Another World

sábado, 31 de diciembre de 2011

Capítulo 39

Quedamos solos en la habitación. No podía quitarle la mirada de encima. No me hacían falta palabras, su mirada me lo decía todo. Estaba ahí agarrándole de la mano, sonriéndole y demostrándole que todo lo malo se pasa, igual que lo bueno.

- Gracias por estar aquí - sonrió. Me gustaba ver que estaba mejor.
- No hay de que, no me des las gracias, nadie me ha obligado a estar aquí, estoy porque quiero y porque quiero estar hasta que te mejores a tu lado, porque ya sabes que mi felicidad depende únicamente de tí - le miraba a los ojos.
- Yo sólo quería arreglar las cosas.. - decía decepcionado
- Cállate. - le besé, nos besamos. Sus delicadas manos tocaban mi cuello y por mí estaría así todo el día.
Tú no tienes la culpa, son cosas que pasan.. en todo caso yo la tendría, aunque tampoco sé cómo podría haberle dejado más claro que sólo quiero que seamos amigos.. - me cayó una lágrima al recordar la escena.. lo que había sucedido hace unas horas en mi habitación, y me había dejado en estado de shock.
- Te quiero mucho, gracias, enserio de verdad por estar aquí conmigo - me cogió como pudo y me besó.
- No pienso irme, voy a quedarme toda la noche, mañana, hasta cuándo sea necesario, no pienso apartarme de tu vera, y quiero aprender de este error a tu lado.
¿Cómo te encuentras? - le dijé dejándo de lado todo lo relacionado con la pelea.
- Bueno.. he tenido días mejores, pero estoy bien - decía haciéndose el fuerte.
- Sé que eres fuerte, pronto te pondrás bien - le sonreí
- Lo sé, y más si estas a mi lado - dijó devolviéndome la sonrisa.
- Dicen que sí piensas en cosas bonitas te olvidas de los problemas..
- No puedo pensar en cosas bonitas si ya las tengo presentes - me dijó y entonces me ruboricé
- Ays.. Harold que grande que eres, te tengo tantas ganas - le volví a besar
- Pronto estaremos caminando por la playa de San Francisco de nuevo.. - decía nostálgico
- Me ha encantado este día, bueno el principio. No me explico porque todo lo bonito acaba feo.. - volví a sacar una lágrima pero me la quité de inmediato, no podía verme mal, además, estaba muy feliz, estaba bien, bueno bien.. pronto lo estaría del todo.
- Tenía que pelear por tí, porque lo aprendí de Mario Bros, tengo que luchar por mi princesa - los dos reímos-
- ¿Cómo eres tan tierno? no sé cómo sería mi vida sin tí.
- Yo tampoco sé cómo sería la mía si tu no estuvieras en ella.
- Te quieeeeeeeeeeeeero - dijimos a duo

La noche paso rápidamente y me dormí recostada en el sillón con su mano.

Hola Directioners! Sé que los dos últimos capitulos son un poco cortos, pero con las navidades encima no he tenido mucho tiempo ;$ Comentádme el cap please :) Quería desearos una feliz navidad y sobre todo FELIZ 2012! Que os lo merecéis todas un montón. Besos, os quiero! @Sonia_loves1D

viernes, 30 de diciembre de 2011

Capítulo 38

Salí de la sala, vinieron los médicos a tomar cuenta de todo y supongo que a hablar de lo sucedido. Corrí hacía mi hermano y comencé a gritar, saltar, salpicar euforia por mi boca y sobretodo, a pegarle un fuerte abrazo a esa persona que era tan importante para mí ; mi hermano.

- ¡Se ha despertado! ¡Adrián que se ha despertado! ¡Que está bien! ¡No está en coma! ¡Está vivo! - empezaba a decirle varias cosas sucesivas veces, cosas que seguramente ni venian a cuento.
- Ya lo veo hermana. Estoy muy contento de que Harry vaya mejor, que este mejorando favorablemente y que sé que pronto le tendrás a tu lado abrazándote, que sé que adoras sus abrazos - me sonrió
- No adoro sus abrazos únicamente, le adoro a él. - le decía alegramente a Adrián

Seguía abrazada a él. Esperaba que los médicos me dijeran algo, que salieran de la habitación y que llevarán buenas noticias para traerme,  si no es mucho pedir.

- Ya pueden entrar, ahora sí que les permito que entren los dos - decía uno de los varios médicos que salía de la habitación, al que yo le metí un leve empentón de la emoción; quería volverle a ver, necesitaba ver el verde resplandecer de sus ojos, su sonrisa picarona, su precioso cabello rizado; necesitaba a Harry Styles.

En la habitación se quedo ese tipo tan simpático, el doctor Sánchez, que por lo visto era el que principalmente se encargaba de él.

- ¡Harry! - no pudé evitar gritar su nombre altamente- ¡mi vida estas bien! ¡no sabes lo feliz que soy viéndote así! - decía mientras le cogía de su delicada mano, con una vía la cuál transportaba los líquidos de los goteros.
- Sabía que te ibas a recuperar tío - le decía mi hermano, que a pesar de no haberlo demostrado, también tenía mucho miedo.

- Tengo una buena noticia para ustedes - decía alegremente el doctor, lo cuál me producía una sensación de felicidad muy amplia, y cayó sobre mi rostro una lágrima de alegría, dejándola al descubierto.
Les puedo asegurar con antelación que mañana mismo será dado de alta, pero que tendrá que pasar la noche ingreasado aquí, en planta, para precaución, cosas sin importancia. Simplemente queremos asegurarnos de que no hay secuelas y de que se recupera favorablemente, además ya sabe lo que he dicho antes, cómo se curan mejor este tipo de cosas - me decía el hombre de unos cincuenta y cinco años que era muy majo poniéndome una sonrisa de la cuál no pude resistirme a reír sigilosamente. Después de esto, le abracé casi tirándole al suelo-
- ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias doctor! - decía al darle el abrazo, que fue de menos de medio segundo.
- Creo que ya no tengo nada más que decir, que pasen una buena noche. - dijó esto y salió de la habitación, junto a una carpeta con anotaciones.

Adrián se sento en un sillón que daba al rostro de Harry y yo me pusé a su lado contrario sosteniéndole la mano de nuevo. Él simplemente me miraba, y aunque no dijiese palabras, sabía que estaba sintiendo lo mismo que yo, y que algo le hacía sentir esta enorme felicidad en su interior.

- Eres lo más grande de mi vida, gracias por todo esto. - le besé. Me importaba una mierda realmente lo que pensará mi hermano siendo que estaba presente. Así es como yo soy feliz, y si no le gusta que no mire, que no tengo nada que esconder. Hice esto, y me susurró al oído un "Te quiero", incluso dolorido era tierno.

- Bueno.. yo me tengo que ir, tengo un largo viaje de vuelta a casa.. recuperate Harry, se que eres muy fuerte. Adiós hermanita, te quiero. - dijó esto y se fue. Supongo que se quedaría en mi habitación del hotel, ya que no tenía ningún avión a estas horas y ya que yo me quedaría con Harry toda la noche.

Quería recuperar el tiempo perdido. Nos haciamos tanta falta el uno al otro.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Capítulo 37

Todo esto estaba siendo tan doloroso, un día precioso ha acabado en.. una mierda de día más añadido a mi lista negra. Y esque todavía no sé porqué merezco esto, si yo no he hecho nada malo, que soy una chica normal, enamorada, enamorariza, que intenta aprender de sus errores sin éxito.
Pensaba esto varias veces y alguien se sento a mi lado.

-Seas quién seas, apártate de mi vera y no me toques - dijé secamente, sin voz.
- Hermana, soy yo, ya he llegado. Me he enterado de todo, y aquí estoy para darte fuerzas. - me dijó abrazándome una de las personas que más necesitaba ahora mismo.
- No sé cómo ha podido ocurrir todo esto.. es todo por mi culpa - lloraba, no había parado desde la pelea. Y esque quiero abrir ya mis ojos y despertar de esta pesadilla, que salgo de un marrón y me meto en otro automáticamente. Que estoy cansada de vivir de este modo..
- Sonia, yo también me he sentido así, te lo aseguro.. Tiffany.., pero bueno ella ahora no es importante. Eso son cosas mías, del pasado. Mira, la vida tiene muchas etapas, y tu ahora estas siendo sometidas a las dolorosas. Mira, tengo, tenemos un mierda de amigo. No tengo ni idea de que coño le pasa, y nunca pensé que sería capaz de pegarle a Harry. Y, esque se va a poner bien, te lo prometo - besó mi mano.
Que es muy fuerte, sólo en su voz puedes ya oírlo, y además tiene algo muy grande por lo que seguir luchando, hermanita - me sonrió
Y que nunca pierdas la esperanza, porque eso es lo último que se pierde, y yo sé que esto solo es algo que quedará en nuestras vidas para aprender del error que un día cometimos, y yo te ayudaré a superar este, que me tienes aquí, a tu lado, abrazado contigo, y que no me pienso ir, que si tu estas mal, yo también, que por algo llevamos la misma sangre.
- Prometemelo. Juramelo. Dime que se pondrá bien - miraba sus ojos marrones avellana.
- Te lo juro por lo que más quiero en este mundo, te lo juro por tí y por mi vida.

Seguiamos abrazados, pasaban las horas, tenía la esperanza reservada en un cándil interior, sabía que me dirían "ya esta todo solucionado,  ha sido algo sin gravedad" o alguna cosa del estilo. Que iba a salir bien, y que le iba a tener siempre a mi lado, y lo más importante, había luchado por mi, jugándose la vida.

-¿Familiares de Harry Styles? - preguntó uno de los médicos, con bata verde y su nombre en una chapa del mismo color.

Únicamente habíamos acudido yo y mi hermano, no tenía los teléfonos ni de la madre ni hermana de Harry y no pude hacer nada por comunicarselo. Además no me conocen. Tarde o temprano se enterarán.

- ¡Sí! Nosotros - decía impaciente corriendo hacía él.

- Buenas tardes. Soy el Doctor Sánchez, encantado - decía muy educado.
- ¡Doctor, doctor! ¿buenas noticias? llevamos tres horas y no nos han informado de nada desde que ingresó al mediodía, estamos muy preocupados -especialmente yo, van a tener que darme otra camilla si no quieren que desmaye- pensé.
- Esta estable. Tiene varias acumulaciones de sangre por todo el cuerpo, una herida un poco profunda en la ceja derecha y bueno, alguna magulladura pero esta bien. Tendrá el cuerpo dolorido, resentido de los golpes, pero se nota que es fuerte. Creo que en dos días o tres como máximo podremos darle el alta. Tenemos que realiarle algunas pruebas físicas para ver cómo es su evolución. - decía acabando la conversación.
- ¡Muchas gracias doctor!¡no sabe la alegría que me esta dando! ¿esta .. bien? ¿no ha sufrido secuelas? - pregunté impaciente, muy ilusionada
- No, no se preocupe señorita. Sólo tiene varios moratones, pero eso con amor y carino se arregla - me miró.
- Sí.. eso creo que es lo único que se hacer bien sin equivocarme. ¿Cuándo podremos ir a verle? - emocionada sentía como mi corazón se recuperaba de lo sucedido.
- Pues yo diría que ya puede entrar, sólo una persona, más tarde les dejaré entrar a los dos. Tal vez se sienta un poco mareado por todo lo sucedido y con tantas cosas a su alrededor.
- Entra tú, lo estás deseando y le haces más falta - me sonrió mi hermano.
- ¡Gracias! enserio te quiero muchísimo - decía esto y me iba con el doctor hacía la sala en la que se encontraba.

- Doctor, ahora que estamos solos, ¿de verdad esta bien o me esta mintiendo? - pregunte atormentada
- Oh, señorita, esta bien se lo estoy diciendo constantemente. Si no, ahora lo vera - me sonrió.
- Les dejo asolas. - me dijo esto y cerró suavemente la puerta del hospital.

Estaba dormido, supongo que sería la anestesia por todas las revisiones que le habian hecho a lo largo de estas tres largas y eternas horas. Tenía como diez máquinas conectadas a él, pero simples máquinas, una para las pulsaciones del corazón, goteros... cosas normales.

- ¡Harry! ¿Estas bien?- dijé esperanzada esperando una respuesta. - Le besé- me da igual que lo note o no, quiero que sienta que estoy aquí, a su lado.

Notaba cómo ese corazón que no le cabía en el pecho le latía fuertemente demostrando que era fuerte, y que merecia una medalla por lo que hoy había hecho.

- Harry - le cogí de la mano- no sé si me estarás escuchando, pero que sepas que estoy muy orgullosa de lo que has hecho por mí, y que eres mi héroe y mi ejemplo a seguir. Que consigues que cada día saque una sonrisa más grande que la anterior, y hoy lo has conseguido de nuevo. Porque contigo vivo cosas superficiales, irreales, íncreibles, y que sólo las puedo hacer contigo. Y esque eres lo más bonito de mi vida, porfavor no me dejes, siento muchísimo todo esto. Eres lo más grande que tengo, y si te vas, yo me iré contigo.

Me senté en una de las incomodas sillas del hospital y apoyé mi cabeza sobre su torso. Tenía razón, tenía varias moraduras, pero Louis tampoco se habrá librado de mucho, tal vez de una herida de la cuál hay que coser, sólo eso.

Transcurrían los minutos y le oí toser.

- ¿Harry? ¡Harry! ¡estás despierto! - le grité emocionada al ver cómo iba despertándose poco a poco y dejar ver a la vista sus preciosos ojos. ¿Cómo estas? sólo disponte a regalarme una sonrisa. Hoy me has hecho muy feliz de un modo o otro. - le decía abranzandole como podía.
- Te quiero. - fue lo único que consiguió decir, estaba un poco débil; sabía que esto era únicamente cuestión de tiempo.
- Yo también te quiero - le dijé esto y le bese.

Al momento vinieron los médicos informados de la noticia y ví a mi hermano mirándome con cara de satisfacción.

- Te dijé que todo se pondría bien - me dijo a través del cristal.
- Siempre he confiado en tí.

Le quería mucho; Harry Styles es mi vida.

Capítulo 36

Llegamos al hotel. Estaba inunundado de coloridos y estaban añadiendo ya cosas de la navidad. Era sorprendente, acababa de empezar el mes y ya estaba con todos estos rollos. Amí la navidad personalmente sólo me ha llamado la atención de niña, y ahora si no esta, no importa.

- Ala callate, no seas tan cuqui. - ibamos discutiendo de nuestras cosas en el ascensor
- Pero esque eres una princesa, necesitas los zapatos de cenicienta - reimos-.
- Harry, veo que lo nuestro te ha llegado hasta el fondo, pero te quiero más bien con neuronas - sonreí
- Me vuelves loco - nos besamos.

Se abrieron las inmensas puertas y cogí de mi bolso la llave de la habitación, aunque no me hizó falta. Entre y me quedé colapsada. Estaba Louis sentado en mi cama, creo que con cara de dececpción.

- Pequeñaaaaaaaaaaaaaaaaaa - vinó a abrazarme- después vió a Harry y nuestras manos de nuevo unidas.
- Lou quiero hablar contigo...- decía sin saber cómo Harry
- ¡Déjame! ¡Déjanos! - le gritó llevándoseme.
- ¡Louis! ¿Qué haces? ¡Suéltame! esto parece un atraco. ¡Escuchale! - le grité
- ¡Te ha engañado! ¡has caído otra vez en sus trampas! - decía dramatizando
- ¿¡Qué dices!? Pero... ¿a tí que mosca te ha picado? ¡lo hemos arreglado! Estamos J-U-N-T-O-S - le iba separándo cada una de las letras. ¿Porqué le.. , porqué nos tratas así? - estaba super raro, y así me sentía yo
- Porqué sé que te va a hacer daño, lo seguirá haciendo siempre, ahora que ya eres suya de nuevo - decía Louis que tenía alguna lágrima en su rostro
- Correré el riesgo no existente. Porque fue un error. ¡Todos cometemos errores! ¡incluso tu y yo! no somos perfectos, somos humanos. Tranquílizate, porfavor. - Le dijé sentándolo en una de las sillas de mi habitación, sosteniendo su frágil mano. Se notaba cómo le temblaba el pulso.
¿A qué le tienes miedo? ¿Porqué tiemblas? - esto me empezaba a preocupar.
- Joder tía, esque no te das cuenta de las cosas - su vocabulario era tan extraño
- ¿Tía? ¿pero tu dónde coño te has metido? ¿en una mafia? en todos estos años de mi vida que te conozco nunca me has llamado así.- decía extrañada-
- Ya lo sé - dijó sacándose un cigarrillo y asomándose por mi ventana.
- Pero.. ¿¡Qué haces con eso!? - le tiré el cigarro- ¿Desde cuándo fumas? eres un chaval antitabaquismo puro, cómo yo.
- Ahí le has dado, cómo tú. - decía callado.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Quieres ser lo contrario a mí o cómo va esto? ¡LOUIS QUE TE QUIERO! ¡PERO QUIERO A LOUIS MI AMIGO DE TODA LA VIDA, EL DE VERDAD! el que me sabe consolar, el que me sabe escuchar, el que esta si le necesito, el que siempre tiene un abrazo para darme , el que siempre tiene una sonrisa de reserva.. ¿Qué ha sido de tí? - no tenía fuerzas. Todo esto me estaba consumiendo. Era cómo una vela sometida a 1000ºC de calor. Me derretía a la velocidad de la espuma. A la velocidad de la luz.
¿¡Quieres hacer el favor de mirarme!? - seguía ahora arrodillada aún sosteniendo sus manos. ¡LOUIS WILLIAM TOMLIMSON! Que vuelvas a la tierra, ¡que te necesito! - lloraba a sofocones-
Harry permanecía fuera. No podía entrar, toda esta tensión sabía que sólo de oír nuestros gritos le estaba matándo y más porque en cierto modo era gracias a él.
- Pero.. ¿Esque no te das cuenta de que te quiero? ¿¡Te lo digo en chino o en griego!? - decía lleno de lágrimas.
- Lou... ¡joder! ¿¡porqué tengo que tener esta mierda de vida!? cuándo me viene una alegria me vienen dos desgracias seguidas. ¿Y sabes qué? que creía que podía confiar en tí, y que comprenderías todo lo que siento. Que sí, que te quiero, pero te quiero como a un hermano. Y sabes que si tuviera que elegir me iría con él. Y esque no puedo verte mal. Se me rompe el corazón, pero no me dejas elección. Y esque creía que lo nuestro era de verdad... ¡Y esque lo nuestro no puede ser posible!- decía llorando, mirándole a los ojos, y pegué un portazo y decidí irme.
¿Porqué está tan estupido? ¿porque tengo que ser yo la que enamore a dos personas? yo no soy ese tipo de tía.. nunca lo he sido. ¿Porqué este mundo es tan cruel conmigo? cuándo consigó algo me lo quita de las manos y me tienta para que lo vuelva a tocar. Eso sí que es doloroso.

- Ven conmigo - decía Harry también llorando y eso que estaba fuera y no había prenseciado la escena.
- ¡Todo esto es por mi culpa! ¡no te das cuenta, de que todo pasa por mi! que voy a perder a las dos personas que más quiero en mi vida por mi existencia, y si con ello ni soy feliz ni puedo haceros a los demás, me quiero morir. - esto último me dolío, pero realmente el mundo sería mejor sin una vida de mi tipo.
- ¡¿Qué?! ¡¿Qué has dicho!? ¡No vuelvas a repetirlo NUNCA! Que tu vida vale más que nuestras discusiones, que todo esto se arreglará tarde o temprano, y que sabes que siempre voy a estar aquí. - Me abrazó.
- No me sueltes nunca porfavor. Te necesito. - decía agarrada a su cuerpo. Pero esque no lo entiendo.. ¿cómo es que le gusto así derrepente? - lágrimas surcaban mi cara cómo si esta fuera Venecia.
- ¿Cómo que le gustas?  ¿Te quiere? - entro en tensión.
- Sí Harry sí. Me quiere. Y esque yo sólo te quiero a tí, y me lo está poniendo muy díficil. Que yo quiero a mi amigo, a mi mejor amigo al de toda la vida. Que no se qué coño he hecho para merecer esto y cuándo cometí tan grave error que ahora me esta castigando. Que sólo quiero vivir en mi mundo contigo..
- Te entiendo pequeña.. - decía melosamente-
- Harry.. quiero contarte algo, debo contartelo, pero prometeme que no te enfadaras, que me perdonarás.
- Sabes que soy incapaz de enfadarme contigo.
- Me beso.... nos besamos. Fue culpa mía. Estaba muerta por lo que ví... y desde ese momento creo que soy su adicción, y esque me arrepiento mucho de dejarme besar aquel día.. - no podia mirarle a los ojos.
- Pero.. tu no tienes la culpa. Fue la inercia la que te hizo no separar tus labios de los suyos, y yo confío en tí y sé que eso no lo hiciste de verdad.
- Esto me esta matando. Creo que no tengo edad para tomar decisiones; que soy una persona inmadura. Irrealista.
- Cállate y olvída todo. Estas a mi lado - me dió un beso en la frente.
- Gracias Harry - miré sus ojos verdes
- De nada princesa - decía sosteniendonos juntos el uno sobre el otro, sentados en el suelo que da a mi habitación.
- ¿Crees que saldrá? no quiero que esto continue..
- Intentaré hablar con él.
- Pero.. ¡si no vas a poder! ¡te va a matar!
- No te preocupes, de eso me encargo. Eramos los mejores amigos, algo tiene que quedar en su pequeño corazón de zanahoria.

Estaba muerta, muerta de sueño, rabia, dolor.. decidí llamar a mi hermano, le necesitaba.

- Harry.. tengo que ir a buscar una cosa.. ahora volveré - decía mintiendo
- Vale.. aquí estaré - me sonrío casi sin fuerzas. Este día estaba siendo muy duro.

-------------------------Llamada telefónica--------------------------------------

- ¿Sí? - oí la voz de mi hermano
- ¡Tato! soy yo.. - se iba apagando poco a poco mi voz
- ¡Hola hermanita! ¿Qué tal por allí? ¿Vendrás pronto, no? - se notaba su nostalgia
- Quería hablar contigo..- caía una lágrima sobre mi cara
- ¿Te pasa algo? noto un tono raro en tu voz. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Te ha echo algo Harry? - decía preocupado.
- Sí y no en cierto modo. Cuándo llegamos le ví... - comencé a contarle la historia- y hoy hemos ido a dar una vuelta, cuándo ya hemos arreglado todo y me encuentro a Louis de este modo, y esque no aguanto la presión, que voy a estallar, y esque yo le quiero como un hermano, pero nada más. Que yo amo a Harry, y que sin él en el mundo no soy nada. Me siento fatal.
- No te preocupes, seguro que se arregla todo. Conozco muy bien a Louis y sé que esto poco a poco se le pasará aunque se quedará dolorido..
- Pero.. ¿porqué me tiene que querer ahora? ha tenido un montón de años.. y ahora que consigo a Harry.. aparece el de por medio.. mi vida es una mierda.
- Sonia, basta. Voy para ya ahora mismo. Le diré a mamá que quedé con Liam para ensayar un trabajo de Química. Voy a coger el primer avión, en menos de seis horas estoy allí. Méjorate.
- Te quiero.. - corté la llamada

----------------------------------FIN DE LLAMADA------------------------------------------

Salí del baño que es dónde estaba hablando por teléfono para que Harry no me escuchase, pero fue dirigirme a la habitación y escuchar fuertes y bruscos ruidos, gritos..

- ¡Dios mío! ¡Louis, Harry! ¡páraros! - decía derramando cada vez más lágrimas

Mi vida habia tenido diferentes etapas, cada una peor que la anterior, pero esta se iba a quedar sellada. Ahí estaban peleándose, Puñetazo iba puñetazo venía, varios rasguños de por medio, algunas heridas de las que derramaban mucha sangre. Me estaba muriendo.

- ¡Que lo sueltes! ¡Louis como no pares no te voy a hablar nunca más! - Harry estaba tirado en el suelo, con .. en fin.
A pesar de que Harry tenía más fuerza que Louis este ahora se le había apoderado y  le estaba aporreando en el suelo.

- ¡No pienso parar hasta que no seas mía! - me gritaba locamente
- ¡TE ODIO! eres lo peor. Que me has quitado la vida con esto. Nunca imagine que serías capaz de esto. Y que sepas que me has decepcionado, cómo amigo y cómo todo, y que ahora si que no tienen ninguna posibilidad conmigo - dijé haciéndole daño.

Corría por la amplia habitación, ahí estaba Harry, suspendidó en el suelo, con sangre distribuida de una de sus cejas, el labio sangrando y estaba inconsciente.

- ¿¡Qué le has hecho!? ¡¿Qué le has hecho!? ¡Harryyyyyyyy! ¡mi vida despiertate! ¡que me muero si no estas conmigo!

Salí corriendo y llame a la ambulancia. Louis estaba cardíaco. Yo creo que se había drogado pero ya su vida me importaba una mierda. Amí como si se moría. Había.. dejado a mi novio cómo un viejo árapo.. y no iba a perdonarselo en la vida.

- ¡Harry, porfavor despierta! estoy aquí, ¡todo esto ha sido por mi culpa! ¡recuperate porfavor! le gritaba en la ambulancia, agarrando su mano, junto a montones de máquinas sostenidas a su cuerpo.

- ¿Cree que se pondrá bien? ¿Es demasiado grave? - pregunté a una de las enfermeras que paseaban por la ambulacia que ya se encontraba en marcha.
- Tiene una herida de unos 0,5 centímetros de profundidad de la que sangra mucho, tenemos que coser y realizarle varias pruebas. Necesitaremos sangre.
- ¿Sangre? yo, yo se la doy - decía muy nerviosa señalándole la vía para que la impulsará en alguna de las venas de mi mano. Soy 0 positivo. Sé que el es el mismo que yo, confíen en mí.
Resulte convincente y ahí estaba yo donándole mi sangre, que iba directa a su corazón.
- ¿Esta bien? - no daba a basto a llorar.
- Sí señorita, no es un asunto grave, he visto peleas de las cuáles han salido las víctims mucho más heridas. Esto es una tontería, mirelo así. No se preocupe, pronto estará a su lado.
- Pero.. esque es mi vida.
- Ays.. las jóvenes de hoy en día que pronto os enamoráis y entregáis la vida por la persona del sexo opuesto.. - decía la enfermera que tendría sobre unos cincuenta años.
- Sí... pero yo le amo como nunca he amado a nadie.

Entonces llegamos y corría junto a la camilla, lo llevarón a boxes y a partir de ahí sólo me dejarón esperar. Estaba sola, llorando y llorando y entonces alguien me toco el hombro y se sentó a mi lado.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cápitulo 35

Salimos de mi habitación y el servicio de habitaciones entraba en ella. La señora de la limpieza que los acompañaba me miro con cara de pokerface al ver mi cama desecha, y a Harry saliendo de la habitación agarrado de mi mano, y haciéndo notar nuestra conexión. Entonces la tía me miró como diciendome 'niña desmadrada' y le clave una mirada de asco mirándola por debajo del hombro. Eso es envidia y lo demás tonterias. A disfrutar la vida y a la mierda lo que diga el resto - pensé esto y pusé una pequeña sonrisilla de satisfacción.

- No te des mal, ni siquieras pienses en lo que se le ha pasado por la cabeza. No tiene sentido común - me dijó Harry al ver lo sucedido.
- Ya lo sé. No pienso darme mal por lo que esa estúpida halla pensado de mí. Me da igual lo que la gente piense, si así me siento bien.
- Así se dice. - me dió un corto beso.

Las puertas del ascensor se abrierón y presencíe la multitud de gente pidiendo habitaciones. Ya era prácticamente navidad, cosas normales. Era 4 de diciembre, domingo. Yo seguía agarrada de su mano, mientras la gente me miraba extraño. - Que piensen lo que quieran- volví a pensar. - Ni que no hubieran tenido catorce años - les hice una mueca.  No me quitaban el ojo de encima. ¿A si? ahora se fastidian - já. Entonces justo cuándo ibamos a salir por la puerta principal, paré delicadamente a Harry y le besé. Se quedarón ojipláticos y no tiraron al suelo nada porque sus manos estaban vacías.

- ¿Porque lo has hecho? Me encantan tus besos - me agarró de la cintura
- Jajaja. Cosas mías. Ya sabes que a mi me encantas TÚ. - le dijé saliendo ya del hotel

Caminabamos y visitabamos diferentes lugares, pequeños puestecillos y admirabamos el ambiente. Estabamos concretamente en la ciudad de San Francisco. Al ser invierno, no era tan mágico pero aún asi las olas se veían preciosas al chocar con los acantilados. El mar se veía de un color azul clarito y daba ganas de beber litros de agua de él, pero el pensar su saladed te daba repelus de por si.
Miraba el romper de las olas con nostalgia, y decidí que recordaría este momento. Harry se me adelantó.

- Ey. Conozco esa mirada. ¿Tienes ganas de un beso? - me besó. Fue un largo beso. Duró más que ninguno de los muchos que ya me había dado. ¿Quieres que vayamos a pisar la arena y a que nuestros pies toquen el agua fría? - me sonrío
- Eres tan tierno. ¡Claro que quiero! eso  mismo te iba a decir. Pero.. antes una cosa. ¡Tenemos que inmortalizar el momento! - Entonces saqué mi cámara Kodak y decidí hacernos como un millón de fotos.
La playa estaba desierta. No había sombrillas ni toallas debido al temporal. Hacía un frío que pelaba. - al mal tiempo buena cara- pensé.
Colocamos la cámara sobre una silla de las que había colocadas para presenciar las vistas y empezamos a hacernos fotos.

- ¿Sabes que no tenemos una de las típicas fotos? - le decía natural
- ¿Qué? ¿Cuá - entonces aquí le dí un beso y abracé mis manos a su cuello, de puntillas al ir descalza. Era más alto que yo, y sin zapatos al no ser que se agachase no llegaba a sus labios. -
¿les? - terminó la frase.
Ajá. ¿Con qué esto es lo que querias? foto para twitter ¡YA! - le ví sacar su iPhone y teclear a toda velocidad hacia twitter
- ¿Estas tonto? en fin.. no tienes remedio - me abracé a él y observaba como se procesaba la foto
- "Sí, podéis llamarme tonto, estúpido o emocionado pero gracias a ella soy feliz, te amo Sonia" y entonces pusó esa foto de perfil y miles de Directioners retwittearon y ponían tweets como " ojalá fuera yo, que suerte tienes, cuidanoslo" "hacen muy buena pareja, se os ve muy unidos" "viva Sarry" - al ver esto último reí
- ¿Somos Sarry? - jajajaja. Me recuerda a los tomates cheerys. Jajaja
- Te voy a comer - aaaargh.
- No no no- jajaja. Corría por la playa y un flash nos alcanzó mientras me mordía la cara.
- ¡No soy un pastel! ¡No me comaaaaaaaaaaaaaaas! - decía antes de que ese flash imortalizara el momento
- No, ¡eres un bombóm! pero tiene dueño - jajaja
- Jajajajaja- reía cómo una descosida

También nos hicimos varias fotos en el mar, algunas caminado por la arena de la mano, otras besándonos, otras abrazados, varias haciéndo el tonto, y otras demostrando lo mucho que nos queriamos.

- Harry, tengo una idea - sonreí
- Tú dirás. Tus deseos son órdenes. - me miró a los ojos
- ¡Tenemos que hacer una foto para las Directioners! yo moriría si vosotros me dedicaráis una - decía mientras recordaba mis antiguos tiempos de una simple Directioner
- ¡Claro! ahora mismo, por mis niñas todo.

Entonces nos pusimos en la playa, mientras las olas rompían sobre nosotros, las manos en forma de corazón con una amplia sonrisa. Después la retocaremos y la dedicaremos a las Directioners - le dijé

La mañana pasaba y ya eran las dos. Mis zapatos estaban llenos de arena y mi piel bronceada del sol.

- Será mejor que nos vayamos llendo, se esta haciéndo la hora de comer, aunque no quiero irme, quiero seguir aquí - le decía un poco entristecida
-Sí.. es tarde y a lo mejor ha llegado incluso Louis, siempre recordaremos esto con nuestras 878 fotos. Me sonrío.
- ¡Ala! que dices 878 fotos? - dijé alocada
- Sí lo que oyes. Pero a mi las fotos no me sirven, yo no te quiero en papel te quiero de verdad. - me dijó mirándome con sus ojos esmeralda.

Nos besamos y después nos dirigimos a la habitación del hotel, con cara de ilusionados y con una experiencia para recordar de por vida.

martes, 27 de diciembre de 2011

Cápitulo 34

NARRO YO:

Sí, se había metido a mi cama; conmigo. Mantenía mis párpados cerrados insinuando que estaba durmiendo.
Su cuerpo se abrazó con el mío y me recorrío un escalofrío. Después un nerviosismo. Después una tentación. Deseo. Pasión. No.. yo tampoco sé lo que me pasa. De hecho desde que lo conozco nunca he conseguido saberlo. Es una droga y siento mono por ella.
No sabía que hacer. No podía dormir. Sentía tensión y todos esos sentimientos unidos contra mí. No tenía defensas. Nerviosa, decidí darme la vuelta y enfrente suya volver a abrazar nuestros cuerpos. Él se desperto. Me dijó algo sexy al oido que no compredí. Pusó las manos sobre mi cuello y me empezó a besar. Yo hicé lo mismo. Una cosa llevo a la otra y no se cómo acabé yo desnuda también. Mi cuerpo quedaba desnudo al descubierto, y las sábanas estaban extendidas por el suelo. Pequeños rayitos de sol entraban por el ventanal, y podía observar su cara de satisfacción. Empezó a besarme todo el cuerpo, yo hice lo mismo.
Sólo había confianza y acabámos haciendo eso. Sí, esa fue mi primera vez. Pero.. ¿Qué estaba haciendo? Tengo catorce años..- empecé a rayarme y decidí que los dos habiamos querido dar este gran paso y continué con lo que estabámos haciendo. El principio de la mañana era intenso, y podía observar por encima de su rostro el bello amanecer. Todo era hermoso, su besos, la manera en que me trataba, no queria que terminara. Eramos uno. Después de ahí no recuerdo nada. Desperté a las 11pm, tapada con el edredón, la bella luz de California y estaba con él, el hombre más perfecto del mundo.
Me fuí a su lado, estaba durmiendo. Sí, ya lo creo que se lo había pasado bien, pero dudo que mejor que yo. Él de todas formas ya debía de haber experimentado esto.
- Amor.. despierta son las once de la mañana - le decía mientras le sonreí esperándo que despertará.
- Aksjyredjs, sólo cinco minutos más...- volvío a taparse con la almohada.
- Harry... ¡BUENOS DÍAS! - le susurré al oído sensualmente y después le dí un corto beso.
- Ah, Sonia eres tú, anoche fue... - se calló. No tengo palabras.
- Pienso lo mismo que tú, pero no quiero levantarme. Quiero pasarme el día contigo, besándonos y susurrandonos cosas al oido.

Harry me cogió de la cintura y me empezó a besar. Entonces me acordé de Louis y tuvé miedo de que nos hubiera visto.

- Harry - quité nuestros labios unidos y le miré atentamente. Esto se puede dejar para el próximo capítulo - le sonreí.
- No. No y No. - seguía a lo suyo, tenía un imán con mis labios.
- ¡Harold! basta - empecé a mirar el verdor de sus ojos. Tenemos que irnos.. me acabo de acordar de Louis, igual nos ha visto... - bajé la cabeza.
- Vale.. pero después más. Tienes razón.. además quiero hablar con él. No no nos ha visto, he acudido a su habitación mientras tu dormias y tenía una nota en su mesilla de noche para tí, decía que se iba temprano porque tenía que ir de compras a un pueblo cercano y se le olvidó decirtelo, no quería despertarte y decía que volvía antes de que comieses. Osea, que a las dos lo tienes aquí - me sonrió. ¿Satisfecha?
- Sí, y con un peso menos encima. Pero, aunque no este no quiero que nadie nos vea, ni un ayudante de turno. Quiero que esto sea personal, íntimo. - me levanté y cojí una bata de color naranja. Él también se levanto.
- ¡Tapate! - le decía apartanto mi vista de su hermoso cuerpo, poniédome roja.
- ¿Qué? No hay nada extraño ni que no hayas visto - río
- Enfin.. que me pones mucho. Voy a ducharme. Esperame con el desayuno - sonreí
Fuí a cerrar la puerta del baño y pusó su pie entrando.
- ¿Qué haces aquí? - pregunté sarcásticamente
- Ducharme, es lo que pensaba hacer - río
- Jajaja, no tienes tu ni fé, yo no me ducho con acompañantes
- Alaaa - protestó
- Fuera, ahora te veo - sonreí
- Pero yo... - decía a modo de excusa
- ¡Harold Edward Styles! eres un pervertido - dijé esto y cerré la puerta con pestillo.

Después acabé, me vestí, cogí una toalla y sequé mi pelo, dejándolo aun mojado. Salí ya vestida del baño y le ví sentado en la mesa con el desayuno; una fuente de cereales, magdalenas, bizcochos, y una jarra de zumo de naranja.

- Veo que me has hecho caso, eres muy señorial - jajaja.
- Todo por mi princesa. Estas muy sexy con el pelo mojado.- me besó
- Anda calla no seas tonto - esbocé una sonrisa y comencé a beber zumo.
- ¿Quieres que te lleve a ver California? - sonrió
- ¡Claro! me encanta este sitio - dijé ilusionada

Terminamos de desayunar, llamamos al servicio de habitaciones y nos fuimos a visitar Califonia. Nuestras manos entrelazadas guiaban el camino.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Cápitulo 33

NARRA HARRY:

Ibamos de camino a su hotel y se durmió. Me encantaba verla dormir. Observar cómo mantiene sus párpados cerrados sin maquillaje; natural. Ver su belleza exterior, sin polvos artificiales, porque directamente a ella le son innecesarios.
Otra vez estábamos juntos y había conseguido arreglar todo. El alcohol y los sentimientos me jugarón una mala pasada. Desde ese día me prometí beber de una manera controlada, a pesar de que no bebía casi nunca, sólo en alguna fiesta de gira con mi banda, al que quiero mucho y resulta super importante para mí.

Ya llegamos y Sonia seguía durmiendo. No quería llamarle, pero de todos modos lo intenté.
- Sonia, Sonia, despierta, ya hemos llegado. - decía sin éxito. Duerme como un tronco.
Entonces decidí sacarla del coche y llevarmela en brazos cómo en las películas románticas, aunque en sí la nuestra podría ser una de ellas si saliera a cartelera - pensaba mientras la cogía en brazos, cerraba el coche y entraba por la puerta principal.
Seguía subiendo y ví a Louis por el pasillo; sí era sonámbulo pero por si acaso quería alejarme de él. Supongo que acabará llendo a su habitación. - pensé.
- Mejor dejo a Sonia en la cama y llevo a Louis a su habitación no se vaya a caer - reí imaginándomelo chocándose con una pared - sí, soy realmente perverso. Lo admito.
Entre a la que era su habitación y la dejé delicadamente sobre la cama, después acoste a Louis en su cama, parecía un robot.

NARRO YO:

Me desperté cuándo Harry me cogió en brazos. Parecía cenicienta a las doce de la noche,  aunque en mi caso eran las seis de la madrugada.
Louis andaba sonámbulo por el pasillo, y Harry decidió ir a ayudarle. Me llevó a mi habitación y me dejó delicadamente sobre la cama.
Entonces fue cuándo caí en la cuenta de que sólo había una cama y que encima era de matrimonio. Bien. De puta madre - decía irónicamente. ¿Vamos a dormir juntos? Yo no tengo ningún problema - ponía una sonrisa picarona. Pero...¿que hago? estoy supuestamente dormida y no voy a ponerme casualmente el pijama y ala ya esta. Harry no tardará en venir. ¡Joder! - protesté. Entonces decidí ponerme rápidamente el pijama y acostarme cómo si ni siquiera supiera cómo había llegado a parar allí desde el lugar lluvioso y tenebroso al que me había llevado recientemente. Sí, iba a hacer eso, que fuera lo que dios quiera - suspiré.

NARRA HARRY:

Entré en la habitación de mi novia y estaba durmiendo, en la cama ¡con pijama! - mal vamos Harry, siempre dormimos desnudos. - pensé.
Después de dar varias vueltas por el cuarto morado y observar las vistas de California de noche, me dí cuenta de que sólo había esa cama. - Harry no lo hagas. No lo hagas. Harry - me iba diciéndo. Harry, tiene catorce años, no. No puedes. Prohibido - pero siempre uno tiende a hacer lo prohibido, de todas formas tuve que resistirme.
Me desvestí, dejé mi ropa sobre una silla y me metí con ella. Sí ,estaba desnudo. Eso es normal en mí, todo el mundo sabe la aficción que tengo a pasarme el día desnudo y a nadie le importa, al contrario, le agrada - pensé. Mente sucia. - reí sigilosamente. Me coloqué en la cama y me puse a 'dormir' al lado contrario de ella. Mi mente no paraba de pensar. Cómo no podía dormirme, me giré y me pusé a su lado, me abracé a su cuerpo, y me pusé a dormir. Mañana será un gran día. Espero no ser sonámbulo y que haga eso. No Harry, no. - me repetía otra vez. Buenas noches mundo - desconecté mi cerebro abrazado a Sonia.

Cápitulo 32

Nos ibamos de la mano. No parabamos de sonreírnos. Estaba lloviendo, y corría una suave y fresca brisa de invierno. Cada vez llovía con más intensidad.

- ¿A dónde vas tan rápido? - me preguntó relajadamente. Me.... ponía - reí.
- Pues... siendo que esta lloviendo y que veo desde aquí allí tu coche, pues iba hacia él para no mojarme - le dijé dulcemente
- Sabes... siempre he querido hacer algo bajo la lluvia.
- ¿El que? ¡Hazlo! - le dijé mientras le sonreía
La lluvía era precipitada y intensa. Mi cabello dejaba caer gotas y gotas rápidamente.
- Lo haré. - dijó mientras se le formaban dos hoyuelos y se le veía su sonrisa perfecta. Le amaba.
- Eres perfecto.
- Sabes que tú si que eres perfecta - decía mientras me miraba a los ojos
- No.. nadie lo es, pero no todo el mundo es capaz de amar cada una de las imperfecciones del otro, cómo me pasa a mi contigo - le besé.
Entonces, me besó. Me besó bajo la lluvia. Oh... lo quiero tanto - pensaba mientras me besaba. Otra vez, quería que el tiempo se parará y que sólo estuvieramos en el mundo él y yo.
- Eres .. mi principe azul - le decía mientras me metía en sus profundos ojos color hierba. Amo tus ojos, tu boca, tu sonrisa, tu forma de ser, tu personalidad, tu voz, ¡amo a HARRY EDWARD STYLES! - gritaba con la ropa escurriendo agua. He's mine!
- Me encanta cuándo hablas spainenglish - reía
- Amí me encantas tú, tú y tú y tú y solamente tú. - decía acordándome de la canción de Pablo Alborán.
Le dí la fantastica idea de cantar.
- No me cantes.. ¡no me lo merezco! te lo he dicho más de mil veces.
- Tú eres la única persona que da sentido a la letra de mis canciones, entonces dime, ¿porque no las mereces? si eres la persona que consigas que saque esta voz.
No podía hablar, siempre me dejaba en blanco.

- ' It's everything about you you you, it's everything that's you do do do,
from the way we touch baby, to the way that you kiss on me'
'It's everything about you, you, you,
the way you make it feel new, new, new
Like every party is just us twoand thre's nothing I could pont to
It's everything about you, you, you,
Everything about you, you ,you
It's everything that you do,do,do
It's everything about you ,you ,you'

- Lo eres todo, y la palabra infinito se me queda corta. - sonreí
Volvimos a unir nuestras manos y seguía lloviendo.
- A mí también me encanta cantarte y besarte bajo la lluvia, pero no quiero que te pongas enferma y no puedas salir conmigo, ¿vienes al coche? - me cogió la mano
- Eres un sol.
Entonces nuestras manos entrelazadas tomaron rumbo hasta el vehículo.

Nos sentamos en los cómodos asientos de su coche negro y miré el reloj.
- Harry, ¡son las cinco y media! y no hemos dormido nada - jaja reí. Mañana no vamos a poder tenernos en pie.
- No importa, dormiré contigo en la habitación - decía satisfecho.
- Já , y a tí quién te ha dado permiso, ¿eh? - dijé haciéndome la díficil
- Intuición masculina. Además.. así aprovecho y me ayudas a ir a hablar con Louis.. me siento, pesimamente cuándo pienso en lo que me dijó. - veía sus ojos llorosos.
- Bueno, te dejó dormir conmigo - jajaja. malpensantes. No llores, seguro que te entiende, igual que yo, todos cometemos errores - le besé.
Puso en marcha el coche y nos dirigimos hacía el hotel. Tenía mucho sueño y me dormi en un abrir y cerrar de ojos. Buenas noches.

Cápitulo 31

Me bajaba cuidadosamente por las escaleras del hotel, llevándome hasta el que yo creo que era el ascensor, y en el que podría verle la cara. Pero no tuve esa suerte. Mientras llamaba al ascensor, sacó un pañuelo de su bolsillo y me lo pusó sin que yo quisiera. Sin fuerzas, mis cuerdas vocales seguían gritándo el nombre de mi mejor amigo, pero ni siquiera tenía esperanza de que me oyese, siendo que es lo último que se pierde.

El tacto del pañuelo me resultaba familiar, pero no quería pensar en ello. Quería despertar de esta maldita pesadilla, ya. No me hacía gracia soñar este tipo de cosas, y menos despierta.

No debía de estar presente el recepcionista, porque cuándo el extraño hombre me sacaba por la puerta principal no escuché ningún tipo de despedida. Seguramente sería para que no descubriese quién era mi secuestrador. En realidad, me daba un poco igual que me secuestrasen. Algo más añadido a mi lista de 'cosas malas de la mierda de mi vida' en las que tenía como treinta cosas apuntadas.
Creo que nadie me hecharía de menos, tal vez Louis, mi hermano, mis padres cuándo se enteraran y... Harry no lo sé porque directamente creo que no le debo importar mucho después de lo que me hizó, aunque el de todas formas permanecía en mi corazón y no conseguía sacarlo, será cosa del destino que nos volvamos a unir.

Me quito el pañuelo, y dejó su mano suelta, permitiéndome hablar, aunque ahora por mucho que gritase el nombre de Louis no serviría de nada, porque no me oiría y ni siquiera yo se dónde estoy.
Me cogió de la mano, y me sentó en una silla, aun no había visto su rostro.

- ¡¿Porqué me coges de la mano!? ¿¡Quién eres!? ¡¿Porqué me traes a este sitio!? ¡¿Qué quieres de mi!? ¡Suéltame! - le gritaba horrorizada. ¡Destapate si tan valiente eres! ¡No te tengo miedo! - decía falsamente.

Me tapaba con una manta que había en el suelo, evitando que el traidor pudiera ver mi rostro lloroso. No quería darle esa satisfacción; la de verme sufrir. No iba a ser una víctima fácil.
Entonces, se quitó su chaqueta y desveló su rostro. Me quedé boquiabierta. ¿Porqué me había hecho esto? ¿Porqué me había traido a este tenebroso lugar? no, de nuevo no volvía a comprender las cosas. El mundo se me está comiendo.

- H- Harry - dijé apenas sin habla, y dejándo mi pálido rostro al descubierto. ¿Porqué me has hecho esto? ¡No quiero verte ni en pintura! ¡Olvídame! me has hecho mucho daño, y aún estoy sufriendo. - porfin decía algo que era cierto.
- Porfavor, no te vayas, quiero hablar contigo, ¡escucháme! te necesito - iba diciéndo. No. No quiero escucharle. No quiero volver a caer en su trampa. No me quiere, lo sé - me repetía. No va a poder demostrarme lo contrario - me decía una y otra vez. ¿Y si me quiere? - me decía. Después me llamaba estúpida. Estoy arta de mi forma de ser.

Cogió otra silla y se sento enfrente mío. Sentí la necesidad de besarle, pero no. ¡Sonia no lo hagas! - me repetía una y otra vez.

- Necesito que te vuelvas a poner esto y le des su significado, el que siempre ha tenido, y pese las circustancias que pasen, siempre lo tendrá. - dijó cogiéndo delicadamente mi mano derecha y volviendo a poner en ella mi pulsera de plata. Mientras me la ponía, le miraba como una idiota. Siempre había estado enamorada de él y ahora no iba a ser menos. Soy vulnerable a su presencia, lo necesito conmigo. Soy muy débil.-
Tengo que explicarte todo, lo que viste tiene una explicación. Yo no quería... - me miraba con ojos llorosos, y con un verde intenso en su iris.
- ¡¿El que vas a explicarme!? ¡no hay explicación! ¡estabas ahí fo..... con ella! mi corazón ya no tiene ser. ¡Porque tú no me quieres y no significo nada para tí! - lloraba y lloraba cada vez con más fuerza. Era lo que realmente pensaba.

Mientras mi cara cada vez estaba más mojada, Harry vino y me abrazó. Me ofreció su pañuelo que me resultaba familiar y recorde nuestro viaje a ese pueblecito desierto. Lo acepté y dejé que cedieran en él mis pequeñas lágrimas llenas de sentimientos.
Seguía en ese abrazo, los extrañaba y me queriese o no necesitaba uno de ellos. Un abrazo de Harry Styles vale más que mil palabras, y un beso más que el infinito.

- Quiero pedirte perdon. Volver a ser quiénes éramos. Ser sólo tu y yo. - me decía al oido aún en ese dulce abrazo.
Precipitadamente, deshicé nuestros cuerpos entrelazados y volví a lo de siempre.
- ¿De qué vas a pedirme perdon? Hacías lo que realmente querías... porque sabes que yo no puedo darte eso. Pero.. ¡comprendéme! ¡Tengo catorce años, y tu diecisiete! C-A-T-O-R-C-E , no puedo hacer todo, y deberías aceptarme tal y como soy y tal y cuál cómo creo. Y esque después de todo te sigo queriendo, y de un modo o otro te necesito a mi lado, por muchas cosas malas que me hagas. No, no tengo posibilidades de vivir si no es contigo, y tu.. me haces esto. Me duele mucho... - no, no quería mirarle. Su mirada era intensa y sus labios eran muy apasionados. ¡No, no voy a besarle! - soy incapaz de resistirme.
Vine a darte una sorpresa, super emocionada, con muchas ganas de verte, besarte, abrazarte, y no separar nuestras manos, pero en cuanto entre y te vi .......... caí al suelo y mis huesos estaban fracturados, mis músculos carecían de fuerza y mi mente era ... débil. Me quedé en estado de shock. Mi piel era cada vez más blanca, mi cara de color anaranjada y mis labios amoratados, llenos de heridas, ensangrentados, Y tu, ni te percatabas de mi prensecia, seguías a tu bola, con litros de alcohol en sangre, pásandotelo de puta madre, y lo que no soporto, que lo ocurrido no fuera conmigo. - siempre iba a parar al mismo punto, pero esque no era posible de olvidarlo, mi mente lo repetía una y otra vez, sucesivamente, sucesivas veces.

Ahora el que lloraba era él. Creo que en mi vida lo había visto tan dolorido. Corrían sus lágrimas alrededor de su rostro, y fui incapaz de besarle. Estuve así mucho tiempo. Frenada en esa posición. Mis labios con los suyos. Era lo que realmente quería, y el también.
Después de varios minutos, largos y eternos, deshizó esa posición y me miró a los ojos. Sin capacidad de habla, consiguíó decir algunas palabras.

- Sonia.., siento muchísimo todo esto, soy la peor persona del mundo, no merezco tenerte, no merezco ser persona, debo de morirme, ¡yo te quiero! y lo único que he hecho ha sido cagarla, equivocarme, incharme a beber y cometer errores.
Yo no quería beber. Estaba deprimido, te echaba de menos, mucho de menos, y cada mañana intentaba mostrarte una sonrisa para que no te sintieses mal, y cada día te fuera más fácil. El  último día, decidí no llamarte. Ni siquiera me levanté de la cama. Quería que este maldito viaje de estudios acabasé ya, porque de viaje y de bonito no tenía nada. Quería tenerte conmigo, y no quería nada de California, porque a mí contigo ya tengo todo y nada me es necesario.
Caído en esta depresión, entró Ainara, que también estaba de viaje y acabamos recordando viejos tiempos. Nuestros paseos por la playa.. y el sucesivo rechazo. Eso me hizo llorar, pero no permití que me viera así y pusé una sonrisa porque empecé a recordar los momentos contigo, y pusé una sonrisa de oreja a oreja, no me iba a ver mal. Además éramos pequeños, teníamos cómo doce años... y a esas edades el amor no tiene sentido y yo era muy ignorante, y tras caer varias veces sobre la misma piedra aprendí de ellos; de mis errores.
Un camarero trajó varias botellas de la casa y nos emocionamos tanto que bebiamos y bebiamos sin rumbo. Ella perdió la cabeza, y con ello también la mía. Empezó a desnudarme, yo no quería pero era inútil pararle. Estaba obsesionada. El efecto del alcohol resultó tardío para mí, y llegó justo en ese momento, ese maldito momento. Y.. así acabamos.
Después de tus bofetadas me desvelé un poco y una de las nubes de mi cerebro desapareció, comprendí un poco lo que sucedía y lo único que conseguí decirte que había cometido un error, que yo no quería hacerlo.. y que sólo te queria a tí... pero no me escuchabas. Empezaste a decirme multitud de cosas y sólo podía llorar desconsoladamente. Después de todo, Louis me avisó de que no me quería a tu vera y de que olvidará que somos amigos. Eso me hizó mucho daño, el era mi mejor amigo. Lo he perdido todo, por este maldito viaje, y por el alcohol. He perdido al amor de mi vida, soy un desgraciado. Perdóname, te lo suplico. He cometido un error, y voy a estar arrepentido de él toda mi vida. Soy ...... una mierda de persona, debería morirme.

- Harry, joder que te quiero, y..... que no soy capaz de decirte que no. Que sé que no querías, que te creo, que sé que me echabas de menos, y yo a tí también y por eso precisamente viné, para verte, darte una sorpresa y verte sonreír a mi lado, pero ... presencié aquello y me derrumbé en mis pensamientos. Solamente tenía a Louis como apoyo.

- Olvídemos esto, porfavor, quiero que volvamos a estar bien, que seamos como antes, una pareja unida. Porque nada ni nadie será capaz de separarnos, porque tu eres mi vida y tienes la llave de mi corazón.

No tenía palabras. No sé porque sabía que todo aquello que decían sus  cuerdas vocales era cierto. Me daba igual lo que hubiera pasado. Cometió un error, tenía razón, teníamos que vivir el presente, y olvidar el pasado, que siempre nos deja cosas malas. No me importaba nada, sólo quería estar a su lado, y recuperar el tiempo perdido.

Entonces, nos volvimos a besar y fuimos de vuelta al hotel.

Cápitulo 30

Vino un camarero y nos preguntó que es lo que queríamos comer y beber. Una vez decidimos todo y se lo comentamos, decidí contárselo. "Creo que me he equivocado, tal vez lo nuestro... no tenga sentido y sea mejor que seamos amigos.." o "dame tiempo, quiero comprender las cosas, y no entiendo todo esto muy bien", me estaba matando de cómo decirselo y mi pulso era nervioso.

- Tengo que contarte una cosa - dijimos a la vez, mientras nos servían el postre.
- Tu primero, te cedo el honor - le dijé
- No, tu primera, seguro que es más importante - seguro, pensé.
- Creo...
- ¿Te sientes cómoda con esto? - dijó cortándome la frase
- De eso quería hablarte....
Creo que esto es demasiado precipitado.... ¡no te enfades porfavor! no quiero que nuestra amistad se heche a perder por mi culpa - me caía una lágrima. No sé ni lo que quiero. No sé ni lo que decidó - le iba diciendo.

Entonces se levantó de la que era su silla y vinó a la mía y me abrazó y me dió un beso en la mejilla.

- No llores. No te preocupes. Entiendo todo esto.. y sé que esta siendo muy díficil para tí. Te ha venido todo de golpe, tu no puedes hacer nada.
- Esque joder, me siento mal porque creo que te estoy decepcionado. Te digo que te quiero, y ahora te digo que sólo quiero que seamos amigos. No sé donde estoy. ¡¿Porqué tiene que pasarme esto a mí?! destrozo todo. Soy una.... enfin.
- Yo también había estado pensado en esto. Te veía extraña. He sentido cómo no eres la misma, cómo no eres tú. He estado pensado mucho todo esto, dejándome los sesos y ¿sabes que? que te quiero como a una hermana, cómo a la mejor amiga que tengo, a la persona que le puedo contar todo, contar con ella y llorar sobre su hombro.
- Siento todo esto, de verdad. Yo también te quiero de esa forma, pero creo que antes he malinterpretado las cosas. ¿Amigos? ¿Podemos volver a empezar? - le sonreí.
- No. Amigos no. - me asusté. MEJORES AMIGOS - dijó finalmente.
- Sí, para siempre. Gracias por contar conmigo. - y entonces nos volvimos a abrazar.

Fuimos a pagar la cuenta, y claro, Lou no me dejó pagar y el muy pesado pago él. Me acompañó hasta mi habitación y me susurró al oido.
- Creo que eres demasiado pequeña para mí.
- Jajaja. Yo creo que tu eres demasiado mayor.. ¡tienes 20 años!
- Por eso mismo. Tienes toda la vida para vivir. Sé feliz, yo te ayudaré - me sonrió
- Gracias Lou - le devolví la sonrisa
Gracias por todo.

Entonces me metí en mi habitación, me volví a quitar de nuevo los tacones negros, me pusé mi pijama y caí muerta en la cama. Iba a escuchar un poco de música, pero el cansancio pudo conmigo.

Eran las 2 y 30 de la mañana y oí un ruido. Lo volví a escuchar. Tenía miedo. Estaba sóla en una habitación gigante. Me abracé a mi osito de peluche y que pasará lo que tuviera que pasar.
Entonces, me agarrarón y me taparón la boca. No podía hablar, y no paraba de llamar a Louis, pero no me escuchaba. ¿¡Quién me estaba secuestrando!? ¿Porque a mí?

Tenía mucho miedo, quería salir de sus manos.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Cápitulo 29

- Muchas gracias - le dijimos en unisono al ayudante del hotel, que acababa de entrar en la habitación de Louis dejándole las llaves de su coche y nuestras maletas, interrumpiendo precipitadamente nuestro beso.

- Será mejor que me vaya a mi habitación a recoger las cosas de la maleta, pero no hagas travesuras con tus queridas zanahorias. ¡No me traiciones por ellas! - le dijé seriamente, riéndome por dentro.
- Sí, yo también tengo que recoger todo esto, ¿hacer travesuras con mis zanahorias? sólo las hago con las personas de carne y hueso - me miró por encima del hombro.
- Em.. Louis he pillado la indirecta - le sonreí roja como un tomate. Desde que había decidido dar ese gran paso, era muchísimo más lanzado, abierto... no lo reconocía, pero eso me resultaba agradable.
- ¡No te vayas! te voy a echar de menos - me decía agarrando mi mano y devolviéndome a la posición anterior.
- Mi pequeño osito, estoy a dos metro de distancia, podré comunicarme contigo por telepatía - le sonreí
- Bueno... pero no tardes. - Entonces dejó caer mi mano y me dió otro de sus inesperados besos.
- Te espero aquí a las once y media.
- Vale, aquí estaré, hasta dentro de dos horitas - me despedí y cerré la puerta.

Eran las nueve y media. Ya habían pasado más de tres cuartos de hora y yo me acordaba cómo si acabará de observar esa escena en ese mismo momento.
Me dejé caer sobre la cama, desprendí mis pequeños tacones de mis pies y los dejé caer en la alfombra de diseño geométrico.
La cabeza me empezaba a dar vueltas, a retomar los mismos pensamientos una y otra vez. A intentar saber que hacer, si entender cuál es el bueno camino y cuál es el malo, y sobretodo, comprender cuál es el que yo estoy tomando. Coger las riendas de mi vida y tirar hacía el camino indicado. No equivocarme.
Quería pensar, volver a pensar todo aquello. Buf.. la vida es tan díficil, la vida me ha metido tantas hostias que creo que sólo tengo moratones y heridas que no cicatrizan. Que sangran y vuelven a sangrar otra vez, y que cuándo ya los crees curados, se vuelven a abrir inesperadamente.
Retomaba el maldito punto de partida, el de quitarme la vida. Estoy cansada de intentar plantarle la cara a los problemas y recaer en ellos sin éxito, fallar una y otra vez sin obtener solución.
Pero.. ¿para que quiero vivir? ¿me sirve de algo? no se a quién quiero, no sé si me quiere, no sé si me engaño y lo más importante, no se si soy feliz ni quién es capaz de hacer que me sienta así.
Desde estos últimos minutos, después de presenciar lo ocurrido de mi llegada a California, pienso que sólo he sido lo que llenaba el vacío del corazón de Harry. Igual tenía razón, habian sido los putos efectos secundarios del alcohol, que le habían llevado a producir.. ese error. ¡Pero estaban... follando! eso no es un error cualquiera.. todo puede ser - pensé. No sé si lo que quiero es engañarme, o ver la realidad. No sé si me quiere. No sé si me he equivocado.No sé lo que quiero. No sé si soy importante. No sé quién es la persona a la que amo. No sé si Louis sólo es un buen amigo y estoy confundiendo las cosas. ¡NO SÉ QUIÉN SOY YO! - me grité mentalmente. Tenía la mente destrozada, machacada de tanto pensar, y sin apenas neuronas.

Montones de lágrimas recorrían de nuevo mi cara. Me estaba empezando a acostumbrar a llorar, y eso no es nada bueno.
- ¡Basta! - me grité. Ya vale, deja de pensar en esas estúpideces y no hagas un mundo de ellas. Que pase lo que tenga que pasar, que decida todo el destino, porque tu no predices el futuro. Porque necesitas confiar en tí, dejarte de rayar, dejarte de sufrir y dejar que el tiempo haga lo que vea conveniente. Porque tu no siempre tienes la culpa de todo, y también mereces ser feliz. Porque tu eres Sonia, y sé que pronto entenderás que eres alguien especial y que todo el mundo desearía ser tu. - me decía a modo de pensamiento, con una coca-cola, en la terraza de mi habitación apreciando las vistas. Necesitaba airearme, y de un modo o otro dejar todo a un lado. Olvidar mis problemas, cinco minutos de mi vida. Respiraba hondo y cuándo me encontré un poco mejor decidí deshacer las maletas, a pesar de que estaría aproximadamente una semana en el hotel. Entre rápidamente de la terraza con miedo de que Louis me hubiera vuelto a ver llorar, pero afortunadamente no presenció esa parte.

Conecté mi iPod y me dejé llevar mientras metía la ropa en el lujoso armario y escuchaba "Same mistakes", mismos errores en español, que es la canción con la que identificaba mi vida, con un error. Me sumía en la letra, ya estaba acabando y entonces escuché dos toquecitos en mi puerta, y en ese instante se abrió. Era Louis.

- ¿Qué tal vas? - me preguntó entrando.
- Bueno.. acabando. Sólo me queda meter aquí todos los zapatos. - le decía mientras le señalaba dos pares de deportivas, dos pares de bailarinas, unas botas marrones y mis tacones negros.
- Yo ya he acabado, así que he decidido pasar a ayudarte con todo esto. - me sonrió
- Oh, muchas gracias, eres un encanto. - y le besé en la mejilla. - se quedó un poco extrañado. Pero.. no podía darle otra cosa.

- ¿Qué hora es? - le pregunté a Lou desesperada. Me estaba muriendo de hambre.
- Son las 23.20 nena. Ya acabamos.
- Sí, eso espero porque me estoy muriendo de hambre.
- Yo también. Sé que será fantastico cenar contigo - y ví cómo se le marcaban dos pequeños hoyuelos.
- Eres fantastico. Eres fabolouis, nada de fabuloso, fabolouis - le decía al oido mientras le abrazaba.

Entonces me cogió de la mano y nos dirigiamos al que era el restaurante del hotel. Uno de los mejores restaurantes del estado. Tenía muchas ganas de degustar su comida, y más con el ruido que producían mis tripas por falta de comida. Me senté frente a Louis y pensé que después de cenar hablaríamos sobre lo ocurrido hoy e intentariamos aclarar las cosas. Será una noche muy movida.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Cápitulo 28

Entramos por la puerta y me dejó en el que era el recibidor. Era un hotel de dieciocho plantas, con dos suites cada una.

- Hola, porfavor ¿podría darme las llaves de la habitación a nombre de Louis Tomlimson? ¿Y de Sonia García? muchas gracias - dijó cortesmente.
- Oh, por supuesto. Su planta es la nº14 la habitación 1415 y la de la señorita que trae como acompañante es la planta nº14 habitacion 1414, pared con pared. Espero que les gusten las instalaciones - decía mientras nos entregaba las llaves. ¿Traen maletas?
 - Oh sí, lo había olvidado, las tengo en el coche, iré a buscarlas..
- No esperé - le dijó el recepcionista. ¡James! ¡James! ves a buscarle a estos clientes sus maletas - entonces Louis le entregó las llaves de su Lamborghini rojo un poco preocupado.
- No pongas esa cara de susto, ahora vendrá con tus llaves - reí

Mientras tanto, pueden ir a mirar sus habitaciones, mi ayudante les llevará las maletas y las llaves de su coche en un santiamén - dijó de modo convincente.

- Confío en ustedes - le dijó Louis al recepcionista. Buenas tardes.

Entramos en el ascensor. Era muy amplio y de tonos beiges, un poco rústico. Mientras observaba las dimensiones, subimos a la planta correspondiente en un abrir y cerrar de ojos.

En cuánto salias del interior del ascensor, podia observarse la estructura del hotel, compuesta a base de grandes ventanales y vidriales que permitian ver las afueras del lugar.

- Oh Louis, esto es muy bonito. ¡Me encantan las vistas! se puede observar todo tan bien... - decía mientras ibamos por el pasillo de habitaciones.

- Esta es la tuya. - me dijó Lou, que veía cómo seguía un camino sin rumbo. Menos mal que estaba ahí para guiarme.

Abrí la puerta y me quedé asombrada. Una habitación de colores lila y morado oscuro, combinados con muebles, armarios y estanterias de esas tonalidades. Era como la habitación que siempre había deseado tener.

- ¡No voy a olvidar California! - le dijé ilusionada a Louis
- Yo tampoco, he vivido aquí algo muy especial.. - sonrió
 - Jajajaja.. pillín. - reí

Me quité la chaqueta, y la tiré juntó al minibolso que llevaba encima de la cama. Después acompañe a Lou a la suya.

- ¡Noooooooooooooooooo! ¡Esto es perfecto! - gritaba euforico.
- ¿Qué es lo que ocurre? - pregunté extrañada, entonces entré y le dí sentido a todo.
Se fue corriendo y se abrazó con la pared, y la empezó a besar. Sí, super extraño, pero tenía el estampado de sus queridas zanahorias, asi como por arte de magía.
En ese momento, me deje caer en un aposa-pies de madera con un acolchado mullido y le empecé a decir como una niña pequeña:

- Alaaaaaaa, ¡yo también quiero! ¡quiero besos y abrazos! necesito un oso mimoso. Jumm...
- Oh mi niña bonitaaaaaaaaaa - y vinó corriendo y me cogió en brazos - tenía la sensación de que estaba volando y de que tocaba el techo anaranjado. - Eso no se pide, se hace y ya esta. - y hizó lo mismo que con la pared conmigo.
- Yo también te quiero. - nos besamos, y entró el ayudante con las maletas

Cápitulo 27

Fue un beso rápido. Me quedé ojiplática y no sabía que hacer; cómo reaccionar después de lo sucedido. Estaba en estado de shock, no me lo esperaba para nada.
Cuándo se termino el beso, decidí mirarle y preguntarle que porqué lo había hecho; porqué me había besado.

- Lo...uis.. ¿Porqué has hecho eso? - dijé cortada. No sabía que decirle. Pensaba que sólo éramos amigos, buenos amigos..

- ¿Hacer el qué? - dijó haciéndose el tonto
- Pues eso.. - dijé sin darle explicaciones
- ¿Besarte? ¿He hecho algo malo? - miraba hacía el suelo, y cuándo le daba intentaba volverme a mirar.
- No... no lo sé. No lo entiendo. Estoy.....
- ¿Extrañada? - dijó acabando la frase
- Sí.... podría decirse así.. - creo que estaba roja, y no de llorar, si no de lo que me acababa de pasar.
- Es sencillo... directamente no puedo verte así y...
- ¿Y por eso me has.... besado? ¿Por verme llorar? - no, definitivamente, no entendía nada
- No.. Sonia.... que creo que en realidad somos algo más. - y recalcó el somos. Me ha hecho falta esto para saberlo. No. No puedo verte sufrir, no puedo estar sin tí - me abrazó.
- Pee - no me dejó acabar. Repitió lo de antes. Callándome. - ro, Louis! no sé que pensar , estoy aturdida. Demasiadas emociones, demasiadas sensaciones.

Seguimos en ese abrazo. Mientras le miraba a sus ojos azules, recordaba todos los días anteriores, principios de Septiembre, cuándo me apoyaba y me venía a recoger. Entonces, iba recopilando pilas y pilas de recuerdos y llegue a la observación de que sí, de que en realidad siempre le había querido, sólo que no me daba cuenta. Siempre he estado obsesionada con Harry, necesito que Harry se fijé en mí, necesito gustarle a Harry, necesito que se de cuenta de que existo.. y un día llegue incluso a la conclusión de quitarme la vida, con conseguir aunque fuera un beso suyo, y cuándo lo conseguí, hice de él un mundo. Louis sólo era la persona a la que le regalaba sonrisas. Y ahí esta, le gustaba verme feliz, aunque no fuera con él. Sí... ahora aun me sentía peor. Me engañan, me engaño y encima hago daño a otra víctima. Sé que el era "feliz" de ese modo, pero ahora, quería seguir adelante con ello, quería probar a ser feliz con él, porque sólo vivía en una mentira.

Seguía en ese abrazo, en el atardecer de California, ahora apoyada en su hombro, con los ojos cerrados.

- ¿Sonia? ¿Sonia? - preguntó, y al no obtener respuesta, me elevó hacía adelante, poniéndome enfrente suyo.
- Ahh.. ¿Sí? perdona.. estaba pensado en.. - respondí. Me siento mal..
- No no pasa nada, creía  que te habías dormido, aunque no me habría importado - me sonrió. ¿Cómo que te sientes mal? No, porfavor no vuelvas al punto de partida, no puedo verte triste. - me iba diciéndo y seguía hablándo y entonces le corté..
- No, no es por eso.. - entonces fuí ahora yo la que le sonreí. Es.. porque me siento mal, siempre has estado y.. nunca me he querido dar cuenta de que estaba enamorada de tí y no de ..... él. Siempre has sido muy importante para mí, pero nunca he querido verte cómo algo más, pero ahora sé que sólo me he estado engañando, me he engañado en todo generalmente... y me da la sensación de que únicamente te he hecho sufrir - me caía una lágrima
- ¡Ni se te ocurra volver a pensar eso! ¿Oyes? ¡NO! nunca, nunca me has hecho sufrir, yo soy feliz viéndote feliz, sonreír por las mañanas y reír por cualquier cosa, y no me importa el motivo, pero.. ahora me dí cuenta de que te necesito, a mi lado, siendo sólo mía.
- Siento todo esto... - no podía mirarle
- Olvidemos el pasado y vivamos el presente - entonces me beso y me cogió en brazos llevándome hacía el hotel

viernes, 23 de diciembre de 2011

Cápitulo 26

No conseguía enterder las cosas, darles sentido; eran totalmente incoherentes. Estaba destrozada, y sentía cómo cada una de las arterias de mi corazón eran cada vez más debiles y se debilitaban cada vez más y más.

Agarrada a Louis, iba mirando hacia el suelo, y no porque fueran bonitas las baldosas. Intentaba esconder mi pena e irme a mi mundo desecho, roto de sentimientos llenos de crueldad. No evitaba dejar de llorar y para mi nada resultaba consuelo o reconfortación. Lo único en lo que pensaba era en irme lejos, lejos del mundo.. huir de él, conseguir olvidarle, pero ninguna de las dos cosas iban a ser posibles...

Iba caminado, y entonces me paró. Ya sabía lo que quería y no iba a poder complacerle, no podía regalarle ni siquiera una pequeña sonrisa forzada, no, ni de esas tenía.

- Porfavor, no llores más. Sé que estás sufriendo mucho, pero porfavor intenta olvidarlo, intenta olvidar lo que has visto, que si tu estas mal yo me derrumbo.. lo sabes. - me dijó con los ojos llorosos.
- Sabes que soy incapaz de hacerlo. Estoy sumida en un mundo negro, y nunca voy a conseguir salir de esa espiral, antes moriré. Porque no se que hago que siempre caigo sobre la misma piedra una y otra vez consecutivas veces. Soy una estúpida, ilusionita de cosas irreales. ¡Todo esto es por mi culpa! - y entonces rompí a llorar del todo.
- No llores, no me hagas esto - decía mientras cogía su pañuelo y me lo extendía, mientras tanto, me secaba las lágrimas con la chaqueta crema a la que tenía tanto aprecio y que ahora sólo me traía recuerdos, de los que estoy segura que eran totalmente falsos. Nunca me había querido, lo sé. ¿Cómo me va a querer? Si hay miles de chicas mucho mejores que yo.. no es casualidad que se fijará asi por asi en mí, lo tenía todo planeado, sólo quiere hacerme daño - pensaba una y otra vez, derrochando agua totalmente.

Nos sentamos en un banco, yo seguía secándome las lágrimas, con los ojos yo diría que grisáceos, de los cuáles sólo se distinguía la pupila, la cara roja del sofocón, y mi rostro lleno de carreteras formadas por ellas.

Entonces, Louis me cogió de la barbilla y me pusó mirándo hacía él. No sé porque, pero ahora recorría un nerviosismo por mi cuerpo. Era totalmente desconocido.

- Sonia... - no se lo pensó dos veces y me besó. No sé porque lo hizo, ni tampoco porque no me aparte, solo sé que ahora me sentía mucho mejor y que mientras me besaba estaba sonriendo.

Cápitulo 25

- Me cagüen su vida. Me cagüen el maldito día en el que vino al mundo, haciéndole daño a mi mejor amiga. ¿Cómo podía ser tan rastrero? ¿Cómo podía traiciornale de ese modo? ¿Cómo tuvo valor a "entregarle su amor" y ahora dejarle tirada a la primera de cambio, engañándole con otra? Sí sera uno de mis mejores amigos y todo lo que tu quieras, pero con esto había llegado demasiado lejos y me había hecho mucho daño, le había hecho mucho daño a ella, la persona que menos se lo merecía en este mundo. Ella, estaba tirada en el suelo, llorando a cántaros, sin fuerza con la que volverse a levantar, a ponerse de pie y a decirle todo lo sin vergüenza que es y lo mucho que lo estaba odiando en ese momento, entonces la cogí en brazos, y ella quisó quedarse en esa posición, volverse a cerrar y abrir sus bonitos ojos marrones hinchados y creer que lo que estaba presenciando era irreal, que estaba soñando. Pero entonces se puso en pie y dijó todo que tenía que decir, intento transmitir todo ese odio que había acumulado y tiró su pulsera al suelo. Después cómo pudo, le agredió. La chica esa tenía pintas de todo lo malpensante en este mundo, parecía salida de un puticlub, pero Harry no era de esos que llamaba a este tipo de chicas. Sonia, la miró con cara de asco, cogió una botella de cristal y se la estampó en la cabeza, haciéndole una brecha, y entonces pensé, se lo merece por zorra. Esa tía me resultaba familiar, no sabía de qué, pero no quería pensar en ello; bitches como ella no se merecen estar correteando por mi mente previelegiada. Ya, no debía de significar nada para él, pero sé perfectamente que no lo va a poder olvidar, que este momento se va a quedar marcado para toda su vida. Me siento fatal, odio a este mierda crio que no sabe que hace con los sentimientos de los demás. La intenté sacar de ahí pero se negó y entonces oía como le decía, cómo le insultaba al que era supuestamente su novio y el que le había jodido la vida. Le volvió a bofetear, sin fuerzas y se abrazó en mí. Entonces, le chillé a Harry, le dijé que se olvidará de mi existencia para siempre y que ni pensará acercarse en toda su vida a mí y a mi pequeña. Tendría malas consecuencias. Le estaba teniendo, cogiéndo mucho asco. Era pesímo, y no sabe lo que ha perdido, aún no comprendó cómo ha tenido el valor de hacerle aquello.

NARRO YO:

Estaba tan emocionada que no pude esperar a que Lou lo viera antes que yo, entonces me abalancée sobre él, con todas mis fuerzas le dejé tirado en el suelo, y cuándo entré, desée no haberlo hecho. Haber entrado en otro momento, haber llegado más tarde, más pronto o directamente nunca. Pero sí, debía afrontarlo, pero no podía. ¿Cómo? ¿Cómo se esta besando con una tía? ¿Cómo tiene el valor de estar semidesnudo en el sofa principal dandóse el lote con ella? Me quería morir, quería desear que mi existencia fuera falsa, y que estuviera en una especie de videojuego. Pero no, era y es la realidad, y yo vivía en un mundo falso en el que todo era de color rosa, había olvidado poco a poco mi pésimo pasado y ahora automáticamente había vuelto hasta él, pero de un modo mucho peor. No creía lo que veían mis ojos. Louis, se imagino algo al momento del que vió ropa interior de la tia por la mirilla, pero yo cómo una estúpida quisé entrar antés y les ví, ahí haciéndo eso enfrente de mi cara, cómo si fuera un fantasma, cómo si fuera un fantasma y mi presencia no importara. Lloraba, lloraba a cantaros y él ni se percataba de que estaba ahí. Estaba borracho, ebrío, riéndose en mi cara y yo iba acumulando mi odio.
Louis, me agarró, intentó levantarme, y yo me tiraba al suelo empañándome los ojos y gritándome "esto no es real, Sonia estas soñando, no es posible" pero por muchas veces que me lo repetía, una y otra vez lo único posible era que lo que veía estaba pasando, y que yo no podía hacer nada porque así no fuera. ¿Me... había dejado por otra? No, no me había dejado por otra, directamente se estaba aprovechando de mi ignorancia, mi poco saber porque esta era mi primera relación y era muy estúpida, jugaba a dos bandas, o por lo menos se enrrollaba con tías y pasaba de mí y .. me engañaba. Pero a partir de ahí ví cómo era, cómo era su personalidad, después de tantos años engañándome a mí misma. Teresa tenía razón, para el las chicas sólo éramos muñecas de feria, y yo la primera. A partir de ahí ví las cosas buenas, o al menos intenté hacerlo mientras mis pequeños ojos derramaban lo que a mí me parecían litros de agua. Y entonces pensé, hay que verle la cara a los problemas, afrontarlos pase lo que pase y aprender de tus errores, y yo había cometido el error más grande de toda mi vida, a parte de enamorarme de la persona equivocada, la menos indicada, confíar en ella. Que ignorante era, pero ahora NADIE me va a hacer daño. Cuándo conseguí levantarme.. empecé a hacer todo lo que tenía que hacer. Ahora, lo único que sentía por él era odio, asco, rabia.. pero sabía que con una simple sonrisa sonreiría cómo una estúpida cómo si no hubiera pasado nada, seguro. Entonces decidí no mirarle a los ojos y hacer lo que me venía a la cabeza. Me levanté y..

- ¡Harry! - le dijé levantándole en boxes del sofa color verdoso. ¿¡Cómo has podido hacerme esto!? - le gritaba llorando a cántaros, con la cara naranja y los labios ensangrentados de tantas veces que me los mordía, haciéndome pequeñas heridas. Creo que nunca le había visto tan borracho. En la mesa había dos botellas de Whisky, una de vino y después 3 o 4 de vodka. Apestaba a alcohol.

¡TE ODIO! ¡ERES LO PEOR QUE ME HA PASADO! ¡ERES EL MAYOR ERROR DE MI VIDA! - y entonces empecé a abofetearle y cada vez iba perdiendo más intensidad, y él ni se canteaba, y porque con la mano contraria lo sujetaba que si no se caía al suelo, seguro que no tenía equilibrio.
Cuándo pareció despertarse, haberse quitado alguna nubecilla de su cerebro y percátarse de mi presencia empezó a hablarme. No quería escucharle, le oía sin más, sin darle importancia a ninguna de las palabras que salían de su boca.

- Sooniaa , no, no te vayas, ¡perdóname! ¡ha sido el alcohol! ¡yo nunca bebo! ¡te quieeero! no me hagas esto - entonces lloraba, me da igual cómo si se suicida, mi corazón estaba roto, más que en toda su vida, más que en estos 14 años que llevaba de rumbo y no quería morirme por su culpa.

-¡¿Qué!? ¿¡Cómo tienes valor de decirme que me quieres!? ¡Si eso fuera verdad no me estarías engañando con otra! y todo lo que me decías cada mañana era falso, siempre estabas con ella, y ya veo que NUNCA he sido nada para tí, que te esta dando gusto verme así, que sólo querias hacerme más daño, y sí, date por satisfecho, porque lo has conseguido. Pero jodéte, porque mi vida ya no tiene sentido a tu alrededor. ¡LO ÚNICO QUE IMPORTA AQUÍ SOY YO! ¡NO TU PUTA VIDA! ¡¿ENTIENDES!? TE ODIOOOOOOO.  - le grité. No se cómo eres tan pésimo, me das pena. No me creía lo que le estaba diciendo, pero sé que se merecía mucho más, pero era incapaz de hacerle nada, y sólo consegui abofetearle varias veces,  y con ello recuperó el conocimiento, no me sirvió de mucho.. sólo para desahogarme un poco, pero con todo lo que había sacado me sentía.. un poco mejor , pero seguía destrozada, quería morirme, pero no pienso darle esa satisfacción.

Entonces, miré a la chica, la había ignorado en todo momento. Y pensé.. ¿¡Qué es lo que tiene esta puta furcia que no tenga yo!? ¡que me lo diga! mientras seguía sacándole parecidos a mí, me dí cuenta de quién era. ¡NO! Dime que no es real - me dijé. Era Ainara. ¡Sera zorra! deje de pensar adjetivos calificativos adecuados para ella y entonces le estampé una botella de cristal en su cabeza, haciéndole una herida de profundidad de la que empezó a salir cada vez más sangre, no me arrepentía para nada de lo que había hecho, se merecía eso y mucho más.

- Harry, ¡eres un putón berbenero! vete a la puta mierda y olvidáte de mí. Yo no soy NADA para tí ¿¡ entendido!? - y me iba cuándo me sujetó del brazo.

- ¡NO! ¡Sonia no te vayas! ¡Yo te amo! Esto... ha sido un error, ¡joder que te quiero! - dejáme, y si no aprende de tus errores y a valorar las personas, que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. - y él había perdido a la persona más importante del mundo, a mí. Su supuesta amada. Le tiré mi pulsera de plata a la cara y me fuí con la única persona que realmente me entendía y que seguro que resultaba algo para ella.
- ¡Que no me beses! ¡Que te tengo asco! - le dijé porque me beso antes de irme con mi best. Eres lo peor, eres una enfermedad.
Con tanta tensión, volví a derramar las pocas lágrimas que me quedaban y me abracé a Louis. Él tampoco daba a crédito, entonces le dijo algo al inombrable y me hechó fuera de la habitación.

- ¿Esto es real? - le pregunté.
- Sí , Sonia sí.. la realidad es dura pero nos enseña las cosas malas.. - me dijó Louis sin palabras.
- Te necesito más que nunca, necesitó a alguien en quién poderme apoyar a llorar.. - dijé mirándole a los ojos.
- Ya sabes que estoy aqui para lo que sea. - y me dió un abrazo y un beso. Vámonos, avisemos de que ha habido un accidente en la habitación n 814 y vayamonos a nuestro hotel.
- Sí... quiero dejar esto aun lado.

Entonces fuimos a recepción y comentamos que había sufrido un pequeño accidente una de las personas que estaba en la habitación nº 814 y que todo estaba perdido de sangre. Entoces llamaron a una ambulacia y lo demás no me importaba. Ami, como si se moría, sí.. sería lo  mejor. Nunca había deseado la muerte de nadie, pero ahora era lo único en lo que pensaba. Nos fuimos y de camino iba agarrada a mi mejor amigo.

-

jueves, 22 de diciembre de 2011

Cápitulo 24

Nos sentamos en los cómodos asientos y una amable azafata nos preguntó que si queríamos algo de tomar.
-Oh, no gracias - repetimos los dos a la vez. Acababamos de montar y no teníamos sed de momento.

- Estoy super cansada, esta siendo un día muy ajetreado. - le dijé a mi mejor amigo
- Yo también la verdad.. pero lo que estamos haciendo hoy, merece la pena ¿no? - me preguntó sabiendo claramente la respuesta.
- ¡Por supuesto! - me salió un pequeño hilo de voz. El cansacio se notaba a su vez añadido en mis mínusculas cuerdas vocales.

Me dormí, sí me había dormido. Habré quedado en rídiculo, seguro. Joder - y me pusé a pensar negativamente. Seguro que Louis se lo habrá estado pasando genial mirándome y pensando en cosas raras; extrañas. Mejor no quiero pensar en eso; me recorren escalofrios por el cuerpo. Su mente es muy perversa y desarollada.

- Aw, porfin se ha despertado mi niña bonita - dijó Louis mirándome con sus preciosos ojos azules.
- Sí.. - bostecé y me estiré adormilada. ¿Porqué no me has llamado? Seguro que me he dejado yo misma en rídiculo y he sido el hazme reír del vagón.. seguro - dijé bajando la autoestima y pensando en lo que los demás debieron de pensar.
- Jajaja. Pues porque estabas cansada y me gusta verte dormir, respecto al público, varios de ellos también se han recostado sobre un almuhadón y cosas parecidas, así que no te indignes - me sonrió
- Espero que asi haya sido..- dijé despertándome poco a poco cada vez más
-¡Te he hecho fotos! jajaja - rió
- ¿Qué? ¿Qué has hecho qué? ¡Dime que no! Porfavor. - le pedí
- Jajaja sí, y lo más gracioso es que me hice una contigo y fue a una red social..
- ¿Sí? seguro que salió bien, con tu perfecta mirada arreglas todas las fotos - dijé dirigiéndome a mí brutalmente. Iba asimilando la frase cuándo me di cuenta de que..
- ¿Qué has hecho que? ¿La has subido a twitter? Dime que no.
- Jajaja, no he hecho nada pequeña. Quería ver tu reacción. No podía hacerlo, si la llega a ver Harry, ¿que? jaja. Pienso antes de actuar.
- Uff. menos mal. Que susto me habías dado. ¡Louis William Tomlimson! eres de lo que no hay. Enserio, das sustos de muerte. Sirves para una película de terror - me reí. Deberías salir en Saw o Rec.
- Podría haber sido uno.. ya sabes que en principio iba a ser director de teatro, pero después encontré a la mejor banda del mundo - dijó echándose flores. Ahora, no tengo mucho tiempo para estudiar, dentro de unos años, cuando la banda esté mas formada, estudiaré.
- Sí, porque tienes mucha madera. Me gustaría verte salir en una película dramática. - Entonces nos reímos.
- Sería genial. - volvimos a reír. La gente nos miraba raro, por debajo del hombro.
- Por cierto.. ¿Dónde estamos? - pregunté extrañada. Ya habían pasado seis horas de nuestra entrada en el tren.
- Estamos en el sur de Londres. - afirmó
- Ah! vuestro Londres - murmuré

Dos días después:

Tras horas sentada en el tren, con la persona más extrovertida del mundo, uno de los que manejaba el tren avisó de que llegabamos en breves. ¡Qué emoción! - pensé.

- ¡Louis! ¡Louis! ¡Que ya llegamos! - le grité sin manternerme en el sitio. Estaba echandosé una pequeña siestecilla de media hora.
- Aw, Oh, ahora me despierto - me dijó acómodandosé más.
- No ¡Lou! despierta. - le grité
Entonces se recoloco sentado y ya salimos del sitio. California era preciosa, no me importaría vivir allí, pero obviamente prefería Londres.

- Esta residiendo en la calle Old Street 63, en el hotel Gran Palace - aseguró Louis mientras veía cómo esbozaba una amplia sonrisa.
- ¿Esta muy lejos de aquí? - pregunté muy nerviosa
- No.. exactamente a unos pocos metros. ¿Ves ese poste con luces amarillas? - preguntó Louis
- Si , sí ¿es ahí? - dijé casi sin mantenerme en pie. No, no me puedo desmayar ahora.
- Esta justamente enfrente, es ese amplio edificio de unas 15 o 16 plantas.
Lo miré a lo lejos y quedé totalmente asombrada.

Poco a poco y a grandes zancadas llegamos al hotel. Subimos en el gigantesco ascensor y gracias a la información del zanahoria conseguimos averiguar cuál era su estancia.

- Planta 8, nº 814 - murmuró en voz alta dirigiéndose a mí
- ¡Venga, venga! - decía mientras sobrepasabamos la quinta y sexta planta
- Sólo estamos a unos pasitos - dijé entrando en la septima.Y finalmente, llegamos a la planta correspondiente. Iba impaciente.

Dejamé entrar a mí primero, tengo que comprobar si tengo la llave correcta - me dijó Lou
- Vale.. - le dijé un poco enfurruñada

Narra Louis:

Sonia estaba muy emocionada. Le dijé que primero entraría yo, con la excusa de comprobar la llave. Quería asegurarme de que no viera nada de lo que quedarse traumatizada toda su vida. Verle con otra. Harry era muy mujeriego, y conociéndolo, me esperaba cualquier cosa.
Entonces abrí la puerta y ví una maleta roja  abierta, tirada en el suelo de la habitación , con ropa de mujer. ¡Oh no! joder, ¿que hago? ¿quién me manda traerla? Mi niña va a sufrir mucho. Como pase algo, este estúpido que tengo por amigo se va a arrepentir de haber nacido.
Entonces Sonia se abalanceó sobre mí , tirándome hacía un lado y vío lo peor que podía haber presenciado...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cápitulo 23

Acabamos las clases. Estaba super cansada, a pesar de que no hice absolutamente nada. Me escondí en un rincón y me puse a charlar con Claudia, sobretodo en Francés, a contarle mi vida. Ya he dicho que en Francés no hacemos nada, y lo único que hacemos es reírnos en la cara de la profesora; sí en la cara. Y ella lo máximo que hace es echarnos las culpas por encender las luces, decirnos que es mejor la luz natural , que no pagamos la luz, y le saltamos lo de los impuestos, y cuándo se enfada asi por asi dice "ESTOY HASTA LOS GÜEVOS" chillando cómo una histérica. Sí, yo tampoco lo veo muy normal, nada de hecho.Yo creo que es una de esas personas que lleva un anillo de matrimonio falso y que se pasa la tarde en el Meetic y el E-darling y cosas así. La ignoro totalmente y no aprendo nada de Francés, miedo tengo en cuarto.

- ¡Adiós chicas! ¡Os cuento todo, absolutamente todo el lunes! ¡Lo prometo! - y les dí un beso a cada una, super emocionada.
- Pásatelo genial, y dale una sorpresa muy grande. Aunque la tendrá, como que eres tú. ¡Bombon! que se te ha caído el envoltorio.
- Jajajajaja - empecé a reír como una psicopata. - Wow, no lo sabía, ahora lo recojo. - sonreí. Estaban fatal, pero no podían igualarme. No tenían remedio, asi que será mejor que se vallan acostumbrando y dando cuenta cuanto antes, por no llevarse una decepción y esas cosas. - reí para mis adentros.

Me fui andado a casa, conecte los cascos a mi iPod nano y pusé a One Direction, cómo no, dudarlo es insultarme.

Inspirada en la letra, iba caminado, deletreando y cantando en bajito cada parte de la canción "Save you tonight"

I wanna save you, I wanna save your heart tonight (8) y pensé- ami el corazón me lo robarón en cierto modo o salvaron de día, no de noche, de todos modos, la letra es perfecta. - me dijé contradiciéndome. Mi hermano tenía razon. Padezco de bipolaridad.

Seguía mi camino, estaba ya en el cruce, con el semáforo en rojo y oí un ruído brusco. Me asuste, procedía de mi móvil.
Me descolgué la mochila y lo cogi precipidamente. Era él, me pedía disculpas porque hoy no habló conmigo al amanecer. De todos modos, no podría a verle dicho un "no, no te perdono, se siente" , no sería capaz ni de hacer eso. Es mi debilidad. El punto en el que si alguien me golpea, más me duele, más me afecta.

Horas y horas seguían, largos minutos y eternos segundos. Veía los tweets de Harry, y ví uno. Cómo de costumbre, le retwittée y le mandé otro yo. Y como siempre, sucesivamente lo retwittearon 500000 directioenrs y se pasó por todo el mundo. Rutina diaria. No existía la intimidad en twitter. Imposible.

- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay! ¡Son las cuatro! ¡¿Qué narices estoy haciendo!? ¡Tengo que terminar de prepararme todo, vestirme, arreglarme y buff. ¡Joder soy gilipollas! - me grité.
- Deja de hablar con la pared, tendré que llevarte a un psiquiatra. - dijó mi hermano riéndose. Que mala persona. Me gustaría verle en las condiciones que me encontraba. Sin sangre que recorrer mi cuerpo. Sólo tensión. ¡No me va a dar tiempo! Venga Sonia, que sí, que no, que no te da tiempo, que si, tu puedes. - me decía. Efectivamente, bipolaridad y lo demás tonterias.

Ya las cuatro y cuarto. Mi hermano ya estaba preparado. Buscaba los pasaportes y la documentación para mi ida, mientras yo me iba terminado de arreglar, que era lo único que me faltaba.

Me pusé un vestido negro con unas medias negras, la chaqueta crema o beige de la vez anterior, que conseguí encontrar en su coche y que me gustaba mucho. Unas bailarinas de tono marrón, un bolso de color negro y poco más. Me pusé sombra de ojos lila, tenía purpurina, me estaba pringando. No tenía experiencia en  maquillarme, todo hay que decirlo. Me dí rímel y la raya y fin. Tenía prisa.
Recojí todo en sus respectivos cajones y oí el timbre, ahí estaba Louis.

-¡Hola! ya estoy.- le saludé y le dí un abrazo.
- Pásatelo bien. Vuelve viva y sana. - me dijó mi madre que creía que iba a pasar el fin de semana a casa de una amiga. Mejor que pensará eso.
- Bueno, luego vuelvo, que le voy a acompañar. - le dijó mi hermano a nuestra madre.
- Hasta luego hijo.
- Adiós señora Casabona. - le dijó Louis muy señorial.
- Adiós Louis.

Impaciente, me adentré en el coche y pusé la música a tope, su música. Teníamos la estación a media hora de coche.

Salimos y había una gran masa de gente. Había un grupo de unas cuarenta o cincuenta directioners y se abalancerarón sobre Louis. Cosas normales.

- Lou, nosotros vamos llendo, no te preocupes - le dediqué una sonrisa.
- Vale, firmo unos cuantos autógrafos y me hago unas fotos y ahora voy para allá pequeña. - me dijó

Toda la acumulación de fans le empezó a hacer preguntas sobre mí y hui porque tenía que registrar los pasaportes, sacar los billetes y porque no quería que de algún modo me amargaran el día.

- ¡Louis! corre, el tren tiene su próximo viaje en diez minutos, y tenéis que partir en él. ¡Date prisa! - le avisó para que se fuera haciéndo a la idea de abandonar a las fans, dejar de firmar autógrafos y venirse conmigo para California. Serán tres días y medio en tren. Llegaremos por la tarde, espero que en el atardecer. Será super bonito. Parece aburrido estar encerrada en ese lugar por encima de los raíles, pero al lado de Louis nada es aburrido. Lo aseguro.

Mientras venía y no me fuí despidiendo de mi hermano, le dí un abrazo y le dí muchísimas gracias por todo lo que había hecho posible, por engáñarle a mamá sobre el lugar al que iba, y confiar en mí.

Louis llegó y nos despedimos por última vez. Me cayeron tres o cuatro lágrimas y le dejé de mirar porque sabía que me caerían más y mi maquillaje se hecharía a perder, despedido por todo mi rostro.

- ¡Nos vemos en unos días hermanito! le dijé ya entrando y cediéndole los billetes al hombre.
- Cuídala - le dijó a mi mejor amigo.
- No lo dudes. Nos vemos pronto.

Entonces el tren se puso en marcha y me despedí de mi hermano a través de la ventana. Tenía muchas ganas de llegar allí

Cápitulo 22

- Hoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooy - grité por toda la casa despetándo a mi hermano, eran las seis de la mañana.
- Sonia, me cagüen tu .... ¡cállate! joder. - me chilló desde su habitación.
- Uy perdona don perfecto - le respondí a modo de burla. arg. - pensé. Salí corriendo de mi habitación y recorde lo de Tiffany, ayer ya no le ví, no sé donde se metio y no pude preguntarle nada. Teniamos más de una hora y media para hablar sobre el tema, y hasta que no sacará nada no pensaba irme al instituto, cómo que me llamo Sonia, para chula yo.
- ¿Qué haces aquí? se supone que te he llamado la atención para que te callases y me dejaras dormir, no para que vinieras y comenzaramos una discusión - estaba cabreado.
- Esque quiero hablar contigo. ¡y no me hables así! tengo sentimientos
- Bueno.. creo que no me voy a poder dormir de todos modos. ¿Qué se supone que es lo que quieres hablar? ¿De mi amigo Harry? ¿De tu Harry? porque entonces estoy demasiado espeso. Mejor por la tarde. - dijó disimulando.
- No.. quiero hablar de tí. De tu vida. De tu felicidad.
- Tráduce - me ordenó.
- Louis me ha contado algo.. ¿estas con una tal Tiffany?
- Arg.. zanahoria parlante, que cosas cuentas. - protestó en voz alta. Sí.. y no a la vez.
- ¡¿ Porqué no me has contado nada!? ¿porqué no confías en mí? ¿porqué no quieres consolarte conmigo? me hace daño todo esto que me estas haciendo.
- Porque no es nada.. y no quiero hacerte sufrir ahora que tu eres feliz. Estoy mal... pero me puedo apañar yo sólo. Quiero estar en soledad.. - esto último me resultaba familiar, muy familiar, tanto que me recordaba a mi.
- Oh.. mira que ya sabes que siempre me vas a tener aquí, puedes contar conmigo - y le dí un abrazo.
- Lo sé - me sonrió. Es tarde, ¿vamos a preparar el desayuno? - dijó cambiando de tema, y pase un poco, no quería forzarlo.
- Pero luego me cuentas lo que sea - recorde para que no lo olvidara.
- Sí... por la tarde después de la Universidad te lo contaré.. - dijó alargando la frase mientras íbamos a la cocina.

Desayunamos, nos vestimos y arreglamos y cuándo yo ya me iba con mi hermano, sonó el timbre.

¡Seguro que es Louis! - le dijé entusiasmada
- En fin hermana, creo que eres bipolar. - rió.
- Sí , eso debe de ser.. - dijé pasando un poco de él, para bipolar el mejor ejemplo es el mismo, que nunca esta contento con lo que tiene.

Fuí a abrir la puerta, y hablando del Rey de Roma, ahí estaba.

- ¡Looooooooooooooooooooooooouis! - le dijé super emocionada y a grito seco.
- ¡Soniaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿a qué se debe esto? nos vimos cómo hace 45 horas? jajajajajaja. Me parto contigo.
- ¡Estoy super emocionada con lo de hoy! - le dijé
- Me he perdido. Lo estoy desde el principio de la conversación - protesto mi hermano. A y hola Lou - le sonrió.

Sí.. es verdad no le había contado nada. Mi memoria.. en que estaría pensando. Seguro que en él.

- ¿No se lo has contado? - me preguntó mi best
- No...
- ¡¿Qué narices os lleváis entre manos!? ¿porqué habláis en bajo? ¿Qué coño pasa? - sí.. realmente esto de no ser correspondido le había afectado moralmente.
- Nada.. no te preocupes tío.
- Ha decidido acompañarme a California para verle. - dijé todo corrido , para que no me interrumpiera, además, cuánto antes se lo dijera, mejor. Ahora me sentía con un vacío. Un vacío confortable, por haberselo dicho.
- ¡¿Qué?! ¿Cómo? ¿Cuándo?
- Lo que oyes, en tren, seguramente hoy, lo antes posible, y en tren porque ya sabes que tengo fobia a las alturas, y por lo tanto, a los aviones. - solté tranquilamente.
- ¿Y mamá? ¿Y papá? ¿Cuándo pensabas contárselo? ¿Y amí? ¿Esque no soy nada para tí? - dijó bastante defraudado.
- ¡He intentado encontrar el momento adecuado! ¡no me trates así! - le dijé. Te lo iba a contar hoy, después de comer,a unas horas de marcharme.
- Sonia, de verdad que no te entiendo.
- Chicos, ya vale. Adri, no te preocupes , ya sabes que esta en buenas manos, y que si le pasa algo, pesará toda mi vida sobre mí. - sabía que era cierto.
- Lou, cómo le pase algo.. te aseguro que.. nuestra amistad se acaba, y ya sabes que eres imprescindible en mi vida, y que formas gran parte de mi apoyo.
- No hace falta que digas eso, además ya sabes que no me consentiría que le pasará algo, es cómo mi hermana pequeña, ya lo sabes. Y respecto a lo segundo, tu también eres muy importante para mí. Y dejemos esto, sólo vamos a pasar el fin de semana. La tendrás en dos días, de vuelta. No la echaras mucho en falta. Y vamonos, que es tarde. - Entonces, nos dimos un abrazo colectivo.

Adrián cerro la puerta, nos metimos en el coche, y yo desde el asiento trasero iba conversando con Louis.

- Creo que sí que habrá billetes para hoy. - me dijó referiendose a nuestro viaje en tren.
- Sí, estoy segura de que habrá. Algo en mi interior me lo dice. - le sonreí.
- Intuición femenina, ¿no? - dijó mi hermano, y entonces empezamos a soltar carcajadas de lo lindo, nos hacía falta después de ese momento de tensión hace los últimos cinco minutos. Era reconfortable. Mi hermano era muy bueno en eso de romper el hielo.

Seguimos hablando y llegamos al acuerdo de que me vendría a buscar a las 4 y 15. Bueno nos vendría, también iba a venir Adrián, por eso de llevarme las maletas y despedirse de mí. Era muy tierno.

Entonces, cuándo ya habíamos llegado al acuerdo y zanjado el asunto, llegué al instituto.

- Adiós, ¡os quiero! - les dí un beso, salí del coche descapotable y me fuí pitando para las clases. Era demasiado tarde. Ya las 8 y 17. Espero que me dejen entrar, nos pillo un semaforo y ahora estaba en estas condiciones. Ains. - pensé.
Caminaba hacía el pasillo, y ahí estaban mis amigas, me recibieron y entramos a clase. Por lo visto, aún no había llegado la profesora de Lengua. Menos mal.

Llegó en menos de dos minutos, y me senté con Claudia en el final de la clase. Quería contarle todo lo que tenía planeado para hoy. Estos últimos meses había conseguido que fuera muy especial para mí. Ella también me comprendía al igual que Teresa, mi best, pero era... no sé diferente y especial a la vez. Le tenía mucho cariño.

martes, 20 de diciembre de 2011

Cápitulo 21

Bastante tiempo:

Cómo iba pasando el tiempo. Recuerdo cómo si fuera ayer el día que empezó a dedicarme 'More Than This' por la twitcam; era y es mi canción favorita. Cómo se metía su voz por mis oídos y transportaba sentimientos y estados de ánimos a mi ser.
Ya a finales del mes, exactamente 30 de noviembre, decidí que ya era hora de cumplir la promesa que hice de regalarle algo. Sí, después de quince días dar un regalo es muy extraño, pero es muy fácil entender el motivo si existen las razones. Estuve varios días pensando en ir a verle, de modo de sorpresa, pero no he encontrado el momento. Le echaba muchísimo de menos. Hoy le comentaría, por fin, a Louis esto. No lo he conseguido después de dos semanas. Es mi mejor amigo, seguro que me comprende.

Recordaba todo esto en el recreo, por una parte me sentía mal y por otra bien. ¿Cómo no he podido ir antes? bueno, esperar merece la pena - me dijé a modo de consuelo.
Pasaban y pasaban las horas y porfin llegó la de la salida. Que ganas tenía, quería llamar a Louis y contárle todo de una vez. Desconectar, dejarme de rayadas.

Salí y cuándo iba a marcar su número, ví su coche rojo y a él esperándome apoyado sobre él. Estaba esperando a que saliera, y hasta que no estaba a cinco metros de distancia de él, no me vió. Acto seguido de ver mi presencia, gritó mi nombre y se acercó dándome un abrazo y dos besos.

-¡Caaaaarrot! - dijó gritando - no conozco a chico más alocado (a excepción de uno)
- ¡Loooooooooooouis! - dijé también gritando a pesar de estar ya a su lado y dándonos un abrazo. Supongo que le dejé sordo, pero no pareció importarle mucho. Que raro verte por aquí - comente. - ¿Qué es de mi hermano? - pregunté.
- Jajaja, no es tan raro, vengo a buscarte porque he salido antes y quería ver a mi best friend. - una palabra a la cuál yo le daba mucha importancia, y que él le daba el significado. Buf.. tu hermano se ha quedado allí, discutiendo... malos rollos con Tiffany.
- Ah.. se ha quedado..- fui alargando hasta que asimile la frase entera y le dije bruscamente- ¿QUÉ? ¿QUIÉN? ¿QUIÉN ES ESA TAL TIFFANY? Oh dios que nombre. ¿Es su novia? Esperáte a que lo vea. Lo mato. No se digna a contarme nada. ¿No confía en mi? Yo lo hicé. Ya veo cómo me lo demuestra y agradece.. - dijé decepcionada y desilusionada. Le conté todo con pelos y señales y ahora que le pasa algo similar, no me hace ni un comentario.
Seguro que es la típica chica rubia teñida, con tacones de 7 centímetros, despanpanante, popular, de ojos preciosos, y con un kilo de maquillaje. - dijé enfunrruñada. ¿No?
- Sonia, ¡tranquila! no te me sulfures. Tranquilizate. - me dijó.
- Esque de verdad, ¡no lo comprendo! aarg.
- Es una chica un poco bajita, de tez blanquecina, con unos ojos muy grandes de color pardos, prácticamente de color miel y no es muy popular , si te hace sentir mejor. Lo que pasa, esque no parece que hallan cogeniado del todo bien... - se pausó.
- Pero.. ¿le pasa algo malo? ¿esta bien? no se cómo ayudarle si no me ha contado nada. Y aunque sea la hermana pequeña se puede apoyar en mí siempre que lo necesite.
- No, no le pasa nada, no te preocupes.. Ya sabes que es una edad muy mala para enamorarse.. debe de ser un amor no correspondido. Claro que sabe que estas ahí, pero igual no ha encontrado el momento indicado o más apropiado para contártelo, a él también le costará sacar sus sentimientos. No estes mal. - me sonrió.
- Vale, no pienso preocuparme más por este tema. - le regalé otra sonrisa.

Dejándo el tema de mi hermano, y la tal Tiffany, fuí a lo que estaba deseando decirle desde hace tiempo. Mi sorpresa.

- Lou, recuerdas que hace dos semanas fue quince. - le solté.
- Oh claro que me acuerdo, el día de mi pequeña niña. - sonrío.
- Pues.... esque quería hacerle una sorpresa a Harry. No sé que puedo hacer.. Quiero hacersela antes de su vuelta aquí, seguro que le alegra muchísimo. Sé que podrás ayudarme.
- ¡Claro que puedo! - dijó alegremente. Ya sé que te parecerá super extraño y raro, pero ya sabes que somos muy buenos amigos por lo de la banda y todo y me dijó su dirección. Sé la dirección del hotel de California en el que esta residiendo.
- ¿Qué? ¿La sabes!? ¿Enserio? que guaaaaaaaay. - dijé ilusionada.
- Sí, por eso he pensado que podriamos ir a verle. Sí quieres, yo te acompaño - me sonrió.
- Oh Louuuuuuu, ¡te quiero muchisimo! - le dí un fuerte beso en la mejilla.
- ¡Yo también!

Entonces, acabando ya de hablar sobre este tema, quedé con él para sacar los billetes de avión, seguramente, este viernes, sólo a dos días iré a verlo, y a pasar el fin de semana a su lado. Estaba super ilusionada.