Another World

martes, 31 de enero de 2012

Capítulo 64

Estábamos todos boquiabiertos. Bueno, por lo menos nosotras, que no se nos cayó nada de las manos porque no estábamos sosteniendo nada en ese momento. Los chicos fueron corriendo a recibir a aquel chaval, y a muchas de nosotras se nos caía la baba y no literalmente. Teresa agarraba y presionaba fuertemente mi mano, Alba estaba pensado en carrots y Ana estaba que no podía tenerse en pie. Las únicas que parecíamos o al menos dabamos la nota de estar cómo hace un minuto éramos Ainara,, Lidia y yo. Ainara le miraba atentamente por encima del hombro, era un chico musculoso, de pelo castaño, liso y unos maravillosos ojos color miel, me recordaba a Adrián. Lidia lo miraba con una cara extraña, cómo si ya se conociesen de antes y también le dio un cálido abrazo, sí, ya se conocían. Terminaron de recibirse y nos presentaron. Estuvimos un poco hablando y por lo visto es el hermano mayor de Liam, Max Payne. Era muy simpático, tenía diecinueve años, era bastante alto, un poco más que Harry. Gracioso y chistoso. Había venido porque hábitualmente vive en Suecia, pero ha tenido unos días de vacaciones y ha decidido pasarse principalmente a visitar a su hermano, una persona a la que tiene mucho cariño.
Niall, Louis, Alba y yo nos dedicamos a hacer la comida, aunque conmigo, les sabría todo quemado, raro, y otras cosas, así que me limite a ayudar y pasar ingredientes. Se pusieron a hacer una pizza y yo mientras le manchaba con harina a Niall y acabamos buenos.
- Si vais a estar así será mejor que os valláis - dijo Louis bastante serio
- A su orden mi general - le dije y le hice el gesto de los militares deslizando el brazo hacía el horizonte, y Niall y Alba se empezaron a reír a lo que Louis y yo no pudimos evitar quitar la compostura.
- No te enfades con ellos tonto - dijó besándole.
- Pero es que son... - le volvió a callar
- Son unos críos cómo lo eres tú y lo soy yo, así que cállate. - le dijo y con una manopla le espació más de medio bote de harina. La pizza, en todo caso seríamos nosotros y además humana más que nada. Ni champiñones, chorizo, atún,olivas ni leches en vinagre, aquí ojos, labios y otras cosas.
Salimos de la cocina corriendo por el salón mientras marcabamos nuestro rastro por la casa y Liam y Harry que estaban en el sofá nos miraban cómo psicópatas.
- Luego lo limpiaréis vosotros, conmigo no contéis - dijo Liam
- Conmigo tampoco - dijo quitando también las manos de la masa Harry
- ¿No me ayudarás amore? - pusé una cara entristecida
- No sé, no sé, claro que sí por mi princesita todo. - me dió un beso. Anda, iros a limpiar, que yo si fuera vosotros querría darle una buena impresión a Max, que va a boxeo y es campeón profesional. - Nos empezamos a reír por la forma en la que lo decía.
- Ahora vengo. - le dí otro beso y me dispusé a subir las escaleras. Niall con el pelo casi del color de la harina se sacudió su cabello, dejó  el delantal y fue a limpiar el pasillo, Louis y Alba volvieron a la cocina a terminar la masa de la pizza y añadir sus ingredientes y yo me subí a cambiarme, que daba pena.
Ana seguía embobada mirando a no sé dónde.
- Sé nota un poquito que te mola - le dije mientras subía hacía el piso superior y levantaba una de mis cejas.
- Lo sé.. pero no puedo evitarlo. - dijo tímida y con las mejillas rosadas.
Deje de hablar con ella y seguí subiendo, había que alimentarse bien para subir tal cantidad de escaleras.
Me cambié de ropa, me pusé algo cómodo pero tampoco de destacar, y una coleta bajita para que no me estorbase el pelo.
Ya empezamos con los ruiditos de los cojones. ¿Por qué todo el mundo me plagia? Harry y yo tendremos noches locas a partir de ahora en secreto, que luego la gente por el día se emociona y mal vamos. - pensé.
No, si Liam ya se ha tomado bien que haya llegado su hermano, se va y se pone a darle al mambo con Ainara, y esta no me dice nada, vale vale.
Me iba ya para abajo cuándo escuche un par de sollozos y me asomé por una puerta, sigilosamente.
- Pero.. lo nuestro fue un amor de verano y ya está, yo ya no te quiero, era muy joven, muy ignorante, tenía trece años, creía que ya lo habías olvidado, ya hace tres años de aquello.. - oía decir a una voz.
- Sigo sintiendo lo mismo por tí, cada día me sentía peor por tenerte tan lejos, por no verte sonreír, por saber que ya no me querías, que no eras mía, que no tenías nada conmigo.
- Te quisé, pero decidiste irte, y me cansé de esperar y decidí rehacer mi vida, y ahora estoy muy feliz, ¡déjame! - decía de nuevo la voz y me hizó asomarme un poco más y de pronto de golpe y porrazo impactar mi cuerpo sobre el suelo, deslizándolo por la pared, y al flexionar mis rodillas dejarlo caer sobre el suelo.
- No voy a dejar esto así, te conseguiré y si me hace falta me enfrentaré con el maldito elfo irlandés - dijó un poco furioso Max.
- Pero yo.. - decía Lidia.
No podía dar a crédito a todo lo que oía cuándo alguien se sentó a mi lado, me cogió en brazos y me llevo a otro lugar.
- ¿Qué pasa pequeña? - me dijó Harry.
- Creo que una pareja se va a romper. Díme, díme que tú me quieres, y que por nada de este mundo me dejarías. - le dijé pensando en todo lo que acaba de suceder entre ellos. Le abracé fuertemente
- Nunca, nunca te haría eso, porque yo no puedo vivir sin tí. - me susurró al oído y al poco bájamos con los demás. No sabía cómo iba a actuar después de haber escuchado aquello, porque la única que lo sabía era yo, ese tal Max no me traía tan buena espina.

lunes, 30 de enero de 2012

Capítulo 63

La casa estaba manga por hombro, y cómo pude con la ayuda de las chicas, a excepción de Tamara, arreglamos un poco todo aquello. Ibamos con el delantal, el plumero en la mano derecha y en la mano izquiera el 'Don Limpio'. Pusimos el disco de "Up all night", imprescindible para nosotras, y poco a poco nos fuimos animando por muy imposible que pareciera.
Pasaron dos horas y caí muerta en el sofá. Los ruidos que provenían desde arriba cada vez eran más fuertes. No sabía si eran de la habitación de Zayn o de la de Niall pero sabía que estaban en lo mismo, pero no me importaba mucho, era la menos indicada para pensar en aquello.
Ana y Alba estaban por ahí terminado de recoger, a mí se me cerraban poco a poco los párpados y me levanté escopeteada cuándo oí cómo la puerta se abría y venían los tres guapos que se habían ido hace un par de horas. Deshice la coleta que me había puesto para limpiar, dejé caer el cabello sobre mis hombros. Cómo si una reacción de café hubiese llegado a mi cerebro, el sueño había desaparecido y lo que ahora tenía era insomnio.
Me fui corriendo a abrazar a Harry cómo si esta fuera la primera vez que lo tenía presente, Liam dejó unas bolsas de compra de un supermercado cercano y Louis venía comiendo una zanahoria.
Harry estaba un poco fatigado.
- ¡Harry! - dije echándome sobre sus brazos.¿Dónde os habéis metido eh? - dije esbozando una sonrisa. Tenéis casa, y desaparecéis.
- Fuimos a dar un paseo y después a comprar unas cosas, después de eso una oleada de fans nos atacó, miles de flashes iban y venían, miles de chicas corriendo tras de mí y la verdad, aunque Liam parezca perfectamente bien, casi no llegamos. - decía cogiendo aire.
- Ala tonto, si no habrá sido para tanto - le besé.
- A estas Directioners tanto aire les ha dejado más para allá que para acá, pero son perfectamente perfectas. - dijo Liam viniéndose hacía nosotros después de dejar sus bolsas en la cocina.
- Sí, pero cuándo hagan eso que me avisen, que he hecho un spring de más de quinientos metros, y no estoy muy acostumbrado, y menos llendo de traje. - dijó apoyándose sobre sus rodillas.
- Sentaros, que parece que vengáis de una maratón - nos empezamos a reír.
Louis se comió su zanahoria y un trozo la compartió con Alba, ¿y amí no me ofrece? - pensé graciosamente.
Me senté a su lado y Harry y Liam se fueron a cambiar de ropa, a ponerse algo más cómodo. Lou había estado visitando el lugar, y se quedo más solitario por así decirlo.
- Hay muchas chicas guapas por aquí - dijo Louis
- Ahám, ¿entonces soy fea? - le dije haciéndome la celosa. - Vale vale.
- ¡No! esque mi chica es de aquí - me sonrió y Alba se sonrojó.
- Bueno.. a cierto modo, nuestros padres son de aquí - la interrumpió Ana y siguió ella - pero finalmente nuestros padres se fueron a vivir a California por motivos de trabajo y acabamos naciendo allí.
- ¡Pero lleváis la sangre de aquí! - dijo Louis dramatizando.
- Sí, Louis, tienes razón - dijeron las dos sabiendo como es.
- Quiero mucho a mis chicas de Zaragoza - y nos abrazó. Al momento bajó Tamara y tenía una cara que bueno, enfin.
- Que, ¿ya os habéis cansado de darle al mambo? - le dije yo casi a estallar de reír. Era muy extraño que salieran ese tipo de palabras de mi boca, de todas formas ya no era una niña buena.
- Niña, te voy a lavar esa boquita con jabón - dijo haciéndome reír.
- Ya ya ya, pero bien que te lo has pasado. ¿Y Zayn?
- Se ha quedado mirandose al espejo, ya sabes como es.
- Sí, conozco a Zayn Malik. Se va a desgastar de tanto mirarse en un espejo.
Niall seguía por ahí, en su habitación y se oían ruidos, estaba en lo cierto. ¿Hoy es el día del merengue? sí, me temo que sí.
Nos sentamos a ver un poco la televisión y empezó a sonar un móvil.
- ¿De quién es? Cogedlo, que va a colgar ya. - avisé tras oír el mismo pitido unas dos o tres veces.
- Mío no es. Mío tampoco - dijo Louis y después Alba, que sacaron sus móviles.
- Es mío. - dijo Liam corriendo a buscarlo, lo tenía en su bandolera converse azul turquesa.
Todos empezamos a reírnos cuándo Liam cogió el teléfono y su cara cambio a una expresión totalmente diferente. Colgó y se fue corriendo a su habitación. De pronto vimos cómo salió con una cazadora negra y nos dijo:
- Chicos, tengo que irme un momento, ahora vuelvo. Y tenía esa sonrisilla de niño pequeño que tanto le identificaba, de pronto, en menos de diez minutos, apareció con alguien y se nos quedaron los ojos cómo platos. ¿Quién era?

viernes, 27 de enero de 2012

Capítulo 62

Eran las doce del mediodía. Se podía oír el barullo que había montado aun teniendo la puerta cerrada. Unos rayitos de sol me desvelaron poco a poco y eché una pequeña sonrisa, pero con mucho significado. Acariciaba sus rizos, y observaba cómo dormía ¿puede ser más sexy? no, no existe más perfección. Tenía mucho sueño, había sido una noche muy movidita, pero Zayn nos interrumpió, prometo que esto no quedará así - eché una risa maligna y sonreí. Pasaba la mano por su pecho y se despertó. La felicidad se presentó en su rostro y me hacía sentir mariposas en el estómago. Miraba sus ojos, su mirada perfecta y le dí los buenos días.
- Hola dormilón -  dije recostándome sobre su brazo. ¿Qué tal has dormido? - dije acariciando su mejilla.
- Hola princesita - dijo y se volvió hacía mí y me beso con un cálido y corto beso. ¿Crees que he dormido? - sonrió este picaramente.
- Jajaja - reí. Sí, pero son ya las doce tonto. Será hora de ir bajando o pensarán bastante más mal de lo que ya lo están haciendo - dije sentadóme en la cama.
- No, aun no - dijo volviéndome a hechar y acomodándome sobre sus brazos. - Te echo de menos. - dijo con cara de cachorrito.
- Si estoy aquí amor. - le robé un beso.
- ¿Te he dicho alguna vez que me encanta que hagas eso? - volvió a besarme.
- Jajaja, no empecemos - quité mis labios y le miré atentamente.
- Ala no, yo quiero seguir, quedáte - decía como un niño pequeño.
- Sólo por ser tú. - le sonreí. ¿Qué quieres?
- Estar contigo. - me abrazó. Eres mía, ¿lo sabías? - me volvió a besar y recorrió con su mano mi espalda.
- Sabes que sí que lo sé, y yo no te comparto con nadie más.
- Yo a tí tampoco, eres mi princesa.
- Y tu el dueño de la llave de mi corazón - le solté.
- Te amo.
- Yo también, te quiero más que a nada en este mundo.

Seguimos hablando, haciéndonos arrumacos mientras pasaba el tiempo. Hicimos una guerra de almohadas, y todo quedo lleno de plumas. Pobre casa.

- ¿Sabes que estás muy sexy lleno de plumas? - sonreí y me tiré encima de él.
- No me hagas hacer cosas, que me tientas. - me mordió el labio inferior.
- No, ahora no, tenemos que ir ya abajo, ¡pervertido!
- Pero me quieres igual. - me juntó hacía él.
- No, yo no te quiero, yo te amo.

Estábamos haciendo el tonto con la habitación repleta de plumas, caímos y colisionamos al suelo desde la cama.
- Jajaja Harry, tonto ves, ya nos hemos caído - decía sin poder pararme de reír, menos mal que la altura era poca, mi herida habría aumentado considerablemente.
- ¿Estás bien cariño? ¿Te has hecho daño? dijó besando mi herida suavemente. Entonces se asomaron dos cabecitas curiosas por lo que estábamos haciéndo. Yo estaba sentada sobre sus piernas.
- Hola parejita feliz, será hora de que valláis bajando, os lo habéis pasado demasiado bien ya, ¿no creeis? - dijó graciosamente Liam.
- Eso, que no nos dejasteis dormir anoche, encima no queráis ahora quedaros ahí cómo pasmarotes - protestó Louis, graciosamente.
- Jajajaja - rompí a reír y fuí rápidamente a abrazarle, necesitaba tanto un abrazo zanahorio.
- ¿Ya estás mejor? ¿Qué tal tu pupita? - me dió un beso en la mejilla.
- Voy mejor, la verdad. Tener a cierta personilla a mi lado me hace sentir mejor - miré hacía Harry refiriéndome a él mientras el hablaba con Liam.
- Me alegro mucho pé. ¿Tenerle cerca en todos los sentidos no? - se rió y le clave una mirada asesina que tuve que desahacer por no poder contener la risa.
- ¡Eres un pervertido dios! - me senté en el suelo de no poder tenerme en pie y Liam me miraba con cara de cómo si fuera una psicópata o algo parecido, por lo visto Harry ya comprendía que que yo me tratará así era del todo normal, estaba tan tonta y loca, locamente enamorada de él que hacía tonterias sin sentido.
- Sabes que soy así, además, si me recibes en ropa interior, aun lo pienso más - se rió. Entonces caí en la cuenta de que así era, y me pusé roja cómo un tomate.
- Cómo... si no me hubieras visto así más veces - me defendí.
- Muchísimas.
- ¿Me espiabas cuándo estabas con mi hermano? - pensé nostálgicamente. Echaba de menos a mi hermano, pero no mucho porque quería matarlo por el tema que teníamos sobre el que debatir. ¿Qué es eso de decirle a tu hermana que mamá piensa que estás embarazada y vente ya para allá? y luego que sea mentira. En fin, de todos modos lo quiero, porque llevamos la misma sangre y porque es un loquillo revoltoso cómo yo. Seguro que estará "creando bebes" con la tal Tiffany esa, que ni siquiera conozco, menudo hermano tengo.
- En cierto modo. Entonces empecé con él una pelea con las plumas y todo parecía aun más extraño.
- Tío, te roban la chica - dijó Liam a Harry bromeando.
- No, mi nena es mía, y de nadie más - entonces me abrazó por la cintura y me besó. - ¿Quedó claro? - dijo después a Louis.
- Vale vale, bebe malo - dijo y se fue, haciendo pucheros. Ains, que familia tengo - suspiré alegremente.
Liam se fue junto a Louis y nos dejaron vistiéndonos, no tenía ni idea de dónde estaban las chicas, quería, necesitaba tanto darles un abrazo.
- You are sexy and you're know it - le canté a Harry.
- Jajaja, tonta - me sonrió.
- Tonta, tonta por tí, tonta por tus besos - le dije en el oído.
- Estoy muy enamorado de tí - me besó.

Terminamos de vestirnos y ví a las chicas, Teresa vinó rápidamente a abrazarme, la verdad es que no me acordaba ya de que estuviera con nosotros. Empezó a realizarme preguntas y a malpensar con las respuestas que obtenía de mi parte.
- Vale, ya vale de preguntas - le protesté.
Entonces segui dialogando un rato más con ella. Los chicos se fueron a dar una vuelta con unas bicicletas y Niall se quedó con Lidia en su habitación viendo una película romántica ¡que tiernos! Sólo estábamos yo y Teresa aparte, o eso suponía.
Fuí al baño a arreglarme un poco ya que me había simplemente vestido y mis pintas.. para mi gusto no eran demasiado agradables. Entonces pasé por la habitación de Zayn, porque estaba al lado, oí ruidos extraños y asomé mi cabecita, me iba a vengar.
Estaba con Tamara, ahí.. bueno eso.
- Hola Soniaaaaaaaaaaaaaaaaaa - gritó esta más loca que nunca y vino conmigo. ¿Se le había subido la adrenalina a la cabeza? normal, es Zayn Malik.
- Hombre gracias, encima de que me cortas el royo, vas y me quitas a mi chica - dijo Zayn haciéndo parecer gruñón.
- Ella es mi chica, siempre lo ha sido. - hicé una risa diabólica. ¿Verdad que sí? - dije recordandole nuestros grandiosos momentos en nuestro pueblecito.
- ¡Sí! - dios, estaba fatal ¿habrá mezclado también el alcohol? - reí.
- ¡Creía que a mí también me querías! - dijó una voz por detrás mío.
- A ti también te quiero, aunque nos conozcamos realmente desde hace poco, y no hallamos conseguido pasar página tan rápido cómo hubieramos querido - sonreí a Ainara. Me sentía un poco mal por lo que le hice pasar, pero, el tiempo curará las heridas.
- ¿Y amíiiiiiiiiiiii? - dijó otra voz, haciéndo ya con  dos personas a mi espalda una pirámide, y empujándome al interior de la habitación.
- Venga hombre va, ¿alguien más? menudo espectáculo ... - dijo Zayn
- Yo sólo... - dijo Ana tímidamente, que fue la segunda que vinó, estaba muy roja.
- No te enfades, venga - le sonreí y le dí un beso en la mejilla. Nos vemos luego.

Entonces desaparecimos de la habitación y fuímos a recoger un poco la casa, que estaba buena. Supongo, que seguirían con el tema, porque Tamara estaba muy animada, aunque a Zayn nuestra visita no le agradó mucho. Fue un día muy movidito.

Hola Directioners! ¿Qué tal? Espero que os guste el capítulo. Estoy muy emocionada con la nueva noticia que dió Harry en su último tweet diciendo que entre él y Caroline no hay nada, ¡estallo de felicidad! y creo que se ve reflejado en este capítulo. Esta semana he subido frecuentemente porque no he tenido más que un exámen, y la semana que viene también subiré a menudo, pero después ya no aseguro nada. Besitos, os quiero, xx. Sonia


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jueves, 26 de enero de 2012

Capítulo 61

No nos comunicabamos. No nos hacían falta palabras en ese momento, era un silencio cómodo. Todo estaba oscuro, y una luz de escritorio era lo único que nos iluminaba. Mis lágrimas se deslizaban resbaladizamente por mi cara y cada vez le abrazaba más fuerte.

- Lo siento, siento muchísimo todo esto. Joder, que yo te quiero a más que a nada, que no puedo vivir si no es contigo. Tengo que contarte todo, que no puedo, no puedo seguir con esto, que soy una estúpida, que lo hago todo mal y lo único que consigo es perder a lo que más quiero en este mundo. - decía entre sollozos.
- Te quiero. - me dijo. En ese momento, volví a mi mundo rosa, el que tiene el cielo de color azul, unicornios de colores, la ciudad es Narnia y tiene a One Direction en el centro. Hacía muchísimo tiempo que no era tan feliz, y que razón tienen cuándo dicen que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde, porque el vacío que se siente en tu interior, es indescriptible, doloroso y mortal.
No dejaba, no dejabamos de llorar. Formabamos ríos de lágrimas pero no quitabamos la sonrisa. Tenía la mirada fija en él, no sabía que hacer, que decir, cómo empezar con todo, sí empezar por el principio o por el final. Si robarle un beso o dejar que pase el tiempo intentando pararlo. Reír, gritar, sollozar de felicidad y salir a la ventana y gritar "Sí, soy la persona más feliz de este mundo, ¿queda claro?" - Recuperé la compostura, tomé aire y mientras ordenaba las cosas en mi mente, sentía cómo mi corazón latía con más fuerza, cómo tenía marcada una sonrisa permanente y mis dientes imperfectos salían al descubierto.
- Rechacé, rechacé mi sueño, me heché atrás, porque una psicópata me amenazo, me amenazó de muerte, afirmó cobrarse una víctima si no me alejaba de mis ídolos, mi familia, lo más grande de todo. Me hizó separarme de tí, hacer todo más duro. Dejarte ahí, decir las mentiras más grandes de este mundo. Huí, cerré la puerta, salí a la carretera y camine sin rumbo, me ahogaba en mis penas y Liam me encontro y siguió. Me hizó recapacitar, fuimos a desayunar y ahí vino mi remitente. Sí, Caroline me amenazó, discutimos, nos peleamos, arrancamos mechones de nuestro cabello, pero ya basta, yo peleo por lo que es mío y punto. Tenía miedo a perderte, a que te hicieran daño, no, no quería que te pasase nada, y tomé la decisión de que si a tí te pasaba algo, preferiría morirme y esto sería lo mejor, pero ahora sí que te he perdido, me he dejado llevar, que el viento me traspasase y los problemas vinieran a mí. Que, eres lo más grande que tengo, y no te voy a perder por ella, por una obsesionada, porque para obsesionada estoy yo, porque tú, y solo tú eres mi obsesión, mi razón de sonreír, mi razón de levantarme cada día sea bueno o malo, estallar de felicidad, mi forma de vivir, mis ganas de afrontar los problemas, y no me merezco un perdón, lo sé, pero, sin tí, no tengo vida. No, no me sueltes porfavor.
- Díme, díme cómo puede existir algo tan bonito, dímelo - decía cogiéndo mi mentón y elevandolo hacía su intensa mirada. Sus ojos hinchados, me sabían apreciar que lo que estaba puesto a decir sería verdad. Tenía miedo, pero sé que me quiere, que no me va a dejar escapar. Que no, no podemos vivir si no es uno al lado del otro, sin nuestras tonterias, las tardes de arrumacos, las sorpresas románticas, los ataques de risa, que no, que es imposible.-
Yo nunca te he dejado de querer. Has estado en mi mente cada segundo, me mataba por dentro y estaba muriendo de dolor. He estado encerrado en estas cuatro paredes día y noche esperando una razón, de porque yo merecía esto, porqué me tenían que quitar a lo que más quiero, y ¿sabes que? que hiciste bien, cualquiera habríamos hecho lo mismo, yo lo habría hecho, y es que soy incapaz de mirar tus preciosos ojos marrones y decirte, "no, no te quiero" porque tu eres lo mejor de mi vida, y ahora, soy el hombre más feliz del mundo. - me besó.
Estuvimos así mucho tiempo. Nuestras lágrimas se volvían a unir pero ahora de felicidad. No podía parar de recordad todo lo bueno, todo lo que había pasado junto a él, los tres meses más maravillosos de mi vida, la razón de mi existencia.
- ¿Sabes qué? - me preguntó desahiendo ese beso. Eres lo más bonito de este mundo.
Entonces nos volvimos a besar, las horas pasaban, cada vez nos sentiamos mejor. Las horas de la madrugada se iban, el amanecer iba apareciendo, cuándo alguien apareció descuidadamente en la habitación y nos estabamos besando, otra vez.
- Ah, ya veo que estáis ocupados - dijo Zayn y hechó una risita. - Enhorabuena.
- Tio.. ¿podrías cerrar la puerta? me has cortado el rollo - le dijó para que se fuera- Adiós.
- Vale vale, ya veo que no soy bien recibido - decía para quedarse
- Adiós Zayn - dijé mientras me volví a tumbar.
Pasaron las horas y cuándo desperte, estaba con la cabeza apoyada sobre su pecho, y ya era mediodía.

Capítulo 60

Desperté en una de las camas de la casa. Estaba en mi habitación. Ya era de noches, vaya, parecía que me había pasado la tarde durmiendo. Poco a poco iba despertándome y llegue a la conclusión de que sólo sabía que estaba en la casa y no sabía cómo ni que era lo que me había ocurrido para que estuviese durmiendo en la cama y no recordase nada más. Me preocupaba.
Miré mi reloj y me levanté corriendo, sin saber las razones por las que mi cerebro me había transmitido esa orden. Dos y media de la noche. Arreglé un poco mi flequillo y bostecé cómo nunca lo había hecho. Bajé las escaleras precipitadamente, me dirigí a la habitación de los chicos, pero nada.
¿Dónde? decidme dónde se han metido - pensaba, mirando por cada uno de los inmensos pasillos.
Ni Zayn, Ni Louis, mi mejor amiga, Tamara, Alba, Ana.. estaban. Pasaba por cada una de las habitaciones, y encontré en uno de los baños a Ainara, un resoplo de furia recorrió mi cuerpo, pero supe comportarme, aguantarme. Debía de pasar página, el pasado pasado está, pero esa sensación no desaparecía. Seguía caminando y guió su vista hacía la mía y sin quererlo hicé una pequeña mueca. Tal vez me pasará con ella, no sé, pero no aguantaba más, ¿tenía que existir? sí, para joderme a mí.

- Hola - me dijo haciéndose la amigabable. ¿Acaso somos amigas, o tenemos algo que ver con la amistad? - pensé.
- Ah hola. - dije intentando ser amable, pero esto me podía y no estuve mucho rato en aquella conversación.
- Porfín te has despertado, estábamos muy preocupados - hizó una pequeña sonrisa. ¿Quería agradarme? de momento, no lo estaba consiguiendo. Y.. ¿qué? ¿qué me había pasado? tuve la necesidad de seguir hablando y preguntarle por ello, ya que mi memoria desde hace unas horas había desaparecido y no recordaba absolutamente nada.
- Sí. ¿Qué me ha pasado? me duele bastante la cabeza. - dije.
- Te caíste, te desmayaste y Liam tuvo que llamar a una ambulancia, tenías un corte y no dejaba de sangrar. - ¡Au! - grité tocándomelo en la parte superior de mi cabeza, por lo visto tenía unos tres o cuatro puntos. Ella seguía hablando.- Llamó a los chicos, fueron corriendo, quedaste sin conocimiento, no venía nadie y tuvieron que llevarte hasta aquí. Estamos incomunicados, sí. No tenemos cobertura. - ¿No? - pregunté. - No, estamos cómo en una isla desierta. - Dios, bueno al menos tengo todo lo que necesito - sonreí un poco. ¿Yo sonriendo mientras hablaba con ella? Sonia, esto ha debido de ser del golpe, sí Sonia, ha sido del golpe ¿verdad? - me decía. - Bueno sigue, buf, si me duele esto - protesté con una mueca de dolor y seguía hablando, yo la escuchaba atentamente. -
Vino un médico hasta aquí. Louis cogió su coche sin pensarselo dos veces y se fue a buscar a alguno por el pueblo. Te examinó y dijo que debías dormir, que todo esto había sido muy ajetreado.
- Sí, no sabes que día he tenido.. bueno, la mayoría de los días de mi vida son parecidos, malos, en fin. - decía pensado en todo lo que me pasaba. ¿Y Harry? ¡¿Dónde está?! ¿¡Dónde esta Harry!? - decía cada vez más preocupada, subiendo la voz. Necesitaba un abrazo suyo, sentir la unión de nuestros cuerpos, esos besos tan tiernos, explicarle todo con cada una de las palabras necesarias, respirar su olor, tenerlo conmigo.
- Ah, siento no hablarte de él, me dijeron que era mejor que no te nombrara su nombre. - decía alargandose y acariciando la onda de uno de sus rizos. Me estaba extresando, ¡dios! ¿dónde esta? ¿le ha pasado algo? mi vida corre peligro.
Me han contado lo que paso, vaya lo siento. - decía mirando al suelo. No era tan fuerte cómo parecía, era también muy débil.
- ¿Quién? - quién iba a ser, Liam. - pensé mientras lo preguntaba. - ¿Hasta dónde, que te han contado? - pregunté ansiosa.
- Lo sé todo.
- Tú y ¿quién más? - que no se lo hubieran contado a Harry, quería hablarlo yo con él asolas, porfavor.
- Sólo lo sabemos los chicos, y nosotras.
- ¿Entonces Harry no? - soplé y me calmé bastante
- Sí, no te preocupes. Creo que está era la mejor decisión, tenéis que arreglar todo. Además, los dos lo estáis deseando.
- Sí, tengo que hacerlo, gracias. - No sé porque, sin saber las razones y el cómo la abracé. Ella me sostenía extrañada, pero algo me dijo, que debía de olvidar el pasado y seguir el presente, que tenía algo bueno ahí.

Salimos de ese abrazo y teníamos una sonrisa. ¿Será esto el comienzo de una gran amistad?  no lo sé, que el tiempo lo decida. Todos tenemos derecho a equivocarnos y después de ello a aprender de nuestros errores, todos somos humanos.

- Los chicos fueron a buscar tu historial médico para no sé el que tenían que hacer con él y Harry está encerrado en su habitación, no sale desde el día de vuestra discusión. Louis se ha acercado varias veces a hablar con él, pero no consigue sacar nada en bruto. Zayn, que es uno de sus mejores amigos tampoco. Y Niall, sólo consiguió llorar a su lado.
- ¿Todavía sigue ahí? tengo que ir, no sabía que estaba, creía que también se había ido. Soy, soy lo peor.
- Tu no has tenido la culpa de todo esto, no te des mal. Seguro que arregláis todo - me sonrió. - Suerte - me dijó esto y cada una nos fuimos por nuestro lado. Sabía que la tenía ahí.

Entonces, llegue a su puerta y pensé una y otra vez cómo iba a hacerlo, cómo decirlo, cómo contener las lágrimas, cómo arreglar todo esto. Suspiré varias veces, sequé una de mis lágrimas que corrieron al pensar en él y con el pulso poco firme, llamé a la puerta y sin obtener respuesta la abrí. Entonces ví su rostro y se me rompió el corazón. - Déseame suerte - pensé, diciéndomelo a mí misma. Lo único que hice fue ir corriendo a abrazarlo y sentí su forma de sonreír.

miércoles, 25 de enero de 2012

Capítulo 59

Liam me agarraba fuertemente, pero mis manos resbaladizas me dejaron escapar de las suyas fácilmente. Cómo por inercia, mi fuerza se echó sobre ella tirándola al suelo y arrancando un mechón de su cabello; sí, lo sé soy demasiado bestia, pero, ¿y todo lo que ella me a hecho?. Se empezó a montar una escenita, el bar-restaurante estaba que ardía, no paraba de insultarla, era más fuerte y entonces me apoderaba sin complicación.
Liam me dejaba que le diera su merecido, después intentó separarnos y yo le gritaba cómo una psicópata, ah no, eso le venía más apropiado a ella. Perra.
Mi ira se iba acumulando cada vez más a pesar de descargarla. Liam seguía sosteniendo mis brazos porque no se confiaba de lo que volviese a ocurrir, y la otra estaba aturdida, cómo si no fuera tonta de por sí.
- ¡No, no vas a alejarme de mi familia estúpida sarnosa! y , ¡nunca le conseguirás! ¡yo le amo! - decía gritándole.
- ¿Ah sí? ¿por eso has roto con Harry, porque le amas? - arg. Quería matarla, tirarla por un ventanal y ver cómo se quedaba muerta en el suelo.
- Pe-pe-pero ¡¿cómo serás capaz de decirme esto!? yo lo amo más que a nada en este mundo, y porque seas así de estúpida no pienso dejarlo, ¡¿sabes!? así que ya mismo me vuelvo a casa y le cuento todo esto con PELOS Y SEÑALES - le remarqué, resoplando, cogiéndo aire e intentando contenerme. - Sonia, tranquilizate - me decía.
- No te creerá - decía y después rió.

- El amor puede con todo, rompe barreras y tu no vas a ser de hierro - le dije satisfecha. ¿A tí? Una loca, obsesionada, ¿tengo que tenerle miedo? anda y vete a freír espárragos al campo, que aquí sobras, cómo la comida de los perros - le dijé y me fuí con Liam, pasaba ya del tema, ¿de ella, de ella iba a tener miedo? sí, cómo tiemblo, igual me degolla hoy mientras duermo - pensé irónicamente.

Salimos hacía afuera y dejamos todo lo malo adentro. Tenía ganas de que el cierzo golpease mi cara y pudiese respirar de él. Mis manos estaban más heladas que el mismísimo hielo de la zona, y el aire que expulsaba aparecía en forma de vapor.

- Bueno, creo que la mayor parte de lo malo a pasado - dijo Liam, poniéndo unas de sus manos sobre mi hombro.
- Sí, supongo.. pero.. ¡joder! ¿cómo arreglo yo ahora todo esto? - pensaba entristecida, pensando en la despedida que tuve con Harry.
Juro que soy el peor habitante de la tierra, después de Caroline Flack. ¿Cómo. cómo he podido hacerle esto? joder, debí arriesgarme, ¡me odio! - decía a punto de llorar.
- No te preocupes.. seguro que habrá alguna forma de arreglar todo eso. - me sonrió pero fuí incapaz de devolverle una sonrisa, aunque esta fuese forzada.
- Y, díme, ¿¡cómo, cómo narices le digo a Harry que he roto con él por un estúpido mensaje!? - ala, ya lo había soltado. Ahora sí, rompí a llorar. Me tiré lo que es literalmente al suelo y me sentía, enfin, ¿lo siguiente de cómo una mierda? pues así.
No, no sé cómo he tenido el valor de hacerlo - le decía
- Pero, tu no tenías la culpa, seguro que te entiende, tu sólo querías protegerle. - decía calmandome un poco. ¿Porqué no lo había conocido antes?
- Lo sé.. pero, tendría que haberlo intentado.. - decía cogiéndo aire.
- Arriesgabas mucho.
- Demasiado, ¿a lo mejor que tengo? , ahora ni siquiera puedo decir eso.. - decía echándome las manos a la cara, y secando mis lágrimas, aunque eran demasiadas y no daba a basto.
- Mira, no debes de tener miedo. Sabes, Caroline es así, después de un tiempo se cansará, lo he vivido.
- Pero.. ¡ami no me importa Caroline! me importa lo que he perdido - decía interrumpiéndole
Lo, lo siento mucho, no tengo que gritarte, me estas ayudando y yo te trato así.. ¡si es que no me merezco nada! debería de estar debajo de un puente. - decía disculpándome.
- No, no te disculpes. Sé, que esto es difícil, muy difícil. Te comprenderá, además yo estoy de testigo de todo lo ocurrido, y, ¿porque no iba a perdonarte? si sin tí es capaz de vivir.
- Joder, eres lo mejor. - lo abracé.

Empezó a llover y justamente mi teléfono volvió a sonar. Ibamos de camino a casa, seguro que estaban muy preocupados.

- Cógelo corre - me ordenó.
- ¿Sí? - pregunté con mucha ansia. Ya estamos llegando, sea de dónde sea que estemos.
- Sólo quería decirte, que tenemos, no, que que tal estabas - me dijo una voz quebrada.
En ese mismo instante dejé de caminar y me quede en seco. Mi corazón latía de forma extraña y la pena volvía a mí. Era él. Lo echaba muchísimo de menos, y sólo podía decirle que lo sentía, que quería hablar con él.
- Harry - decía rota. Qu-qu-quie-quiero hablar contigo - decía respirando cada vez más rápido y tartamudeando. He cometido el error más grande de mi vida. Joder, díme, díme que me quieres, ¡dímelo! no, no puedo, no puedo vivir si no es contigo.
- Sonia, yo.. - entonces, tenía miedo de que algo sucediese, mis pasos inmóviles eran resbaladizos y, sin saber cómo, acabé incosciente.

lunes, 23 de enero de 2012

Capítulo 58

Pedimos unos cafés y comenzó a contar desde cero.. ese nombre se me quedó grabado en mi memoria.
- Caroline. Caroline Flack. - musitó Liam.
- ¿Eing? ¿¡WHAT THE FUCK!? Bitch Caroline Flack. - me salió esto instaneamente. El asco, odio, rabia, que le tenía a esa mujer no lo sabía nadie. La sangre comenzó a hervirme, y habría y cerraba la muñeca sucesivas veces debajo de la que era la mesa en la que estábamos tomando nuestros cafés.
Pensé en lo que estábamos por el ahora y me centré. Se supone que... ¿la Zorraline es la que me amenaza? ¿la que me manda mensajitos amenazantes? ¿¡Qué quiere de mí!? ah sí, Harry es mío y de nadie más. - pensaba yendo al paradero principal de mis pensamientos.
No Liam, me estas asustando. ¿Es ella? - dije volviendo a lo nuestro, al motivo de mis andadas, lloros, a.. dejarlo con Harry.
- Sé que no nos conocemos desde hace demasiado tiempo, pero eres demasiado especial para mí, no, no puedo ocultarte esto.
- Ya Liam.. tu también resultas muy importante para mí, y cuándo te ví de aquel modo anoche.. creí que estabas enfadado. - decía apenada, pero.. al grano. ¿Qué? ¿El que no puedes ocultarme? - decía cada vez más preocupada, todo esto me olía a cuerno quemado, y no era una sensación para nada agradable.
- Bueno.. - decía alargándose cada vez más, y poniéndome cada vez más nerviosa, y perdiendo el control que de hecho nunca había tenido sobre esta situación - Ya sabes que Caroline es una persona muy obsesiva, que consigue lo que quiere cueste lo que cueste, y cuando le da por algo, lucha hasta que es suyo..
- Sí, ya lo sé. Es una persona tan ... arg. Pero.. ¿y? - pregunté
- Anteriormente, hace unos dos o tres días se presentó en la casa que tenemos los cinco, con ropa provocativa, esa sonrisa que tiene tan falsa y bueno.. eso que fue a lo que fue, ya me entiendes. - decía un poco incómodo.
Pero, antes de que te escandalices.. - imterrumpí.
- Sé que no me sería.. infiel dios, y menos con eso. ¡Me quiere! que va, ¡me ama! sólo hace falta mirarlo, me lo demuestra todos los días...
- Es lo que te quería decir, pero no me dejas hablar. Vino y eso, pero Harry no quería verla, la echó, ella le  dijó que hablarían y que esto no quedaría así. Le llama varias veces, pero nunca responde. Cuándo estamos en entrevistas o grabaciones muchas veces se acerca, pero pasa de ella, le ha intentado dejar claro varias veces que no, no quiere nada con ella, y que.. lo pasado pasado está y que lo que tuvieron fue un error sin más del que ya a aprendido. - decía cómo si fuera él mismo, pero sé, que él es así, y que todo aquello lo hizó porque le importo - sonreí.
- Sonia - decía dirigiendo su mirada hacía la mía y me sentí un poco extraña y cada vez estábamos más cerca- sé que es capaz de muchas cosas, no, no la conoces, es muchísimo más superior de lo que parece, y, está loca, de psiquiatrico, pero poca gente lo admite. Sí te ha mandado eso, es por algo. Tal vez no debiste huir y ella ha conseguido gracias a ello su propósito. - alejarme de él - le respondí mientras me hablaba cada vez más serio y mi expresión de cara cambiaba.
- ¿Qué insinuas? no va hacerme nada, estoy haciendo lo que quiere.
- Hasta que no lo tenga no lo dejará, pero no, yo no permitiré que te pase nada, porque eres alguien más, eres como de nuestra familia, no, eres de nuestra familia. - y me abrazó.
- Oh Liam.. - no pudé evitar derramar una lágrima.
- Pero... yo le quiero. No voy a permitir que me lo quite, joder es lo más importante de mi vida. - decía cada vez más apenada. ¿Qué, qué vamos a hacer? pronto se enterarán de que no estamos y empezarán a sospechar, me llamarán, no responderé al teléfono, desapareceré y no iré a casa, y se irán preocupando... además.. no acabé muy bien con Harry.. - decía cediendo algunas lágrimas más que acabe secando con la manga de mi chaqueta azul.
Mientras me metía en mis asuntos y seguía hablando de las cosas que teníamos a favor y en contra nuestra, la melodía de mi móvil se entrometió por nuestros oídos.
- ¿Lo vas a coger? ¿Quién es? - decía este bastante interesado.
- Dios, es Zayn, tengo cuatro llamadas pérdidas suyas, siete de Tamara, cuatro de Teresa, y muchísimas más de Harry.. ¿qué hago?
- Cógelo. - me dijo.
- Pero.. ¿qué digo? pensarán mal si ven que faltamos dos.
- Jajaja - río. Venga, que van a colgar.
- Sí, intentaré manejar la situación. - Tomé aire, y entonces deslicé la pantalla superior del móvil hacía arriba. Zayn estaba al habla, y yo tenía la voz quebrada.
- ¡Sonia! Vas happennin!? ¿Dónde estas? estamos muy preocupados, llevamos llamándote desde hace horas, leeímos tu nota y nos temíamos lo peor.
- Sí, sí estoy bien. Buf, es una larga historia...
- Tienes a Harry destrozado. - esas palabras me dolieron muchísimo, se me partió el alma, joder nadie podía comprender realmente lo que estaba sufriendo.. entonces me derrumbe cada vez más, pero no, no podía contarselo antes de que estuviera protegida de que no pudiese hacerme nada, entonces una mirada fulminante me quemó con su mirada, cerré el móvil inmediatamente y una ráfaga de ira y odio salió disparada de mí, y la chica pacífica que era desapareció por completo, por mucho que Liam me agarrasé, perdí el control..

domingo, 22 de enero de 2012

Capítulo 57

Entré a la casa, intenté hacer el menor ruido posible, y entonces, al abrir la puerta, un cristal rozó mi pie.. ¡ah! - chillé. Un cristal impactó en el interior de la piel de mi pie profundamente y sin saber cómo me lo saqué del mismo modo del que se introdujo.
Alrededor de la puerta estaban los cristales de una de las ventanas principales, una piedra con una nota unida con una cuerda y una nota enorme con el mensaje:
'Tienes veinticuatro horas para desaparecer de aquí'
Aquellas letras rojas me hicieron desvanecerme sobre el suelo y tocar el frío mármol sobre el que me sostenía. Me llevé las manos a la cabeza y tiré la maldita piedra lo más lejos que pude, sin intentar dañar ningún sitio de aquella enorme casa.
Respiraba una y otra vez intentando recuperar el control de la situación, pero todo me venía demasiado grande. Cerré y abrí la nota una y otra vez, intenté buscar alguna clave, un algo, pero nada. Por lo visto los acertijos no son lo mío, o tal vez soy estúpida, simplemente. Sí, será que soy tonta.
Guardé en el bolsillo delantero de mi pantalón la nota de color ocre y miré si estaban todos en casa. Sí, durmiendo como ángelitos. ¿No se habían enterado de la pedrada? que extraño.
Las dos y media de la mañana. El cierzo atizaba la ventana. El mensaje, la nota, mis palabras, mis últimas palabras hacía la persona a la que más amaba y amo repitiendose una y otra vez. Tenía que contárselo a alguien, pero.. ¿a quién? sí se lo confió a alguien tal vez me tome por loca, y si se lo digo a alguien de mi entorno tal vez corra peligro..
Me eché sobre una de las muchas camas. Dejé que mi cabeza y mis pensamientos se ahogarán sobre las plumas de la almohada. Mordía la piel de mis manos, porque ya no tenía uñas. Tiraba de mi pelo, pero solo conseguía que mis pocas neuronas huyesen. Cerraba mis ojos fuertemente intentando dormir, pero todo aquello era estúpido.
Tiré mi móvil a tomar por saco cómo dice la expresión. Genial, ahora sin móvil, ¡viva la pepa! viva la madre que me parió. - pensaba irónicamente.
Tenía veinticuatro horas cómo decía la nota. ¿Qué quería? ¿Qué abandonase? ni que fuera un jueguecito, debía de serlo.
No conseguía conciliar el sueño, así que a las cinco de la mañana empecé a escribir una carta que marcaría mi despedida. Miles de tachones la inundaban, pero finalmente la pasé a limpio. Lo mío no eran las despedidas, nunca me había marchado de algún lugar sin que nadie lo supiese, pero supongo que para todo hay una primera vez.
'Chicos, me voy muy lejos. No sé a dónde iré a parar, pero no sigáis mis huellas, no me busquéis. Todo esto me lo he buscado yo solita, y gracias a ello debo marcharme por un tiempo. Estaré bien, ser felices. Os quiero. Sonia'


La leía una y otra vez observando si había algo que pudiese cambiar. Mis lágrimas se deslizaban rápidamente por mis mejillas cuándo cerré débilmente la puerta y dejé colocada la nota sobre la mesa.
Mi mochila al hombro, unas deportivas desatadas, mi cabello despeinado, las ojeras de diez centímetros y un largo camino hacía el que llegar sin destino alguno, eso era lo que me esperaba.
Cuándo podía observar el nombre de un hostal tras varios kilómetros caminando, alguien rozó mi hombro y quedé asombrada..
- Sonia, Sonia. - me decía, pero yo lo ignoraba. Me giró hacía él y era Liam. Su cara de preocupación era asombrosa y me asusté yo también.
- ¡Liam! - le abracé. Unas horas sin verlos y ya los echaba tanto de menos cómo si fueran mis hermanos.
Creía que te habías enfadado conmigo por ya sabes, todo esto..
- No, no te preocupes si de cierto modo lo entiendo.. - decía pasándose la mano por su pelo varias veces.
- Llevo siguiéndote desde hace rato pero no conseguía alcanzarte y por mucho que vociferaba no te enterabas de mi presencia - dijo cansado, apoyado sobre sus rodillas, cogiendo aire cómo si hubiera corrido una maratón.
¿A dónde vas? - decía ahora más recuperado.
Sí, se lo iba a contar. Esa sonrisilla tan tierna me transmitía tanta seguridad. Joder, tenía que decirselo, sabía, no sé, algo me decía que confiaría en mí y podría ayudarme con todo esto.
- Es... es una larga historia..- decía mirando al suelo.
- Te estoy siguiendo desde hace bastante tiempo, no me importará seguir unos kilómetros más. - decía deslizando su brazo por mi hombro.
Gracias, gracias dios por echarme una mano - pensé. Y le conté toda la historia. Entonces otra alarma sonó en mi móvil que estaba destrozado mandando la señal de un mensaje.
Mis manos temblaban y conseguí darle al botón de abrir y fue cuándo me susurró - Creo que sé quién es y estoy dispuesto a ayudarte con todo esto-. Le dí un fuerte abrazo y olvidé todo lo malo que me había ocurrido las últimas horas, porque por lo visto tenía la pista principal, saber quién es. Una sonrisa ocupó mi rostro y fuímos a una cafetería que había a veinte metros de dónde nos encontrabamos. Pedimos unos cafés y comenzó a contar todo desde cero... ese nombre se me quedó grabado en mi memoria.

viernes, 20 de enero de 2012

Capítulo 56

- Creo.. creo que debemos darnos un tiempo. - dijé seria. Esa era la decisión que más me había dolido en toda mi vida. No lo había dejado, bueno, sí, no, sí, no yo que sé que había hecho, pero esa frase indicaba un no solo de verla.
Intentaba no llorar, ser fuerte, intentar que esto saliese bien, pero como no, la cago. Iba a decírselo, enseñarle el mensaje, se supone que no tenía que mentirle, pero era demasiado lo que estaba en juego y no iba a arriesgarme, no, no podía.
Estaba ahí, no reaccionaba ¿y yo sí? vida más difícil.
- Re... repí-teme-lo - decía tartamudeando.
- Debemos darnos un .. tiempo. - decía suspirando, cogiendo cada vez más aire. ¿Cómo podía estar diciendo eso? No, más bien, ¿cómo era capaz de hacerlo? había tirado la toalla y tardaré en recogerla. He plantado muchas semillas y ninguna de ellas ha dado fruto. Cada vez que arreglo algo sale algo nuevo para fastidiarlo, esto lo iba a arreglar yo sola, son mis problemas y no los de nadie.
- No. Mírame a los ojos. - decía cogiendo mi barbilla llevándome hasta su rostro cubierto de lágrimas, era demasiado sensible, después me beso y quité rápidamente mis labios, a pesar de que no quería. Tenía que hacer que huyese, pero sabía que no se iba a separar de mí un centímetro y que iba a luchar hasta que no saliera victorioso de la pelea.
- Necesito pensar. - dije seria, dejando caer alguna lágrima.
- Pero.. ¿por qué? ¡ahora estamos mejor que nunca!. - me suplicaba.
Cada vez caía más en la tentación de enseñarle ese maldito mensaje y es que no podía aguantar más la presión de admitir las mentiras más grandes que han salido por mi boca. ¿Yo? ¿Sonia? ¿No querer a Harry? si algún día me ocurre eso prometo suicidarme.
- Adiós Harry. - dije esto y me fuí de nuevo, fui hacía la casa si es que acaso encontraba el camino correcto para llegar hasta ella.
Se quedó quieto, la oscuridad le encubría la cara, pero sabía que lo estaba pasando fatal, peor que yo incluso. Esto.. esto no iba a quedar así. ¿Qué es lo que quería de mí el desconocido? ¿Porqué le ha dado por meterse en mi vida y joderla? yo tampoco lo sé.
Caminaba y caminaba. Entre a la casa, intente hacer el menor ruído posible y entonces, al abrir la puerta un cristal rozó mi pie..

¡Hola! siento subir un capítulo tan corto. Sé que dije que no subiría más del lunes al jueves pero me aplazaron un examen y lo tengo el Lunes, por eso hasta el domingo no subiré capítulo y seguramente a partir de ahora no suba tan a menudo por culpa de las clases y exámenes que tanto agobio me dan. Besos, os quiero. @Sonia_loves1D <- sigueme.

jueves, 19 de enero de 2012

Capítulo 55

Leí varias de mis menciones, entonces cuándo estaba decidida a intentar hablar con Liam a través de la red apareció un...  apareció un mensaje en mi móvil. Me quedé destrozada, no sé cómo, creo que mi expresión cambio totalmente, quedando traumatizada. Fijaba la mirada en mi móvil, leía el mensaje una y otra vez varias veces, analizaba cada una de las palabras buscando alguna pista, el miedo entraba hasta mis entrañas, un escalofrío recorrió mi cuerpo y lo único que hacía era temblar. Me fuí. Me fuí precipitadamente. Salté del sofá y me fuí corriendo. No sabía a dónde ir, no sabía lo que hacer. Estaba sola. Me daba igual ya lo que me pasase. ¿Por qué? ¿Porqué me ha mandado ese mensaje? ¿Quién es? ¡¿Joder quién es!?, si lo supiese no tendría miedo y podría darle fin a todo esto..


'Aléjate, aléjate de los chicos o tendrás malas consecuencias. ¿Quieres que me tome ya la primera víctima por mi propia mano? puedo hacerlo. Te estoy vigilando.' Desconocido.


Cada una de esas letras, esas veintiséis palabras daban vueltas alrededor de mi cabeza, las palabras 'víctima y malas consecuencias' sólo me daban a correr más e irme más lejos. Quedaba en la carretera, no prestaba atención a mi alrededor, estaba en el inframundo.
¿Porqué? ¿Porqué tenía que alejarme? ellos son mi familia, no puedo irme de ella.  Son lo más importante que tengo, no, no puedo perderlos. Nada, nada de esto tiene sentido, ¿alguna vez lo ha tenido? ¿Qué hago mal? ¿En qué me equivoco? ¿¡Porqué todo lo malo me pasa a mí!? me van a matar. Matarán a mi familia, y todo por alguien, un desconocido que le ha dado por obsesionarse con mi vida.
Corría, andaba precipitadamente por la carretera, oía el sonido de las bocinas, camiones pasaban por los dos carriles, la carretera era ancha, yo seguía mi camino, no tenía rumbo y tampoco me importaba perder la vida en ese sitio.
Quería estar sola, sentía un vacío, necesitaba un abrazo, pero pondría todo en peligro. Tenía que huir, alejarme de ellos, si se enteran todo sera peor. Tengo que saber quién es, tengo que descubrirlo, juntar todas las piezas del puzzle, si es que tengo alguna.
Coches a toda velocidad  rozaban mi chaqueta y no sé cómo noté un impacto contra el suelo. Ya me veía atropellada, en el cielo o en el infierno, seguramente el infierno porque por lo visto debo de ser muy mala para que me pasen todas estas desgracias.
Vehículos y más vehículos sobrepasaban sobre nosotros. No sabía quién o que era lo que tenía encima protegiéndome.  Me imaginaba quién era. Tal vez, tal vez no fuera él.  Fuera un desconocido.  Fuera el desconocido del mensaje. A partir de aquí todo lo imaginable pasaba por mi cabeza, pero, ¿había algo peor? separarme de lo que más amo. Tenía.. necesitaba pensar todo esto.  Que el supuesto Dios que esta ahí arriba me echase una mano, que creo que le he hecho demasiados favores y aun no he recibido mi recompensa.
Parecía que era eso una carrera, una carrera ilegal nocturna. A lo que ibas a levantar la cabeza, si descuidabas te quedabas ahí, era imposible salir. No decía nada. No nos decíamos nada. Uno, dos, tres minutos pasaron y esa emboscada no parecía que fuera a disminuir.
- A la de tres vamos. - me dijo una voz quebrada y tenebrosa agarrando mi mano.
- Una... dos - no, no quería pensar, si me atropellaban, si me jugaba la vida por no pensar antes de actuar, me lo merecía, en fin.. - tres.
Salimos. Estábamos en el otro lado. La hierba mojada enfríaba mi cuerpo. No sabía hasta dónde había llegado a parar.  Saltamos y ahí estábamos, al borde del precipicio. Los peñascos se derrumbaban del peso y un movimiento instántaneo nos apartó de la zona. 
Sólo, sólo quería imaginar que no había pasado nada de lo que me estaba pasando. Que me había dormido en el sofá tras no conseguir hablar con Liam y todo esto era una pesadilla sin más. Pero no, no era así. Mi vida es una pesadilla de por sí.
Mi cuerpo estaba precipitado en el suelo, apoyado sobre un árbol bastante alto, tapada por la oscuridad, con los ojos cerrados, recordando todo lo bueno que había pasado por mi vida, con el peso apoyado sobre mis rodillas.
- ¡¿Porqué!? ¿Porqué te has ido? - me decía aquella voz.  No, no quería mirar.  Fuera bueno o malo, no gracias. Demasiadas veces han sido ya las que he apostado por tirar la moneda al aire y he acabado perdiendo. Demasiadas oportunidades se han desvanecido y me han dejado caer, y después de todo, después de todo este tiempo esperando a que el amor llamará a mi puerta, después de horas llorando en mi habitación, queriéndome morir, volvía de vuelta a mis andadas. No, no iba a perderlo, pero no quería que le hicieran daño, no sólo a él, si no también al resto. A su lado sólo soy peligro, por eso me fuí.
- Tenía que hacerlo, tenía que irme... - decía sin apartar la vista del suelo.
- Mírame. ¡Mírame! - me obligó. ¡Te podrías haber matado! - decía llorando y abrazándome.
Sí, era él Harry. En eso que dicen de que hay que estar para lo bueno y lo malo le iba perfectamente, pero la que peligraba todo esto era yo, sin saber las razones.
Sé que necesitaba un abrazo, pero sin quererlo también necesitaba, necesitabamos estar lejos. Tenía.. podría ignorar el mensaje. Podrían llegar más. Podría haber víctimas de por medio.
Seguía en ese abrazo y entonces llegó una decisión a mi cabeza, no quería, no quería perderlo pero si el se muere, muero yo y si al menos esta bien aunque sea sin mí, aun conservaré algún motivo por el que vivir...

miércoles, 18 de enero de 2012

Capítulo 54

Estuvimos hablando y el tiempo transcurría aceleradamente. Entrometida en mis pensamientos, algo me hizo recordar a Tamara. ¡Dios! ha pasado más de media hora y no está. Dios que se me ha matado, que la ha matado. - pensaba. Bueno, si es lo segundo no importa, realmente estallaré de felicidad.
Sobresaltada por la llegada de este comentario a mi mente tan repentinamente, pregunté, bueno casualmente preguntamos todos a la vez sobre su paradero.
- ¿Sabéis dónde esta Tamara? ¿Y Ainara? - preguntamos sobresaltados.
- Creo que yo sí.. - decíamos Niall y yo a duo.
- Esto no me huele nada bien, tenemos que ir. - decía llamando la atención de los demás.
- Iré contigo. - me dijó Niall. ¿Porqué es tan adorable? - pensé.
- Sí, yo también, esto me preocupa. - dijo Zayn siguiéndonos.
- Ey, yo también iré, no pienso dejarte sola con estos dos. - me dijo Harry y ellos se rieron.
- Mal pensado. - le dijo Zayn.
- Pervertido - le respondió
- ¿Estás seguro de querer seguir? - le retó este
- Jajaja, no me das miedo. Pero, mejor dejemoslo, esto es serio. - dijo recuperando el sentido de las cosas.
Yo iba con Harry y a nuestro lado ellos. Detrás estaba Liam, parecía serio, ¿estaría enfadado conmigo? tal vez jodí esto con aquello, pero el no se sentía como yo.. - pensaba entrístecida.
- Por aquí las ví - decía señalando unos zarzales cuándo las ví bajar una cuesta empinada dando vueltas una sobre la otra, reí, volví a reír, que grande era mi amiga. Se lo merecía.
Fuimos corriendo, frenamos su paso, las separamos, Zayn fue muy preocupado, la cogió, preguntó desesperadamente cómo había ocurrido aquello, si estaba bien, porque, porque había sucedido. Sus palabras salían disparadas, creo que lloraba, hacía notar su importancia.
Yo fuí con ellos, le pregunté a mi amiga si estaba bien, y sobretodo le dí las gracias por lo que había hecho, era todo tan indescriptible. Sin contenerme la abracé, pero decidí que este momento era demasiado íntimo y decidí irme.
Liam se iba con Ainara, estaba muy enfadado, intercambiaba miradas de odio con Harry y conmigo y me sentía algo culpable, pero estaba muy compensado con la felicidad que sentía interiormente.
Louis y Alba se quedaron solos, sospechaba varías cosas, lo sé, mi mente es demasiado sucia. Mis otras dos amigas se fueron ya a dormir, pasaremos la noche allí y por lo visto se les había hecho el día muy largo, las echaremos en falta.
Caminaba sin rumbo, supongo que ibamos hacía la casa, pero al menos tenía un buen guía, y aunque nos perdieramos gracias a él no tendría miedo.
Miraba al suelo, pensaba, pensaba en todo, no sé si sentía remordimientos, de cierto modo todo eso había sucedido por mi culpa, sí así era, sintiéndome bien o mal siempre voy a darle vueltas a la cabeza y es cuándo me siento mal de nuevo. Soy una inconformista, cabezota, caprichosa que hasta que no consigue lo que quiere no para y muy pocas veces se rinde.
Mi expresión cambiaba poco a poco. Estaba un poco distante, no hablaba tanto como de normal, la voz se me quebraba si hablaba durante más de medio minuto, dejaba ver que no estaba satisfecha de lo que había causado, porque era mi culpa. Ahora todos me odiarían, pero la que se metió en su cama fue ella, ¿ahora prentende tener la razón? arg, mierda de mundo que me rodea.
- ¿Qué te pasa? - decía preocupado.
- Creo.. creo que necesito un abrazo. - decía abriendo mis brazos. Necesito un abrazo tuyo.
Me abrazó. El calor que cedían nuestros cuerpos hacía que olvidara todo lo malo. El tiempo se paraba en ese segundo, en esa milésima exacta. Mis manos estaban frías, blancas del roce de la nieve.
- Tu no tienes la culpa de esto. Tenía que pasar y paso ya está. Lo hecho, hecho está y si sucedió sucedió, no hay más, no tienes que culparte por ello, y si lo haces sabes perfectamente que me tienes a tu lado. - decía mientas se despegaba de mí.
Su dulce voz hacía que ya nada me hiciese estar así. No podía estar siempre de este modo, tenía que vivir la vida, vivir mi vida y afrontar todos los problemas que se me acercasen.
- Pero.. sí no, si hubiera dejado pasar esto, no ....- la frase quedó incompleta porque me calló con un beso.
- ¿Decías? - sonrió secando con uno de sus dedos algunas de las lágrimas que habían deslizado un camino por mi cara, y ahora sólo podía sonreír.
- Nada. - sonreí.

Llegamos, únicamente estábamos nosotros cuatro. Alba y Louis estaban viendo la televisión acurrucados uno encima del otro, ellas seguían durmiendo, Lidia estaba con Niall afuera, haciendo no se el que y Tamara había desaparecido junto a Zayn. Liam se marchó con Ainara, todo esto quedo demasiado mal, me gustaría arreglar las cosas, discutir el tema, quitar este peso que tenía sobre mí y que tanto me estorbaba..
Nos incorporamos con Louis y nuestra nueva amiga e integrante de la familia y comenzamos a ver un programa cómico, solamente soltabamos y soltabamos más y más carcajadas aunque yo no me sentía también como daba a parecer, no quería preocupar a nadie, y menos a mí Hay.
Me levanté y fuí a por el móvil, quité mi atención de la televisión, me pusé un poco seria y me metí a twitter. Cada vez más gente me seguía y por lo visto Niall había subido varias fotos de nuestra quedada de hoy. Muchas fans, Directioners emocionadas lo retwittearon, me siguieron, siguieron a todas y mencionaban ilusionadas, mayoritariamente.
Leí varias de mis menciones, entonces cuándo estaba decidida a intentar hablar con Liam a través de la red, apareció un...
-

martes, 17 de enero de 2012

Capítulo 53

Sí, esa tortilla no iba a parar a dónde debía, pero algo me detuvo. Deseaba matarla, pegarle un tortillazo, yo que  sé.. pero algo me lo impidió. Me quedé con las ganas.

- NARRA TAMARA-


Estaba con los chicos, dios que chicos más locos, no podía parar de reírme cuándo note su ausencia. Alba estaba con Louis, Ana hablando con Liam, Teresa realizaba fotos al paisaje y también hablaba conmigo, mientras tanto yo estaba con Zayn, ¡chico más mono! teníamos algo, ¡lo sé! conseguiré algo con él como sea, todavía queda mucha noche por delante - pensé aliviada.
Me encontré a Harry en la fogata, me cedió una sonrisa y después me dijo que Sonia había ido a buscar unas tortillas que habían traído para cenar de casa. Su ausencia se hacía notar, se notaba un vacío.
Me dirigía al interior de la casa del bungalow , a la cocina para encontrarla. Me holía a cuerno quemado esto de que Sonia estuviera tan extraña, a pesar de no verla muy a menudo la conocía perfectamente y sabía que algo le pasaba y no iba a consentirlo; iba a ayudarla. Mis pensamientos iban bien encaminados cuándo giré la esquina y ví a la tipa esta cogiéndola del brazo, Sonia con una tortilla en la mano y estaba segura de que no iba a ir dirigida a nada más y nada menos que su precioso rostro. Tenía que detenerla y así lo hicé. Sabía que muchísimo odio le recorría todo el cuerpo, y esto no iba a quedar así, esa tía se las verá conmigo.

- NARRO YO-


Tirársela, eso iba a hacer. Estaba dispuesta, esa cosa mugrienta con cuatro pelos, unos tacones de 6 centímetros y dos kilos de maquillaje no iba a tocarme, no gracias.
Entonces entró Tamara, me dijo, me obligó a que no se la tirará, echó a esta de nuestra presencia y quedamos las dos solas. Me encontraba de mal en peor, y creo que en ella era una persona en la que podía confiar, no creía, sabía.
- Sonia, deja eso. - me dijo y opté por desafiarla. - Te he dicho que dejes eso, no, no merece la pena. - me dijo mientras obedecía sin saber porque, dejando la tortilla de patata en la encimera, de todos modos esto no iba a quedar así.
- Ala, vete, que no tenemos monos en la cara. - le dijo Tamara y al ver que no se iba se lo volvió a repetir.
¿Estas sorda? ¡Que te vayas! aquí estorbas, sobras. - y le cerró la puerta.
Antes de ello vino Liam, se quedo extrañado y acudió a defenderla. Supongo que le comprendía no sé porque, Harry habría hecho lo mismo por mí, pero él tendría motivos lo que Liam no. Tengo miles de razones por las que enfadarme y tirarle aquello a su cara pero no quería que las cosas se torciesen más y que al menos yo tuviera un poquito de razón, ya que ella escaseaba.
Tuvimos una leve discusión y Harry también se metió en ella. Al fin y al cabo me iba a defender, aunque el también era culpable de lo que sucedió, no sé, no sabía lo que me pasaba. Me dió un beso en la frente y le dije que también se marchará, que necesitaba hablar con mi amiga Tamara, a solas.
Se vino a mi lado y aquella chica morena, delgadita y ojos verdes se abrazó a mí y me empezó a hablar. Necesitaba hablar con alguien, no podía seguir más con esta presión, o me desahogaba, gritaba, derramaba lágrimas o lo que fuese o la tiraba a los peñascos, lo tenía decidido. Desde que la ví tenía marcada en la cabeza de nuevo esa maldita escena y aquello me reconcomía.
Quería gritar. ¡Arg! que hace, que hacía ella ahí, no, más bien porque estaba con Liam, joder. En fin, dejemos de darle vueltas al asunto, que no merece la pena y tampoco ella merece estar melodeando por mi pequeña cabecita. Deje de pensar en aquello y decidí que no, que no merecía la pena todo esto y entonces ella empezó a hablar, a expulsar miles de palabra por su boca que me hacían sentirme mejor.
- Sé que la odias, pero no tienes que darte mal. No se merece estar en tu mente, es una ... ya lo sabes. No tiene que hacerte sentir mal, que vea que eres feliz y que eso le duela. - me decía.
- Le tengo mucho asco. Se entromete en todos mis caminos, esta en los que deberían ser los mejores momentos de mi vida.. - Ella me escuchaba, era una chica muy abierta, mostraba sus sentimientos, hablaba a la gente, se sentía mal y les veía en ese estado y no iba a ser una excepción conmigo. Me seguía hablando, reconfortaba mis penas, aliviaba mis sentimientos, la furia se escondía, quedaba a un lado, no sé como lo hacía pero si sabía que era muy grande y que se merecía lo mejor de este mundo.
- Mira, olvídate ahora mismo de ella. Disfruta de la fiesta que te lo mereces. Le iré a decir cuatro cosas, no la quiero ver lo que es nada cerca de tí, y anda, sonríe un poco que es tu día. - dijó esto y se fue.
Quede en la silla sentada sobre mis rodillas pensando todo aquello. Cada una de las palabras que me había dicho. - Esto no quedará así. - pensé y salí con la cabeza bien alta por la puerta. - Jodete cabrona que ahora te voy a mostrar una de mis más grandes sonrisas - pensé esto y sonreí, sonreí lo más que pude, sin exageración alguna, anda que no le debía de doler. - Quién ríe último ríe mejor. - pensé esto y me senté al lado de Harry.
- Disfruta de todo esto pequeña. - me sonrió y me llevo hacía él.
- Lo, lo estoy haciendo. Contengo mientras mis ganas de echarla al vacío.. - decía.
- Sé que lo harías, pero entonces también debería de caer yo. - me dijó esto y me cabrée, me enfadé, vale sí, tenía razón y la verdad duele.
- Pero.. ¡tu no tuviste la culpa! - decía gritándole.
- Sí, la misma que ella.
- Te pones incluso en estos momentos de su lado, creía que me comprendías, bueno, ni yo misma me comprendo..
- Yo si te comprendo, pero sabes que de los errores se aprende. - me abrazó fuertemente.
- Tienes razón.. pero no pienso escucharla, quiero que se olvide de mi existencia, igual que yo voy a intentar hacerlo de la suya. - decía apoyándome sobre su pecho.
- Eres sorprendente. - me besó.
Cenamos y las estrellas iluminaban el camino. La penumbra desvaneciente era agradable de cierto modo.
Niall y Louis decidieron arriesgarse a decirles lo que sentían. Estas empezaron a hablar y Lidia se puso como una histérica, su sueño se había cumplido conociéndole, pero ahora lo tendría reservado. Alba se limitó a sonreír, a responder y a alegrarse de ser una chica carrot. Yo hablaba con Teresa, no le había contado lo sucedido en la cocina, supongo que será mejor así, no encontraba un momento demasiado adecuado o preciso para decirselo. Ana estaba con nosotras y cada vez se unía más al grupo, contaba anécdotas y ya nos sentiamos como si nos conocieramos desde hace años.
Observando el lugar, mirando la hora, vi como mi amiga Tamara estaba amenazante alejada de nosotras con la imnombrable, ví cómo hacía el gesto de zurrar. Me fuí acercando poco a poco a ellas sigilosamente cuándo pude escuhar:
- Aléjate, aléjate de ella, ¡¿me has oído!? que porque tu seas una zorra no vas a venir aquí jodiendo a los demás, ¿sabías? y no voy a permitir que mi mejor amiga lo pase mal porque una niñita que se cree mayor vaya metiendose por todos los caminos por los que no debe caminar.
- ¿Y si no que? - decía esta engreída, tapada por la oscuridad.
- Te las verás conmigo, no te quieras atener a las consecuencias. - le dijó esta cada vez más enfadada, con el puño en mano. - Eres insoportable.
- No te tengo miedo. - decía burlosamente.
- No tientes a la suerte, Liam Payne no te va a librar de mí. - decía cada vez más furiosa.
- Jajaja - reía sarcásticamente.
Yo seguía ahí, mirando la tensión que había alrededor cuándo alguien dió varios toquecitos sobre mi hombro.
- ¿Qué haces aquí? yo que tu me iría.. - me dijó Niall.
- Sé que debo hacerlo, pero están así por mí.. - iba diciendo sin caminar.
- No enserio, vayámonos. - decía este miedoso.
- ¡No! - decía incoherentemente.
- Te están buscando, están preocupados en tí, te notan extraña. - decía preocupado.
- Me hizó mucho daño, y cada vez que la veo se me revuelve el estómago.
Deje que la escena entre ellas dos continuase, al menos Tamara la tiraría aunque no fuera yo, eché una pequeña risita. De camino allí le fuí contando todo. No sé porque lo hice pero tuve la necesidad de hacerlo.
- Creo que no te debería estar contando todo esto.. - decía apenada.
- ¡Si! sigue te escucho, sé que todo esto fue muy difícil para tí, te comprendo. Quería que supieses que siempre puedes contar conmigo, que estaré presente siempre que lo necesites. - me decía con su sonrisa perfecta.
- Oh gracias, eres muy simpático. Estoy encantada de conoceros a todos, de verdad. - dijé alegremente.
- Y nosotros de conocerte a tí enana.
- ¡Que no me llaméis así! - dije intentando parecer enfadada.
- Es que es lo que eres. - dijo esto y nos reímos, todo parecía de color azul y lo negro había desaparecido. Estaban cantando y me senté con la cosa más bonita del mundo.

lunes, 16 de enero de 2012

Capítulo 52

Abrimos la puerta y ahí estaba. Tamara se abalanceó sobre él.
- ¡Harry Styles! - se le tiró encima.
- Ems... ¡Hola! - dijo sosteniéndola. 
- Jajaja - reí. Me temo que no os conocéis. Tamara, Harry, Harry, Tamara, mi amiga del pueblo, mi novio y se fini. 
- Uhm uhm. - dijó Lidia haciéndose notar.
- Ah si lo olvidaba. Esta es otra chica más que se vendrá con nosotros. Lidia, Harry, Harry, Lidia. ¿Acabe? - les sonreí.
- Me temo que sí. - contestó Teresa que se encontraba a mis espaldas.
Después de todo esto de la presentación nos montamos en el coche y acudimos al supuesto sitio en el que Harry había quedado con ellos.
El viaje era largo, pero nuestras conversaciones eran muy amenas. Desde los asientos traseros se podían escuchar carcajadas sin fin, totalmente contagiosas.
- Callense Señorita Malik y Horan - dije cómo si fuera una profesora.
- No somos esas señoritas - dijo Lidia cortada.
- Jajajaja, me da igual. Horas. Minutos quedan para que lo seáis. ¿A que sí Harry? - le miré.
- Sí si si. - nos reímos. Véis. Si lo dice Harry Styles es porque es verdad.
Subíamos carreteras cada vez más empinadas, esto me hizó preguntar.
- Harry.. va suéltalo. ¿A dónde nos llevas? te estas llendo hacía los Pirineos Aragoneses.
- Soy una tumba. - se limito a decir.
- Luego dicen que no sé de Geografía. - se limitaron a mirarme raro.
Cada vez subíamos más cuestas, eran mortales y realmente me veía entre algún escombro. - Bueno, si muero a su lado merecerá la pena - pensé trágicamente.
- 'Everyone else in the room can see it , everyone else but you u, Baby you light up my world like nobody else, The way that you flip your hair gets me owerhelmed'
Podía oirse. Tamara siempre tan abierta ante todo. No pude evitar unirme a la canción, esa canción que tenía metida en la cabeza y que cada vez que la oía vivía ya mentalmente el videoclip sin necesidad de youtube.
Al parecer subimos la maldita cumbre pirenaica cuándo pude apreciar dos coches más y pensé - One direction it's here-. Aquello me lo confirmo Teresa pegando un grito.
- ¡Sonia! mira mira, ¡Liam Payne! ¡tu Liam Payne! - decía señalandolo por ahí. Harry me clavó una mirada asesina.
- Harold, eres un celoso. Los cinco sois mis ídolos - le cogí la cara y le bese. ¿Alguna duda? - le sonreí y me bajé pitando.
Bajamos todas y Harry aparco en una explanada. Sí, estaba en lo cierto. Montañas, altas montañas podían apreciarse muy nevadas. El cierzo rozaba nuestra piel y nos producía algún que otro escalofrío; el invierno se dejaba notar.
Iba directa a abrazar a Liam Payne, a pedirle un autografo, una foto, un abrazo, un beso en la mejilla, yo que sé lo que estaba pensado, pero justamente iba corriendo, a todo correr, joder era mi ídolo, uno de los que más aprecio tenía cuándo paré en seco y mis amigas me sobrepasaron.
La nieve que rozaba mis zapatillas sobrepasaba mis frágiles dedos quemándolos. De nuevo la sangre me hervía, me entraron unas ganas grandísimas de tirar a alguien por un acantilado de esos y que se muriese entre los peñascos, que su sangre se dispersara por las afiladas rocas y su cuerpo muerto quedará al descubierto.
Mi amiga Teresa disminuyó el paso. Estoy segura de que sabía lo que ocurría. Entonces le dije lo más bajo posible: - Dime que esa pelandrusca no esta aquí y que es algo irreal. ¡Sujetame, sujetame! esa se va para las rocas, cómo me diga algo, te juro que la tiro. ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargh! - decía abriendo y cerrando el puño sucesivas veces.
Pero... ¿qué pintaba ahí? ¿Qué pasa? que cómo no puede quitarme a Harry se va con los demás o qué? - pesé super enfadada. Quería hacer una bola de nieve y tirarsela en toda la cara, pero tengo un poco más de dignidad, lo que ella no, lo que ella no ha conocido ni conocerá en su vida, lastimablemente. Pobrecita.
Estaba ahí, Ainara. Hace tiempo, no pensaba si quiera en su existencia. Me quedé muy a gusto pegandole un botellazo, ver derramar su sangre, pero todo el daño que me había hecho, no me lo iba a pagar estando aquí.
Harry Styles, Liam Payne, Zayn Malik, Louis Tomlinson, Niall Horan son nuestros chicos, mis chicos ni te les acerques.
Mis manos estaban frías. Harry ya llegó de dejar el coche y me cogió por la espalda.
- ¿Qué te pasa? - me susurró. Ni que hubieras visto a un fantasma.
- A un fantasma no lo sé, pero a una zorra sí y bien grande.
- Ah dios.. - dijo llevándose las manos a la cabeza.
- ¿Qué? ¿cuándo pensabas contarmelo? Quiere robarme todo. - decía desilusionada.
- Es..... - no hizó falta terminar la frase, lo ví con mis propios ojos- la novia de Liam.- ví cómo se besaban.
- Será zorra. Pero.. ¿tiene por propósito joderme la vida? Harry agarráme, que como me dejes ir la engacho y la tiro para los peñascos.
- Tranquilízate. - me abrazó y beso mi mejilla.
- Tengo frío. - se acurrucó sobre mí y avanzamos hacía los chicos que ya habían llegado.
Había una fogata, al parecer habían cogido un Bungalow o algo parecido. Me encantaba ver el tono blanquecino de la nieve, pero tenía unas ganas impresionantes de estamparselo a alguien en su divino rostro. Sólo me preguntaba que cómo tenía el valor de mirarme. Decidí dejar esto, saludar a los chicos ¡joder que son One Direction! son mi sueño, y una pelandrusca de turno no me va a joder el día.
- ¡Liam! ¡Liam Payne! - me abracé a él. Nos presentamos y después fuí a ver al resto.
- ¡Zayn Malik! tengo algo para tí - le sonreí y le regale un espejo.
- Oh! me dió un abrazo y empezó a mirarse en él.
- ¡Little Irish! fuí corriendo y acaricié su pelo rubio. Podía sentir la mirada asesina de Lidia sobre mi piel.
- ¡Hola! - me dijó el rubiales.
- Sabes, tienes pretendientas. - reí.
- Jajaja. - no me hagas reír. - me sonrió.
- Sí, detrás de mis espaldas. - miró y se quedó atónito.
- Ves, ves a hablar con ella. - le aconsejé.
- No sé... decía dubitativo.
- ¡Que vayas! - le empujé. Me lo agradecerás. El mientras me miraba con fuego ardiente en sus ojos y pensaba - yo también te quiero.
Louis no había llegado aún, seguro que estaba con la tal Alba y su hermana. Tenía un montón de ganas de darle un abrazo al carrot. No lo veía desde hace días.
Tamara estaba suelta hablando con Zayn. Esta tía hasta que no lo consiga no para, es cabezota como ella sola, lo sé - sonreí.
Niall estaba con Lidia, gracias a mí. Se podía apreciar fácilmente como algo los conectaba, no sé, sus miradas eran tan intensas.
Teresa estaba por ahí, y decidí que viniera conmigo a ver si encontrabamos al carrot. ¿Dónde esta mi mapsito? joder, le echo de menos. Fuimos a dar una vuelta y ví a dos chicas morenas. Venían hacía la fogata así que decidí poner la mano en el fuego y preguntar si eran ellas quién yo pensaba.
- ¡Hola! ¿sois Alba y Ana? - les sonreí.
- Sí, sí. Yo soy Alba, encantada. - Me dijó una chica morena, alta de ojos marrones, una amplia sonrisa y unos diecisiete o dieciocho años. A su lado se encontraba la que yo pienso que es su hermana.
- Yo, yo soy Sonia y esta es Teresa. Nosotras también vamos con los chicos. ¡Soy la novia de Harry! - reímos-.
- ¡Ah si! sabía que me resultabas familiar de algo. ¡Te sigo en twitter! jajajaja. - no podíamos parar de reír. Una chica maja donde las allá, la tal Alba.
- Bueno, veniamos buscando a Lou, creía que vendría con vosotras.
- Sí, esta viniendo por detrás.
- Ams ok. Sabes, le tienes loco.
- Ems.. ¿de qué hablas? - se quedó colorada.
- Lo que oyes. El brillo de sus ojos cuándo habla de tí, su rostro, se ilumina. Enserio, desde tantísimos años que le conozco nunca le había visto así. Algo me dice que tú sabrás hacerle feliz, muy feliz. Confío en tí, no le hagas daño.
- No.. no sería capaz. - decía entrecortada.
- Bueno, ¿cuántos años tenéis? no sé contadme algo. - dije intentado romper un poco el hielo, nuestras risas se fueron consumiendo como una vela.
- Pues nosé, somos de California, pero pasamos largas vacaciones aquí.
- Sí, yo muchas veces me quedo a estudiar aquí en Zaragoza - dijó una vocecilla. Era su hermana, Ana.
- Bueno, yo es que nací aquí y aquí estoy. Además, me han traído mi sueño hasta mi ciudad.
- Soniaaaaaaaaaa, tía buena. - decía por ahí Teresa.
- Jajajaja. Sí si, lo que tu digas. - reíamos.
De repente oí una voz a mis espaldas y corrí hacía ella.
- ¡Louiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis! - dijé muy ilusionada tirándome encima suyo.
- ¡Carroooooooooooooooooooot! - dijó levantandose del suelo
- Jajaja te he tirado. ¿Estas bien? - dije dandole la mano.
- Sí, jajaja. ¡Te echaba de menos! - me dijó abrazándome.
- Y yo. ¿dónde te has metido? ya llevamos aquí una hora.
- Asuntos.
- ¿Asuntos? ¿que no me has contado Tomlinson? ¿qué no sé?
- Asuntos..
- ¿Alba?
- Ejem, tal vez.
- Tío, ¡dile algo ya joder! o lo haré yo. - decía llendo hacía ella.
- Lo haré esta noche. - dijo frenandome el paso.
- Confió en tí. - le sonreí.

Llegamos de nuevo a la fogata y Harry se abrazó a mi cuerpo.
- ¿Dónde te has metido princesa? - decía agarrándome de la cintura.
- Buscando, uniendo parejas. - le sonreí y me robo un beso.
- Eres lo mejor de este mundo.
- Y tu lo más bonito. - nos besamos en el atardecer. Viendo la nieve derretirse frente a nuestros ojos, sigilosamente.
Tenía aun la rabia en mi interior de verla presente. La iba a tirar lo sabia. Se iba haciendo de noches. Estuvimos paseando, haciendonos miles de fotos y eran realmente geniales. Estuve muchísimo rato hablando con Liam, intercambiando twitters con los demás, riendo a montones pero ya era la hora de cenar. Iba a sacar unas tortillas que habíamos traído de casa cuándo alguien me cogió el brazo. Esa tortilla iba a parar a otro lado y no al estómago..

¡Hola! ¿Qué tal? Espero que os guste el capítulo, porque me temo que hasta el jueves no podré volver a subir, tal vez mañana pueda hacer un esfuerzo. ¿Queréis que llegue a los 70 capítulos? Os quiero Directioners ♥

Capítulo 51

Tiritaba y no de frío. Nunca la habia visto así. Daba miedo. Tenía miedo. Cada etapa de mi vida iba siendo más díficil a su vez que la anterior. - Tengo, tenemos que afrontar esto- pensé y suspiré, después volví a la realidad.
- ¡Sonia! respondeme - me decía enfadada mi madre.
- ¿Ehh? ¿Que quieres? acabo de venir y ya me estás atosigando - dije intentando ganar algo de tiempo. ¿Neuronas? no sé dónde se han metido.
- Porqué te has ido. Porque te vas, nos engañas y sigues haciendo esta mentira más grande - decía mi madre. Nos sentamos en los sillones del salón, estábamos nosotras solas. Tensión es lo único que sentía.
- Tú sabías que estaba mal, pero parecías ignorarlo.. y sabes que era por él. - decía mirando al suelo. Sé que me he equivocado muchas veces, que he cometido errores de los cuáles podrían haber sido evitados, que he sido estúpida a no poder más, que he caído una y otra vez sobre la misma piedra, y después de que todo esto ha tenido su recompensa la he cagado otra vez. Sé que no debí de irme, pero tenía que intentarlo. Estoy cansada de hacer siempre lo que debo, yo también quiero ser cómo las demás. Sabes que me marche porque no podía aguantar más el tiempo, la distancia que nos separaba. Tuve la necesidad de mentirte, no me dejarías ir, y sólo me quedaría ahogarme en mis lágrimas. Y esque sé que lo peor de todo es que no vas a creer nada de lo que diga, y tendré que volver a empezar todo esto desde cero... - decía entre sollozos, tapando mi cara con un cojín. Y... que no vas a poder separarnos.
Quería irme. Irme lejos. Tirar la puerta lejos, correr miles de kilómetros. Había alcanzado mi meta, y sabía que mi madre iba a romperla. Adiós a mis propósitos, adiós a mis sueños, adiós a Harry, adiós a mi vida.
¿Porqué todo es tan díficil? no sé porque soy tan estúpida de realizarme la misma pregunta cuando los problemas me llegan a la altura del cuello.
Mi madre me hablaba, yo estaba en mi mundo. Oídos sordos a palabras necias. Seguro, segurísimo que todo y cada una de las palabras que salían de su boca eran negativas y por lo tanto no las quería oír, pero si no las oígo, ¿cómo lo demuestro? a partir de ese momento decidí quitarme esos tapones invisibles que tenía puestos , tenía que hacerlo, ya basta de esconderse.
- No tendrías que haberlo hecho. Esto es muy precipitado, no tienes edades. - bla bla bla oía.
- Pero .. ¿qué pasa? con eso quieres decir que no tengo derecho a ser feliz.
- ¡Sonia García Casabona! ya basta. no repliques - dijo callándome. Yo sabré que es lo que tienes que hacer, por algo soy tu madre.
- Si lo supieses sería porque has pasado por ello, y no te ha pasado nada parecido, ¡no vas a comprenderme!
- Necesito hablar con él. - dijo firme.
Dios mío, tierra trágame. - pensé. En fin, seguro que será mejor así, cuándo dos personas se quieren, nada ni nadie puede separarlos - pensé realzando una pequeña sonrisa en mi rostro.
- De.... ¿de qué quieres hablar con él? - dije entrecortada.
- Ya no tengo derecho ni a conocer a mi yerno, ¿o como va esto? intento sonreírme.
- Jajaja - no pudé evitar reírme, aunque algo me decía que habría sido mejor.
- Esto no se a dónde llegará a parar...
- Déjame equivocarme si es necesario, si así es aprenderé de mis errores. - dije intentando convencerla.
Sí mi hermano se caga. Se cagaba. Es gilipollas, no gilipollas no lo siguiente. No sé si me dijo eso para que la bronca fuera menor o porque en realidad lo pensará, de todos modos esto no va a quedar así.
No fue todo tan díficil, tal vez dramaticé un poco todo esto, pensé cosas que tal vez no debí pensar..
- Tira para tu cuarto a recogerte todo esto, ya basta con que te pierdas un día de instituto - dijó dando por terminada nuestra conversación.
- Sí mamá. - dije esto y me fuí. Me sentía bastante bien.
Yendo para mi habitación me acordé de alguien. ¿Harry? - pensé. A saber que tal le estaba yendo o como estaba vamos. Decidí dejar de pensar en esto y deshice mis maletas. Podía notarse mi falta de presencia, todo demasiado ordenado, y el disco de One Direction recogido. Los cables de el iPod y los cascos no estaban en la mesa de estudio. Sí, se notaba mi ausencia, a kilómetros.
Termine de recoger todo, no sé porque me dió por encender twitter, buf, extraño en mí pero hacía lo menos cuatro días que no me conectaba, exactamente los que estuve en California.
- ¡Dios! - pensé nada más entrar. No sé cuantas miles de menciones y lo que más me impacto, ya superaba los setenta mil seguidores. ¡Era famosa en el mundo! tarde o temprano verificarán mi cuenta - pensé y reí por ello.
Seguí a unas doscientas directioners, tenía muchísimas menciones de apoyo, pero también tenía algunas en contra. 'Ah, la niñita esta se cree algo por salir con nuestro Harry' y me quedé como ¿Hola? decidí dar a un lado a esa mención. - Envidia bonita, envidia. - pensé y me dijé - miles de directioners te apoyan, dos envidiosas no te van a joder el día - y me sonreí.
No tenía nada mejor que hacer, asi que fuí al salón, mi hermano no estaba en casa. Mejor así, cuándo lo vea se quedará más negro que el tizón.
Justamente ví salir a Harry. Estaba segura de que todo esto tampoco había sido demasiado para él, ojalá así haya sido. - pensé.
- Nos vamos, luego vendré a comer - dijé llevándomelo afuera, a respirar aire fresco.
- ¿Qué tal te ha ido todo esto? - le sonreí
- Mejor de lo que pensaba, veo que a tí también te a ido bien - me sonrió y volvió a coger mi mano.
- Mi madre quiere hablar contigo.
- La mía también querrá verte cuando vengas a casa.
- ¿Ya lo sabe? - dije avergonzada.
- Claro que lo sabe, le cuento todo.
- ¿Todo?
- Hay cosas que no.
- Ah, jajaja. - respiré aliviada.
No quisé preguntarle por lo de mi padre, se que es bastante brusco, y más en estos temas, de todas formas sé que él sólo quiere lo mejor para mí, siempre he sido a lo que más a querido en este pequeño mundo.
Dimos un paseo, estábamos muy felices de todo aquello, y las horas pasaban rápidamente.

------------------------ Sábado 15 de diciembre ------------------------

Los días se fueron volando. Ya estaba de vacaciones y hoy era el día decisivo que conocería a los chicos. La emoción me hizó levantarme antes de lo pensado, eran las seis de la mañana, y yo no era una chica muy madrugadora. Habíamos quedado a las tres en que yo y mis amigas seríamos pasadas a buscar en mi casa, por lo cuál a las tres de la tarde mínimamente tenía que estar ya preparada. El curso ya había finalizado, exactamente el día anterior. Saqué de medía un siete alto, lo que me hizó saltar de felicidad, estar con Harry me influía en todo, incluso a la hora de estudiar.
Los últimos días con Harry habían sido espectaculares, a pesar de los muchos exámenes que iba arrastrando. Conocí a su madre y a su hermana Gemma, ya como una familia. Al principio me costó mucho soltarme, pero ahora ya me siento como una más, que es lo que en realidad soy.
Estuve tumbada en mi cama, conectada a mi iPod reproduciendo una y otra vez las mismas pistas, y las mismas canciones. ¡Quién me diría a mí que hoy los conocería al completo! al vanidoso, al miedoso de las cucharas, al pequeño irlandés... ¡aaaaaaaarg! no podía evitar gritar, asi que me tapé con la almohada, era sábado, y a esas horas la gente normalmente esta durmiendo, claro normalmente.
Al final, no seremos ocho. Seremos realmente sobre diez. Seremos los chicos, la tal Alba a la cuál tenía muchísimas ganas de conocer, su hermana pequeña, Ana, que tenía un año más que yo, mi amiga del pueblo,  una loca más de la #1Dfamily que estaba profundamente enamorada de Zayn y creo que también se traía de vuelta con ella a una de sus compañeras que tampoco conocía y sobretodo mi mejor amiga del alma que no falte y yo. Ah, eso sin contar las novias de los chicos, que si es así que tienen, hoy las vería.
Eran las 8am y conseguí recostarme un poco. A las 9am recibí un mensaje de la persona a la que más echaba de menos.
'¡Hola! sé que estas despierta, no sé porque. ¿Te parece bien desayunar conmigo? Te quiero. xx'
No dude ni un segundo en responderle con un amplio sí acompañado de unas doce 'i'.  Me vestí, me pusé lo primero que pille, parecía que iba a hacer ejercicio, aunque eso sería lo más extraño, porque odio el deporte.
Quedamos en un bar de las afueras que nos gustaba y a pesar de que estaba un poco lejos de mi casa, pero cerca de la suya, me encontré con la sorpresa de que me vinó a recoger, lo que me alegro mucho.
Estuvimos hablando de todo lo que había estado pasando y de que hoy hacíamos tres meses, tres meses juntos.
Después fuimos a un parque, miles de fans nos siguieron hasta el y lo más sorprendente es que también querían fotos conmigo, y lo malo es que yo soy poco fotogénica, pero no quería hacerles un feo. Se fueron muy alegres y pudimos descansar un poco de la muchedumbre.

Fue siendo la hora de irse, ya era mediodía y me iban a matar porque directamente me había ido sin avisar, aunque sabrían perfectamente que no iba a estar muy lejos. Se despidió de mí y me vino justo para poner la mesa y que nos pusieramos a comer.
Terminé de comer y eran las dos y media. Recogí un poco la mesa y después recogí el desbarajuste de mi cuarto. Era penoso, un poco bastante pero no me importaba. Me pusé unos vaqueros morados, una blusa de manga tres cuartos azul cielo, unas converse que me regalaron mis padres el año pasado también de este mismo color y me cogí una chaqueta por si por la noche refrescaba. Sí, iba a pasar todo el día con ellos. Ya avisé de que esta noche no dormiría en casa.
Eran las 2 y 45 cuándo Teresa llamó al timbre. Me pegó un super abrazo y se vino conmigo a la habitación.
- Tía, tía, tía ¡Que hoy conocemos a One Direction! - decía ilusionada intentando imitarme.
- Ah, ¿te doy un pin? ¿eso lo has aprendido tu solita? - le sonreí
- Eres una borde.
- Y tu una tonta. Las Directioners no somos asi de lelas.
- Sois ñoñas - refunfuñó
- Oh, mirá quién hablo, la Belieber.
No sé como lo hicimos pero acabamos estirándonos de los pelos y riéndonos tiradas por el suelo.
- Ahora me peinas tu maja. - le dijé riéndome, con un mechón castaño en mi mano procedente de su cabeza.
- You are a bad girl - me dijo.
- You too. - le respondí y fuimos al baño de mi habitación.
Al momento vino mi amiga, a la que tanto echaba de menos, la loca, la maja, la simpática, y era tan diferente a los demás.
- ¡Tamaraaaaaaaaaaaaaaaa! - grité muy emocionada e ilusionada y le abracé tanto que casi la dejé sin respiración.
- ¡Cuánto tiempo! tenía un montón de ganas de volver a verte. Señorita Styles - me sonrió.
- Jajaja - reí. Calla calla que tu hoy serás la señorita Malik que te lo digo yo - le sonreí.
- Sabes que no.
Discutimos un poco y me presento a su otra amiga, se llamaba Lidia, tenia el pelo castaño, era alta, con el pelo rizado y estaba aun peor que Tamara y yo juntas. Adoraba a nuestro pequeño irlandés.
- Ay, es que Niall es tan mono - decía
Mi madre paso por nuestro lado y no pudo evitar reírse. Pasaron dos minutos y sonó el timbre por última vez.
- ¡Es Harry! - gritó Tamara.
Nos despedimos y nos fuimos en el coche. Lo mejor estaba por llegar.

viernes, 13 de enero de 2012

Capítulo 50

La luz me despertaba. Estiré mis brazos mientras bostezaba y ví que Harry no estaba. - ¿Dónde se ha metido este chico malo?- pensé.
- Hay.. ¿hay? - pregunté sin respuesta. Me levanté, me vestí y después de mirarme al espejo, ¡dios mío que ojeras! me fuí a mirar la hora. Eran las nueve y diez. - Buf, menos mal, hemos quedado a las diez, no quiero que Louis me mate. - pensé aliviada.
- ¿Harold? ¿Haaaaarold? - iba preguntando por cada esquina de la habitación. - Este tío no está, se ha pirado a saber dónde. - pensé. Su ropa no estaba, solo estaban los pétalos aún esparcidos y después ví una nota en la que debía de ser la mesilla de noche.
"Salí a por el desayuno, no quería despertarte seguramente volveré antes de que leas esta nota, Te quiere, Harry"
Ains mi Harold. En fin se me ha ido y llega tarde, será mejor que vaya llendo hacía el hotel con Louis, pero tiene que traer el desayuno. Vino el servicio de habitaciones y recogió eso todo un poco, se fue y al momento ví a un principe azul.
- ¡Harry! - dijé corriendo hacía él cuándo choque con un ramo de rosas.
- ¡Sonia! oh ya veo que te has despertado - me sonrió. Siento llegar tan tarde es que..., bueno esto es para tí - dijo dándome ahora ese precioso ramo.
- Ohhhhhhhhhh. Es precioso - decía mientras olía las rosas rojas.
- Cómo tú. - me besó.
Le miré con una amplia sonrisa y entonces le pregunte.
- Y.. ¿el desayuno? - dije riéndome.
- ¡Aiba! se me ha olvidado, ahora mismo voy a por algo - decía saliendo por la puerta.
- No espera, da igual jaja , ya comeremos algo de camino - dije sosteniendo su mano.
- Cómo tu quieras, creo que es demasiado tarde, Louis nos va a matar.- dijó mientras cogia las cosas del día anterior.
- Gracias - le dijé mirando hacía esos ojos tan verdes.
- ¿Por? ¿Porqué? - me preguntaba ya llendo hacía su coche.
- Por todo lo que haces por mí, por lo de ayer, por lo bien que me tratas, lo feliz que me haces sentir, conseguir sacarme cada día una sonrisa, joder por estar ahí.
Se limito a besar mis labios y después a poner el motor en marcha.
- Te amo. - me dijó.
- Y yo. - nos sonreímos y rozamos nuestras narices en modo de un beso de esquimal. Encendí la radio y de nuevo estaban poniendo la mejor canción del mundo, 'What makes you beautiful' , estaba muy ilusionada.
- ¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy! - grité emocionada.
- ¡Sonia! ¿Qué te pasa? - decía preocupado apartando por un momento la vista de la calle.
- Es.. ¡Es What makes you beautiful! aaaaaaaaaaaaaaaaarg. - decía volviendo a mis andadas.
- Jajajajaja - rió. Se que te encanta. A veces olvido que eres una directioner más. - me sonrió.
- Jajaja - reí yo. Soy estúpida, pero de todas formas tengo a uno de los integrantes para mí solita. Sono mi parte favorita y Harry la cantó conmigo pero yo me paré.
Baby you light up my world like nobody else, The way that you flips your hair gets me owerhelmed  But when you smile at the ground it ain’t hard to tell, You don't know oh oh, you don't know you're beautiful oh oh oh, that's what makes you beautiful. - terminaba mirándome.
- Eres lo mejor. - me abracé a él.
Acabamos llegando al cabo de un cuarto de hora, el viaje fue corto. Subí junto a Harry a por las maletas y tenia a Louis sentado en mi cama.
- ¡Lou! - grité llendo a abrazarle cómo si no le hubiera visto desde hace por lo menos seis años.
- ¡Hola! ya veo que no habéis dormido aquí, ejem.. - decía mirando al suelo.
- Jajaja no. - me sonrojé un poco, y fui a coger mis maletas.
- Bro eres un pervertido. - le dijó a Harry saludándole.
- Es hora de volver a nuestra ciudad habitual - dijó Louis filosófico.
- Buff.. no quiero irme.. pero vamos, allá vamos. - intenté sonreír.
Salimos de la habitación y tomamos rumbo hacía el aeropuerto. Ya eran las diez y media, había más gente de la que yo pensaba que habría y cogimos tres billetes hacía la localidad, salía a las once.
- Dios estoy muy nerviosa - decía mientras podía apreciarse el temblor de mis piernas.
- No te preocupes, todo saldrá bien. - me abrazó Harry y besó mi frente, era realmente un gran apoyo.
- Esto va a subir muy alto .. ¿verdad? ¡tengo pánico a las alturas!
- Jajaja, me temo que sí, no pasará nada pequeña - me calmo un poco mi mejor amigo.
En lo que es nada subimos al avión. La azafata pidió nuestros billetes y nos sentamos. Estaba entre Harry y Louis. Despegamos y casi me da algo. Grité pero a nadie le importo. Apoyé mi cabeza sobre el pecho de Harry y decidí olvidar esa experiencia, cuándo desperté, ya estabamos aterrizando y las nubes ya nos quedaban lejos.
- A, aham - decía medio dormida. ¿Ya hemos llegado? - decía con los ojos aun medio cerrados.
- Llego la hora de la verdad. - decía cogiéndome de la mano.
Louis nos acompañó hasta la que es mi casa, después se fue.
- Suerte - nos dijó, se despidió de nosotros y se fue.
- Adiós carrot - dijé intentando no parecer nerviosa.
- Adiós Lou. - dijó Harry que lo estaba muchísimo más que yo.
Louis ya se fue, y entonces toqué el timbre, le preté fuertemente la mano a Harry.
- Dime, dime que todo esto saldrá bien, no quiero perderte. - dijé dejando caer una lágrima.
- Seremos fuertes, no pienso separarme de tí - me besó y después de eso, oí cómo la puerta se abría.
- No, no sueltes mi mano, nunca. - y las uní aún más fuerte.
- Que pase lo que tenga que pasar - me dijo Harry.
Entonces vi a mi Madre, me dió un abrazo y me pidió explicaciones. Harry se fue a no sé dónde y yo estaba demasiado nerviosa, entonces...


¡Hola! siento que este capítulo sea tan corto, pero esque no tengo ya tanto tiempo como antes al empezar al instituto. A partir de ahora subiré capítulo cada dos o tres días, en cuánto pueda, lo siento mucho :$. espero que os haya gustado el capítulo, siento si no esta muy allá no estoy muy inspirada y me tengo que ir :/ poned comentarios, me alegrais y motivais para seguir si lo hacéis :) Os quiero. #1Dfamily