Another World

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cápitulo 19

Días después:

Los días pasaban y pasaban sucesivamente. Cada vez más rápido, con las navidades muy cerquita. Ya a catorce de noviembre y con mucho extrés acumulado de tantos exámenes seguidos.
Harry se había ido de viaje de estudios a California, y no lo tendría de vuelta hasta prácticamente el veinte o veintiuno de diciembre. Buff..... no voy a poder vivir - reproducía esta frase una y otra vez en mi mente. Será un reto. Toda mi vida lo ha sido, y lo seguirá siendo. Metas que alcanzar. Sueños que lograr. Etapas para superar. Ilusión a demostrar.
Llevaba sólo cuatro días allí, que para mí resultaban cuatro meses, largos, amargantes y sobretodo.. en soledad. Me llamaba cada día, a través de una videollamada con la que le podía ver desde mi portátil y mi día resultaba alegre, si se podía llamar así. Estabamos unos cuarenta o cincuenta minutos hablando y haciéndo nuestras tonterias, que solo podían compartir una pantalla y página web. La distancia entre nosotros hacía que viera todo muy negro. Todo resultaba tan díficil. Deseaba que volviera a estar de vuelta.
Mañana, es quince de noviembre, sí a mi también me parece increíble como pasa el tiempo, ya dos meses a su lado. Los dos mejores meses de mi vida, sin duda alguna. Tenía un problema.. ¿que hago yo, el día de mia segundo aniversario sin la persona que hace que se hagan capaz mis ilusiones? - creo que esa era una pregunta sin respuesta. Tengo que pensar algo para mañana. Sí, una sorpresa. Llamaré al loco de Lou, le necesito. Sé que podrá hacerme cualquier tipo de favor. Siempre esta ahí.

- Pi pi pi pi pi pi pi - sonaba mi insoportable despertador del móvil. Martes 15 de noviembre. Siete y diez de la mañana. Pocas ganas de levantarse, cero razones por las que sobrevivir. Pusé mi despertador sobre media hora antes de la hora de levantarme habitualmente, porque sabía que iba a ser incapaz.
Tenía, tengo que prepararle una sorpresa. ¡¿qué narices estoy haciendo!? ¡tengo que levantarme ya pero ya! estoy desaprovechando horas del maravilloso día que debe de ser hoy. Soy estúpida. Manos a la obra.
Lo que me costo levantarme, calzarme, lavarme la cara y desverlarme un poco oí el sonido de que me había llegado un mensaje. Aún en las nubes, muy extrañada fuí a por mi Samsung. Délito el que tengo.
¿¡Quién iba a ser!? La persona más maravillosa del mundo. Juro que me mataba. ¿Cómo no había pensado en que era él? - horas de la mañana, efectos secundarios.
Después de ver el remitente, inmediatamente pusé la contraseña para acceder a la bandeja de entrada y ví su mensaje.
"Princesa, te espero en la twitcam, a las 7 y 30, se que no me fallarás. Muchas felicidades 15! xx"
Ahora es cuándo yo me iba escopetiada al ordenador, cambiaba la expresión de mi cara, me abofeteaba moralmente por mi estúpidez y esperé a verle en pantalla.

Sí, este quince de noviembre, a pesar de no estar a su lado, no iba a ser tan díficil. - me sonreí.

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