Another World

martes, 27 de diciembre de 2011

Cápitulo 34

NARRO YO:

Sí, se había metido a mi cama; conmigo. Mantenía mis párpados cerrados insinuando que estaba durmiendo.
Su cuerpo se abrazó con el mío y me recorrío un escalofrío. Después un nerviosismo. Después una tentación. Deseo. Pasión. No.. yo tampoco sé lo que me pasa. De hecho desde que lo conozco nunca he conseguido saberlo. Es una droga y siento mono por ella.
No sabía que hacer. No podía dormir. Sentía tensión y todos esos sentimientos unidos contra mí. No tenía defensas. Nerviosa, decidí darme la vuelta y enfrente suya volver a abrazar nuestros cuerpos. Él se desperto. Me dijó algo sexy al oido que no compredí. Pusó las manos sobre mi cuello y me empezó a besar. Yo hicé lo mismo. Una cosa llevo a la otra y no se cómo acabé yo desnuda también. Mi cuerpo quedaba desnudo al descubierto, y las sábanas estaban extendidas por el suelo. Pequeños rayitos de sol entraban por el ventanal, y podía observar su cara de satisfacción. Empezó a besarme todo el cuerpo, yo hice lo mismo.
Sólo había confianza y acabámos haciendo eso. Sí, esa fue mi primera vez. Pero.. ¿Qué estaba haciendo? Tengo catorce años..- empecé a rayarme y decidí que los dos habiamos querido dar este gran paso y continué con lo que estabámos haciendo. El principio de la mañana era intenso, y podía observar por encima de su rostro el bello amanecer. Todo era hermoso, su besos, la manera en que me trataba, no queria que terminara. Eramos uno. Después de ahí no recuerdo nada. Desperté a las 11pm, tapada con el edredón, la bella luz de California y estaba con él, el hombre más perfecto del mundo.
Me fuí a su lado, estaba durmiendo. Sí, ya lo creo que se lo había pasado bien, pero dudo que mejor que yo. Él de todas formas ya debía de haber experimentado esto.
- Amor.. despierta son las once de la mañana - le decía mientras le sonreí esperándo que despertará.
- Aksjyredjs, sólo cinco minutos más...- volvío a taparse con la almohada.
- Harry... ¡BUENOS DÍAS! - le susurré al oído sensualmente y después le dí un corto beso.
- Ah, Sonia eres tú, anoche fue... - se calló. No tengo palabras.
- Pienso lo mismo que tú, pero no quiero levantarme. Quiero pasarme el día contigo, besándonos y susurrandonos cosas al oido.

Harry me cogió de la cintura y me empezó a besar. Entonces me acordé de Louis y tuvé miedo de que nos hubiera visto.

- Harry - quité nuestros labios unidos y le miré atentamente. Esto se puede dejar para el próximo capítulo - le sonreí.
- No. No y No. - seguía a lo suyo, tenía un imán con mis labios.
- ¡Harold! basta - empecé a mirar el verdor de sus ojos. Tenemos que irnos.. me acabo de acordar de Louis, igual nos ha visto... - bajé la cabeza.
- Vale.. pero después más. Tienes razón.. además quiero hablar con él. No no nos ha visto, he acudido a su habitación mientras tu dormias y tenía una nota en su mesilla de noche para tí, decía que se iba temprano porque tenía que ir de compras a un pueblo cercano y se le olvidó decirtelo, no quería despertarte y decía que volvía antes de que comieses. Osea, que a las dos lo tienes aquí - me sonrió. ¿Satisfecha?
- Sí, y con un peso menos encima. Pero, aunque no este no quiero que nadie nos vea, ni un ayudante de turno. Quiero que esto sea personal, íntimo. - me levanté y cojí una bata de color naranja. Él también se levanto.
- ¡Tapate! - le decía apartanto mi vista de su hermoso cuerpo, poniédome roja.
- ¿Qué? No hay nada extraño ni que no hayas visto - río
- Enfin.. que me pones mucho. Voy a ducharme. Esperame con el desayuno - sonreí
Fuí a cerrar la puerta del baño y pusó su pie entrando.
- ¿Qué haces aquí? - pregunté sarcásticamente
- Ducharme, es lo que pensaba hacer - río
- Jajaja, no tienes tu ni fé, yo no me ducho con acompañantes
- Alaaa - protestó
- Fuera, ahora te veo - sonreí
- Pero yo... - decía a modo de excusa
- ¡Harold Edward Styles! eres un pervertido - dijé esto y cerré la puerta con pestillo.

Después acabé, me vestí, cogí una toalla y sequé mi pelo, dejándolo aun mojado. Salí ya vestida del baño y le ví sentado en la mesa con el desayuno; una fuente de cereales, magdalenas, bizcochos, y una jarra de zumo de naranja.

- Veo que me has hecho caso, eres muy señorial - jajaja.
- Todo por mi princesa. Estas muy sexy con el pelo mojado.- me besó
- Anda calla no seas tonto - esbocé una sonrisa y comencé a beber zumo.
- ¿Quieres que te lleve a ver California? - sonrió
- ¡Claro! me encanta este sitio - dijé ilusionada

Terminamos de desayunar, llamamos al servicio de habitaciones y nos fuimos a visitar Califonia. Nuestras manos entrelazadas guiaban el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario