Another World

lunes, 2 de enero de 2012

Capítulo 41

La enfermera entró. Sacó una carpenta grisácea y por lo visto sacó varias hojas de su historial. Mientras ella hojeaba una hoja detrás de otra, mi móvil empezó a vibrar y a sonar en el bolsillo de mi pantalón. Era mi hermano, tenía que ir fuera a hablar con él.

- Harry, es mi hermano, en cuánto acabe entro - le sonreí
- Vale, seguro que te doy buenas noticias - me devolvió otra sonrisa y me guiñó un ojo.
- Hasta ahora. - le dijé despidiéndome con mi mano derecha y después cerrándo la puerta.

------------------- Llamada telefónica --------------------

- ¡Sonia! ¿Qué tal va todo? - me preguntó mi hermano.
- ¡Hola Adri! .. pensaba que una frase se empezaba diciéndo "Hola" o "Buenos días , buenas tardes o buenas noches" según el momento del día.
- Ays, tu siempre quejándote de todo. Se nota que todo va a mejor - cogió aire. Empecemos.
¡Hola Sonia! ¿Qué tal todo? - dijó ahora atentamente Adrián.
- ¡Hola! ¡todo esta perfecto! es increíble. Bueno.. en realidad todo lo que me esta pasando lo es, sólo que hay cosas que me sorprenden positivamente y cosas que me sorprenden negativamente, en este caso mi sorpresa es del primer tipo - sonreía por la llamada, a pesar de que no pudiera verme.
- Me alegro mucho. ¿Hay alguna novedad? supongo que la tiene que haber si no no me explico tu felicidad.
- Simplemente te voy a decir que todo esta bien, y que seguramente hoy lo tenga paseando por la playa - decía ilusionada.
- Que guay. Dale un saludo de mi parte, y dile que pronto nos vemos, que me alegro mucho de que este bien. Ah, por cierto tengo que decirte algo.- dijó misteriosamente.
- ¡Ok! ahora mismo cuándo vuelva a entrar, le comento todo esto. ¿Sí? no me tengas así - le dijé inquietante.
- Mamá te ha, nos ha pillado. - dijó cortadamente. No sabía cómo decirmelo.
- ¿Eh? - no entendía nada de lo que me estaba diciéndo. ¿Qué dices? - era muy extraño.
- Mamá sabe que estas con Harry, y simplemente te digo una cosa, cuándo llegues a casa CÁGATE.
- Gracias por los ánimos, eres de gran de ayuda - dijé irónicamente. De todas formas, se iba a enterar tarde o temprano, pero sinceramente no había pensado en decirsélo.
¿Porqué dices nos, en vez de me ha pillado? ¿acaso tu estas involucrado en esto? - preguntaba metiéndole en mis azañas amorosas.
- Porque sabe que te fuiste a California gracias a mí y que algo... no sabe el que, hizó que yo fuera de inmediato para allá. Si, ya sabes que Mamá es aun más malpensada que Papá, así que tú en esto haz como ella; malpiensa. - estaba seguro de que se estaba quedando con la piel blanca al decir esto, y más cuándo lo escuchaba con la voz de nuestra madre, pero dudo que estuviera más pálido que yo.
- ¡Adrián! ya sabes que soy muy malpensada. Pero.. la sangre no esta fluyendo por mi cerebro, estoy seca.
- Cree que estas embarazada. - PUM. Eso es lo que sentí al oír tan remarcada esa palabra. ¡¿What the fuck!? - fue lo que pensé. Oh dios mío la que se me viene encima.. esto me pasa por desmadrarme un poco. - decía llevándome la mano a la cabeza y después dandóme una pequeña colleja en la frente.
- Muy bien. De putis. ¿¡Cómo es eso de que yo estoy embarazada!? Adrián explicámelo. De dónde coño ha sacado esa idea. ¡Joder! ¿qué pasa, esque porque me enamore de alguien tengo que quedarme embarazada de él así, a la mínima? tengo catorce años, debe de ser muy normal de tener tu primer hijo a esa edad.. - un enorme muro caía sobre mi cabeza mentalmente, mi cerebro de todas formas no podía estar más plástico que en ese mismo momento.
- Sí Sonia.. yo tampoco lo entiendo. Esta madre nuestra cada vez se va más del bolo, y no nos beneficia. De momento yo no he vuelto a hablar con ella, simplemente me ha dicho que fuera para allá inmediatamente y que tú vinieras cuándo te saliera de ahí, que te fueras pensando que decirle y una buena explicación de todo aquello, ya la conoces.  Ni si quiera confía en mí, su ojito derecho. Por eso te llamaba, estoy dejándo las maletas en el avión y me piró para casa ya, cuánto antes mejor.. que veo el paronoma que se viene encima. Intentaré calmarle un poco, pero creo que será mejor que vengas en cuánto antes. - decía casi sin entenderse, no había casi cobertura.
- Adrián, ¿tu piensas que estoy embarazada? - pregunté secamente.
- ¿Eh? Oh Sonia tengo que colgarte no se oye, nos vemos en casa, chao. - hizó el ruido de besos y colgó.
Perfecto. Mi hermano también pensaba eso. ¿De qué me va la gente? ¿no confían en mí? ¡no voy a tener hijos! y menos a los catorce. Otra vez el mundo se me venía encima. Mundo.. ¿Porqué eres tan cruel? No me cedes un poquito de felicidad.

Estaba cabreada, nerviosa, creo que con ganas de coger a alguien del cuello y cortárle la respiración de cuajo. Cómo la enfermera ya estaba dentro me pareció mal entrar así por así, entonces decidí sentarme en una de las butacas del hospital y relajarme un poco. Esta era una sorpresa negativa. Sí, lo era. Lo peor no es mi madre, que también podría serlo. Esque no comprendo esto, estoy saliendo con alguien y lo echo de menos, lo extraño, entonces voy a verle un fin de semana, y el lunes ya estoy de vuelta para no perder más de un día de clases y mi madre sólo piensa que me he ido ahí a vivir la vida loca. Que le he mentido para no hacerle daño con la verdad, y no sé que es peor. Sólo sé que si le hubiera mostrado la realidad no me habría dejado ir a verle ni habría permitido nuestra relación. Sí, es un chico muy mujeriego, y si encima esta bueno que quieres que haga, ¿eh? pero ahora es sólo mío. Con lo que habrá oído mi madre por el instituto a saber que ha llegado a pensar para llegar a aquella conclusión. No entendía nada. No era capaz de saber cómo entrar a casa mañana después de saber que piensa aquello. No sé como decirle a mi padre "estoy saliendo con un chico" y menos llevarlo un día a casa, porque lo amenazará y saldrá corriéndo. No entiendo porque el mundo es tan díficil conmigo y porque no me deja disfrutar un poquico de la vida sin que no haya ningún momento que me la amargue. Debe de ser que pido mucho..

Estaba un poco más tranquila, pero de todas formas se mostraba fácilmente una sensación tensa en mi rostro y no estaba orgullosa de ello. Pasaron cinco minutos más y ví cómo la enfermera salía de la habitación, pero no tenía ganas de entrar, no quería que me viera de esta forma.
Entre a los dos minutos y Harry me recibió con un abrazo y me recogió en brazos desplazándome por el aire.
- ¡Me han dado el alta! - gritaba mientras tocaba literalmente el techo.
- Me alegro mucho cielo - le dije besándole. Sabía que estaba tensa.
- Ya estoy - decía cogiéndo su chaqueta beige y un informe que ponía en letras mayusculas "ALTA" y que me transmitia felicidad.
- Vámonos entonces. Quiero disfrutar mi último día de California contigo, tu aun tendrás que quedarte unos días - decía sonriéndole y entristeciéndome a la vez, por saber que se quedaría ahí de nuevo.

Se agarró de mi cintura y fuimos a su hotel. De camino en su Range Rover decidí contarle todo, con pelos y señales la conversación de mi madre.

- Y eso me dijó mi hermano y me quedé a cuadros. No sé cómo acudiré mañana. No me importa que sepa que he tenido una escapada contigo, por así decirlo, pero me duele y molesta que piense que traigo a un niño en camino. Es tan normal - decía irónicamente la última frase.
- Buff. Ya veo que todo el paronoma se te esta viniendo encima. No te preocupes que yo arreglo esto. - dijó besándome mientras conducía su super coche.
- Gracias Harry. Cuento con tu ayuda. - le dí un beso en la mejilla, estaba concentrado en la carretera, y no quería que tuvieramos un accidente.
Gracias por ser tan comprensivo. Sólo tú me entiendes.
- No hay gracias que dar mi vida. - decía trasladando uno de sus brazos a mi asiento. Yo también comprendo a tu madre.. ¿Cómo te vas a resistir a un hombre tan apuesto cómo yo? - reímos-.
- Jajajaja, ya sabes que no pude resistirme, ya lo sabes. - recordé el momento.
- Pero tomamos precauciones, ya lo sabes. Por eso es imposible que estes.. con un ser en tu vientre. - dijó como si fuera un estudiante de medicina.
- Lo sé.
- Así que hazme un favor, olvídate de esto, no te rayes más, que yo te ayudaré con todo esto, que es igualmente también mi culpa, y ya afrentaremos los problemas. Seamos felices un tiempo.
- Sí, seamos felices, y sobretodo, voy a encargarme de que estes bien realmente, después de todo esto - acaricié su mejilla.

Salimos del coche y un beso freno el paso de los peatones en la acera.

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