Another World

lunes, 30 de enero de 2012

Capítulo 63

La casa estaba manga por hombro, y cómo pude con la ayuda de las chicas, a excepción de Tamara, arreglamos un poco todo aquello. Ibamos con el delantal, el plumero en la mano derecha y en la mano izquiera el 'Don Limpio'. Pusimos el disco de "Up all night", imprescindible para nosotras, y poco a poco nos fuimos animando por muy imposible que pareciera.
Pasaron dos horas y caí muerta en el sofá. Los ruidos que provenían desde arriba cada vez eran más fuertes. No sabía si eran de la habitación de Zayn o de la de Niall pero sabía que estaban en lo mismo, pero no me importaba mucho, era la menos indicada para pensar en aquello.
Ana y Alba estaban por ahí terminado de recoger, a mí se me cerraban poco a poco los párpados y me levanté escopeteada cuándo oí cómo la puerta se abría y venían los tres guapos que se habían ido hace un par de horas. Deshice la coleta que me había puesto para limpiar, dejé caer el cabello sobre mis hombros. Cómo si una reacción de café hubiese llegado a mi cerebro, el sueño había desaparecido y lo que ahora tenía era insomnio.
Me fui corriendo a abrazar a Harry cómo si esta fuera la primera vez que lo tenía presente, Liam dejó unas bolsas de compra de un supermercado cercano y Louis venía comiendo una zanahoria.
Harry estaba un poco fatigado.
- ¡Harry! - dije echándome sobre sus brazos.¿Dónde os habéis metido eh? - dije esbozando una sonrisa. Tenéis casa, y desaparecéis.
- Fuimos a dar un paseo y después a comprar unas cosas, después de eso una oleada de fans nos atacó, miles de flashes iban y venían, miles de chicas corriendo tras de mí y la verdad, aunque Liam parezca perfectamente bien, casi no llegamos. - decía cogiendo aire.
- Ala tonto, si no habrá sido para tanto - le besé.
- A estas Directioners tanto aire les ha dejado más para allá que para acá, pero son perfectamente perfectas. - dijo Liam viniéndose hacía nosotros después de dejar sus bolsas en la cocina.
- Sí, pero cuándo hagan eso que me avisen, que he hecho un spring de más de quinientos metros, y no estoy muy acostumbrado, y menos llendo de traje. - dijó apoyándose sobre sus rodillas.
- Sentaros, que parece que vengáis de una maratón - nos empezamos a reír.
Louis se comió su zanahoria y un trozo la compartió con Alba, ¿y amí no me ofrece? - pensé graciosamente.
Me senté a su lado y Harry y Liam se fueron a cambiar de ropa, a ponerse algo más cómodo. Lou había estado visitando el lugar, y se quedo más solitario por así decirlo.
- Hay muchas chicas guapas por aquí - dijo Louis
- Ahám, ¿entonces soy fea? - le dije haciéndome la celosa. - Vale vale.
- ¡No! esque mi chica es de aquí - me sonrió y Alba se sonrojó.
- Bueno.. a cierto modo, nuestros padres son de aquí - la interrumpió Ana y siguió ella - pero finalmente nuestros padres se fueron a vivir a California por motivos de trabajo y acabamos naciendo allí.
- ¡Pero lleváis la sangre de aquí! - dijo Louis dramatizando.
- Sí, Louis, tienes razón - dijeron las dos sabiendo como es.
- Quiero mucho a mis chicas de Zaragoza - y nos abrazó. Al momento bajó Tamara y tenía una cara que bueno, enfin.
- Que, ¿ya os habéis cansado de darle al mambo? - le dije yo casi a estallar de reír. Era muy extraño que salieran ese tipo de palabras de mi boca, de todas formas ya no era una niña buena.
- Niña, te voy a lavar esa boquita con jabón - dijo haciéndome reír.
- Ya ya ya, pero bien que te lo has pasado. ¿Y Zayn?
- Se ha quedado mirandose al espejo, ya sabes como es.
- Sí, conozco a Zayn Malik. Se va a desgastar de tanto mirarse en un espejo.
Niall seguía por ahí, en su habitación y se oían ruidos, estaba en lo cierto. ¿Hoy es el día del merengue? sí, me temo que sí.
Nos sentamos a ver un poco la televisión y empezó a sonar un móvil.
- ¿De quién es? Cogedlo, que va a colgar ya. - avisé tras oír el mismo pitido unas dos o tres veces.
- Mío no es. Mío tampoco - dijo Louis y después Alba, que sacaron sus móviles.
- Es mío. - dijo Liam corriendo a buscarlo, lo tenía en su bandolera converse azul turquesa.
Todos empezamos a reírnos cuándo Liam cogió el teléfono y su cara cambio a una expresión totalmente diferente. Colgó y se fue corriendo a su habitación. De pronto vimos cómo salió con una cazadora negra y nos dijo:
- Chicos, tengo que irme un momento, ahora vuelvo. Y tenía esa sonrisilla de niño pequeño que tanto le identificaba, de pronto, en menos de diez minutos, apareció con alguien y se nos quedaron los ojos cómo platos. ¿Quién era?

No hay comentarios:

Publicar un comentario