Cápitulo 8

- Pi pi pi pi pi pi pi pi pi... - Sonaba la alarma del despertador de mi móvil. - Buff, que sueño tengo - pensé. Tengo que levantarme , vale realmente la pena por la que hoy voy a madrugar - me sonreí. Eran las siete de la mañana, le veré en una sola hora. No tengo tiempo que perder.
Me levanté y me lavé la cara, y después de eso , me dí una ducha fresca.
- 7 y 30 am. ¡Oh no! ¡no me va a dar tiempo! más vale que me de prisa ´- pensé saliendo de la ducha. Me puse mi álbornoz blanco y salí pitando a secarme un poco el pelo y a recogermelo de algún modo especial, después me vistiré y si me queda tiempo, ya improvisaré algo.
Pasaron diez minutos, y deje el secador en el armario, ya eran las 7 y 40, veinte minutos y le tenía ahí , ¡que nervios! - grité despertando a mi hermano. - Sonia, ya se que tengo que levantarme, pero no resulta muy agradable levantarse con uno de tus chillidos. - Oh, lo siento jiji. - terminé nuestra conversación.
Me vestí, me puse un jersey de lana muy moderno que me compre el otro día en Bershka , lo tenía guardado para una ocasión especial, y esta claramente era una. Lo conjunté con mis tejanos, los de toda la vida, y mis botas marrones cafe con leche.
Ya vestida, me iba hacia el salón, y allí estaba Adrián sentado con un croissant en la mano, y su zumo de naranja recién exprimido, me ofreció una magdalena.
- A gracias - le dijé y la cojí. - Hoy llega uno de los mejores días de tu vida, el segundo exactamente, ¿no? - me comentó. - Sí, estoy impaciente - subí la voz. - Baja un poco el tono de voz, que mama esta todavía durmiendo , y ya sabes como se pone cuándo se enfada. - Sí, sera mejor que me calle, es insoportable.
Llamarón al timbre, eran las 7 y 55, estaba que no me tenia en pie, y corriendo fuí a abrir la puerta esperando por el otro lado a la persona más especial del mundo. - ¡Carrot! - me dijó Louis y me dió al instante un fuerte abrazo. - ¡Hola! - le dijé. - Estas muy guapa! , ¿a qué se debe? hay algún afortunado, ¿pillina? jajaja. - Bueno.. jajajaja, que te cuente mi hermano en el coche, que hoy me temo que no podré ir con vosotros. - Oh no, mi preciosa carrot, ¡ no puedes hacerme esto! - No te preocupes Lou, es por una buena causa - sonreí. - Vale, entonces me pongo contento , lo haré por ti. - Adios - dijé y me despedí de los dos dandoles un fuerte abrazo. - Luego nos vemos.
Me quede en casa esperando a Harry. Seguro que estaba en camino. Ya no tengo uñas que morderme. ¡Me va a dar algo!