Another World

miércoles, 11 de enero de 2012

Capítulo 48

Porfin salimos de allí. La muchedumbre se iba llendo poco a poco y entre ellos estábamos nosotros. Al fin se podía conseguir el deseo de respirar aire fresco, ver como luce el atardecer.
- ¡Por fin libreeeeeeeeeeees! - dijé gritando y alzando las bolsas al aire
- ¡Sí! pero no ha sido para tanto, ¿verdad? - me sonrió Harry.
- ¿Qué no ha sido para tanto? casi me matáis. Estoy cansada. - dijé sentándome en un banco, después ellos se sentaron a mi lado.
- Eres nuestra estilista carrot - dijó el zanahorio loco.
- Jajaja ya veo. - reí. Prometo que  no volveré a ir nunca más de compras con vosotros - esbocé una sonrisilla.
- Noooooooooooooooo - gritó Louis
- No, ¿eh? - decía Louis mientras se recostaba apoyado en mí.
- Te quiero. - me dijó en bajito y después dijo a los cuatro vientos- ¡Sonia te queremos! - entonces los dos se abalancearon sobre mí.
- Yo también os quiero - dijé haciéndo nuestra unión más fuerte.
- Bueno yo os dejo solos.. no me echéis mucho de menos, nos vemos mañana entonces, ¿no? - decía Louis mientras se despedía.
- ¿Ya te vas? - dijé triste- joooo. Sí, por supuesto. Vine contigo y contigo me iré - le sonreí. Acercate a mi habitación mañana a eso de las diez. Al mediodía ya habremos llegado.. creo que finalmente iremos en avión. ¡Dios tengo pánico a los aviones! ¡tengo pánico a las alturas! - decía sin exagerar.
- Jajaja, no te preocupes pequeña, nos vemos mañana. - me dió un beso en la mejilla.
- ¡Chao! - le dijimos los dos.
- Por fin solos - me dijó Harry.
- Sí, aunque se le va a echar de menos a esa cosa revoltosa.
- Echaba de menos todos estos momentos.. - decía melancólico.
- Y yo te echaba de menos a tí - dije haciéndo que su paso disminuyese de velocidad.
- Quiero llevarte a un lugar. - me dijó llevándome a través de un puentecillo de piedra que daba a un bosquecillo mistico repleto de hojas secas por el final del Otoño.
- ¿A dónde me vas a llevar? ¿esta es la sorpresa? - le sonreí.
- No, esta exactamente no es, de todas formas ni mil sorpresas serán nunca equivalentes a todo lo que siento por tí. - me dió un corto beso y continuó hablando mirando mis marrones ojos.
Sólo espera, déjate guiar por mí - me sonrió.
- Vale. - dijé quedándome mirándole embobada en aquel bosquecillo que parecía salido de un cuento de duendes.
La vegetación no era tan abundante cómo parecía. Varias ramas separaban los caminos y cómo si fueramos Indiana Jones ibamos separando cada una de ellas, adentrándonos en un mundo nuevo.
- ¿Hasta dónde quieres llegar? Esta oscureciendo. - le dijé un poco asustada.
- Hasta un lugar, no seas impaciente. ¿Tienes miedo? - dijó apretando ahora más nuestras resbaladizas manos.
- No no tengo miedo, estoy a tu lado - le miré a sus ojos esmeralda y me ocurruqué sobre su pecho mientras andabámos por el lugar.
Un pequeño río seguía su rumbo caudalosamente. Los pájaros cantaban y se veía cómo caía el sol. Era todo tan extraordinario.
- Ya hemos llegado. - dijó sentándome en el suelo sobre sus piernas.
- Oh Harry... todo esto es tan bonito.. - dijé mientras una lágrima resbalaba mis mejillas.
- Te mereces todo esto y más, eres tan bonita. - dijó girándome hacía él, acercándome cada vez más a su cuerpo, haciéndome notar su respiración, entrometiéndome en sus ojos, juntando nuestros labios.
- ¿Sabes que pienso? - decía quitando nuestros labios de ese largo beso.
- ¿El que piensas? sorpréndeme - me dijó él
- En que eres lo más bonito de este mundo.
Se quedó callado y me respondió. Estuvimos un rato tumbados en la hierba, escuchando el cauce del río, el sonido de los animales, observando la naranjed que desprendía el atardecer, aprovechando al máximo cada segundo que pasaba.
- Debemos ir al hotel - me dijó Harry
- Sí tienes razón, todo esto está demasiado oscuro y... ya sabes que tengo una cita con mi novio - le sonreí
- Sí, yo también tengo una con mi novia, tal vez la conozcas - sonrió ahora él.
- No sé... - entonces reímos y nos volvimos a besar.
En camino fue largo pero no por eso agradable. Cuándo sobrepasamos el puente las calles estaban desiertas, era la hora de cenar.
- ¿Dónde quedamos de nuevo? - preguntó mientras ya llegabamos.
- No lo sé, tu eres el que tienes una sorpresa - dije tonteando.
- Vendré a recogerte a las nueve y media. Son las ocho, espero que te de tiempo. - me guiñó un ojo.
- No sé yo.. - reímos-
- Te voy a echar de menos - dijé mientras su mano se despegaba de la mía, llendóse hacía la dirección contraria.
- Y yo. - entonces me llevó de nuevo hacía el y me dió un último beso.
Hasta luego princesa.
- Adiós Harold - decía entrando al hotel
Entonces pensé, - Harry tiene sus maletas aquí, ¿a dónde irá?- después deje de preocuparme y fui a arreglarme. Estaba segura de que se había ido a preparar todo, su ropa será algo de lo que se habrá comprado, seguro que me sorprende. - pensé ilusionada.
Recogí la ropa que me había comprado y también los pares de zapatos excepto lo que me iba a poner. Había recogido un poco la habitación, con esto de la "mudanza" de Harry estaba un poco desordenada.
Ya poniéndome mi vestido azul, dejando caer mis pies sobre esos hermosos tacones, escuché mi melodía del móvil sonar.
Waiting for a girl like you..The night shines, It's getting hot on my shoulders.. - escuchaba todavía la preciosa melodía y respondí al teléfono sin mirar quién me llamaba.
-------------------- Llamada telefónica ----------------------------
- ¡¿Hola!? - pregunté nerviosa.
- ¡Hola amor! - me decía Teresa
- Ah eres tú, ¿qué tal todo? - decía mirándome al espejo del cuarto de baño.
- Muy bien cari, ya me he enterado que hoy tenías una cita muy especial ee - decía atrevida
- Sí, precisamente me estaba arreglando - le respondí un poco cortante. Estoy arreglando mi vestido azul, que llevo con unos tacones del mismo color. - terminé la frase
- Jajaja, ya te veo lo extresada que estás, total para lo que te va a durar.. - río maléficamente transmitiéndome la risa.
- Y, ¿luego la pervertida soy yo, no? - decía todavía con la risa
- Sí, hahahahaha - dijó burlosamente.
- Te dejo, mañana nos veremos. - decía a medio colgar
- Ah sí ¡por supuesto! pásatelo bien. Aaaaaaargh. - finalizó la frase.
- Cuánto te odio. Adiós
- Yo too much. ¡Te quiero! - y colgó.
Tía mas descerebrada - pensé. De todas formas la quiero, aunque se valla un poco bastante del bolo - me sonreí. Termine de arreglarme, me puse un poco de sombra de ojos, la blazer, cogí un minibolso y me dijé - este va a ser el mejor día de tu vida, y nada va a estropearlo. No lo vas a poder olvidar. - me dijé dos veces. Entonces llamarón a la puerta. Era él. Casi tiro el bolso al suelo. ¿Me iba a dar un patatús? sí, me iba a dar uno. Madre mía del amor hermoso. Todo se le quedaba corto. Dios mío. Estoy soñando, sí estoy soñando, pero algo me hizó despertar y ver la realidad.
- Hola otra vez - acercó y juntó nuestros labios, lo que me hizó volver a la realidad, la hermosa realidad.
- Hooooola - dijé un poco cortada, alucinando. Wow, estás perfecto. - dijé sonriendo, volviéndolo a besar.
- Y tú estás preciosa. - dijó uniendo nuestras manos y conduciéndome hasta su coche, me abrió la puerta y me dejó el honor de entrar, después el se fue a su sitio para conducir.
- No tengo ni idea de a dónde me llevas, pero estoy segura de que no lo podré olvidar - dijé mientras nos alejabamos del hotel.
- Todo a tu lado es perfecto - rozó mi piel despegando una de sus manos del volante.
Nos costó unos quince minutos llegar. Dios, ¿porqué hace este hombrecillo todo tan bonito? - pensé impresionada bajando de su coche.


¡Hola! ¿Qué tal? Espero que os guste el capítulo sobre las nueve y media subiré el siguiente, lo prometo, a las nueve y media estará subido; ahora tengo que irme y no volveré hasta las ocho por lo menos, además si continuaba con este se quedaba demasiado largo, lo siento. Entonces hoy subiré dos capítulos así que no se vallan a dormir sin verlos :) ¡Hasta luego! - Sonia - xx.

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