Another World

viernes, 30 de diciembre de 2011

Capítulo 38

Salí de la sala, vinieron los médicos a tomar cuenta de todo y supongo que a hablar de lo sucedido. Corrí hacía mi hermano y comencé a gritar, saltar, salpicar euforia por mi boca y sobretodo, a pegarle un fuerte abrazo a esa persona que era tan importante para mí ; mi hermano.

- ¡Se ha despertado! ¡Adrián que se ha despertado! ¡Que está bien! ¡No está en coma! ¡Está vivo! - empezaba a decirle varias cosas sucesivas veces, cosas que seguramente ni venian a cuento.
- Ya lo veo hermana. Estoy muy contento de que Harry vaya mejor, que este mejorando favorablemente y que sé que pronto le tendrás a tu lado abrazándote, que sé que adoras sus abrazos - me sonrió
- No adoro sus abrazos únicamente, le adoro a él. - le decía alegramente a Adrián

Seguía abrazada a él. Esperaba que los médicos me dijeran algo, que salieran de la habitación y que llevarán buenas noticias para traerme,  si no es mucho pedir.

- Ya pueden entrar, ahora sí que les permito que entren los dos - decía uno de los varios médicos que salía de la habitación, al que yo le metí un leve empentón de la emoción; quería volverle a ver, necesitaba ver el verde resplandecer de sus ojos, su sonrisa picarona, su precioso cabello rizado; necesitaba a Harry Styles.

En la habitación se quedo ese tipo tan simpático, el doctor Sánchez, que por lo visto era el que principalmente se encargaba de él.

- ¡Harry! - no pudé evitar gritar su nombre altamente- ¡mi vida estas bien! ¡no sabes lo feliz que soy viéndote así! - decía mientras le cogía de su delicada mano, con una vía la cuál transportaba los líquidos de los goteros.
- Sabía que te ibas a recuperar tío - le decía mi hermano, que a pesar de no haberlo demostrado, también tenía mucho miedo.

- Tengo una buena noticia para ustedes - decía alegremente el doctor, lo cuál me producía una sensación de felicidad muy amplia, y cayó sobre mi rostro una lágrima de alegría, dejándola al descubierto.
Les puedo asegurar con antelación que mañana mismo será dado de alta, pero que tendrá que pasar la noche ingreasado aquí, en planta, para precaución, cosas sin importancia. Simplemente queremos asegurarnos de que no hay secuelas y de que se recupera favorablemente, además ya sabe lo que he dicho antes, cómo se curan mejor este tipo de cosas - me decía el hombre de unos cincuenta y cinco años que era muy majo poniéndome una sonrisa de la cuál no pude resistirme a reír sigilosamente. Después de esto, le abracé casi tirándole al suelo-
- ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias doctor! - decía al darle el abrazo, que fue de menos de medio segundo.
- Creo que ya no tengo nada más que decir, que pasen una buena noche. - dijó esto y salió de la habitación, junto a una carpeta con anotaciones.

Adrián se sento en un sillón que daba al rostro de Harry y yo me pusé a su lado contrario sosteniéndole la mano de nuevo. Él simplemente me miraba, y aunque no dijiese palabras, sabía que estaba sintiendo lo mismo que yo, y que algo le hacía sentir esta enorme felicidad en su interior.

- Eres lo más grande de mi vida, gracias por todo esto. - le besé. Me importaba una mierda realmente lo que pensará mi hermano siendo que estaba presente. Así es como yo soy feliz, y si no le gusta que no mire, que no tengo nada que esconder. Hice esto, y me susurró al oído un "Te quiero", incluso dolorido era tierno.

- Bueno.. yo me tengo que ir, tengo un largo viaje de vuelta a casa.. recuperate Harry, se que eres muy fuerte. Adiós hermanita, te quiero. - dijó esto y se fue. Supongo que se quedaría en mi habitación del hotel, ya que no tenía ningún avión a estas horas y ya que yo me quedaría con Harry toda la noche.

Quería recuperar el tiempo perdido. Nos haciamos tanta falta el uno al otro.

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