le besó la mejilla y Niall se subió. Llevaba dos películas, otra vez tarde románticona.
Liam y Ainara se fueron 'a dormir' si es que iban a conciliar el sueño, eran demasiado activos. Louis estaba con Alba en el jardín nevado, en el cuál se podía apreciar cómo la nieve caía deslizadamente desde la cumbre y empinada montaña.
El paradero de Zayn era desconocido, y Tamara aparecío por mis espaldas y me dió un susto.
- ¡Bu! - gritó desde el otro lado, haciéndome chillar y ponerseme los pelos de gallina. Soy miedosa.
- ¡Ahhhhhh! joder que eres tú, ¿no puedes aparecer de otra forma? - dije calentándome con el movimiento de mis brazos.
- Quería hablar contigo, y ahora aquí en el salón no hay nadie.
- Lo sé, se deja ver que esta solitario y tu vas y me apareces de esta forma, tontis - le hice una sonrisa forzada.
- ¿No te das cuenta de cómo actúan Lidia y Niall? están muy extraños, más que nada ella. No la había visto nunca así.
- Es una larga historia.. la única que la sabe soy yo y Harry, porque se la he contado, la he estado viviendo.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Tan malo es? - dijó abalaceándome de un lado a otro esperando respuesta, impaciente.
- Son ex.
- Ahám. Todo lo deja más claro. ¿Lo quiere? dios, Niall lo pasará fatal, y hacen una pareja tan bonita... - decía perdiéndose en sus comentarios.
- No, no es eso. Exactamente lo contrario.
- Max, ¿Max los quiere separar? dime que no, es una orden - me dijó con cara de asesina
- Eso he oído. Luchará y hará lo que sea para que le vuelva a querer y salga victorioso.
- Pero, ¡no! no podemos dejar que haga lo que el quiera.
- No lo quiere, ella quiere estar con Niall, cuándo mejor estaban van y aparecen.
Se oían unos pasos a nuestro alrededor y cambiamos de tema y la conversación fue más densa. Unos mocasines marrones chocaron con mis deportivas desgastadas y una voz se acerco por detrás de mí y dijó
- ¿De qué habláis? - era Louis
- Lou, tenemos que hablar - le dije. Bueno, exactamente estamos hablando de lo que quería decirte, así que sumáte a la conversación, todo esto es tan complicado..
- Contádme, soy todo oídos. - dijo y se sentó con nosotras en el sofá color beige. Tamara asintió con la cabeza que podía continuar.
- ¡Oh dios! - dijo llevándose la mano a la boca, poniendo expresión de sorpresa y con cara cómica, después dejo su gesto más serio. ¿Qué podemos hacer?
- No lo sé... es que.. ¿por qué coño tiene que venir? arg. - resoplé.
- Liam no debe enterarse de todo esto.. - dijo Tamara.
- No, para nada porfavor, le decepcionariamos, añora mucho a su hermano y lo ve cada siglos. - añadió Louis.
- He pensado, que de algún modo podríamos reunir a Lidia con Niall en algún lugar cercano de aquí y dejar a Liam visitando el pueblo con su hermano o algo parecido, entonces hablariamos de todo esto e intentaríamos sacar algo en bruto y encontrarle una solución por pequeña que sea.
- Sí, tienes razón. Pensaré algo mientras duerma con la almohada, adiós me voy a echar una cabezadita, luego me avisáis si habéis quedado en algo más - decía mi amiga mientras alejaba sus pasos de nosotros.
- Voy a hablar con los chicos, les contaré todo esto y luego te digo si hemos dicho algún lugar determinado en el que reunirnos mañana, hasta luego pequeña - dijo besando mi mejilla y abandonando la casa, estaba sola en el sofá y alguien se acerco a mi lado y se sentó. Mi cuerpo fue recorrido por un escalofrío, pero menos mal que no era él.
¡Hola chicas! ¿Qué tal? Quería avisaros de que he decidido que esta historia será más larga porque no le veo fin, y por lo tanto tendrá más de 70 capítulos cómo dije anteriormente. ¿Curiosidad? la verdad es que aun no tengo un final decidido, pero prometo que no será muy dramático si finalmente opto por esa opción, aunque no estoy todavía muy segura de ello.
Estoy super contenta de que hoy se nos haga mayor nuestro Harry, de que ya cumpla dieciocho añazos y que haya sido TT. Y además se ha confirmado que One Direction visitará España este año o el que viene, seguramente este, asi que, ¿algo más por lo que sonreír? un beso, xx
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