Entonces, cuándo la luna caía y sólo el cielo estaba iluminado por las estrellas...
Estaban afuera. Primero se sentó Zayn, y después ella. No podía seguir viéndolos, si me descubriesen, me matarían, así que sólo miré un poco y me fuí, tengo mejores cosas que hacer que fastidiar un momento en el que no debería de estar.
Cerré la puerta sigilosamente y pensé "Sonia, será mejor que te vayas, si no quieres cagarla, cómo de costumbre" y me subí para arriba, a terminar bien el día, mañana madrugaremos para llegar pronto y coger de nuevo la rutina, ya estamos a 22 de diciembre, y tenemos la nochebuena a cuestas.
- Narra Tamara -
Salimos afuera y sentía cómo los nervios alcanzaban cada una de las extremidades de mi cuerpo. Estaba con un cigarro en su mano izquierda. ¿Qué hace fumando? odio que fume, no, tiene que dejarlo. Se sentó y me hizó una señal para que me pusiera a su lado. Tenía una cara entre tristeza y decepción y a mí, simplemente se me rompía el corazón pedazo por pedazo.
¿Qué pasaba? joder, cada segundo era más matador, doloroso, y sólo veía cómo salía el humo de su boca y tenía ganas de besarlo.
Pasaban minutos incómodos, el silencio era entrometido y una voz calmó el ambiente.
- ¿Porqué?
- ¿Porqué?
- ¿Porqué me haces esto? ¿Porqué no me lo has dicho?.. - decía Zayn
Sabía ya todo. Joder, que coño,¿quién lo ha hecho? sólo, sólo necesitaba un poco de tiempo para poderselo decir yo misma, pero no...
- Yo.. yo no hicé nada.. iba-iba a contártelo, pe-pero... - tartamudeaba, y sostenía mi cabeza con mis brazos sobre mis rodillas inmóvilizadas.
- Creía que las parejas se contaban todo...
- Pe-pero, sí yo, ¡Zayn! - no sabía ni siquiera que decir, me faltaban las palabras y me sobraban los sentimientos, quería morirme.
- ¡No te vayas! - decía agarrándole de brazo sin dejarle de mirar, pero tenía la vista cara el horizonte.
- ¿Qué quieres que te haga? ¿Que te aplauda? ¿prefieres un pin? - decía intentandose hacer el fuerte y dió la última calada al cigarro y lo tiro al suelo.
- ¡Quiero que me escuches! Eh, ¡Zayn! - me estaba desesperando.
- Sabes que te quiero, y no confías en mí.
- Se lo conte a los chicos para que me dieran tiempo. Y además, esto no va a llegar a nada más, yo no quiero nada con él, NADA ¿Sabes? - lo fuí acercando a mí - yo SÓLO te quiero a tí, no sé porqué me haces pasar por esto.
- Sabes, no me puedo resistir a tí.
- ¿Eso es un me perdonas?
- Soy incapaz de decirte que no. - pusó una mirada sexy y me salieron los colores. Sé. que no querías hacerme daño, que intentabas arreglar todo esto..- pero le callé con un beso.
- Te quiero.
- Y yo. - me besó.
Entonces, salimos de ahí. Habían sido unos minutos, sólo unos minutos que parecían horas y horas de dolor y sufrimiento.
Subimos a la habitación, no se oían voces en el pasillo, así que se supone que ya estaban todos acostados. Bajamos la persiana rápidamente para que el día siguiente al amanecer no entrará luz, a pesar de que nos marcharemos temprano.
Ya lo decía yo, lo mejor de las reconciliaciones es el polvo de después, típica frase mía. Esa noche no iba a dormir.
¡Hola! hoy no he tenido más tiempo para escribir, y mañana editaré este capítulo y lo haré más largo, lo siento ;$ un besito(:
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