Algo se sentó a mi lado y pensé que era Max. Giré mi mirada al otro lado, y después volví a la posición normal, no era ningún alienigena, así que supongo que no tenía que tenerle miedo. Volteé hacía su lado y expulsé todo el aire que había recogido, no no era él.
- Amm, Hola - dije intentando no parecer nerviosa.
- Ni que no me hubieras visto nunca chica, soy Ana, siempre lo he sido.
- Que va, no me pasa nada, como si todavía no me conocieses - intenté disimular.
Se produjo un corto e incómodo silencio que era inaguantable. Decidí preguntar que que era lo que hacía.
- Bueno.. ¿y qué haces aquí? estoy cansada de mirar a las paredes y las ventanas - dije mientras me mordía las uñas.
- Em.. tydtrtes. ¡Que no aguanto más!
Ya sabía a lo que se refería, además se le notaba el nerviosismo en la voz. Venga, ya lo que me faltaba, tener que pensar en dos cosas a la vez, en fin, para eso estamos las amigas, supongo.
- ¿Qué pasa? - dije haciéndome la interesada.
- No puedo seguir así, soy incapaz de mirar a mi alrededor, sólo veo Max, Max, Max y Max.
- Se fijará en tí, ya lo verás - sonreí
- Sí, jajaja - soltó una risita irónica.
- Que sí, mirame, yo decía eso hace unos meses, y estoy con Harry. ¿algo más imposible que eso? - intenté consolarla.
- Bueno, lo tomaré como un cumplido - sonrió.
La dejé en el sofá y me fuí a ver que tiempo hacía. Sí, frío. De ese frío que se te mete en los huesos, y encima, ese viento que te golpea la cara salvajemente y encima te deja como si no te hubieras peinado en tres años.
Se oían risotadas de fondo, me asomé por un gran ventana y ví cómo se partían de risa Tamara y Lou. Eran tal para cuál, la verdad, es que si se hubieran conocido antes, ahora serían inseparables, pero va a hacer falta poco tiempo para que eso suceda, son muy semejantes en todo, ¿hay personas más locas que ellos? uno sueña con zanahorias y la otra con conquistar un mundo. ¿Esto es Mario Bros? ah no, que es Mario Party, es mi vida y doy gracias por tenerla y que así sea, cómo de dibujos animados y tan excesivamente cómica y cruel.
Un escalofrío recorrío mi cuerpo, si, debía de ir volviendo para adentro, si no quería coger una neumonía o algo parecido. Ajusté más mis guantes a mis manos, iba a ir adentro y me cogieron por la cintura.
- ¿Qué haces aquí solita? - me dijo una voz seductora en el oído, una voz que para nada podría olvidar, que rondaba en mi cabeza cada segundo de mi vida, y era tan importante para mí; la suya.
- Esperar a un príncipe que me lleve a palacio. ¿No conocerá usted a uno?
- La verdad, no. Pero, yo estaba buscando a mi princesa, ¿la ha visto? - dijo siguiéndome el royo.
- Sabes, creo que lo he encontrado - sonreí.
- Sí, yo también la he encontrado, la estoy viendo, y ahora voy a hacer esto - me besó.
- ¿Sabes qué?
- ¿Qué? - dijo acercándose cada vez más a mí.
- Que te quiero - le callé con un beso.
Me cogió de la mano y nos fuimos corriendo hacía adentro.
- ¿A dónde vas tan rápido? - pregunté con una amplia sonrisa.
- Ya lo sabes, no preguntes obviedades - me sonrió mientras corriamos hacía la habitación.
Menudo día. Be happiness. - pensé.
- Narra Lidia-
Todos seguían igual, y los soniditos permanecían de fondo, y yo aquí comiéndome la cabeza, intentado arreglar todo esto, ¿porqué? ¿porqué a mí? con lo bien que estaba con Niall.
Después de tanto tiempo, conseguí, conseguí algo imposible, olvídarlo. Antes, mi cabeza, mi cerebro sólo reproducía una misma palabra sucesivas veces " Max, Max, Max, Max" y por mucho que yo quisiera sacarlo de mi cabeza, mi corazón me decía que no, lo tenía muy engañado.
Me dejó tirada, se fue, le importó lo que es nada que yo me quedará aquí y el se fuera a vivir fuera, a crear una nueva vida. Pues, si es nueva, ¿la creas de cero no? total, los demás no te importamos.
Meses, meses fueron los que me pegue llorándole a la almohada, suplicando su vuelta, una llamada telefónica, un abrazo, un beso, cualquier cosa que fuera suya, ¿para que? para que todo fuera igual, una pérdida, una estúpida pérdida de tiempo. Ese ha sido uno de los mayores errores de mi vida. Ahora, cuándo todo vuelve a la normalidad, cuándo he podido volver a salir a la calle sin sentir cosas extrañas, sonreír sin que fuera de forma forzada, dejar de tener los ojos hinchados, y mirar para adelante pase lo que pase, me aparece en casa, y además, casualmente cuándo estamos todos, de vacaciones, que bonito.
Algo esta jugando conmigo, y, ya vasta, este jueguecito de los cojones es cansino como el solo, y no quiero sufrir más. ¿No tiene significado la palabra felicidad en mí? pues no me parece bien, me niego.
Desde que ví a Niall sentí esa cálida y fantástica sensación en el estómago, me enamoré rápidamente de él cómo de nadie lo había hecho. Estábamos muy juntos. Nuestros labios se rozaron, sentimos una explosión de pasión y ahí surgió todo. Tal vez sea una chica fácil, no sé, pero yo no salgo así como así con alguien, si lo hago es porque lo quiero de verdad. Y nadie, nadie sabe lo que es que tu ídolo te traiga el desayuno a la cama, te dé un beso y te diga "buenos días princesa", muy pocas personas tenemos esa gran suerte. Pero, a mí siempre me pasa lo mismo,cuándo tengo a lo que más quiero en mi regazo, me lo quitan de las manos, y no. No va a volver a suceder, si tengo que tirar a Max por la ventana, darle un sartenazo, o echarlo del bungalow, lo haré, porque es lo que se merece, y yo, sólo quiero a una persona, porque haré lo que sienta mi corazón, porque le quiero a él; Niall James Horan.
Estaba sentada en mi cama, perdida en mis pensamientos, conectada a las ondas sonoras de la canción "One thing" pensando en todo esto, y en lo que deseaba perder de vista a Max, porque ahora, lo único que le tenía, y le iba cogiendo cada vez más es asco. Mucho asco.
' So get up, get up, get up of my head'
Ya lo decía la canción, no tenía porque volver.
Entonces, cuándo acababa la canción, tocaba mis rizos, y pensaba en la fantástica sonrisa de Niall, entro el Rey de Roma.
- Tenemos que hablar - dijo.
- ¿Qué? no te oigo - dije subiendo el vólumen de mis cascos, y el estribillo de One thing se repetía por última vez. - ¿¡No lo estas oyendo!? ¡que te vayas! ¡Vete!
Entonces, cuándo quería echarlo, se acerco más a mí, escuché unos pasos cerca de la puerta, él agarró mis brazos, yo no quería, pero me besó, pero eso, no era lo peor de todo...
- Comentad, please.
Si queréis podéis dejarme vuestros twitters para que os avise cada vez que suba y no tengáis que estar mirando constantemente. Un beso. - Sonia.
ResponderEliminarOMG !!!!!!!!!!!!!! Pobre Lidia justo que vuelve a encontrar el amor aparece el HP de Max ¬¬' Eso no me gusta para nada y ohhh esque justo cuando estaba de lo mejor con Naill :/ Fuck !!! 88
ResponderEliminarCuidate, Bye c: